¡Mi primer fic de los merodeadores! o. Hola, al fin volví, ya van varios años desde que no entraba.
Este es un fic de varias historias auto-conclusivas Slash. Tal vez por ahí un poco de Lemon, pero no aseguro nada. Para que sepan, los personajes son James, Sirius, Remus y... ¡Regulus! ¿Parejas? Pues ninguna estable, es un todos con todos XD (pero no al mismo tiempo XD)
Antología.
La decisión.
Sirius no lo podía creer. Simplemente no sabía como había sucedido. La verdad es que si lo sabía, había sido su culpa, anoche se había acostado muy tarde, había olvidado que al día siguiente había visita a Hogsmeade, y se había quedado dormido. Sus amigos, los merodeadores, lo habían tratado de despertar pero sin éxito. Sirius se había quedado en Howarts en la última visita que tendría a Hogsmeade, ya que estaba a punto de terminar su último curso.
Molesto consigo mismo anduvo por los pasillos infestados de alumnos de primer y segundo año. Como detestaba estar rodeado de mocosos. Decidió que no se iba a quedar como un idiota en la escuela, decidió regresar a su habitación por el mapa del merodeador y la capa de invisibilidad de James.
- "De seguro la ha dejado bajo mi cama" – Pensó Sirius. – "De seguro que han supuesto que igual iría"
Justo cuando pasaba cerca de las mazmorras vio algo que le llamó la atención. Más bien era alguien. Un pequeño niño caminando lentamente, tambaleándose y sosteniéndose de la pared.
- ¿Regulus? – El joven se detuvo y volteó. – Eres tu, pero ¿qué haces?
- No, nada – El pequeño se veía con el rostro enrojecido y el cuerpo más pálido de lo normal. – No has ido a Hogsmeade.
- Pues no… no me cambies el tema, estás enfermo, se nota.
-Nada de eso, yo… – Pero no pudo terminar, estaba con tanta fiebre que se había desmayado.
- Mmmmm…
- Ya despiertas.
Regulus abrió los ojos. Lo primero que vio fue las manos de su hermano posarse sobre su frente con un paño mojado con agua fría.
- ¿Qué pasó?
- Te desmayaste. – El pequeño trató de levantarse, pero el mareo de la fiebre se lo impidió. – No te levantes, tienes mucha fiebre, luego puedes irte, pero que se te pase la fiebre.
- ¿Irme, pero que…
- ¿Crees qué sé la contraseña de tu sala para entrar y dejarte en tu cama? Ni modo, te tuve que traer a mi cuarto.
- Vaya, así que estoy en la sala de Gryffindor. – Miró un poco a su alrededor. – Me gusta más la decoración de tu sala, la de Slytherin es demasiado oscura como para mi gusto.
- ¿Por qué no fuiste donde Pomfrey? – Sirius tocó la frente de su hermano. – Ardes en fiebre.
- No es necesario, verás como se me pasa rápido.
Durante una hora ambos estuvieron en silencio, de vez en cuando, Sirius la quitaba el paño y lo mojaba nuevamente o iba a cambiar el agua, pero parecía que sus esfuerzos eran en vano. Su hermano menor seguía con fiebre e incluso aumentaba su temperatura.
- Te llevaré donde Pomfrey, estas demasiado afiebrado.
- ¡No! No lo hagas Sirius. – Regulus trató de levantarse pero no pudo. – No Sirius, déjame quedarme aquí.
- Pero… Regulus no puedo hacer nada, he intentado bajarte la fiebre pero no funciona.
Sirius se levantó, la quitó el paño a su hermano y decidió seguir intentando así que fue a cambiar el agua, pero una mano lo detuvo cogiéndolo del brazo.
- No te vayas Sirius, no me dejes solo. – Regulus deliraba. – No quiero estar solo, no te vayas, no me dejes.
- Regulus solo voy a cambiar el agua.
- Olvida el agua. – Regulus jaló a Sirius del brazo quien cayó sentado en la cama.
- Regulus… - Sirius acarició el rostro del pequeño, el cual cerró los ojos. – Hermano, no sé que puedo hacer.
Regulus tomó la mano se Sirius y la besó – Sólo quédate a mi lado.
- Tus labios estan calientes, estás... – Pero Sirius no pudo terminar, Regulus tomó su rostro entre sus manos y lo acercó al suyo. Sus labios se unieron por un momento.
- Y los tuyos tibios y suaves.
- Necesito bajarte esa fiebre, pero no sé como.
- Échate a mi lado por favor. – Regulus se arrimó a un lado. – Aquí entramos los dos.
Sirius se echó y rápidamente su hermano lo abrazó y le dio otro beso en los labios.
- Que enviciantes son tus labios, son tan suaves que puedo dejar de besarlos. – Regulus se había acercado al oído de su hermano y susurrado estas palabras.
Sirius se acercó al cuello del pequeño y empezó a besarlo. – Y tu cuello tan suave, toda tu piel es muy suave. – Con los besos y las caricias que Sirius le hacía a su hermano, este soltó un pequeño gemido. – Yo no tengo la culpa, te acercaste demasiado a mí, no lo puedo evitar.
- Sirius, ¿qué haces? – El moreno desabrochaba hábilmente los botones de la camisa de su hermano.
- Me esta estorbando. – Acercó sus labios al pecho del pequeño y empezó a besarlo. – Si tu camisa esta cerrada no puedo hacer esto.
Regulus se quedó sin palabras, se sentía tan bien lo que su hermano hacía que no podía evitar soltar pequeños gemidos. Sirius seguía besando a su hermano por el cuello, el pecho y el abdomen, pero se detuvo justo sobre la correa del pantalón. Iba a decir algo, pero su hermano parecía haber leído sus pensamientos: acercó sus manos a la correa y la desabrochó, lo mismo hizo con el pantalón.
- Regulus…
- Sirius, no digas nada, sólo bésame.
Sirius bajó el pantalón de su hermano y besó todo su cuerpo. Mientras, Regulus desabotonaba la camisa de su hermano y sus pantalones. La ropa de ambos fue al piso, ambos se besaban efusivamente, hasta que Sirius hizo que su hermano se diera la vuelta y quedara boca abajo.
- Regulus.
- Hazlo hermano.
Sirius se acomodó e introdujo su miembro en el cuerpo de su hermano. Este gimió de placer y no se detuvo mientras su hermano mayor entraba y salía…
- Mmmmm… - Regulus se levantó y se tocó la frente – Ya no tengo fiebre, pero… ¿Cómo?
- Al fin despiertas, que mira que si no despertabas se botaba en el patio para que no me culpen.
- ¿Qué pasó? – Pero Regulus no tuvo que hacer otra pregunta, vio que su ropa estaba doblada a un lado de la cama y a su hermano mirando a un lado un tanto sonrojado.
- Míralo por el lado positivo, al menos te bajó la fiebre.
- "Míralo por el lado positivo" – Imitó el pequeño. - ¡¿Qué de positivo tiene perder la virginidad por una estúpida fiebre!
Los merodeadores que acaban de entrar se quedaron estáticos al oír esto, Sirius los señaló y Regulus no pudo evitar sonrojarse y taparse con las sábanas.
- Yo me voy. – Sirius se levantó y se fue.
- Oye espera. – Su hermano se vistió rápidamente y corrió tras él. - ¡TE VOY A MATAAAAR!
- … Chicos, ¿A que nos fue bien en Hogsmeade? – Se apresuró a decir James.
- Ah… - Remus y Petter no salían del asombro. Aún luego de una hora se preguntaban si Sirius seguía vivo porque no había regresado… ¿O es qué acaso había ido a otro lugar con su hermano?
Fin.
N/A: Hola a todos, espero que les haya gustado . Mi primer fic Lemon, bueno ni tan Lemon pero al menos es algo, antes no ponía Lemon.
Sobre el título no sé a que viene, tal vez porque es la decisión (por decidido) de Sirius (o de Regulus) lo que hace que suceda todo.
La primera historia de mi antología es un incesto: RegulusxSirius… ¿O será SiriusxRegulus? O.o, la verdad no tengo la menor idea, pero lo que si es que me encantan los incestos (de hermanos, sobre todo si son némesis o gemelos o). La siguiente historia para la semana que viene, aún no sé de quienes va a ser, en fin, ya veremos.
Comentarios, sugerencias para los próximos capítulos, quejas dejen un Reviews.
Tsukimine Watanabe
