Sentimientos enfrentados

Nota: evidentemente pokémon no me pertenece. De lo contrario, este sería el final de la serie

Pareja: Ash y Misty (y he respetado fielmente sus personalidades originales)

Espacio temporal: unos once años después del inicio de la serie (Ash 21 años, Misty 22)

Trama: Misty y Ash llevan años sin verse, desde que ella, dos años atrás, emprende un viaje para convertirse en Maestra Pokémon, algo que Ash ya consiguió unos años antes. Orgullo, discusiones, celos y sentimientos ocultos… Ash y Misty, tan peleones y cabezotas como siempre…

Clasificación por edad: T (por referencias sexuales y conversaciones psicológicamente maduras)

Prólogo

El corazón le latía a mil por hora debido al intenso esfuerzo físico que había realizado recientemente. Cerró los ojos y cayó de rodillas sobre la arena. Cuando tuvo suficiente fuerza para abrir los ojos de nuevo, contempló un estadio enorme aplaudiendo, sonriendo, alzando las manos en señal de victoria… Y entonces se dio cuenta de lo importante que era ese día para ella.

Había trabajado mucho para convertirse en una gran entrenadora pokémon, y a la edad de doce años ya se había quedado como la encargada del gimnasio de ciudad Celeste. Pero de eso ya habían pasado diez años. En ese tiempo había crecido y madurado, y se había enfrentado a problemas de gran responsabilidad.

Sin embargo, su último reto había sido diferente a todos los anteriores. Aburrida de la rutina que suponía dedicarse al gimnasio, había decidido volver a viajar por diferentes regiones, capturar nuevos pokémon y convertirse en una Maestra pokémon.

Y aquélla era su última gran prueba: la carrera a fondo junto a sus tres pokémon favoritos. Por fin lo había conseguido, y todos la aplaudían con verdadera admiración.

Misty no cabía en sí de gozo. Si bien era cierto que ser maestra pokémon no había sido su sueño inicial, le producía gran satisfacción. Sobre todo porque sabía que de esa manera se ponía a la altura de un viejo amigo, un amigo que había conseguido convertirse en Maestro unos años antes. Y desde entonces él había adquirido tanto responsabilidad por su puesto como fama y reconocimiento mundial. Ya no era el niño con el que viajó por Kanto, Islas Naranjas y Jhoto. No, era un auténtico maestro pokémon, experto en viajes, en pokémon, en combates… Se trataba de un joven apuesto y astuto que suscitaba gran interés por sus conocimientos y su generosidad. Sí, así era Ash Ketchum, y ella lo admiraba tanto que decidió que debía ponerse a su altura. Porque ella siempre había estado por encima. Siempre más madura, más atenta, más cabal. Y de la noche a la mañana Ash se le adelantaba en algo… No, eso Misty no lo podía soportar. Por ello decidió convertirse también en maestra pokémon, demostrarse a sí misma y a ese niñato, que seguía siento la mejor de los dos.

Ésa era Misty, valiente y orgullosa como siempre… Y por ahí, en algún rincón del estadio se encontraba Ash, su amigo de la infancia, observando el triunfo de la muchacha… Lástima que llevasen tantos años sin verse…