N/A: Antes que nada quiero aclarar que este fic es un Ichigo y Rukia, aunque se vea como un Orihime y Ichigo al comienzo.

Todos los derechos les pertenecen a sus respectivos autores, fic por diversión, sin ánimos de lucro.

Este fic contara con material fuerte y tocara ciertos temas, tanto sexuales, muertes, adulterio, religiosos, etc.

Y solo les pido una oportunidad a este novato escritor.

Leer bajo su propio riesgo y solo el primer capitulo contendrá categoría T en el resto será M. Y la primera escena es un adelanto de lo que pasara en el futuro.

N/a post-modificación o corrección: Solo quiero aclara que este capitulo fue corregido y se le añadió ligeras modificaciones. Explicaciones a final.

Modificado en agosto de dos mil diecisiete

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Las pieles animales evitaban que el frio llegara a los dos cuerpos consumiéndose en la pasión, en la lujuria.

Las caderas de ambos moviéndose sincronizadamente, los gemidos y gruñidos saliendo de sus bocas excitando a un más al otro.

El guerrero llevo una de sus manos a los pequeños pero hermosos senos de la mujer debajo de él, causando que ella se irguiera de placer cosa que el guerrero no desaprovecho para besar intensamente los labios de la mujer.

Sus bocas peleaban para ver quien dominaba, mientras sus cuerpos se transformaban en uno solo.

El guerrero tomo una de las piernas de la mujer y la coloco sobre su hombro intensificando su unión mientras sus labios buscaban los de la mujer, su mujer.

El vaivén de sus caderas paso de un movimiento salvaje y rudo a uno más profundo y lento, mientras las bocas de ambos se mantenían unidas y sus manos recorrían la anatomía del otro.

Ichigo aparto sus labios de los de Rukia y se alejó unos centímetros solo para ver las muecas de placer y como los gemidos salían de la boca de su amada.

Y con una fuerte estocada del guerrero hizo llegar a la mujer que amaba a su clímax, un anhelado clímax que su esposo nunca fue capaz de darle.

La ola de placer que estremeció a la valkiria causo que la boca de la valkiria se abriera dejando salir un ruidoso gemido.

El guerrero continúo penetrando a su amada mientras abrazaba su cuerpo y los mantenía lo mas unidos posible hasta que el también alcanzo su límite derramando su esencia en interior de su amada sin importarle embarazarla.

Las carisias sobre el cuerpo del otro se mantuvieron por unos minutos con sus cuerpos aun unidos mientras se daban pequeños besos negándose a separarse, no de nuevo. El destino los separo hace años y eso los obligo hacer algo que nunca debieron… pero ahora, estaban juntos de nuevo. Y aunque estuviera mal continuarían unidos.

El guerrero se separó únicamente unos centímetros pero manteniendo su pecaminosa unión con su peli negra recostándola en la cama observando toda su belleza con una mirada que reflejaba más que pasión. Reflejaba amor.

-¿Te arrepientes de lo hicimos?- pregunto el guerrero manoseando las caderas de la guerrera y dando un leve vaivén buscando reactivar su cuerpo para volver hacer el amor con la guerrera. En ese momento no le importaba que su esposa lo estuviera esperando en su tribu. Ichigo olvido en esas horas de pasión que tenia una esposa, que su hijo estuviera a unas habitaciones de distancia o que estuviera traicionando a su amigo Renji, amigo que lo salvo en la guerra pasada.

Ichigo beso los labios de Rukia al momento que coloco ambas manos en los pechos de Rukia, pasando sus pulgares por los botones rosas que él Kurosaki amaba besar y saborear.

Pero la respuesta de la pregunta del guerrero llego cuando la mujer debajo de él hábilmente cambio la postura de ambos quedando ella sobre el guerrero.

Ichigo sonrió al momento que se relajaba y observaba el espectáculo que estaba presenciando, los pechos de Rukia no eran grandes pero para Ichigo eran mas excitantes, suaves y deliciosos que cualquier otros. Todo el cuerpo de la valkiria era excitante a los ojos del guerrero.

La valkiria sonrió al momento que Ichigo empezó a jugar con la punta de sus pechos y elevaba su cuerpo para pasar su lengua por estos, llevándoselos a la boca.

El ego del guerrero no podía estar mas alto después de escuchar gemir a su mujer, no podía evitar excitarse al escuchar los gruñidos de la valkiria cuando pasaba su lengua por sus botones rosas.

Sus labios volvieron a hacer contacto sobre los del otro y se movían sobre los de su pareja con las manos del otro sujetando sus nucas para intensificar su unión, pero Rukia tenia otros planes… y fuertemente el guerrero volvió a quedar acostado sobre las pieles.

-Esto responde tu pregunta.- contesto la valkiria en un tono sensual y luego empezó a subir y bajar sus caderas, siendo ella la que llevaba el ritmo esta vez.

Ichigo no pudo hacer nada más que relajarse y disfrutar de los movimientos sobre su miembro mientras sus manos se mantenían aferradas a las caderas de su amada y la ayudaban a marcar el ritmo.

Los gemidos volvieron a llenar la habitación mientras ambos guerreros disfrutaban de su pecado en solitario, un pecado que ellos amaban cometer y lo seguirían haciendo hasta que Odin así lo deseara. Pero esa noche dejaría una consecuencia que cambiaría totalmente la vida de ambos y de sus familias.

Esa noche ellos disfrutaron en solitario, ellos disfrutaron del cuerpo del otro sin que nadie mas supiera o al menos eso era lo que pensaban.

-Pa… papá.- exclamo la persona del otro lado de la puerta.- ¿Por qué?- musito débilmente casi sin escucharse al momento que de sus ojos empezaban a salir lágrimas.

Kazui Kurosaki, hijo de Ichigo y Orihime observo todo.

El pequeño Kazui de once años no podía retirar la mirada de la pequeña rajadura de la madera de la puerta, una rajadura que pasara desapercibida para cualquiera adulto, pero no para un niño.

Pero el dolor y la tristeza se podían ver reflejados en el rostro del niño que observaba como su padre besaba a otra mujer que no fuera su madre.

-Te amo enana.- fue capaz de escuchar el pequeño cuando su padre soltó un gruñido y abrazaba el cuerpo de la mujer que creyó su amiga, de la mujer que le brindaba apoyo, de la mujer que creyó amiga de su madre… de la mujer que era su madrina.

Las lágrimas en los ojos del pequeño no dejaban de salir y aumentaron cuando capto como los labios de su padre y los de su madrina se unían. Veía como se separaban por escasos segundos para luego volver a unir sus labios.

El pequeño quería irse, pero simplemente sus pies no respondían. Simplemente el dolor de ver a la persona que mas admiras traicionando a tu familia es algo imposible de describir.

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Las leyenda predijeron a un guerrero que cambiara todo, uno que tendrá que pasar por incansables pruebas para demostrad su valía antes los dioses. Dictan que cada cientos de años surge un vikingo que lo cambiara todo, uno que hara ver las cosas de distinta manera, uno que será el mejor y llevara a su tribu a la sima.

Intro

La sangre manchaba el hermoso campo, convirtiendo uno de los mejores paisajes creados por los Dioses en un horrendo campo de batalla, uno en donde las miradas de los guerreros caídos no reflejaban mas que muerte.

Las armas del enemigo se encontraban manchas por la sangre de sus portadores y los cuerpos yacían en el suelo arruinando la hermosura de la naturaleza que luchaba por prevalecer.

Las lanzas y espadas estaban incrustadas en la tierra y los cuervos esperando el festín que les proporcionaría la carne de los guerreros caídos.

El sonido de una espada cortando la carne se escuchó en el hermoso claro ya mancillado como campo de batalla por los guerreros. Y el sonido de un cuerpo al caer ya sin vida fue lo último que se escuchó de un ser humano dejando que la naturaleza volviera a reclamar lo suyo con el canto de los pájaros y el viento.

Ichigo observo su espada que segundos antes atravesó la garganta de su enemigo. Él era el único superviviente de la batalla y por derecho el héroe del saqueo. Él era Ichigo Kurosaki, uno de los mejores guerreros de su tribu, poseedor del título de Berserker, poseedor de una gran habilidad en el manejo de la espada y una fuerza física envidiable. Alto, poseedor de una rara cabellera naranja, rasgos fuertes y duros, de proporciones fornidas sin llegar al exceso, con musculatura marcada y grande.

Él era un guerrero, era llamado ladrón por sus vecinos, era llamado monstruo por los que no lo conocían, pirata por los extranjeros. Pero el sabía lo que era, un vikingo.

Ichigo soltó su espada manchada de sangre y se llevó las manos a su rostro limpiando el sudor de esta y la sangre de su enemigo.

Los ojos ámbar del guerrero se fijaron en el cielo y por un momento creyó ver como los espíritus de sus camaradas siendo llevados al Valhalla.

Lo último que se escuchó en el claro fue el sonido del cuerpo de Ichigo caer al pasto… para descansar y olvidar lo que ha hecho.

#Mas#

#Dame mas#

#Dame mas#

#Si tuviera corazón podría amarte#

#Si tuviera voz cantaría#

#Después de la noche cuando despiertes#

#Veré lo que trae el mañana#

#Si tuviera voz cantaría#

-VIKINGS-

Capitulo uno "El guerrero del cabello naranja"

Meses antes

Era una noche tranquila para la pequeña granja a la orilla del hermoso y gran rio que llenaba la región, se podía escuchar el suave oleaje contra la arena, como el bote de pesca se movía con el agua, a los animales descansar en sus corrales y el leve canto de los grillos.

Pero dentro de la casa principal de la granja los alimentos que daban energía al cuerpo estaban siendo consumidos.

-Kazui, límpiate y vete a dormir.- ordeno Ichigo a su pequeño hijo de ese entonces diez años mientras bebía agua. - Mañana será un largo día.-

La familia se encontraba tranquilamente cenando en la pequeña mesa de su casa, una casa de buen tamaño pero seguía siendo pequeña.

-Si padre.- respondió muy respetuoso el pequeño peli naranja caminando a una cubeta que había justo a un lado del cuarto para lavar su rostro, para después retirarse a una de las pocas secciones de la casa que correspondían a su cuarto.

-¿Qué pasara mañana?- pregunto con mucha amabilidad la señora de la casa y esposa del guerrero.

Orihime Inoue, ahora Orihime Kurosaki, ex ayudante de la curandera.

Orihime era una persona de corazón de oro, con una amabilidad demasiado grande como para su propio bien, poseedora de una cabellera naranja fuerte, rasgos finos y unos bellos ojos que iban de maravilla con su rostro que se rumoraba que fue esculpido por las valkirias, poseedora de un cuerpo de envidia que se cree que el mismo Dios Odin la creo para ser su amante pero la envió a la tierra para demostrar a los hombre la capacidad de su creación. Ella era una mujer muy bella pero también muy humilde, amable y bondadosa, hasta el punto que fue la única de su generación en no aceptar entrenamiento para luchar y en vez de eso uso ese tiempo para ser curandera.

-Algo que ayudara a Kazui.- contesto Ichigo bebiendo agua de su vaso y luego dejarlo en la mesa.- Lo llevare conmigo a la gran cena de que dará Aizen.- relato causando que Orihime se tuviera que sentar.

-No es muy pronto para eso, no sé, podríamos esperar un año más.- intento convencer a Ichigo de no perder la inocencia de su pequeño tan pronto. Ya que sabia lo que se veía en esas cenas.

Ya que como dictaban las tradiciones los jóvenes debían demostrar su valía para futuras batallas y saqueos, y ver si eran aptos para servir a su señor.

-Orihime ya tiene diez años, creo que ya esperamos suficiente.- respondió Ichigo a las demandas de su esposa.- Y mientras más esperemos más le costara en el futura.-

-Vaya…- murmuro Orihime no muy convencida pero no desobedecería a su esposo.

-Me alegra que entendieras.- tomo de los hombros a su esposa.- pero es momento que Kazui empiece su camino para ser un hombre.-

Ichigo acerco sus labios a su esposa y ella cerro los ojos esperando un beso, pero este nunca llego, el guerrero beso la frente de su esposa y se alejó inmediatamente en dirección a la alcoba.

-0-

Orihime después de unos minutos se encamino a la alcoba que compartía con él hombre que amaba.

La curandera encontró a su esposo en medio de la habitación retirándose su camisa rebelando su torso lleno de cicatrices y heridas de antiguas batallas donde cada una de esas marcas eran los recuerdos de las batallas que Ichigo tuvo que enfrentar.

-Desvístete.- prácticamente ordeno Ichigo con un tono suave, observando de reojo a Orihime.

La mujer dio un pequeño brinco de sorpresa y observo su cama… no había besos que empezaran el acto sexual, ni caricias que incitaran abrirle las piernas a su marido. Pero lo haría porque era su deber de esposa y ella lo deseaba, o eso creía.

Orihime había estado enamorada de Ichigo desde que era una niña y ahora el sueño de su niñez se había cumplido, era la esposa de un gran guerrero y tenían una familia feliz.

Lentamente la bella mujer llevo sus manos a su vestido y lo empezó a retirar lentamente como aconsejo Tatsuki para darle un espectáculo a su esposo. Pero Ichigo tenía otros planes, ya que rápidamente se acercó a su esposa y le termino de retirarle el vestido con algo de brusquedad y sin ninguna protesta de su esposa el guerrero retiro el resto de las prendas dejando ver la belleza que escondía su esposa en sus ropas.

La curandera se cubrió por inercia ya que le daba vergüenza ser vista desnuda aunque ya haya tenido relaciones con Ichigo en muchas ocasiones.

Ichigo observo a su esposa solo con el único deseo de satisfacer sus necesidades. Sus manos viajaron a su cinturón y su pantalón cayo cuando estuvo a unos pasos de la mujer que le dio un hijo.

El guerrero fuertemente arrojo a su esposa a su cama y llevo su boca a los botones rosas que decoraban sus vastos pechos mientras su mano iba a la flor de su esposa y la estimulaban para que estuviera lista para él. El sexo con Orihime a la vista de Ichigo era siempre igual, ella siempre era sumisa y tímida al punto que Ichigo nunca se atrevió a practicarle sexo oral por temor asustarla y mucho menos a practicar otras posiciones.

Los movimientos de los dedos de Ichigo sobre la intimidad de Orihime preparaban a la mujer. Y sin ninguna consideración Ichigo separo las piernas de su esposa y la penetro sin ninguna delicadeza. El guerrero permaneció con los brazos a los lados de la cabeza de la mujer para separar sus cuerpos y solo estar unidos por sus caderas.

Sin besos, sin caricias, solo la fuerte penetración de Ichigo en la feminidad de su esposa, dando un vaivén brusco y fuerte, carente de cualquier sentimiento por parte de Ichigo, además de saciar sus deseos en la belleza y estreches de su esposa.

Orihime gemía el nombre de su esposo intentando abrazarse a él pero Ichigo parecía un animal en celo dispuesto a solo terminar sus deseos. Y Cuando la bella mujer llego a su clímax, Ichigo la siguió para salir de ella y dejar su esencia sobre el abdomen de su esposa, ya que no se sentía listo para tener otro vástago con la mujer que tenía debajo de él.

Ichigo se dejó caer a un lado de esposa que inmediatamente se abraso a él buscando calor pero Ichigo nunca la abrazo, solo cerro los ojos para dormir.

El guerrero solo cerro los ojos al momento que recuperaba el aliento y sintió como su esposa se abrazaba a él, pero él nunca la abrasaría, no era capaz de hacer tal cosa y no es porque Orihime no fuera de su agrado, al contrario la encontraba una excelente esposa, pero… simplemente no la amaba.

Orihime mantuvo sus ojos abiertos unos minutos esperando una muestra de afecto de parte del hombre al que amaba pero estas nunca llegaron.

-Te amo Ichigo.- afirmo la mujer abrazándose con más fuerza a su esposo.

Ichigo no respondió, nunca lo hacía.

Y era obvio que nunca lo haría. Porque la mujer con la que desea acostarse y tener mas hijos era la esposa del hombre que salvo su vida en la guerra.

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A la mañana siguiente Ichigo ya estaba preparando su equipaje y Orihime el de su hijo ya que el viaje al gran salón llevaba mínimo un día si no se contaba con un barco grande o caballos, transportes que la granja no contaba.

-Estaremos bien Ichigo, no tienes por qué preocuparte.- dijo sarcásticamente una valkiria peli negra al ver la falta de interés de Ichigo en el bienestar de Orihime y ella.

Era Tatsuki, una guerrea escudera catalogada como una de las mejores, una mujer muy bella, poseedora de una corta cabellera negra y gran habilidad en el manejo de la espada, lanza y escudo. Mejor amiga de Orihime y era la que le ayudaba en la granja y a cuidar a Kazui cuando Ichigo no estaba, ya que prefería no ir a los saqueos para poder mantener a salvo a su casi hermana y sobrino. Su vestimenta al contrario que Orihime era la de una guerrera, ya que ella no usaba vestidos, sino un traje de batalla compuesto mayormente por partes de cuero y tela, mantenía su cabello corto a navaja ya que detestaba trenzárselo para luchar.

-Gracias de nuevo Tatsuki, es un alivio que Orihime tenga a alguien que la proteja y ayude en los días que no estaremos.- contesto Ichigo ignorando el sarcasmo de su amiga y continuo preparando su equipaje.

-No hay de qué, pero procura que mi sobrino no se le peguen las malas mañas que hay en el gran salón.- amenazo la peli negra observando a su amigo.

Ichigo observo a Tatsuki sin interés para después colocar una manta en su bolsa.

-Te informare que decisión se tome este verano.- comento Ichigo observando como llegaba su hijo junto con Orihime.

-Cuídense por favor.- pidió Orihime colocándose a la altura de su hijo y besar su frente.- No le des problemas a tu padre.-

-Si mamá.- contesto el pequeño abrazando a la mujer que le dio la vida.

Orihime se acerco a su esposo para abrazarlo y recibir un beso de despedida en su frente.

-Cuídense.- Murmuro Ichigo tomando sus cosas.

-Que Odin bendiga su viaje.- Se despidió Orihime alejándose de su esposo.

-No hagas locuras.- advirtió Tatsuki.

Ambas mujeres observaron como los hombres se perdían entre un pequeño sendero que conectaba la granja con el bosque.

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Esa misma noche Ichigo y Kazui estaban en su pequeño campamento para pasar la fría noche de su región, siendo calentados por una fogata que el menor observaba detenidamente.

-Papá… ¿crees que estoy listo para ir?- pregunto dudoso el pequeño. Con su mirada a un fija en la madera quemándose.

Ichigo como respuesta llevo su mano a los cabellos de su hijo y los revolvió juguetonamente.

-Eso es algo que solo tú puedes saber.- contesto palmando el hombro de su hijo.- Tranquilo, es normal que estés nervioso.- intento calmar a su hijo.

-¿Lo es?- murmuro aliviado el menor pero intentaba no aparentarlo.

-Si.- respondió tranquilo.- Sabes, a tu edad yo también estaba nervioso y el loco de tu abuelo tampoco ayudaba.- relato recordando esa época de su infancia.

-¿Enserio?- comento dudo.- ¿Sentiste mucho miedo?-

-A si es.- confirmo con una leve sonrisa.- Pero he de admitir que no fue tan malo. En comparación al día que conocía a Rukia eso no fue nada.-

-¿El día que conociste a Rukia?- repitió el pequeño confundido.

Ichigo sonrió abiertamente recordando ese día.

-Bueno…- musito sin saber como empezar.- Es una historio un tanto interesante.-

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Flash back

-Infelices.- gruño Ichigo recibiendo otro puñetazo.

Los bandidos rieron abiertamente mientras celebraban su deshonrosa victoria.

Ichigo escupió los rastros de sangre que quedaron en su boca y observo con furia a los bandidos que lo tenían amarado a un árbol.

Los sucios bandidos no parecía importarles que su grupo de mas de quince hombres se viera reducido a siete y mucho menos les importaba recoger los cuerpos de los hombres que fueron vencidos por Ichigo.

Ichigo intentaba liberarse jalando sus cuerdas pero solo conseguía lastimar sus muñecas.

Ese era Ichigo muchos años antes, un joven impulsivo, temperamental y agresivo, una bestia a los ojos de muchos, que en ese entonces no era ese calmado, maduro, experimentado, analítico, compasivo guerrero con potencial de líder.

En ese entonces solo era un joven busca pleitos que no era ni la sombre del guerrero que se convertiría.

-Les aseguro que cuando me libere borrare esa sonrisa de sus rostros.- amenazo Ichigo ejerciendo fuerza sobre sus ataduras.

Los bandidos rieron sonoramente y sin que Ichigo se lo esperara uno de ellos golpeo sus genitales.

-El mocoso tiene huevos.- comento uno de los bandidos observando como Ichigo se retorcía del dolor.

Ichigo gruño con rabia he hizo lo posible para alejar el dolor de su mente.

El pelinaranja nunca imagino que un paseo por el bosque se convertiría en una campaña para salvar a una niña de ser violada, lo que a su vez llevo a otra campaña para buscar al resto de bandidos. Lo más sensato en esa situación hubiera sido ir a la tribu y pedir ayuda pero en ese tiempo Ichigo era impulsivo a un nivel insano.

Ichigo por suerte pudo localizar el campamente y con ingenio los separo en pequeños grupos que no fueron difíciles de vencer pero en ese entonces el Kurosaki no era ni la cuarta parte de fuerte, lo que hizo que la ventaja numérica le llevara a esa situación.

Atado, futuramente torturado y asesinado.

-Si no estuviera atado.- amenazo Ichigo sin mostrarse temeroso.

-Pero no lo estás.- respondió el bandido acercando su fétido rostro al Kurosaki.- Solo eres un hijo de pu…-

Ichigo abrí los ojos impactado al momento que su rostro era salpicado de sangre y la lanza que atravesó la garganta del sucio bandido se incrusto en la madera del árbol a unos cuantos centímetros de donde estaba su rostro.

-¡PERO QUE MIERDA!- exclamo uno de los bandidos restantes con un pánico notable en su rostro.

Los bandidos fueron incapaces de responder a la persona que salto sobre uno de ellos incrustándole su espada en el rostro del desdichado que estaba debajo del árbol.

Ichigo no podía creer lo que veían sus ojos… una valkiria bloqueando hábilmente los ataques de los últimos cinco bandidos.

El Kurosaki intentaba con todos sus fuerzas liberarse y brindarle ayuda a su salvadora pero sus cuerdas no cedían.

-¡Haya va!- anuncio Rukia arrojando una hacha a una de las ataduras de Ichigo.

Ichigo sintió su mano libre y con esa misma mano sujeto a un descuidado bandido que se acerco al Kurosaki y con un fuerte agarre rompió su cuello y tomo su espada.

El guerrero sonrió de lado al momento que corto el resto de sus ataduras y se unió al combate.

Rukia no tuvo ningún problema en perforar el estómago de uno de los bandidos y cortar la garganta del otro.

Mientras que Ichigo caminaba tranquilamente en dirección a los otros dos bandidos que no dudaban en retroceder totalmente asustados.

-Solo era una broma.- intento uno de los bandidos en un vago intento de calmar a Ichigo.

-Claro…- respondió el Kurosaki lentamente preparando su arma.

Los gritos de los últimos dos bandidos se escucharon en el bosque asustando a los pájaros posados en las ramas de los arboles.

Ichigo limpio la sangre de sus manos y arrojo la oxidada espada al suelo alejándose de los cuerpos de los desdichados que se atrevieron a enfrentar al que sería el dúo más poderoso.

Rukia observo de reojo a Ichigo sin prestarle mucha atención y se concentraba en recuperar sus armas.

-Gracias Valkiria.- dijo Ichigo observando a Rukia con el ceño frunció y preparándose por si tenia que luchar con ella.

-No me llamo valkiria.- respondió rudamente cosa que hizo que Ichigo frunciera mas el ceño, ya que nadie le respondía así.- Mi nombre es Rukia.- sentencio con seriedad.

-Ichigo.- comento el Kurosaki observando fijamente a la mujer.- Ichigo Kurosaki.- se presento.

Fin flash back

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Cada palabra que salía de la boca de Ichigo fue relatada con una gran melancolía y alegría, como si quisiera regresar a esos días. Omitiendo varias partes para no asustar a su tímido hijo.

-Padre, siempre me hablas de esa tal Rukia, tengo entendido que es mi madrina. ¿Por qué no la conozco?- pregunto Kazui observando a su padre y ver como el brillo de sus ojos desaparecía por un momento.

-La conoces, solo que eras muy pequeño para recordarla.- afirmo Ichigo con algo de melancolía pero lo aparento bien.- Ella volvió a su tribu cuando la guerra contra la tribu Quincy acabo, un año después la volví a ver solo que ahora era la mujer de un buen amigo mío, Renji la mano derecha de Lord Byakuya, y un año mas tarde ella estaba esperando a su hija y yo estaba casado con tu madre, cuando Ichika, la hija de Rukia nació, yo fui a verla y Rukia vino a verte cuando recién habías nacido, de hecho si algo me llega a pasar ella tomara tu tutela y de igual manera yo tomare la de su hija si algo le llegara a pasar. Ella es mi mejor amiga y la única persona de la cual nunca desconfiaría o dudaría. Y es por eso que ella se encargara de ti si algo me llegara a pasar- conto con relativa calma.

-Si… lo se, mi tía Tatsuki está molesta por eso.- comento inocente el pequeño.

-Hay muchas cosas que molestan a Tatsuki, ahora a dormir.- ordeno observando como su hijo se recostaba en las pieles que lo protegerían del frio del suelo.

Ichigo se quedo unos minutos observando el fuego arder, le dolía recordar cualquier cosa de Rukia, ya que le recordaban sus años mas felices y a la vez le recordaba su cobardía. Ya que lo que muy pocos sabían era que el oso que mato el solo para proponerle matrimonio a su esposa, era en realidad para Rukia, no para Orihime.

Matar el solo a un oso era un acto casi heroico que demostraba un gran poder y cuando mato a esa bestia de mas de dos metros estaba seguro que la enana no diría que no, pero acabo siendo de Orihime al ver a Rukia casada con Renji el día que pensaba proponérselo.

Ichigo alejo inmediatamente esos pensamientos de su cabeza y se recostó en las pieles que hacían de bolsa de dormir y cerrar sus ojos.

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El guerrero abrió los ojos de golpe al sentir agua en sus pies, lo que era raro ya que estaba acampando en medio del bosque.

-¿Qué mierda?- pregunto al aire al sentir de nuevo el agua sobre sus pies.

El guerrero lentamente se levanto quedando sentado observan que se encontraba a la orilla de una playa sin nada mas a la vista que el mar, como si estuviera en una pequeña isla.

Todo le resultaba extraño y confuso, incluso sentía su cuerpo mas liviano.

Incluso intento recordar algo que le dijera que pasaba, lo único que recordaba es haber platicado con su hijo y ordenarle juntar hojas para el fuego, pero no recordaba haber revisado que fue lo que su pequeño hecho a las llamas.

Y de pronto observo del mar emerger una criatura que en los cielos se transformó en una blanca paloma que voló a su dirección y a metros de su cuerpo la paloma se convirtió en un cuervo que parecía que se iba estrellar contra su rostro y a centímetros de Ichigo el cuervo desapareció ante los ojos de guerrero.

Ichigo parpadeo confundido y alterado buscando alguna explicación a lo que pasaba.

El peli naranja no daba crédito a lo que veía y de pronto sintió una fría mano posarse en su hombro.

Y moviendo lentamente la cabeza observo como un hombre de larga cabellera negra, con el ojo cubierto por su cabello y vestido con una armadura de color negro señalaba el horizonte del mar.

-¿Qué?- no entendía lo que pasaba, y su mente no reaccionaba bien, pero luego se percató la dirección que señalaba.- El oeste, ¿Qué con el?- pregunto confundido.

El hombre se alejó de Ichigo camino a la orilla del mar al momento que todo su entorno su volvió colorido.

Y antes sus ojos el hombre desapareció y por un instante creyó ver una imagen que le helo la sangre.

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Ichigo abrió los ojos de golpe, mientras su respiración era irregular y rápidamente, observo su entorno total mente alterado, observando que se encontraba de nuevo en el bosque con su hijo. Pero esa imagen… la ultima que vio antes de despertar, era la de él haciendo el amor con Rukia. Era la imagen de ellos dos teniendo relaciones, ver como su amiga gemía su nombre mientras el gemía el de ella entre gruñidos, mientras su caderas se movían en un vaivén pecaminoso era perturbador.

No era la primera vez que tenia sueños eróticos y tampoco era raro que Rukia los protagonizara pero desde hace años no los había vuelto a tener.

¿Y el oeste? , no había nada ahí.

¿O sí?

No sabía que había sido ese sueño, si era una señal o una advertencia.

-Mierda.- exclamo por lo bajo, pasando su mano por su rostro intentado aclara su mente.

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Horas mas tarde Ichigo caminaba al lado de su hijo en total silencio, su sueño a un surcaba en su mente y no era capaz de alejar sus pensamientos de su cabeza.

Después de unos minutos ambos llegaron a una zona donde se empezaba a ver más casas y cultivos.

Pero lo que ambos peli naranjas no notaron fue a una sombra siguiéndolos de cerca y acechándolos lista para atacar. Sus movimientos era silenciosos y rápidos.

Y con un rápido movimiento su asechador llego por detrás del niño tomándolos por sorpresa y realizo su mortal ataque…

¿De cosquillas?

-¡Tía Karin!- musito alegre el pequeño entre risas al estar en los brazos de su tía, mientras él se retorcía como un gato al sentir las manos de la pelinegra atacando su cuerpo con letales cosquillas.

Karin dejo al niño en el suelo con una alegre carcajada mientras Ichigo los observaba con una sonrisa ladina.

-Vaya, Ichi-nii no esperaba que trajeras a Kazui.- musito alegre Karin observando a su hermano mayor usando el apodo que le dio un día sin ningún motivo, simplemente un día cuando era pequeña despertó y le empezó a llamar de esa manera aunque no supiera porque.

Karin era una valkiria nata y letal, siendo unos años menor que Ichigo, ahora siendo una de las mejores guerreras del clan Shiba y posible futura escudera oficial de la tribu.

La Kurosaki menor era una mujer muy bella, de cabellos negros que le llegaban por debajo de la nuca, actitud relajada y sarcástica. Poseedora de un cuerpo dotado y causante de envidia en muchas, sus fuertes piernas y brazos hacían letal a Karin en batalla.

La Kurosaki tenia pretendientes de sobra pero ella misma dijo que no se casaría con alguien mas débil que ella, lo que suponía que no quería casarse, ya que sus habilidades eran temidas por todos, sumando lo pésima que era en el manejo del hogar. Ella nació para ser guerrera así de simple y seguir con el legado de su familia. Su vestimenta al igual que Tatsuki era la de una guerrera, negándose a usar cualquier falda o vestido, en vez de eso usaba armaduras de cuero y tela que resaltaban sus grandes pechos, y retaguardia. Y siempre tenia a la mano sus dos hachas de mano. Y sumando a que tenia dos dragones tribales tatuados en cada uno de sus antebrazos.

-Ya esta en la edad de venir.- contesto Ichigo dando un leve abrazo a su hermana.- Como han estado… ¿Y el viejo y Yuzu?- pregunto al no ver a su otra hermana y a su padre por ninguna lado.

-El viejo está en el gran salón haciendo el ridículo.- murmuro empezando a caminar con su sobrino y hermano- Y Yuzu esta haciendo el amor con Jinta a lo perrito.- comento despreocupada y restándole importancia.

-A bueno… espera… ¡QUE!- musito molesto al haber analizado lo último.

-Si… a lo perrito, ya sabes la mujer se pone en cuatro y el hombre….- relato Karin desinteresada.

-NO ME REFIERO A ESO.- elevo la voz molesto, causando temor en el mas pequeño.- ¡Y donde esta ese infeliz para matarlo!-

Karin bufo al momento que rodaba los ojos he ignoraba los berrinches de su celoso hermano mayor.

-Ya cálmate quieres… solo bromeaba, están en lago en una "cita romántica" ya conoces a Yuzu, aparte es su estúpido esposo tienen derecho a "demostrarse amor".- relato Karin mas que aburrida.- Y tu renacuajo ¿ya te sientes listo para unirte a los guerreros con tu padre y tía?- pregunto revolviendo los cabellos naranjas de su sobrino.

Ichigo suspiro molesto, ya que detestaba esa clase de bromas, pero no le quedaba de otra que aguantar el sentido del humor de su hermana menor.

Todo el viaje a la cabaña de Karin, Kazui paso hablando con su tía ya que pocas veces la podía ver en el año y Ichigo los seguía de cerca con su ceño fruncido y a un molesto por la broma de su hermana.

Ya estando en la cabaña de Karin los adultos estaban en la mesa de la cabaña bebiendo un añorado líquido que Karin tenia de reserva para relajarse.

-Hasta el fondo Kazui.- animo Karin mientras ella tenia su propio vaso con una clase de cerveza cacera en sus manos.

Kazui tomo dudoso el vaso que su tía le dio y se lo llevo a su boca bebiendo el líquido de golpe. Ichigo por su parte tenia una leve sonrisa al ver a su hijo crecer, con algo tenía que empezar y quien mejor que su padre y tía para darle su primera bebida alcohólica.

El pequeño inmediatamente se sintió mareado y con ganas de vomitar por el horrible sabor de la cerveza y la sensación que le producía al ir bajando por su cuerpo.

-Ya te acostumbraras.- comento Karin sonriendo para después beber de su propia bebida.

-Anda… ve a recostarte.- sugirió Ichigo palmando el hombro de su hijo.

-Lo hiciste bien renacuajo… al menos no vomitaste y te orinaste como tu padre.- conto Karin burlándose de su hermano.

El pequeño obedeció a su padre y lentamente se levantó de su silla caminando con un leve tambaleo a la cama de su tía Karin para quedar dormido al sentir las mantas que tenía la cama.

Ichigo y Karin siguieron bebiendo unos minutos más en completo silencio, lo que era raro ya que ellos siempre tenían algo que comentar.

-Es muy tierno para estar aquí.- comento Karin observando a su sobrino.- No tiene madera de guerrero.-

-Lo sé y eso me preocupa.- respondió Ichigo dejando su vaso en la mesa he intentado cambiar el tema.- Cambiando de tema, no sabes a donde planea llevarnos Aizen este verano.-

-Según escuche otra vez al sur o al norte… va, que pérdida de tiempo. Ellos son más pobres que nosotros.- se quejó Karin con fastidio.- Ese idiota tiene ambición pero no tiene nada de visión.-

-Cuida esas palabras Karin… que alguien podría escucharte.- aconsejo Ichigo observando a su hermana menor.- Además que podemos hacer, son las ordenes.-

Karin sonrió levemente poniendo nervioso a su hermano, ya que él conocía esa sonrisa de superioridad muy bien y eso significaba que su hermana tenía algo en mente.

-Lo se… pero sabes algo Ichigo, creo que tengo la solución.- murmuro Karin antes de levantarse de su mesa y dirigirse a una esquina de la habitación.

Ichigo frunció al ver como su hermana buscaba algo con mucho esmero pero parecía no encontrarlo y soltaba maldiciones al verse frustrada. El sonido de las cosas mal ordenadas de Karin al caer sonaba en toda la casa con aun más maldiciones de parte de la Kurosaki menor. Era una suerte que se hijo estuviera profundamente dormido gracias a su primera bebida alcohólica como para escuchar esas palabras.

-Deberías organizar mejor tu casa.- aconsejo Ichigo al ver todas las cosas que sus hermana tiraba al suelo, unas mas nuevas y otras que ya eran basura. La verdad no entendía como Karin podía vivir sola sin que su casa se convirtiera en un basurero.

-AQUÍ ESTAS.- elevo la voz de alegría mientras tenía en sus manos un objeto pequeño y cubierto por una manta.

Karin volvió a sentarse en su mesa y con cuidado descubrió un objeto redondo de madera y que a simple vista no parecía nada especial.

-¿Qué es eso?- pregunto confundido.

-Ichigo recuerdas que de niños siempre tuviste la idea de explorar el mundo y luego yo compartí ese sueño.- musito Karin con notable emoción.- Ahora podremos lograrlo… esta cosa es una brújula de agua.-

-¿Una que? ¿Karin de donde conseguiste esa cosa?- pregunto Ichigo observando la tablilla redondeada.

-Me la dio un viajero que encontré en los saqueos de hace un año y me explico como funciona.- respondió sin perder esa emoción.- Con esto podríamos ir al oeste y adonde queramos, te imaginas lo que hay ahí, lo que podríamos encontrar, nuevas tierras, dioses, riquezas…-

-Ya para Karin.- corto el monologo de su hermana dejando fuertemente su vaso en la mesa.- No hay NADA en el oeste. Así que no sigas con eso.-

Karin observo a su hermano con una mirada cargada de irritación y decepción, mientras dejaba su brújula en la mesa.

-¿Que hubieras hecho si hace unos años alguien te hubiera dicho lo mismo?- pregunto metafóricamente Karin sabiendo la respuesta, y no obteniendo ninguna palabra de Ichigo.- No lo sabes… o no lo quieres admitir. Pero yo te lo diré, le hubieras roto la cara sin piedad.-

-Karin ya para, era muy joven en ese entonces.- intento parar la reprimenda de su hermano.

-No me pidas que pare… recuerdo lo ilusionados que estaban Rukia y tú con construir un barco y largarse de este lugar para ir y explorar nuevas tierras, recuerdo que incluso ya tenían el lugar en donde construirían el barco. Ese era tu sueño hermano… irte con Rukia y ver que había mas allá del horizonte, sabiendo que había una posibilidad de no encontrar nada, pero estándo dispuestos a irse para saciar su curiosidad, sin nada más que sus armas y su compañía.-

-Eso fue hace mucho Karin.- contradijo empezando a enojarse.- Solo eran sueños de un crio.-

-Si... fue hace mucho. Ya no eres el guerrero que tanto admiraba. Ahora eres un estúpido conformista que juega a la casita por haber sido un lento en pedirle a la mujer que amaba que fuera la madre de sus hijos.- comento Karin intencionalmente para sacar el lado impulsivo de su hermano.

-KARIN.- elevo la voz levantándose de golpe de la mesa tirando su silla.

Odiaba que Karin le recordara su cobardía y se lo echara en cara.

-No intentes ocultar las cosas Ichi-nii- comento tranquila Karin sin intimadarse, es mas nunca se intimidaría de su hermano.- Si no fuera porque Orihime quedo embarazada, no te la hubieras seguido cogiendo. De mi hermano no queda casi nada, Yo admiraba tu antiguo yo Ichi-nii, ese que nunca se dejaba pisotear por nadie y peleaba por lo que creía. Pero sabes que olvidado, ya conseguiré quien me ayude.-

Ichigo no acostumbraba pelear con sus hermanas es mas era todo lo contrario pero sabia que Karin solo lo quería provocar para que fuera impulsivo y le brindara su ayuda y si fuera por el iría sin dudarlo. Pero ahora tenía una esposa y no podía abandonarla por tanto tiempo.

Y lo peor de todo era que Karin tenia razón, el Ichigo de hace unos años no era un conformista cuyos planes eran ser un granjero, pero ahora esa era su vida y la aceptaba por su hijo.

Karin era joven y deseaba lo mismo que todos en la tribu, ser recordados y que su nombre se volviera leyenda, pero él ya no podía pensar en eso.

El Kurosaki mayor respiro sonoramente e intento calmar su respiración y alejar las palabras de su hermana, incluso su discusión alejo su sueño.

Pero cuando se disponía a levantar su silla noto algo en el cuello de Karin, algo que hizo que su sueño volviera a cobrar fuerza.

-Karin… ¿Qué es eso que tienes en el cuello?- olvido todo y solo se concentró en la marca de Karin.

Karin bufo extrañada al ver el repentino cambio de su hermano, y luego observo la dirección que señalaba su hermano notando que era su cuello.

-¿Qué? ¿Esto?- señalo Karin parte de su cuello donde sobresalía parte de un dibujo.- Me lo hice hace unos meses, fue un forastero que llego al gran salón y como estaba algo ebria por competir a ver quién bebía más con Jinta, deje que me tatuara, pero he de admitir que es bueno, el mejor que me a tatuado diría yo.- relato restándole importancia.

Karin estiro su ropa revelando algo que dejo helado a Ichigo, la Kurosaki tenia en su hombro y parte de su cuello el tatuaje tribal de un cuervo negro.

-¿Y como era?- pregunto Ichigo un poco temeroso pero lo aparento bien.

-¿Quién? ¿El forastero?- pregunto Karin a un mas confundida.- Si quieres uno lamento decirte que desapareció cuando recobre la conciencia. Y ahora que lo pienso nadie lo recuerda, solo yo. Pero a deberse que todos estaban ebrios ese día, incluso se parecía al tipo que me dio la brújula.- recordó intrigada y buscando una explicación hasta ese momento.

-No es eso.- menciono con el ceño fruncido.- Solo dime como era el físicamente.-

Karin alzo una ceja pero le resto importancia de inmediato.

-A ver… recuerdo que era alto, de cabellera negra y larga.- recordó Karin con su mano en su barbilla.

-¿Solamente?- comento Ichigo algo irritado ya que esas características eran comunes.

-¡A sí!.- pareció recordar algo.- Vestía como un guerrero, su traje era negro y con partes de metal y parte de su cabello cubría su ojo.-

Y de pronto su sueño cobro vida en su mente.

Ichigo recordaba al ser que salía del agua, un ser que no supo identificar, recordaba a la paloma blanca, recordaba al cuervo y al hombre… ¿todo su sueño hablaba del viaje al oeste? Era acaso una especie de visión.

Un cuervo negro en el hombro de su hermana, ¿Estaría relacionado con su sueño?

Era acaso una señal.

Nunca había sido muy devoto y nunca lo seria, estaba encontrar de muchas cosas con respecto a los Dioses y no era muy creyente.

-Karin…- llamo la atención de su hermana ya que se había quedado en blanco por uno minuto, cosa que hizo pensar a Karin.

-¿Qué te pasa?- pregunto la menor extrañada.- Porque déjame decirte que estas muy extraño hoy, primero hablábamos de viajar y luego me preguntas sobre un forastero.-

-¿Quieres viajar al oeste? ¿Que es lo que necesitas, porque será un largo viaje, uno donde no sabemos si encontraremos algo y si es así estas lista para lo que viene?- interrumpió de repente.

Karin parpadeo confundida y luego reviso su bebida para ver si no había ninguna planta extraña.

-¿Qué?- pregunto confundida.

-Que si estas lista para lo que viene.- respondió calmado.- Lo he pensado y no esta mal tu idea.- mintió descaradamente esperando que su hermana no se percatara de la verdad.

-¿Qué te hizo cambiar de opinión de un segundo para otro?- pregunto a un confundida.

-No lo se.- respondió sincero.- Ya me conoces, soy muy impulsivo.

Karin lo observo detenidamente analizando a su hermano, la verdad era que no le había creído ni una palabra y presentía que algo lo tenía inquieto, la pregunta era ¿Qué era?

Las teorías volaban en la mente de la Kurosaki menor intentando encontrar lógica al comportamiento de su hermano, pero ninguna le servía. Se tendría que quedar con la duda al menos por el momento.

-Entonces Ichigo. Listo para dejar el campo y volver a empuñar tu espada como un verdadero guerrero.- Comento Karin colocado una sonrisa juguetona.- Porque si encontramos algo, te aseguro que nos haremos con todo, no importa quién o que este del otro lado.-

Advertencia o no, señal o lo que fuera. Si el destino le pedía ir a lo que fuera que hubiera del otro lado lo haria… ahora solo faltaba Rukia y su meta que establecieron juntos se haria realidad.

La verdad era que Ichigo solo quería parar de pensar en su sueño y en el sentimiento que este le provocaba, pero en muy en el fondo él deseaba ese viaje, él lo anhelaba con todo su ser e inconscientemente su mente encontró una escusa para aceptar.

Su subconsciente no quería que el muriera sin al menos haber intentado cumplir su meta y la excusa de su sueño era la fachada perfecta.

-0-

A miles de kilómetros de distancia.

Al otro lado del mar, las cosas eran completamente distintas, los dioses no eran Odin y sus lacayos, si no que Jesucristo o Jesús; las mujeres pertenecían a sus maridos y podían hacer con ellas lo que se plazca sin que ellas poseyeran la capacidad de divorciarse; las costumbres eran diferentes; las mujeres no eran guerreras; el metal era mas resistente; la iglesia era extremista.

Un joven con una extraña cabellera blanca camina por los pasillos que conectan las torres del castillo, ahora convertido en un monasterio.

Con su armadura perfectamente pulcra y su espada envainada, el metal pulido y el sonido de esta cuando caminaba se escuchaba ligeramente.

El caballero se detuvo unos minutos a observar el bello horizonte, se podía ver la playa de arena blanca y el oleaje del mar.

El caballero era nada mas y nada menos que Toshiro Hitsugaya.

Hijo de un conde muy devoto a Dios, que entrego a su único hijo al monasterio para poder salvar su alma, pero el joven se negó a ser monje y se estableció como guardián del lugar. Un joven muy apuesto según las muchachas del pueblo donde vivía antes, de estatura un poco baja, de apenas metro setentaicinco, cuerpo musculoso y fuerte. Sin duda un digno guerrero con unos particulares ojos.

-¡Hermano Toshiro!- interrumpió los pensamientos del caballero un monje trotando a en su dirección.

Toshiro observo al único que podría considerar medio normal en el monasterio, era Hanataro, un monje de pequeña estatura y muy pero muy tímido, al punto que daba cierta pena.

-¿Qué pasa Hanataro?- pregunto amable el caballero observándolo.

-El padre quiere saber si nos acompañara a la cena y rezos de esta noche.- comento el moje esperando la respuesta del caballero.

-Gracias, pero creo que comeré luego, no estoy de humor ahora.- respondió mostrándose amable pero firme en sus palabras.

Hanataro asintió y se marchó rápidamente dejando de nuevo solo al caballero.

Algo estaba rondado en la cabeza del Caballero, un mal presentimiento y eso no le gustaba para nada.

Algo malo iba a pasar, lo podía sentir.

-¿Qué es esto que estoy sintiendo Jesus, dame una respuesta por favor?- oro en silencio el caballero.

El caballero continuo con los ojos cerrados sintiendo como la brisa revolvía sus cabellos en dirección al mar.

-0-

-¡Ichigo!- musito muy alegre Yuzu observando como su hermano mayor y su hermana menor por dos minutos se acercaban al gran salón con un somnoliento Kazui.

Ichigo recibió en sus brazos a su hermana menor, que casi derramaba lagrimas de alegría al verlo, ya que no lo veía en varios meses.

Yuzu al contrario de Karin no era una guerrera, era mas una agricultora y ama de casa, perfecta para muchos por sus dotes culinarios y por su gran amabilidad. Ella era mas alta que Karin pero lastimosamente para la Kurosaki de en medio esta no saco las medidas de su hermana, lo que le afecto psicológicamente en su crecimiento pero el amor de Jinta le hizo olvidar su complejo. Su cabello era largo atado en una trenza que dejaba caer sobre su espalda y del mismo color que su difunta madre.

Su forma de vestir consistían en ropajes y vestidos de tela comunes, pero que hacían ver a Yuzu como una mujer de la nobleza.

-¡KAZUI!- musito a un mas alegre al separarse de su hermano y observar a su sobrino.

-Tía… Yuzu…- arrastro las palabras al estar aún un poco adormitado.

Yuzu abrazo a su sobrino con mucha fuerza pero luego noto el muy ligero olor a alcohol en su ropa.

La Kurosaki rápidamente se alejo unos centímetros de su sobrino y sujeto su rostro observando detenidamente los signos de embriagues en el rostro de su sobrino.

Ichigo y Karin inconscientemente retrocedieron al ver la mirada de enojo de su tierna hermana.

-Karin…- arrastro las palabras molesta observando a su hermana menor.

-¿Qué?- intento hacerse la inocente pero su hermana no le creyó.- Va, ya que, le dimos su primera bebida alcohólica, no tiene nada de malo. Aunque lo hubieras visto casi se desmayaba.- se burlo Karin.

-Tía.- protesto el menor.

Yuzu estaba en contra de casi todo lo que hacía Karin, como que no quisiera casarse están ya en la perfecta edad, que no supiera o mejor dicho no quisiera aprender a cocinar, ni tejer, ni lavar ropa, ni siquiera remendar, que se cortara el cabello tan corto, que se embriagara en ocasiones con los demás guerreros, de su actitud despreocupada, de sus tatuajes que en su opinión manchaban su cuerpo, en fin había muchas cosas que no aprobaba la Kurosaki de su hermana, aunque ambas fueran muy unidas.

Las miradas de Yuzu terminaron al ver que casi todos ya habían entrado al gran salón donde estaban Isshin y Jinta.

La mediana de los Kurosaki tomo de la mano a su sobrino y lo alejo de su padre y tía, dándoles a los mencionados una mirada retadora que ninguno de los dos se atrevió a contradecir.

Los dos Kurosaki suspiraron divertidos al ver las rabietas de su hermana, aunque en el fondo estuvieran asustados ya que Yuzu podría negarles su deliciosa comida, cosa que afectaría mas a Karin ya que ella prácticamente ya hubiera muerto de hambre o de una infección por no saber cocinar.

-Yuzu, no cambia.- comento Karin resignada.

-Bueno… ahora que se fue, solo te pido que me dejes hablar a mi, conozco a Aizen, combatimos juntos en la guerra contra los Quincy.- informo Ichigo causando que Karin bufara.- Se que me escuchara.- Sabia que su "amado Lord" no lo haría, pero tenia un plan.

Karin tenia su plan, pero Ichigo le propuso otra cosa, hablar directamente con el Lord Aizen y que este autorizara una expedición al oeste con sus naves.

La peli negra refuto en contra de esa idea pero no pudo hacer nada para convencer a su hermano de no hablar con Aizen.

-0-

Ya en el gran salón todos los guerreros se reunieron frente a un gran trono de madera elevado unos centímetros del suelo donde se podían ver muchas pieles de animales y donde se encontraba un hombre de un porte que reflejaba poder y elegancia.

Era Aizen, el lord de esas tierras y líder de la tribu.

Un hombre de cabellos castaños peinados así atrás, de gran altura, mirada astuta, rasgos masculinos que hacían suspirar a las esclavas, guerreras, mujeres casadas y uno que otro disque hombre, sus ropas eran como las de un rey con exóticas pieles de animales extraños, lo que hacia que todo en el reflejaba astucia y poder.

Aizen no solo reflejaba poder por su vestimenta, si no que todo en el daba un aire peligroso y manipulador. El lord al igual que Ichigo era un gran guerrero que también ostentaba el raro titulo de Berserker.

De pronto al salón se torno silencioso cuando entro una hermosa mujer de cabellos rubios, cuerpo de dotado y esculpido, con medidas iguales o que superaba a las de Orihime, vestida como lo ameritaba, con el vestido mas bello de toda la región, todo encajando con lo que era, la esposa del Lord, Matsumoto Rangiku.

Las esclavas ayudaban a su señora acompañar a su esposo, mientras la mano derecha del Lord veía que todo fuera como debería.

-¿Estas a gusto querida?- pregunto Aizen a su esposa.

-No podría estar mejor.- comento sin interés.

De pronto la mano derecha subió a la tarima del trono y se colocó al costado del lord, cosa que este no desaprovecho para dar una mirada de complicidad con la esposa de Aizen.

Era Gin, la mano derecha de Aizen

Era un ser extraño en muchas formas , era alto, de complexión delgada, pero musculosa y marcada, y parecía como si tuviera los ojos cerrados casi siempre. Él era la mano derecha de Aizen y también el amante de su esposa, ya que cuando Aizen estaba muy ocupado en sus deberes de Lord o violando a las nuevas esclavas, él se encargaba de complacer al amor de su vida, besando sus enormes pechos, explorando su sexo con sus labios y haciéndola su mujer por al menos unas horas.

Ya que era sabido que Matsumoto era esposa de Aizen por la fuerza.

Lo que esos dos no notaron fue que Aizen noto las miradas que se profesaban. Pero el lord no diría nada, por el momento. En opinión del lord eso dos eran unos idiotas si creían que lo podían engañar… ya que la estúpida de su esposa gemía inconscientemente el nombre de su mano derecha cuando la penetraba y ya varias veces había encontraba el olor de su mano derecha y marcas el en bello cuerpo de su esposa.

-Primer que nada doy las gracias mis fieles guerreros por acudir esta noche para planear los saqueos de verano.- Narro el lord con voz calmada, profunda, la perfecta para un narrador.- Pero primero discutiremos otro tema.-

De pronto de las puertas del salón los hombres de Aizen trajeron arrastras a un pobre campesino con el cuerpo sumamente herido y desnudo.

Gin y Matsumoto no comprendieron que pasaba, ya que ni siquiera Gin sabia que ocurría a un siendo la mano derecha del Lord.

-Este hombre aquí me ha ofendido observando a mi bella mujer con ojos lujuriosos.- narro levantándose de su trono.- Es por eso que decidiremos su destino en un juicio justo.-

El hombre lloriqueaba mientras los guerreros observaban. Por su parte Ichigo y Karin mantenían una mirada seria y Yuzu se negaba a mirar escondiendo su rostro en el pecho de su esposo.

Mientras tanto Kazui se preguntaba porque nadie atendía al hombre herido o que era lo que pasaba.

-¡POR FAVOR MI LORD YO NO HE HECHO NADA!- grito el condenado totalmente aterrado.- POR FAVOR, POR FAVOR MI LORD, YO NUNCA VERIA A SU BELLA ESPOSA CON OTROS OJOS QUE NO SEAN DE ADMIRACIÓN Y DEVOCIÓN. NO QUIERO MORIR POR FAVOR.- intento buscar un método para salvarse.

-La decisión tiene que ser unánime. Que deciden mis guerreros, dejar vivo a esta escoria que mansilla nuestro nombre con sus actos que ofenden a los Dioses o lo enviamos con ellos para que pueda ser juzgado y enviado al averno.- Narro sabiendo cual sería el resultado.- Les recuerdo el honor de mi esposa está en juego mis guerreros, esposa que nos dará en un futuro dignos herederos.-

Matsumoto palideció cuando el hombre la miro pidiendo clemencia, ella no lo conocía y dudada que la hubiera visto con otros ojos antes y de pronto el miedo se apodero de su cuerpo, Aizen la estaba amenazando o advirtiendo.

-Aizen, ya…- intento para esa locura aun acosta de su seguridad.

-Calla esposa, que muy pronto recuperaras tu honor.- le observo con una mirada que Matsumoto conocía muy bien. Mira que significaba que la violaría y posiblemente golpearía esa noche.

La bella Matsumoto ya podía sentir el asco que le producía ser tocada por Aizen.

Gin sintió miedo por su amada cuando esta por unos segundos coloco una mirada de temor.

-Levanten la mano quien crea que deba morir esta escoria.- ordeno Aizen.

Los guerreros instantáneamente levantaron la mano, Yuzu lo hizo sin mirar, Karin bufo cuando lo hizo, Ichigo frunció el seño y también levanto la mano sin nada de orgullo. Pero había alguien que no lo hizo.

Kazui no podía entender como dejaban morir a ese hombre solo por mirar a la esposa del Lord, él lo estaba haciendo ahora junto con todos los hombres en el gran salón. No entendía que estaba pasando.

-La decisión tiene que ser unánime.- musito Aizen divertido observando al menor de los Kurosaki.

Ichigo rápidamente se percatándose de la mirada de advertencia de Aizens sobre su hijo.

-Levanta la mano.- ordeno Ichigo en susurros tocando a su hijo.

Kazui con mucho temor e impotencia levanto la mano y Aizen al ver eso dio la orden.

-Los Dioses han hablado.- declaro orgulloso.

La sangre mancho el suelo del gran salón cuando un hacha cortó la cabeza del pobre hombre.

Kazui cerró los ojos fuertemente negándose a ver esa injustica.

Ichigo deseo abrazar a su hijo pero tenia que pasar por eso como todos los demás. Incluso le ordeno con la mirada a su hermana Yuzu que no le consolara.

-Ya el asunto del traidor arreglado es momento de informar a donde iremos este verano.- continuo Aizen observando a sus guerreros.- me alegro informarles que iremos al sur este verano.- informo causando que sus hombres gritaran de la emoción, pero mas que eso era por costumbre.

Karin le dio un codazo a su hermano al ver que este no abrió la boca.

-Ichigo.- musito Karin en susurros.

-Calma, espera un poco.- tranquilizo a su hermana, ya que sabía que no muchos estaban conformes con la decisión de su líder pero no tenían el valor de hablar, al menos no en sus cinco sentidos.

Ya que el alcohol nubla la mente y relaja la lengua.

-Y que esperamos, celebremos.- ordeno Aizen volviendo a su trono donde una pálida Matsumoto lo esperaba.- Espero que estes lista hoy querida, porque deseo eso que haces con tu boca.- amenazo Aizen en susurros a su esposa amasándola con algo que el sabia que ella odia, el sexo oral, o al menos practicarlo.

-Lo que sea por ti mi amor.- contesto Matsumoto intentando no vomitar.

-Gin, ven aquí.- ordeno llamando a su ayudante.

-Si Lord Aizen.- comento Gin acercándose.

-Ves a esa esclava de haya.- señalo a una joven de no más de catorce años sirviendo cerveza en los vasos de los guerreros. Haria sufrir a esos dos un rato- Es un regalo de mi parte, es virgen, así que disfrútala, porque sería una ofensa a mi persona si no desvirgas a esa niña esta noche. Porque yo pasare una agradable velada haciendo el amor con mi esposa.- informo colocando su mano en el hombre de Matsumoto.

Matsumoto apretó sus puños con impotencia deseando tener un arma para poder hacer algo, pero no la tenia y ahora Aizen obligaba al amor de su vida a estar con otra mujer que no fuera ella, ¡lo odiaba! No saben cuánto.

-0-

La fiesta en el gran salón continúo con mucha comida y bebida, ya varios guerreros estando en un notable estado de ebriedad y algunos cortejando a las guerreras y esclavas.

Ichigo estaba en una mesa apartada con su hermana bebiendo tranquilamente, fue una lástima que no pudiera hablar con su padre que estaba reunido con sus primos, ni con su cuñado y mucho menos con sus amigos en la mesa del fondo: Ishida, Keigo, Chad… pero no quería arriesgarlos si las cosas no funcionaban. Yuzu por su parte ya se había marchado con Kazui y con su primo Ganju.

El guerrero calculo el tiempo e intuyo que ya era el momento.

-Te cuidare la espalda.- le susurro Karin al Ichigo al momento que se levantó de la mesa.

Ichigo caminaba tranquilamente en dirección al trono del lord con Karin a unos pasos detrás de él, fue en esos momento que Ishida, uno de los amigos de Ichigo junto con Chad y el resto comprendieron por que su amigo no les hablo o acerco en todo la noche.

Porque estaba punto de hacer una estupidez.

Todos en la mesa se prepararon disimuladamente para lo que sea que venía ya que los años les enseñaron que las idioteces de Ichigo eran sus idioteces y tarde o temprano los involucraba a ellos.

-Lord Aizen.- saludo cordial el guerreo a unos pasos del trono del hombre que consideraba su mayor enemigo.

-Ichigo, que sorpresa.- musito Aizen dejando la copa que estaba bebiendo.- ¿En que te puedo ayudar?- dijo cordial y analítico. Pero en el fondo deseaba matarlo de una forma lenta y dolorosa.

La música y el festejo de un momento a otro se detuvo, con todos los guerreros observando a la leyenda viviente y a su líder.

-En una cosa mi señor.- comento Ichigo observando que todos les habían puesto atención.- Tengo entendido que iremos al sur este verano… pero estaba pensando una cosa.-

Los amigos de Ichigo, Jinta y Isshin ya intuían que posiblemente tendrían que luchar esa noche o posiblemente se vieran involucrados en otra idiotez de su amigo..

-Y se puede saber que es Ichigo.- comento Aizen levantándose de su trono de madera buscando verse imponente.

-Que no deberíamos ir al sur.- respondió Ichigo sin apartar la mirada de su líder sin una pisca de temor.

-Y adonde propones.- contradijo Aizen levemente irritado.- Te recuerdo Ichigo que son mis barcos, no importa que tan "amigos" seamos o que tan héroe y leyenda seas, siguen siendo mis barcos. Así que, según tu ¿A dónde debemos ir?-

-Al oeste.- sentencio seguro y sin dejar de mirar al Lord.

El salón se tornó en un silencio que podría ser cortado por el filo de una espada.

-0-

A unos cuantos kilómetros del gran salón.

-Esto se pondrá interesante ¿no lo crees Yoruichi?- comento un hombre rubio a una mujer de una extraña piel morena intensa.- Los Dioses me han dado una señal, se acerca algo.-

-Si tú lo dices Kisuke.- respondió la mujer sin darle importancia a su pareja y concentrándose en disfrutar de su masaje.

La bella mujer continuaba en su cama desfrutando las carias que recibía en su espalda desnuda.

- Tu no te distraigas Sui feng.- ordeno a la mujer sobre su espalda.

La esclava obedeció de inmediato volviendo a masajear la espalda desnuda de su ama. Concentrándose en relajar a la mujer que en secreto amaba.

Urahara sonrió de lado observando de reojo a su esposa y a su esclava. El guerrero, comerciante y también poseedor del titulo berserker volvió a sus pensamientos ignorando a las dos mujeres sobre su cama.

Los ojos del rubio guerrero volvieron a posarse sobre la luna llena que se podía ver atreves de la ventana de su habitación.

-Las cosas están a punto de ponerse muy interesantes.- pensó con diversión.- muy interesantes… me divertiré mucho, tenlo por seguro Ichigo.-

Fin del capitulo uno.

(Justificación de la modificación al final de esta nota)

Notas de Autor:

Solo les pido un comentario a cambio de todo el esfuerzo que conllevo este primer capitulo.

Como dije este fic contendrá violencia y adulterio. Solo espero no ofender a alguien o que alguien se incomode. Aunque en comparación a Vikings, spartacus o Juego de tronos este fic es un santo. Y lo vuelvo a aclarar es un Ichigo y Rukia.

Como ven este fic estará fuertemente influenciado por la serie Viking, de hecho este primer capitulo se parece mucho a la primera temporada, lo digo porque será lo único que tenga en común con la serie, el fic tomare elementos de la serie pero no es una adaptación.

Aconsejo ver Vikings, es una serie muy bueno para pasar unos buenos ratos y olvidarse de todo adentrándose en el mundo vikingo. Hay que verla si o si. Otra cosa la "cancion" del intro es el tema de vikingos

Soy un escritor novato y este es mi primer fic, por esos les pido sus consejos y recomendación para que esta historia se haga mas amena.

Este será mi primer fic de bleach .

Si les gusto no olviden dejarme un comentario con lo que piensas por favor.

No saben lo que ayuda a un escritor.

Y nos vemos en el siguiente capítulo.

NOTA DE AUTOR POST-MODIFICACION.

Lo que leyeron ase unos momentos son las notas originales, notas que decidí mantener por respeto a ustedes.

Bueno… como ven, borre los capítulos que le siguen a este y hay una explicación para todo.

Mi intención era publicar el capitulo cinco esta semana, pero cuando volví a leer los capítulos anteriores me entro un sentimiento de agradecimiento enorme.

¿Y porque?

Porque me di cuenta que este fic tiene mas comentarios de los que se merece, cuando estaba modificando todo me di cuenta de muchos errores e incoherencia y eso me hizo ver que la calidad que los capítulos no es la que ustedes se merecen y tampoco es la que les quiero dar.

Es por eso que iré publicando los capítulos modificados y corregidos estas semanas hasta publicar el capitulo cinco, que además ya esta listo, así que solo les pido paciencia y apoyo.

Pero hice todo esto para que ustedes tengan la historia que se merecen y espero que les agrade.

Gracias de verdad por sus comentarios y os prometo de ahora en adelante que tendrá una calidad tanto narrativa, como de historia a su altura.

El capitulo dos si todo resulta bien estará en sus manos en una semana. Y así consecutivamente irán volviendo los capítulos ya corregidos hasta darles el capitulo cinco.