Disclaimer applied.


• Ganar es ganar •


Pueden ocurrir muchas cosas (en serio, muchísimas), como que se le rompa una uña, o que su programa favorito sea interrumpido por una transmisión de fútbol americano; pero esto es el colmo. Heather arruga su ceño y dirige su gris mirada hacia el moreno que sostiene de manera orgullosa (déspota, joder) frente a su rostro una hoja con una marca roja encima de números y planteamientos, que indica una lista y brillante «A»

Bueno, ella tiene una «C» de cometa.

—Bueno mujer, yo he ganado.

En días anteriores, ambos habían quedado en que quien saliera más alto en la mayor cantidad de materias, sería el ganador del semestre; y Matemáticas había quedado como la asignatura que desempataba todo (es que no es su fuerte, debe admitir). El moreno no se deja amedrentar ante ella y no separa sus ojos verdes de los grises contrarios, ondeando la hoja de papel una vez más.

—No, ¡No!

Ciertamente para él, ella se ve preciosa cuando está enojada. Alejandro sonríe burlón y ese es el límite de Heather, (como desea quitarle esa maldita sonrisa). Le toma la muñeca y lo acerca hacia sí, uniendo sus labios por un efímero instante.

Nadie puede culparla, le gusta aquel cabrón, sólo competía para que él posara sus orbes verdes en ella.

Dándose cuenta de su desplante, ella se separa bruscamente del chico y se da media vuelta, comenzando a huir por su vida (y su dignidad, qué más). Lamentablemente a esa hora es cambio de clase y los muchos alumnos que alberga el colegio llenan al pasillo, haciendo que choque con alguno de ellos y caiga al suelo.

Antes de emitir sonido alguno por el dolor, siente que unos brazos la levantan y la giran, y entonces sus labios vuelven a estar ocupados. (y pierde importancia que los estudiantes les miren con asco o burla, sólo son ellos).

—¡Hey, no! —intenta protestar, pero en cuanto él la toma de la mano y le besa la frente, Heather cae rendida.

—Tal vez gané el semestre pero tú te ganaste mi corazón.

Heather no resiste esta vez el impulso de golpearle el pecho y gritar:

—Maldito romántico.


N/A: Este fanfic nació producto de una conversación con una gran amiga de la prepa. Hablabamos de mi crush y le conté aquella vez que quise robarle un beso cuando me restregó que él sí pasó matemáticas (si lectores, reprobé matemáticas), pero no lo hice porque el tipo tiene novia; entonces sugirió que lo hubiera hecho y corriera para que después él me besara más.

¿Se vale soñar? Aquí plasmé eso que nunca será, así que espero que les haya gustado. La nota de Alejandro equivale a un 10 en México y la de Heather a 6.

¡Saludos, dejen sus reviews, sé que quieren! *Guiño, guiño*