1º escalón: el despertar de los miedos
El santuario en grecia... un lugar bonito era para los turistas, tanto
arte, tanta historia. Muchas personas no sabían las masacres que
recientemente se habian cometido en nombre de una diosa... la diosa que
potregía la tierra y Athenas, Palas Athenea era el nombre.
Hades, hacia algún tiempo había subido al mundo de los humanos... para
reclamar la cabeza de la reencarnación de la diosa, quien volvía a
nacer cada 100 años como estaba escrito.
Lo que muchos dentro de ese recinto sagrado no entendían era como
habían recuperado su existencia mortal personas si eso era que se los
podía llamar, que debían haberse podrido en el tártaro. Ninguno de los
mencionados tenía deseos de sujetarse a las órdenes de una
reencarnación adolescente de una diosa a la que intentaron asesinar más
de una vez.
El resucitado Shion era un ejemplo de esto. Aunque su última lucha y su
sacrificio en el momento final lo redimieron ante Athena y los demás
dorados que seguían fieles a esta todavía quedaba la sombra de los
acontecimientos recientes. Pero otros caballeros como afrodita, Saga o
Death Mask no tenían motivos para ser aceptados de nuevo vivos. En
especial este último.
Death Mask era el asesino cruel, sucio, sádico y despidadado por
excelencia que se haya paseado por el santuario jamás. Los otros
dorados lo evitaban todo lo que podían y este los despreciaba por haber
resucitado. Por eso el tipo en cuestión se recluía en su estancia, la
casa de Cáncer. Cuando uno pasaba cerca podían escucharse gemidos
aparagados por la distancia. Claro está que esos lamentos eran las
almas o reflejos de estas antrapados en los ladrillos de la casa del
cangrejo.
Pasaban ahora ya casi seis meses desde la última guerra santa. El
reinstalado patriarca Shion, se ocupaba de la educación de la joven
diosa y los santos usaban este nuevo tiempo en cosas más pacíficas como
entrenar a los parendices y raro más aún de formar una familia.
En aries, Mu seguía enseñano a Kiki el arte de la reparación de
armaduras y como lemuriano que era coreaba con voz serena a las
armaduras que hablaban mientras reparaba fisuras hábilmente. Aldebarán,
tenía su cargo el reclutamiento y las admisiones de los aspirantes a
caballeros o amazonas, riendo socarronamente para darle ánimo a los
aprendices mas nuevos.
Saga y Kannon tenían a su cargo los asuntos diplomáticos del
Santuario(!!!!) y uno de los gemelos ya tenía una pareja mas o menos
estable, Isabella, quien a pesar de no haber entrenado y estado ahí
tratando con los demas caballeros tenía la fuerza sufiiente como para
mantener a raya a su querido noviecito. Saga ayudaba a Shion con los
asuntos del santuario. Dhocko habiendo rejuvenecido de nuevo tomó el
control del templo de libra acompañado por su discipulo Shiryu y
Sunrei.
Milo y su esposa Alisa tenían al pequeño Kyrus que cuidar.Shura dirigía
la designación de armaduras y Camus estaba en el ártico entrenando.
El leon Aioria volvía de su luna de miel on su esposa Marin, la amazona
del águila. Su cuñado Seiya le había advertido depués de una buena
sobada en la cabeza que cuidara bien de su hermana o vería una flecha
dorada de sagitario clavada en su trasero o en sus partes nobles.
Afrodita, era ahora el responsable de los bosques y jardines del
santuario tratando de ocultar sus culpas ante los otros y Shaka no se
había movido de su santuario debido a su meditación constante.
Una llamada de urgencia había alertado a los santos y preocupados
acudieron caminando al salón de los mandos sin dudar. Mientras
ascendían podían percibir destellos luminosos que reprimían
vigorosamente un cosmo oscuro en la estatua de Athena en la cima del
santuario. Sorprendido todo el mundo cuando al llegar la comitiva de
los santos, ya estaba recargado en una columna el santo de Cáncer
sonriendole burlonamente a los recien llegados. Era ilógico, como el
que no hacía caso del patriarca, ya estaba presente ante Athena?? Era
un hombre insufrible. tanto Saori como Shion se hallaban sentados en
sus respectivos tronos. cuando el último caballero dorado entró las
puertas del salón de mandos se cerraron. Entre tanto el cosmo oscuro
dentro de la estatua de athena se sacudía levemente de entre sus
cadenas.
A 2000km de distancia una mujer, con rostro de no haber dormido en
meses se daba vuelta tratando de ignorar la voz que se había metido en
su cabeza desde su enfermedad, hace algunos días...
continuará...
