Disclaimer: Los personajes no me pertenecen.
Hola a todos! Bueno esto sería algo así como la pre-cuela o se-cuela (todavía no lo sé bien) de mi historia "Hora de sincerarse" De todas formas serán drables completamente independientes y no es necesario que lean la otra. Son cinco y los subiré en los próximos días.
Espero que les gusten y, si no es mucho pedir, me gustaría saber su opinión.
Besos
LU
Neville
Un baile y un beso
-Le he dicho a Neville que te invite –Dijo Hermione mientras Ginny le aplicaba un poco de poción alisadora en el cabello.
-Pero… -Sabía que su amiga intentaba ayudarla, realmente lo sabía y aún así no podía convencerse de que eso era lo mejor.
-No puedes esperarlo por siempre –La reprendió, o al menos así le sonó a Ginny.
-No quiero seguir hablando de ello –Sentenció.
Hermione tenía razón, ella lo sabía. Harry no daba ninguna señal de percatarse que ella era una chica. No había allí ninguna posibilidad de que él se fijase en ella como algo más que la hermana pequeña de su mejor amigo. Por lo que sabia, tenía que dejar de mantener las esperanzas de recibir una invitación suya al baile. Tenía que salir con otros, tal como le había dicho Hermione. Y Neville…
Neville no estaba nada mal. Cierto, no era tan apuesto ni habilidoso como Harry. Pero era agradable y gracioso. Era atento y siempre había sido muy amable con ella. No porque fuese la hermana de uno de sus amigos, sino porque era ella: Ginny.
-¿Iras con él? –Preguntó ansiosa Hermione.
-Sí, aunque aún no me lo ha preguntado.
…
Aquello no era lo que había imaginado o deseado, pensó mientras terminaba de sujetar su cabello. Ginny había soñado con abrir el baile junto a Harry y besarlo al finalizar la noche. Y en su lugar se estaba preparando para su cita con Neville. La propuesta tampoco había sido como había imaginado. Nev había estado muy nervioso y había tartamudeado lo suficiente como para que ella no comprendiese ni la mitad de lo que él dijo.
-¡Ginny! –Exclamó Hermione ingresando al dormitorio de la chica -¡Te ves hermosa!
-Gracias, tú también –Lo cierto es que estaba casi irreconocible, Ron se quedaría atónito cuando la viese. Y con suerte no la dejaría como última opción para el próximo baile.
-Debo agradecerte a ti, nunca había logrado controlar mi cabello –Ginny sonrió. Se veía que su amiga estaba feliz. Aún a pesar de que ella sabía estaba dolida por la actitud de sus amigos, especialmente la de Ron.
Y entonces sonrió. Y lo hizo con seguridad. Sí, todo aquello no era como había esperado, pero estaba ocurriendo. Asistiría a su primer baile y la llevaría un chico bueno y amable. No, no era el que ella hubiese preferido, pero era algo. Algo grandioso, se dijo mientras se miraba en el espejo y se disponía a bajar las escaleras que comunicaban a los dormitorios con la sala común.
Y allí estaba. Al pie de las escaleras. Vestía una túnica de gala negra, muy elegante, y la miraba como si no hubiese ninguna otra chica para él. Como si no hubiese invitado primero a Hermione. Tomó su mano cuando llego a su alcance y besó su mejilla con un gesto que la dejó alucinando.
-Luces muy bonita –Le dijo. Se lo notaba nervioso, no tanto como cuando la invitó al baile, pero si lo suficiente como para evitar mirarla mucho tiempo a los ojos.
-Tú también luces muy guapo –Neville sonrió y le ofreció su brazo para comenzar a caminar hacia el gran salón.
…
Ginny sonrió cuando sintió el pie de Neville pisar el suyo una vez más. La mueca de lamento en la cara del joven se le hizo de lo más tierna y no pudo evitar enrollar sus brazos en el cuello de él. Neville bailaba muy bien, quitando unos cuantos pisotones, la noche marchaba de maravilla. Su cita, lo supo viendo a las otras parejas, era una de las mejores. Si es que no era la mejor.
Se había puesto como regla no observar a Harry, y aunque había creído que sería incapaz de cumplirla, estaba feliz sabiendo que no había volteado en su dirección ni una vez. Ni siquiera sabía si continuaba o no en el lugar.
-¿Quieres tomar algo? –Le preguntó Neville interrumpiendo el baile.
-Me encantaría –Estaba eufórica, definitivamente debería agradecerle a Hermione.
Neville tardó más de la cuenta en conseguir un poco de ponche para los dos. Tanto que ella se vio obligada a bailar una canción con un chico de Ravenclew, una completa molestia si le preguntaban. Pero la noche siguió pasando. Entre risas y bailes, entre sonrisas e inocentes caricias.
Y para cuando llegó el momento de despedirse, Ginny había tomado una resolución.
Neville la miraba a los ojos. Sosteniéndole la mirada con tanta intensidad como pocas veces lo había hecho durante la noche, o quizás incluso desde que se conocían. A Ginny le picaban las manos y las mejillas le ardían. Era el momento, se dijo. Y así, sin mas, cerró los ojos y lo besó.
Era su primer beso y había pensado que no sería muy bonito. Pues en realidad no sabía muy bien qué hacer, pero el corazón se le aceleró y las manos le sudaron. Se separó un segundo, intentando descifrar la reacción de Neville. Pero el chico no le dio mucho tiempo. Con delicadeza, como si ella pudiese romperse, posó una mano en su cintura y la otra en su nuca, y la besó de regreso. Con suavidad, sin apresurar nada. Haciendo estremecer absolutamente todo en su interior. Enseñándole que había muchas cosas mas por vivir, por descubrir.
-Eso fue… -Neville dejó las palabras en el aire, intentando recuperar el aire que el beso le había quitado. Apoyando su frente contra la de ella.
-Increíble –Completó Ginny, las mejillas enrojecidas y el pulso temblándole –Gracias Nev, me lo he pasado genial.
-Yo también –Respondió, parándose derecho y clavando sus ojos en los de ella –Siempre recordaré esto, siempre –Le aseguró.
Ginny asintió, para luego robar un último y fugaz beso del chico, y subir corriendo las escaleras hacia su dormitorio. La noche había sido mágica, Neville la había hecho así para ella.
