Esta historia viene de mi imaginacion, solo tome prestados los personajes de la genial Rumiko Takahashi sin ningun fin de lucro.
Espero que les guste
BAJO LOS CEREZOS
CAPITULO 1. SENTIMIENTOS
TOKYO 1990
Hola, mi nombre es Akane Tendo, tengo 18 años y vivo en la ciudad de Nerima en Tokyo, estudió mi último año de preparatoria en la escuela Furinkan, vivo en una hermosa casa que tiene un dojo, con mis dos hermanas mayores y mi padre, mi madre…., ella falleció cuando era muy pequeña, solo me queda el recuerdo de su sonrisa y algunas fotografías, como la extraño.
Mi vida había sido muy normal, hasta el día en que él apareció, hace dos años, mi padre decidió comprometerme sin mi consentimiento con un completo desconocido, hijo de su mejor amigo y quien como yo, era heredero de la escuela de combate de estilo libre de artes marciales.
Las artes marciales, lo único que teníamos en común, ya que mi prometido siempre fue un completo idiota, egocéntrico y orgulloso, jamás se atrevió a decirme que me amaba, tal vez, algún día lo haga, por ahora solo puedo esperar. Desde que él llego, hemos pasado por un mar de aventuras y acontecimientos nada ordinarios, desde tener que enfrentar a todas y cada una de sus admiradoras, hasta las más crudas y difíciles batallas contra monstruos legendarios, siempre hemos salido airosos, sin más que unos simples rasguños y moretones. Pero, la realidad, es que si estoy enamorada de él, amo todo en él, incluso, aunque no se atreva a admitirlo, sé que él está enamorado de mí, algún día, estaremos juntos, pues algunas veces he tenido la tonta idea de que el amor de todas las personas está escrito en un gran libro, en el que se especifica que almas deben estar juntas, sin importar las épocas, los años o los mundos, por toda la eternidad.
-Pero que cursilería- Se dijo Akane a sí misma, y cerro el hermoso libro de pasta dorada, en el que había escrito los sentimientos más profundos de su corazón. –No sé para que lo compre, detesto los diarios, solo te hacen perder el tiempo y tener cosas que ocultar, pero la verdad es que es tan bonito, y el señor de la tienda dijo que era un cuaderno muy antiguo, probablemente sea de la era Edo, en fin, ya me canse-
Dicho esto, Akane se levantó de la silla, estiro los brazos y salió de su habitación.
El clima había estado de locos durante los últimos días, pues a pesar de estar en pleno otoño, no había parado de llover, nadie podía salir de la casa ni para hacer las compras, el frio calaba y todo olía a humedad.
Akane, había pasado gran parte de la mañana encerrada en su habitación, tratando de escribir algo en el diario que acababa de comprar en una tienda de antigüedades, que apenas había abierto la semana pasada, era un cuaderno bastante viejo, pero le había parecido interesante, sobre todo, por la historia que le conto el señor de la tienda sobre la procedencia de aquel extraño libro, parecía que aun podía escuchar su cansada vocecita dentro de su cabeza.
-vaya, vaya, muchachita, que buen gusto tienes, además de ser muy bonito, ese diario tiene una historia muy interesante, se dice que durante el periodo Edo, perteneció a una joven que tenía muchos anhelos de casarse, estaba muy enamorada, pero desafortunadamente, ella no llego a ver realizado su sueño, pues falleció antes de poder casarse, es por eso, que dicen que si escribes tus sentimientos en este diario, le harás un honor a la joven y todo lo que desees se te cumplirá-
Después de pagar 3,500 yenes por el diario, salió de la tienda muy emocionada, pero después de estar horas frente a la hoja en blanco, se dio cuenta que no tenía madera de escritora, mucho menos sabía que era lo que realmente deseaba, solo pudo escribir sobre Ranma, su prometido.
Al llegar al comedor, se encontró que todos estaban reunidos, pues Kasumi, su hermana mayor, estaba sirviendo el té de la tarde.
-Qué bueno que bajaste Akane, apenas estaba por llamarte- Le dijo Kasumi.
-Sí, es que ya termine de hacer mi tarea, aunque es probable que no pueda salir durante todo el fin de semana sino para de llover, la realidad es que es muy molesto no poder salir- contesto Akane.
-oh, tal vez sea que extrañas a Ranma, ¿verdad?- le dijo pícaramente su hermana Nabiki.
-Pero que cosas dices Nabiki, porque habría de extrañar a ese bobo, si lo veo casi todos los días en la escuela- contesto Akane ruborizándose un poco.
-No te hagas la inocente hermanita, tu misma lo has dicho, "casi todos los días", cuando no se ven te pones de malas, es una lástima que se haya tenido que mudar con sus padres- dijo Nabiki con una sonrisita, sabia donde darle a su hermana.
-Ay, si, como si me importara verlo todos los días, además, no se fue a otro planeta, solamente vive a dos calles de aquí- contesto Akane.
La realidad, era que si extrañaba a Ranma, ya se había acostumbrado a su compañía, pues habían vivido bajo el mismo techo durante dos años, que fue el tiempo en que su familia le dio alojo al él y a sus padres, pero una vez que su casa, que se encontraba en remodelación, estuvo terminada, la familia Saotome se había mudado. Ahora solo podía ver a su prometido en la escuela y cuando iba a entrenar al dojo por las tardes.
-Bien, como tú digas Akane, si quieres seguir ocultando tus sentimientos, entonces no me meteré- Le dijo Nabiki
-Eso será lo mejor hermana- le contesto Akane, aunque sentía que su corazón latía muy rápido solo al recordar lo lejos que estaba Ranma, lanzó un suspiro y comenzó a beber su té melancólicamente.
-Pero que cursilería- Pensó Akane, -Ya no puedo seguir así, tengo que hacer algo que me distraiga, ya se, iré a comprar algunos ingredientes para preparar galletas de chocolate, así estaré ocupada y después, tal vez le lleve algunas a tía Nodoka (su suegra), y solo así dejare de pensar tantas bobadas-
Se levantó de la mesa, y se encamino a hacer sus compras, en contra de las advertencias de su hermana Kasumi sobre la lluvia, y sobre el horror que ocasionaba a su padre y a su hermana Nabiki, al mencionar que iba a cocinar algo; tomo su paraguas, una bolsa y salió de la casa.
A unas calles de ahí, en la residencia Saotome, se llevaba a cabo una disputa entre padre e hijo.
-Eres un hijo ingrato, no puedo creer que le hagas esto a tu propio padre, yo que te he dado lo mejor de mí- decía Genma Saotome con un aire de falsa tristeza a su hijo Ranma.
-No sigas papá, toda la semana te has comido el ramen tú solo, alegando que tienes frio, y has pasado todos los días acostado, y yo he tenido que salir a la tienda a comprar los ingredientes, sabes que odio mojarme en la lluvia- contesto un tanto molesto Ranma.
-Hijo, por favor, no discutas con tu padre, además, yo te guarde una porción de ramen, no tendrás que salir a comprar, bueno, a menos que quieras salir a visitar a Akane, hace días que no vas a verla y es muy importante que estés al pendiente de tu prometida-
-Eso es lo que menos me interesa mamá, ya sabes que yo solamente voy al dojo a entrenar-
-Hijo, no deberías ser tan duro, Akane es una buena chica, y merece que la trates muy bien, además, ella te quiere mucho, ya veras, que algún día te darás cuenta de eso, y espero por tu propio bien, que no sea demasiado tarde- Agregó la Sr. Nodoka, mientras continuaban con la comida.
-Mamá que cosas dices, Akane es una chica fuerte, no necesita que yo esté al pendiente de ella, sabe cuidarse sola, no hay nadie en esta ciudad que pueda hacerle algo, ni que fuera a encontrarse de pronto con algún tipo malo o un fantasma, deja de preocuparte.-
-Bueno, tú deberías estar preocupado, que tal si encuentra a alguien más varonil que tú, y se enamora o si encuentra a un alma en pena, ay hijo deberías ir a verla- le dijo Nodoka muy preocupada a su hijo.
-Pero que cosas dices, los fantasmas no existen y no creo que encuentre a alguien mejor que yo- dicho esto Ranma se levantó de la mesa y se fue a su cuarto, -Más varonil que yo, ni pensarlo-
Akane se encontraba frente a la caja realizando el pago de las cosas que había comprado, miro a través de la ventana y se percató que la lluvia volvía a arreciar, la gente corría tratando de refugiarse de la lluvia y fuertes rayos azotaban el cielo de Nerima.
Una vez que pago, Akane salió rápidamente de la tienda y decidió irse por el camino del canal, a pesar de que era uno de los más peligrosos debido a que podía subir el nivel del agua, pero también, era el más directo a la casa.
-uy, pero que necedad, sinceramente no sé porque decidí hacer una cosa tan tonta como salir en medio de este diluvio- Se dijo Akane en un tono de reproche.
El rio que atravesaba el canal se encontraba bastante crecido cuando Akane paso por allí, se oía el rugido de la corriente y el flujo enérgico del agua bajo sus pies cuando empezó a cruzar el puente, el cielo de un gris metálico no daba muestras de querer detener la torrencial lluvia que azotaba la ciudad.
Al llegar a la mitad del puente Akane se dio cuenta que había una joven parada mirando el rio, sin ningún tipo de protección contra el frio mucho menos con un paraguas, se encontraba sola, temblando y totalmente empapada.
-Pero que hará esta muchacha, lo único que conseguirá es pescar una pulmonía, o quizá se perdió, tal vez deba preguntarle- Pensó Akane.
Repentinamente, la joven se acercó más al borde del puente, y sin ningún titubeo se lanzó hacia la enfurecida corriente, Akane soltó rápidamente las bolsas que llevaba y corrió hacia el borde del puente, llegando justo a tiempo para tomarla de la mano y así evitar su caída.
-No te preocupes….. no te soltare…. Te lo prometo- Le dijo Akane con una voz jadeante.
si has llegado a esta parte te agradezco tu atención, el capitulo 2, lo subire al mismo tiempo, para que la historia se acomode mejor, gracias
Saludos!
