Fairy Tail no me pertenece.
Capítulo 1
Los rayos del sol iluminaban como nunca colándose por la ventana de la habitación, la luz molestaba bastante al chico, quien con una mano se tapó los ojos que aún mantenía cerrados y decidió acostumbrarlos a la maldita luz que osaba despertarlo.
Los abrió lentamente y parpadeo un par de veces, ya cuando su visión estuvo clara notó que se encontraba en la habitación del hotel en el que se estaba hospedando durante su misión; consistía en encontrar a la hija de una familia que se había perdido en el bosque y la encontraron sana y salva, así es él no iba solo, lo acompañó Juvia quien seguramente estaría en su habitación de al lado durmiendo aun. Ya era tiempo de volver a Fairy Tail, se dispuso a ir a levantar a su compañera para marcharse pero eso no fue necesario porque escucho un suspiro a su lado, aparto su vista del techo que era lo que estuvo viendo todo ese rato y al hacerlo se encontró con la maga de agua durmiendo plácidamente, sus cabellos esparcidos por la almohada y una leve sonrisa que inconscientemente formaba durante sueños.
El pelinegro azulado vio eso temeroso, tenía esperanza que no hubiera pasado "eso" pero toda ilusión se desvaneció al darse cuenta que ambos estaban desnudos, un par de recuerdos del día anterior llenaron su mente, recordaba haber traído de vuelta a la niña como de la edad de Wendy con sus padres, les recompensaron y les ofrecieron cenar con ellos para agradecerles y un recuerdo algo inusual llego de repente.
~Flash back~
-Tome Gray-san-decía la niña a la que encontraron mientras le ofrecía una copa de vino al mago.
-Gracias…-dijo el mago recordando no saber el nombre de la niña.
-Ai, soy Ai-decía sonriendo la niña de cabellos castaños y ojos azules.
-¿Amor, eh?-dijo sonriendo de lado el Fullbuster mientras cogía la copa de vino.
-Así es, he juntado a muchas parejas en el pueblo y todas están felices por los resultados-dijo dando una risita.
-No creo en esas cosas-dio un sorbo a su copa, Ai sonrió y lo vio bastante complacida y susurró algo, no supo que fue ya que todo se le nublo después de eso.
~Fin flash back~
El alquimista de hielo quedo bastante confundido con esos recuerdos, sobre todo con éste último. Dirigió la mirada a donde se encontraba la peli azul solo cubriendo su desnudez con la sabana con la que se tapaban, abrió los ojos poco a poco y al mirarlo en las mejillas hizo acto de presencia un rubor en ella.
-Buenos días Gray-sama-dijo sonriendo la ojiazul.
El de ojos grises solo la veía pero no se atrevía a siquiera preguntarle que fue lo que había ocurrido entre ello, sintió la mano de ella acariciarle la cara.
-¿Pasa algo Gray-sama?-preguntó confundida.
-¿Qué opinas de lo de anoche?-dijo desviando la mirada de la de la chica, no se atrevía a preguntarle directamente que fue exactamente lo que paso.
La Loxar se sorprendió por la pregunta del mago, no creyó que él fuera a preguntarle su desempeño.
-Estuvo genial Gray-sama, Juvia ahora sabe que es correspondida-decía sonriendo.
"Oh, no" fue lo que pensó Gray al escucharla decir eso, si lo acontecido ya era un error bastante grande, que ella había malinterpretado todo lo hacía aun peor. El de ojos grises se levantó de la cama, su flequillo tapaba sus ojos y se puso sus bóxer rápidamente dándole la espalda a la maga elemental que lo veía preocupada al verlo levantarse tan de repente; tenía que hacer algo pronto para que ella no confundiera las cosas y creyeran que eran pareja ahora.
Sin siquiera verla a los ojos comenzó a hablar.
-No te confundas Juvia-dijo fríamente tal y como su magia-solo fue sexo.
Aunque no supiera que fue lo que paso ayer al pie de letra, tenía que aclarárselo a Juvia, que nada de lo sucedido allí era relevante y no marcaria ninguna diferencia en su relación de compañeros. Las palabras del chico fueron como un balde de agua para el corazón de la chica, se sintió mal, creyó que Gray-sama por fin le había correspondido aquel sentimiento que empezó a tener hacia él desde que lo conoció, sus ojos se cristalizaron, las lágrimas amenazaban con salir, se negaba a creer que solo la uso para satisfacer una de las necesidades más primitivas del ser humano.
-Gray-sama, ¿Cómo se atreve a engañar a Juvia haciéndole creer que-que-su voz se comenzó a quebrar, las lágrimas comenzaron a fluir.
El Fullbuster no había volteado en ningún momento para mirar a la mujer de cabellos azules, no podía evitar sentirse un poco culpable del sufrimiento de ella.
-¡Mire a Juvia, dígaselo de frente Gray-sama!-suplicaba la maga de agua.
No obtuvo respuesta del chico que tenía enfrente, estaba frustrada, decepcionada; una vez más el destino se encargaba de hacerla sufrir, pero esta vez se pasó de la raya, la hizo ver como una tonta ingenua. Apretó sus puños y las lágrimas salían una detrás de otra.
-¿En serio Gray-sama considera que fue sexo y no fue amor?-grito molesta, mirando con el ceño fruncido al alquimista.
-Así es-susurro mientras se seguía vistiendo.
Su corazón ya no pudo más, se sintió de lo peor jugar con sus sentimientos y el corazón es el que lo sufre; se levantó de la cama, recogió rápidamente su ropa que estaba en el piso.
-¡Juvia no es ningún objeto sexual Gray-sama!-grito sollozando y entro al baño que estaba en el cuarto, se encerró, se quedó recargada en la puerta y se deslizo lentamente al piso, escondió sus rostro entre sus rodillas y abrazo sus piernas, nada podía hacerla sentir peor.
Los sollozos de la ojiazul se escuchaban afuera del baño, Gray se sintió mal por ella, no se lo merecía y lo que era aún peor tendría que sufrir su castigo por parte de las chicas del gremio, suspiro pesado, se pasó una mano por el pelo y miro la puerta del baño.
-Te espero en la estación del tren-como no respondió Juvia se marchó de la habitación con sus pocas cosas que había traído de equipaje.
Se escuchó cerrarse la puerta de la habitación, por lo que la peli azul salió del baño y miró tristemente la cama donde creyó que fueron expresados los sentimientos del mago y correspondidos los suyos, se dio una bofetada mental por haber sido tan estúpida, se vistió y se fue al cuarto que ella había pedido en ese hotel, cogió sus maletas y se dirigió a la estación donde la estaría esperando el Fullbuster.
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El chico esperaba impaciente el tren y a Juvia pero más al transporte que a la maga, si llegaba el tren y ella tardaba sería una buena excusa para irse sin ella, necesitaba pensar y relajarse, estaba hecho un manojo de nervios; llego el tren y lo abordo rápidamente, tomo asiento y miró la ventana un poco calmado.
-¡El tren a Magnolia está a punto de salir, última llamada!-comunicaban los trabajadores de ahí.
Gray sonrió, tal vez la peli azul ya no llegaría a tiempo y el tren entro en marcha; suspiro, no vería a Juvia en todo el viaje, se dedicaría a reflexionar sobre todo esto que ha pasado. Cerro los ojos un poco cansado y los abrió al sentir alguien mirándolo, era la maga de agua que lo veía seria y triste, tomo asiento enfrente de él, cruzo las piernas y apoyo sus barbilla en la palma de su mano mientras se dedicaba a contemplar el paisaje que se veía por la ventana. Cabe destacar que todo el viaje de regreso no se dirigieron la palabra, ni siquiera tuvieron contacto visual, los demás pasajeros notaron la tensión entre esos dos y sintieron escalofríos por ello.
Bajando del tren se fueron directo al gremio, al entrar varios notaron, en verdad todos, el aura que había alrededor de ellos, el del Fullbuster era de seriedad y la de la Loxar era depresiva, ella tenía un semblante de tristeza lo que no pasó por desapercibido por las mujeres y se fueron directo a ella.
-¿Ocurre algo Juvia?-preguntó preocupada Lucy.
-¿Te encuentras bien?-preguntó Levy.
-¿Acaso Gray te hizo algo?-cuestionó seria Erza.
Y esa última pregunta fue la que desató las lágrimas que Juvia había contenido muy apenas en todo el viaje de regreso; las magas al verla llorar tan desconsoladamente se la llevaron al piso de arriba y entraron todas en la habitación para que les explicará que había pasado.
Los hombres de Fairy Tail vieron cómo se fueron todas las chicas con Juvia que por algún extraño motivo estaba llorando, la mayoría vieron eso confundidos y otros lo vieron de mala gana, ya sabían seguramente quien la había hecho llorar.
-¿Qué le hiciste a Juvia?-preguntó un pelinegro con ojos rojos.
-Cierto hielito, ¿Qué paso?-preguntó el Dragneel.
-¡No es de hombres hacer llorar a Juvia!-dijo el Strauss.
Todos los hombres se acercaron al mago de hielo y le preguntaban que paso para que llorara de tal forma pero en ningún momento dirigió la vista hacia ellos ni respondió sus interrogantes, solo permaneció callado.
Hola chicos, aquí les traigo una historia que surgió el viernes, se me hizo interesante la trama así que la escribí, se la enseñé a mi Nee-chan y le gusto por lo tanto aquí está, espero que hubiera sido de su agrado.
Como siempre dudas, quejas, amenazas se aceptan en forma de reviews.
Hasta pronto minna ^w^/
