Disclaimer: Nada de esto me pertenece, sólo la locura y que los personajes cambien momentáneamente de sexo.

Este fic participa en el minireto de diciembre para "La Copa de las Casas 2014-15" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.

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Tonks bajó los escalones entre bostezos.

"Hoy va a ser un día ajetreado" —pensó mientras atravesaba el pasillo y se dirigía al salón principal. Agarró el picaporte y abrió la puerta. Pero, en cuanto sus ojos se posaron sobre aquella mujer, sentada de forma poco femenina en uno de los sillones, se paró en seco.

Carraspeó un poco, logrando que ella le prestara atención. Observó entonces que tenía una salvaje melena oscura y unos ojos grises y vivaces.

— ¡Hola, Tonks! —canturreó ella, sonriéndole de oreja a oreja.

—Ejem… ¿Hola? —murmulló Tonks con recelo.

— ¿Qué pasa, querida? ¿Tanta envidia me tienes? —increpó con burla.

—Pero… Pero… ¿Tú…? —balbuceó, cayendo en la cuenta de que aquella mujer le daba un cierto aire a alguien —. ¿Sirius?

— ¿Qué? ¿Acaso tengo algo en mi preciosa-perfecta-adorable cara?

Tonks abrió la boca y, cuando estaba dispuesta a decir algo, la puerta volvió a abrirse.

— ¡Buenos días tengan las damas! —exclamó un hombre de complexión menuda y ojos almendrados. Tonks se giró hacia él y palideció al reconocerlo.

—Pero ¡Hestia!

— ¿Qué ocurre?

— ¡Tienes barba! —exclamó en un chillido, palpando su barbilla como si no fuera capaz de creerlo.

— ¿Pero qué pregunta es esa, Tonks? ¡Siempre he tenido barba!

—Es como si dices que yo nunca he tenido este pecho tan perfecto —aportó Sirius, agarrándose los pechos sin pudor alguno.

Tonks lo miró incrédula, se masajeó las sienes y suspiró.

—Está bien, ¿qué está pasando? Decídmelo ahora mismo o…

Pero no pudo acabar la frase pues, una nueva persona había entrado en el salón. Era una mujer de longitudes, ancha de caderas y hombros. Con un semblante redondo, en el que destacaba un ojo azulado, que no dejaba de girar.

Tonks chilló antes de perder el conocimiento.

— ¿A qué viene tanto alboroto? —espetó Moody, caminando con torpeza hasta donde estaba Tonks —. Vaya, no esperaba matarla.

—Es que estás arrebatadora, Alastor —siseó Sirius con burla.

—Yo creo que nos hemos pasado… —murmuró Hestia, incorporando el cuerpo de Tonks —. Sirius, deja de tocarte las tetas.

— ¡Ey! ¡Son mías!

—Estás enfermo.

— ¿Cuánto dijo Lupin que duraban los efectos de la poción? —increpó Moody.

—Pues no recuerdo… ¡Lunático, deja de descojonarte y entra! —exclamó Sirius.

El aludido entró entre carcajadas, portando una cámara de fotos.

—Venga, poneos alrededor de ella —pidió.

—Tienes una mente perversa, compañero.

—Y tú eres un pervertido. Vamos… Uno… Dos… ¡Decid patata!

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NA:

Sé que la pobre Tonks no se lo merece y probablemente me sienta culpable… Pero sólo con imaginarme a Moody con falda y curvas y a Sirius sobándose a sí mismo… Se me pasa xD