Author's Note(s)

Está medio raro, les advierto, en el sentido de que, cronológicamente, es revoltoso. Haré explicaciones previas al texto del capítulo cuando lo considere necesario, para no enredarles.

Shonen-ai casi en su totalidad, con instancias para insinuar y conjeturar algunas cosas según la libre discreción del lector. Si todo sale como planeado, algo yaoi/lemon hacia el final, lo prometo.

Sin más, que se abra el telón.

Disclaimer:
Saint Seiya y todo lo relacionado es de la autoría del magno Kurumada-sensei, y propiedad del mismo y de TOEI.

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Closer

I: The Way Out (Prólogo)

Deslizaba las yemas de sus dedos sobre la pasta del libro, enajenado, como queriendo absorber por mero capricho lo que había dentro del grueso volumen. No prestaba demasiada atención a lo que hacía.

Intentó abrir el tomo. Resultó ser más difícil de lo que pensó. Cuando la cubierta llegó a la mitad, la cerró repentinamente. Mantuvo el peso de su mano encima del libro, convencido de que sólo permanecería así mientras él se conservara en la misma posición.

'Eres un cobarde,' pensó con amargura.

El remordimiento y la indignación lo tenían indeciso. Naufragaba entre contradicciones.

'Ridículo,' se reprochó, disgustado consigo mismo. 'No es necesario someterme a esto.'

Lo recogió con desdén y caminó hasta su escritorio, escaso iluminado por una vela cerca a consumirse. Tras hesitar unos segundos más, se forzó a partir con el libro. Con un temblor en la mano del que no estaba sorprendido ni avergonzado, lo dejó sobre la superficie de madera. Exhaló aliviado cuando nada sucedió.

'Tendrá a Aioria, a Saga.'

'No trates de justificarte usándolos a ellos como argumento. Es patético' (1)

La pequeña flama agonizante llamó su atención. Hizo con los dedos un sutil ademán hacia la moribunda fuente de luz, y esta se extinguió al instante. Mientras jugaba con el hilo de humo que subía, prolongando así su cercanía al calor, reflexionaba en silencio.

'Tomaste la decisión hace tiempo. No te engañes.'

Empuñó la mano, enfadado, y se dirigió hacia su cama. Pasaría el resto de la noche pretendiendo replantearse las alternativas—de las cuales, ninguna le parecía una verdadera opción, en realidad, cuando con claridad podía sentir cómo una horca imaginaria le hacía más difícil la tarea de respirar.

'...Y sabes que es lo correcto.'

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En algún momento durante la jornada logró conciliar una hora o dos de sueño, y le bastó. Ansiaba partir en cuanto antes, mientras poseía la convicción temporal para hacerlo.

El alba lo encontró lejos del templo de Aries; había recorrido bastante antes de que el sol siquiera diera las más remotas señas. Le pareció que hizo buen tiempo.

En el Este, el horizonte comenzaba a desvestirse del tinte púrpura. Todo se bañaba en luz dorada. Se permitió voltear una última vez hacia lo que bien fue su casa por tantos años. Solamente una persona en el Santuario sabía de su eventual paradero; pero nadie salvo el pelirrojo sabría el motivo detrás de su exilio premeditado.

Reacomodó el peso de la caja de armadura que cargaba. Comenzó a sentir nervios. Antes de perder más el tiempo y el valor necesario, reanudó su camino.

En unos momentos, Milo estaría de pie y listo para subir a buscar a su amigo hasta el templo de Acuario, tal y como sucedió aquella mañana hace un par de veranos en que encontró a Camus enfermo.

El pelirrojo no quiso pensar en lo que sucedería cuando descubriera la cama vacía.

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N/A

(1) Tenía —chan chan chaaaaaaaannn...!!! insertar música dramática—...el 'Mal de Saga' D:

Muajajaja, no pude resistir!! XD

...Ya me callo.