LOOK AFTER YOU
POR: Sachiko Chinensis Girl
Konnichi wa, les traigo este fanfic de género Yuri/shoujo ai, de una vez advierto que contiene escenas lemon .
Bueno he aquí la pequeña sinopsis: ahora si no daré resumen jajaja mejor leanlo.
Espero que les guste y que disfruten leyéndolo, no olviden poner sus comentarios por favor, ya que en mi opinión son una parte bastante importante para seguir escribiendo.
Unas cuantas notas antes: las palabras que se encuentran en cursiva dentro de los asteriscos indican pensamientos, y las palabras que no están en cursiva pero se encuentran dentro de los asteriscos indican un sonido. P
Y por último: perdonen cualquier error o incongruencia.
Capítulo 1
Las calles estaban inundadas debido a la fuerte tormenta, los charcos lodosos abundaban alrededor de las aceras y los transeúntes trataban de esquivarlos sin mucho éxito, los carros salpicaban al pasar, de las coladeras salía vapor, una que otra rata asustada por los truenos pasaba corriendo junto a los basureros de los callejones; la lluvia caía pesadamente sobre los cristales del Rorschach en cuyo interior se encontraba un considerable número de personas, en su mayoría borrachos.
-Otro trago por favor –dijo una chica que estaba sentada en la barra, tenía cabello azulado y expresión seria, vestía un ajustado traje de motociclista.
-Natsuki ya fue bastante por hoy –dijo una chica de cabello anaranjado y rostro gentil.
-La última y nos vamos –dijo Natsuki, ya estaba un poco pasada de copas -, si quieres ya te puedes ir Mai… Mikoto debe estarte esperando.
-No… Natsuki es peligroso que manejes en ese estado –la aludida simplemente no prestó atención a Mai y se empinó el último trago de güisqui barato, sintió el ardor correr por su garganta y esófago hasta llegar a su vacío estomago.
-Déjala –dijo una chica pelirroja de aspecto hostil que estaba a su lado -, por mi que se mate…nos quitaría un peso de encima.
-¡Nao!
-Ya vamonos –dijo la chica pelirroja impaciente.
Rorschach solía ser un lugar frecuentado por hombres, también un lugar temido ya que era punto de reunión de muchos delincuentes, pero la calidad del bar había aumentado un poco en los últimos tres meses debido al dinero que ganaban gracias al espectáculo de un pequeño grupo musical conformado nada más y nada menos que por tres chicas que alguna vez habían sido HiMEs con poderes: Mai que era la vocalista lo hacía por gusto y para tener una cantidad de dinero adicional en lo que acababa la universidad, Natsuki en la guitarra lo hacía por necesidad aunque le gustaba mucho tocar, Nao en la batería, definitivamente no lo hacía por gusto, ella también estaba falta de dinero y necesitaba un trabajo. Al ver el performance de estas chicas, otros grupos juveniles se habían animado a tocar las puertas del Rorschach siendo bien recibidos por los dueños del bar ya que eso les traía aún mas dinero, así el Rorschach comenzaba a ser frecuentado también por jóvenes, esto en parte ayudaba a que la clientela de hombres maduros y violentos dejará de frecuentar el bar ya que pensaban que estaba en decadencia y preferían ir a otros lugares. La idea del grupo musical había sido de Mai ya que como estaba próxima a entrar a la carrera universitaria necesitaba un trabajo para cubrir algunos gastos y como le gustaba mucho cantar y era bastante buena decidió proponerles a Natsuki y a Nao (las únicas que tocaban un instrumento) que hicieran un grupo, todo esto sucedió en una de las reuniones de karaoke que organizaba Midori, sus amigas aceptaron mas por necesidad que por gusto.
Natsuki salio un poco mareada del bar e ignorando las suplicas de Mai sobre irse en un taxi, se puso su casco y subió a su motocicleta y arrancó alejándose del bar a toda velocidad, en unos minutos ya estaba recorriendo las carreteras camino hacía su apartamento, el frío clima causaba que el visor de su casco se empañara ligeramente tapándole un poco la vista. Cuando llegó a su apartamento, bajó de su motocicleta tambaleándose, buscó las llaves, tuvo problemas para atinarle a la cerradura, pero al fin abrió, se quitó el entallado traje de motociclista y tomó un pijama viejo que yacía en un sofá para ponérselo, después entró al baño y secó su cabello el cual se le había mojado por manejar bajo la tormenta, cansada se tiró el colchón, en cuestión de segundos cayó en un profundo sueño.
11:00
Riiiing, Riiiing Natsuki alargó el brazo hasta la mesita que se encontraba al lado de su cama y buscó a tientas su celular desesperada por el incesante ring, cuando lo encontró pulsó el botón de contestar con más fuerza de la requerida:
-¡¿Quién demonios…?! –gritó Natsuki pero fue interrumpida por una dulce voz con un característico acento de Kyoto.
-Natsuki-chan
-Shizuru …Ah…je…
-¿A caso interrumpo algo? –preguntó Shizuru fingiendo inocencia.
-No, no…es solo que estaba dormida –dijo Natsuki -, es muy temprano para hacer llamadas.
-Mmmm…ya veo –dijo Shizuru como si acabara de descubrir algo -, es medio día.
-¡¿Qué?! –gritó Natsuki haciendo que Shizuru se alejara del celular, después miró su radio reloj que marcaba las 11:00 -, Mierda…es que estaba muy cansada.
-¿Que tanto habrá hecho mi Natsuki la noche anterior? –dijo Shizuru como hablando para si misma -, y no fue precisamente conmigo.
-Shi… ¡Shizuru!... –Natsuki escuchó la risilla de Shizuru al otro lado de la línea.
-Me preguntaba si querrías salir a desayunar –dijo Shizuru.
-Si, muero de hambre –dijo Natsuki -, te veo en unos minutos… ¿ok?
-Está bien –dijo Shizuru sonriendo al otro lado de la línea. Cuando colgaron, Natsuki se precipitó al baño para pasarse el cepillo por su enmarañado cabello, después tomó su traje de motociclista y su casco, salió de su apartamento y se subió a su motocicleta: el camino hacía donde estaba Shizuru sería de unos diez minutos aproximadamente; Shizuru había decidido quedarse a estudiar en la universidad de Fuuka Gakuen al igual que sus amigos, por lo tanto se quedaba en los dormitorios del colegio, Natsuki había tenido su propio dormitorio desde el año pasado, pero hacía unos meses había decidido mudarse a un complejo de apartamentos que estaba a diez minutos de la escuela, su difunta madre le había dejado una cantidad de dinero no abundante pero si suficiente que Natsuki había estado guardando hasta ahora y que decidió invertir en el apartamento entre otras cosas.
Natsuki frenó justo frente a Shizuru, se quitó el casco y sacudió su cabello que voló elegantemente en el viento para después caer sobre su espalda.
-¿Todo en orden? –le preguntó Natsuki a Shizuru que al parecer se había quedado embelesada.
-Claro –dijo Shizuru.
-¿Piensas quedarte ahí mirando? –Preguntó Natsuki -, o tal vez quieras irte corriendo hasta el restaurante… anda sube -. Shizuru la obedeció, subió a la motocicleta y rodeo con sus brazos la breve cintura de Natsuki, acercó su cuerpo lo más que pudo al de su amiga para asegurarse de que no quedaba ningún espacio entre las dos, esto hizo que Natsuki se sonrojara bastante, después arrancaron y no dijeron ni una sola palabra en todo el camino hasta que llegaron al restaurante: era un local de techo bajo, la fachada era de estilo occidental y estaba muy bien iluminado por las lamparitas que colgaban del techo y por la luz del sol que se filtraba por las ventanas, escogieron una mesa para dos que se encontraba junto a una de las ventanas. Solían frecuentar ese restaurante desde el año pasado; era uno de los favoritos de Natsuki ya que el menú incluía muchos tipos de hamburguesas, hot dogs y otros tipos de comida chatarra.
-¿Cómo les fue en el número de ayer? –preguntó Shizuru mientras recibían el menú de manos del mesero.
-Igual que siempre –dijo Natsuki con vaguedad mientras hojeaba el menú -, aplausos y unos cuantos abucheos.
-Siento no haber ido, tuve que adelantar algunos deberes.
-Descuida –dijo Natsuki mirando con ojos brillantes la fotografía de una súper hamburguesa de carne de res.
-Natsuki… me dijo Mai que estuviste bebiendo más de la cuenta… y que aún así insististe en conducir…
-¿Quién es Mai? –Preguntó Natsuki un poco molesta -, mi guardaespaldas y tu informante a caso -. Natsuki se arrepintió de haber dicho eso tan severamente, Shizuru mantuvo su expresión comprensiva aunque por dentro le habían herido las palabras de Natsuki.
-Es tu amiga –dijo Shizuru.
-… Lo siento –dijo Natsuki con la cabeza gacha, percatándose de la nota de dolor que había en la voz de Shizuru -, es que me duele la cabeza y…
-Me preocupo por ti –dijo Shizuru tomando la mano de Natsuki que yacía sobre la mesa -, sabes que te quiero… -al oír esto Natsuki se sonrojó violentamente sabía que detrás de ese te quiero se escondía un "te amo" -…y no quiero que nada malo te pase.
-Yo… también te quiero -Natsuki aún no era capaz de pronunciar esas palabras en voz alta, se había percatado de sus sentimientos por Shizuru a mediados del curso, pero aún no había hablado sobre eso porque se negaba a aceptarlo, y Shizuru seguía pensando que Natsuki no la amaba de la misma manera -…no tienes de que preocuparte, solo son unos cuantos tragos, además siempre he hecho eso y nunca he sufrido un accidente -. Durante el desayuno hablaron de cosas triviales como los deberes: Shizuru se había quedado en la universidad de Fuuka Gakuen por Natsuki, de vez en cuando le ayudaba con las materias que más se le dificultaban.
Era de noche, una chica pelirroja de aspecto hostil caminaba por los solitarios callejones de regreso a su casa, cuando de pronto:
-¡Suéltame!
-¡Cállate!... solo será un rato –dijo una voz de hombre.
-¡Suélteme!... ¡Maldito cerdo! –gritaba una jovencita de aproximadamente unos dieciséis años.
-Si no te callas te daré tu merecido –dijo el hombre, la chica pelirroja se había escondido tras unas cajas de basura que estaban en una esquina del callejón presenciando la escena con el ceño fruncido y los ojos entornados.
-¡Ayúdenme!
-Cerdo… -susurró la chica pelirroja que estaba escondida tras las cajas y decidió que era momento de darle su merecido a aquel hombre; el hombre le había tapado la boca a la chica mientras la arrinconaba contra la pared, un silencio sepulcral reinaba en el callejón, cuando de pronto ambos (el atacante y la víctima) escucharon un chasquido muy singular cerca de donde estaban: era el sonido que hace una pistola al cargarse.
-Suéltala –dijo la chica pelirroja mientras apuntaba con un arma al hombre, este último rompió en estúpidas carcajadas.
-¿Qué crees que haces? –Preguntó el hombre sarcásticamente -, no te metas si no quieres que te haga lo mismo que estoy por hacerle a esta… -dijo sacudiendo bruscamente a la chica; la pelirroja entornó los ojos con ira, una sonrisa torcida se dibujó en el rostro del hombre -… piensas hacerme daño con tu juguete eh.
-No lo volveré a repetir –dijo la aludida y puso un dedo sobre el gatillo lista para disparar, la chica que estaba arrinconada contra la pared con las sucias manos del hombre aprisionándola estaba realmente asustada: Debe estar loca pensó aunque la chica de cabello rojo era su única esperanza en esos momentos.
-Vete a jugar con tus muñecas –le dijo el hombre, la chica pelirroja pudo ver entre las penumbras la feroz expresión en el rostro de aquel hombre, estaba decidido a no dejar ir a la chica.
-De acuerdo…-dijo la chica del cabello rojo, rápidamente desvió un poco el cañón de la pistola y apretó el gatillo, el sonido del disparo hizo saltar al hombre que miró asustado a la chica: la bala le había pasado rozando el brazo derecho.
-¡Que demonios! –Gritó el hombre mirando a la chica que le había disparado con una mezcla de furia y miedo -, ¡vas a pagarla! –dijo agarrándose el brazo derecho con una mueca de dolor y después se largo como pudo del callejón ya que parecía que la chica estaba dispuesta a dispararle otra vez.
-¿Estas bien? – preguntó la pelirroja acercándose a la chica que minutos antes había estado a punto de ser abusada, la chica estaba bastante asustada y rompió a llorar – Ya pasó, todo esta bien –dijo la pelirroja, la chica no cesaba de llorar y se había abalanzado a ella atrapándola en un desesperado abrazo, eso la sorprendió bastante no correspondió al abrazo, simplemente se separó lentamente de la chica cuyos sollozos se habían ido reduciendo.
-Gracias –dijo la chica entre sollozos y por primera vez la pelirroja pudo ver su rostro: era hermosa, tenía la piel blanca como la nieve, brillantes y grandes ojos color miel, una cascada de largo cabello negro enmarcaba su rostro de delicadas facciones. Se quedó embobada por unos segundos hasta que volvió a la realidad.
-Será mejor que te vayas a casa… ¿Dónde vives?... tal vez debería acompañarte, ese estúpido puede andar por ahí.
-Vivo cerca del Rorschach –dijo la chica limpiándose las lágrimas con el dorso de su mano.
-Ok…entonces te acompañaré…
-Nina –dijo la otra chica, la pelirroja tardó un poco en darse cuenta en lo que significaban esas palabras: le estaba dando su nombre, la otra chica se percató de la confusión en su rostro -, es mi nombre.
-Bien… Nina –dijo la pelirroja y la ayudó a incorporarse, quedaron frente a frente y se miraron por un momento que a ambas les pareció una eternidad -…etto…si no nos movemos tal vez nos amanezca aquí -. La otra chica asintió y siguió a la pelirroja, en todo el camino no cruzaron una sola palabra hasta que llegaron a la puerta de la casa de Nina.
-No me dijiste tu nombre –dijo Nina de pronto, la pelirroja la miró extrañada: que importaba su nombre.
-Cuídate –dijo la pelirroja dando media vuelta y sintió que unos delgados dedos aprisionaban su muñeca, volteo a ver a Nina un poco enfadada y está la soltó.
-Al menos quiero saber el nombre de mi salvadora… -Antes de que la pelirroja pudiera negarse otra vez las palabras se escaparon de su boca.
-Nao –dijo en voz baja, la otra chica pareció no haberla escuchado -, me llamo Nao –dijo subiendo el tono de voz.
-Bien…Nao…espero volver a verte –dicho esto Nina se metió a su casa cerrando la puerta tras ella.
Desde que Nao ya no era una HiME con poderes, había dejado su hábito de salir por las noches a atacar hombres que ella misma citaba para darles una lección por pervertidos; ahora se dedicaba a pasear por las calles de noche solo para relajarse, aunque sí tenía oportunidad de darle una lección a algún pervertido la aprovechaba; había adquirido la pistola un día mientras hurgaba en el ático de la antigua casa donde había vivido con sus padres antes de que su mamá fuera internada en el hospital y de que se diera cuenta de que era una HiME, al principio no le interesaba usarla, simplemente la tenía como un recuerdo de su padre; el interés le vino cuando se dio cuenta de que era una HiME, al principio no sabía usarla, pero con un poco de información de Internet y práctica pronto aprendió a disparar un revolver calibre 38 que hasta esa noche en la que salvo a Nina tuvo la oportunidad de usar.
