Nueva York, una gran ciudad, en la cual como siempre, habrá el lado "bonito " y el "feo" , donde todo es felicidad o donde sucedan los más bajos actos de la humanidad, sin embargo ahora nos encontramos en una zona "Neutra".

Un joven de no más de 16 años, de cabello negro, largo y amarrado en una coleta baja, que vestía un sudadera azul marino, unos jeans negros y llevaba en la mano una bolsa de mini súper, se encontraba caminando por aquellas oscuras calles de Nueva York en dirección a su hogar, no podía esperar más para llegar, pues en no más de 30 minutos 23 segundos empezaría su adorado programa "Los héroes Espaciales", por lo que caminaba rápido y con una gran sonrisa en el rostro.

Sin embargo al pasar por un callejón oscuro, escucho un fuerte grito femenino, el cual lo hizo detenerse, y adentrarse rápidamente al callejón, para ver a varios hombres que tenían un extraño dragón purpura tatuado en sus brazos y caras, los 4 hombres rodeaban a la mujer la cual cubría su rostro asustada, El chico se acercó a ellos – déjenla en paz ¡- grito señalándolos, los 4 hombres se miraron y sonrieron.

-acaso piensas hacerte el héroe eh? Mocoso¡- dijo el que parecía ser el líder, los cuatro se pusieron frente al chico, dejando tras ellos a la mujer que miraba confundida la escena.

El chico pelinegro sonrió, esta era su oportunidad para demostrar que estaba hecho para ser un héroe, así como el capitán Ryan, de su serie de T.V, sin decir nada más, corrió en contra de aquellos 4 hombres y estos corrieron hacia él.

Pero, al siguiente momento, "el héroe" estaba tendido en el suelo, y aquellos tipos estaban pateándolo, y riéndose hasta que se fueron, la mujer rápidamente se acercó al chico y lo ayudo a sentarse.

-Gracias por ayudarme – le dijo la mujer con amabilidad, a lo que respondió que realmente no la había ayudado, el chico se sentía muy mal – ¿qué? Alejaste a esos asquerosos de mí, tienes un corazón muy noble chico, ¿Cómo te llamas? Quiero saber el nombre de quien me salvo de algo peor a el robo de mi bolso.

-Leonardo – dijo con una sonrisa, leo se levantó poco a poco y recogió la bolsa de plástico que traía desde el inicio, se despidió de la mujer y salió del callejón, para seguir su camino a casa .- " nunca podre ser como el capitán Ryan" pensó decaído, después de un momento llego a un edificio grande y algo viejo, el casero lo saludo con amabilidad, y pronto fue a su departamento, era el número 10, abrió la puerta y entro, no era ni grande ni pequeño, y estaba en mal estado, pero tampoco deplorable, pero eso sí, estaba muy bien arreglado, limpio y acomodado, dejo la bolsa de plástico en la cocina.

Y saco su contenido, era un Ramen instantáneo, por lo que comenzó a calentar agua para prepararlo, mientras lo hacía, un click sonó en su cabeza. - ¡El programa¡- dijo y se apresuró a prender el pequeño T.V que tenía en la habitación, y justo a tiempo, "los héroes espaciales" estaban comenzando.

Hipnotizado por el programa, no dejaba de verlo, no le importaba que fuera el primer capítulo de toda la serie, pues la amaba, el primer capítulo simplemente era épico, era el origen del Capitán Ryan y de cómo conoció a sus subordinados el Comandante Grundch, Crankshaw y el Dr. Mindstrong.

Suspiro, tal vez si él deseaba ser como el Capitán Ryan, debía de tener 3 subordinados como los de la serie, pensó un poco, pero después desecho la idea, el agua estaba lista para preparar su cena, mientras cenaba, claro, seguía viendo la T.V, era un sueño imposible, un sueño de un niño de 5 años "ser un héroe".

Después de que el show término, se fue a dormir, mañana tendería que ir a trabajar arduamente, trabajaba en un dojo, no como maestro y mucho menos como estudiante, ni como ayudante, trabajaba en la limpieza, se dedicaba a limpiar las armas, e instrumentos y los cuartos, no era lo mejor , pero le daba para comer.

Al día siguiente, en otro lugar, entre las enormes calles de Nueva York , sobre un Skate se encontraba un chico rubio de ojos azules, que patinaba velozmente hacia su destino, vestía un chaleco negro con camisa naranja, y jeans negros, con unos converse igual naranjas con negro, estaba devorando un gran trozo de pizza que tenía en su casa, pues no había desayunado, o solo fue por glotonería.

La Skate iba muy rápido, y el chico no dejaba de esquivar a las personas, algunos lo veían asustados, mientras que otros lo insultaban, pronto llego a su destino , y era nada más y nada menos que, la pizzería, entro emocionado y se dirigió al hombre que atendía.

-Buenos días MiguelAngelo, listo para comenzar la ronda de hoy?- le pregunto al chico rubio.

-claro que si John, cuantos pedidos debo entregar hoy?- pregunto mientras trataba de contar las cajas.

-a pesar de que es muy temprano, nos llueven las ordenes, es un milagro que estés trabajando con nosotros, Mike, toma, estas son las direcciones- dijo el hombre y le entrego el papelito a Mike, eran 10 órdenes para 5 destinos diferentes, las tomo y subió a la pequeña moto que había fuera del local, tenía tiempo suficiente para entregar cada una, no dejaría que alguien se la quedara gratis.

Se puso la gorra de la pizzería y salió disparado a entregar las órdenes, su cabello rubio alborotado se movía con el viento, amaba este trabajo. Después de unos minutos, ya solo le faltaba la última orden, por lo que se dirigió rápidamente hacia haya, en el camino, no noto a un peatón que llevaba una bata de laboratorio y un gran número de folders y carpetas. – Cuidado¡ - grito pero demasiado tarde, acabó estrellándose con el chico.

Ambos se levantaron lentamente – ¿estás bien? - pregunto Mike, pero el chico, más o menos de su edad, no le hacía caso, pues se dedicaba a recoger todos su papeles. Por lo que no tuvo más remedio que ayudarlo, y comenzó a recoger los documentos también, al terminar salió de nuevo en su moto, esta vez con más cuidado.

Mientras el otro chico, lo miro algo fastidiado, este no era su día, solo por comenzar que en la mañana sus padres no lo levantaron y se le hizo tarde, aunque realmente no debía de culparlos, el chico, tenía el cabello castaño un poco largo, y sus ojos era de un color lila, bastante bonito, algo estresado siguió avanzando hacia su destino.

Una gran universidad, él era un estudiante destacado, no solo por sus notas, sino que incluso sus investigaciones eran fascinantes, rápidamente llego a uno de laboratorios, donde ya había alguien dentro.

-Donatello llegas tarde ¡ - dijo el hombre pero después de que el chico dejara todo sobre el escritorio, noto que estaba desecho - ¿pero qué te sucedió? – le pregunto, Donni solo le dijo que había tenido un accidente con un pizzero sin conciencia, y comenzaron a trabajar.

Más tarde en otro lugar, era una especie de gimnasio , sin embargo en unas condiciones no muy buenas, dentro había toda clase de "machos" golpeando, sacos y palos, uno de ellos, un chico de cabello y ojos color rojo, que se encontraba sin camisa y solo con unos jeans negros y sus tenis, golpeaba fuertemente el saco frente a él, para él, esta era su manera de des estresarse, pues digamos no tenía la típica "familia feliz" que todo el mundo desea, y como va a tenerla, con un padre golpeador, y una madre desinteresada, dio otro fuerte golpe al saco, y llego alguien con él.

-wow, vaya Raphael, hasta sentí que el golpe era para mí – Bromeo un hombre, de piel negra. Mientras reía un poco.

-si tanto lo quieres te doy uno el doble de fuerte – dijo igual con una sonrisa, mientras secaba el sudor de su frente con un toalla blanca.

-Hoy iras verdad? O es que te da miedo?- pregunto el hombre.

-miedo? No conozco esa palabra Carlos, si iré, estate seguro de eso – dijo y salió de aquel gimnasio Siguió caminando y entro a un local de comida rápida, moría de hambre.

Mientras en un edificio grande y picudo, se encontraban varios hombres, todos iguales y con la misma neutra expresión, uno de ellos se posó frente los demás – Hoy el Kraang dará el primer golpe en la historia del Kraang hoy en la tierra. –dijo uno de ellos, los demás levantaron las manos y comenzaron a marchar, tomando varios tubos con un extraño liquido dentro de ellos, los cuales comenzaron a subir a diferentes camionetas.

Pero mientras, la ciudad y el mundo, todo seguía avanzando normalmente, nadie sabía que era lo que tramaban aquellos, y nadie pensaba detenerlos, después de varios días, varias desapariciones se comenzaron a presentar en toda nueva York, todos era científicos, que por alguna extraña razón desaparecían sin dejar rastro y solo dejaban un enorme desorden.

Una noche, Donatello y aquel profesor con el cual estudiaba se encontraban saliendo de un local de comida, ya que habían ido a cenar – hoy avanzamos mucho en la investigación señor Hanz – comento entusiasmado el joven de ojos purpuras, el profesor sonrió satisfecho.

-Si no me ayudaras no hubiera llegado a nada Donatello, eres un genio innato – le adulo, haciendo que el chico riera nervioso, pero honrado por tales palabras.

Mientras no muy lejos de ese lugar, por meros azares del destino , Leonardo salía de un local de renta de películas, pues tenía que ver la película de "Héroes espaciales" pues ya tenía timpo que había salido, y no había podido ir a verla, comenzó a caminar en dirección donde se encontraba Donatello, esperando a que el semáforo cambiara de color.

Justo del otro lado de la calle, estaba un Bar, del cual salió Rafael con su amigo Carlos, y por la calle salió un Skate, que no era nadie más ni nada menos que MiguelAngelo, que al ver a Donatello se detuvo – Oye bro , hace unos días te atropelle y no me disculpe por eso – dijo apenado, Donatello realmente ya no se acordaba de tal acontecimiento, pero rápidamente lo hizo, y soltó una carcajada.

-yo no me fije que estaba caminando por la carretera, además ambos salimos lastimados – dijo, y declararon todo en paz.

Las cosas seguían normales, justo cuando el semáforo cambio, una camioneta blanca llego a toda velocidad, tan rápido que casi arrasa con Rafael, Carlos , y Leonardo .Mike y Donatello junto con el profesor cayeron al suelo de la impresión, de aquella camioneta salieron 5 sujetos exactamente iguales, ignorando completamente a los demás, fueron directo con el profesor, lo levantaron y lo metieron dentro de la camioneta, uno de ellos se desvió con Carlos y lo escaneo con la mirada, y de igual manera se lo llevaron sin decir ninguna palabra , ignorando también los gritos de ayuda Donatello y Mike.

Rafael estaba más que en shock, furioso, por el hecho de que se llevaban a su compañero, se levantó rápidamente y se dirigió a la camioneta, ya estaban todos arriba, solo faltaba uno de ellos, al cual Rafael tomo y puso contra el suelo y lo golpeo lo más fuerte que pudo, pero solo atino a lastimase los nudillos, soltando un ligero quejido.

Aquel sujeto se levantó como si nada y se subió a la camioneta, la cual comenzó a avanzar, Leonardo sin pensarlo mucho y guiado por su complejo de héroe subió al techo de la camioneta con mucho esfuerzo y ayudo a los demás subir, cuando la camioneta avanzo casi caen, pero milagrosamente no fue así.

Llegaron a un edificio enorme, y cuando la camioneta se detuvo y se abrieron las puertas, sin decir alguna palabra, Leo y Raph se lanzaron sobre de ellos, Mike y Donni buscaban a los susodichos, pero…pronto descubrieron que, ellos no eran rival para esos sujetos, y fueron derrotados.

-Saquen a aquellos que no deben de estar en este lugar de este lugar en el cual no deben de estar –dijo uno de ellos, los demás tomaron a los 4 muchachos y los lanzaron por un abismo, que no se sabía bien a donde dirigía, los chicos soltaron un tremendo grito al sentir la caída al vacío.

Más tarde, en medio de la oscuridad y un olor poco agradable, los cuatro chicos se levantaron pesadamente - ¿Dónde estamos? – pregunto Mike preocupado y con algo de miedo.

-¿Creo que estamos en las alcantarillas?- dijo Donatello viendo el lugar, las ratas pasar y el sonido del agua.

-¿Las alcantarillas, como se supone que saldremos de aquí? – dijo molesto Rafael, tenía que salir pronto y regresar con esos sujetos.

-deberíamos comenzar a avanzar, tal vez más adelante haya una salida – dijo Leonardo y comenzó a avanzar , los otros dos lo siguieron sin rechistar, pero Rafael, no lo hizo de inmediato, después vio que no tendría otra opción.

Después de caminar por mucho tiempo y en silencio , MiguelAngelo se aventuró a hablar- y…¿Cómo se llaman? Yo soy MiguelAngelo pero díganme Mike– se presentó con su característica forma de hablar, (cool).

-Donatello…dime Donni – dijo el chico de ojos violeta mientras sacudía un poco su bata, que había terminado arruinada por todo el jaleo de hace unos momentos.

-Leonardo… dime Leo – dijo el chico de coleta con una amable sonrisa.

-Raphael, o Raph, como quieras- dijo desinteresado el chico pelirrojo con un tono molesto, ya estaba cansado de caminar.

-Wow, todo sucedió tan rápido, hasta pareciera que estaba escrito que nos conociéramos no creen? – dijo Mike embelesado, los demás los vieron con una gotita en la cabeza.

Un poco más tarde, al fin encontraron algo nuevo, eran vías, ya habían salido del alcantarillado, ahora debían seguir las vías y encontrar una salida para ir a la superficie, caminaron hasta unos torniquetes que se veían viejos, Donatello dijo que tal vez esa podría ser la salida, pero al adentrarse, una cegadora luz se encendió, iluminando el lugar.

Era una especie de sala, pero estaba vacía, solo había uno que otro especie de asiento, a la derecha había una pared estilo japonés , y al parecer había segundo piso, pero las escaleras eran algo extrañas.

-Los he estado esperando – dijo una voz profunda, no se veía de quien venía, los cuatro chicos solo atinaron a estremecerse un poco, de entre la oscuridad salió una figura encapuchada, que vestía un Yukata rojo vino con negro.

-¿Quién es usted? – pregunto Leo tomando una compostura un poco más calmada.

-La pregunta realmente seria ¿Quiénes son ustedes? – dijo, confundiendo a los chicos, en especial a Raphael. -¿Es que acaso no saben quiénes son? – volvió a preguntar aquella figura. Los chicos seguían en silencio. – Ustedes son... ninjas – dijo la figura.

Los chicos lo miraron confundido ¿Ninjas? Pensó Donatello, "pero si tengo la agilidad de un elefante" pensó mirando el suelo. Mike se emocionó al igual que Leonardo ¿Ninjas? " ninja es lo mismo a una especie de héroe?, podre llevar un arma y golpear a los malos¡ " pensó emocionado Leonardo. Sin embargo Raphael no pensó nada de eso.

-estas de broma ¿ninjas? Enserio? , no juegues conmigo – comento molesto Raphael – Me largo de aquí – dijo pero cuando se iba una fuerte voz lo detuvo.

-Raphael… no trates de escapar de tu destino – dijo el sujeto en Yukata , Raphael volteo a verlo …

-Como sabes mi nombre? – pregunto confuso, los demás también lo estaban.

-No solo se el tuyo Raphael, También se el de tus hermanos… Leonardo, MiguelAngelo y Donatello – explico con calma.

-¿Hermanos? Si no tiene mas de 3 horas que nos conocimos,… Y no se parecen en nada a mi¡ - dijo el pelirrojo.

-Señor… pero como es que nos conoce, nunca en mi vida lo he visto, y creo que ninguno de nosotros lo ha hecho – dijo Leonardo, aquel sujeto guardo silencio un poco.

-Llámenme Splinter, yo los nombre y yo los conozco desde antes de que nacieran, podría decirse, que soy…su padre no biológico – dijo sin más… Mike cayó al suelo de la impresión, Donni de plano no le creía, Raph ya estaba harto de todo esto, y Leo quedo mudo. – sé que todo esto es muy fuerte pero… déjenme contarles una historia… suya y mía.

(N/A Todo esto será narrado por Splinter)

Hace muchos años, en Japón, Existían diversos clanes, entre ellos y uno de los más poderosos era el Clan Hamato, dentro de este clan, existían 5 Shinobis legendarios, eran los más poderosos de todo el clan, Sus nombres eran Hamato Raion , Hamato Tora , Hamato Saru ,Hamato Akira y Hamato Yoshi sus nombres y talentos pasaban de generación en generación, cada una mejor que la anterior, hace 16 años cada uno tubo a su heredero, cumpliendo la tradición siendo 5 nuevos herederos a tales talentos y enorme título.

Sin embargo después de la traición de uno de los miembros del clan llamado, Oruko Saki, miembro original de Clan del Pie, La vida de 4 de los 5 shinobis termino , así como la vida de sus respectivas esposas, el único sobreviviente de todo el clan, Hamato Yoshi, rescato de la muerte a 4 de los 5 herederos, escapando de Japón para mantenerlos a salvo.

Sin embargo, Oruko Saki, comenzó a buscarlos con insistencia pues si seguían con vida, aprenderían las 18 disciplinas del ninjutsu y lo derrotarían, por lo que Hamato Yoshi se escondió junto con los pequeños herederos en el bajo mundo de la ciudad.

Pero un día algo horrible le paso a Hamato, por lo que se volvió incapaz de criar a los chicos, por lo dejo a cada uno de los 4 pequeños en un hogar diferente, no sin antes otorgarles sus respectivos nombres para que tuvieran una vida normal, hasta que el fuera capaz de entrenarlos y fuera el momento adecuado…y ese momento ha llegado.

(N/A Aquí deja de Narrar Splinter)

Los cuatro muchachos, ahora sentados en el suelo, miraban anonadados al hombre encapuchado, Mike le pregunto a Splinter que le había sucedido a Hamato Yoshi para que no pudiera cuidar de los bebes, por lo que en respuesta, Splinter se quitó la Capucha que llevaba, dejando ver un rostro peludo y unas grandes orejas, los muchachos soltaron un grito por la impresión.

-Un día, en las alcantarillas, alguien tiro un extraño líquido y desafortunadamente cayó sobre mí, transformándome en esto, me volví una bestia llena de ira, no sabía lo que ocurría, cuando logre centrarme en lo que pasaba, fue cuando decidí dejarlos en mano de otras personas, hasta acostúmbrame a mi nuevo cuerpo y mente – dijo seriamente

Cuando Splinter termino de contar la historia, todos estaban muy confundidos. – entonces nuestros destino es ser…¿Ninjas? – Pregunto Donatello, Splinter asintió lentamente.

-espere…quiere decir que, nuestra familia fue aniquilada por un traidor, usted nos salvó pero nos dejó al cuidado de personas que no conocía por 16 años, y espera que de la nada comencemos a entrenar ninjutsu y vengar al clan? – pregunto alterado Raphael.

-si…y no…- dijo sencillamente Splinter, Raphael lo miro furioso.

-No sé cómo les haya ido a ellos tres, pero mi vida a sido un infierno total y espera que lo acepte a usted como si nada? – dijo completamente eufórico, los demás se miraron entre ellos.

Donatello no había tenido una vida difícil, sus "padres" le habían dado una muy buena educación y oportunidades, en el caso de MiguelAngelo era algo parecido, solo que él no era muy bueno en los estudios , pero su familia lo había criado con mucho amor.

En el caso de Raphael, le había tocado vivir en una familia que poco a poco se fue sumergiendo en los vicios, en especial su padre, y ni hablar de su madre, era un completo infierno , En el caso de Leonardo no había sido muy diferente al de Raphael, pues normalmente nunca había alguien en casa, y cuando lo había su padre era muy duro con él y su madre solo estaba en casa para dormir eh irse, lo único que lo mantenía feliz era ver al capitán Ryan y sus subordinados salvar el mundo.

Leonardo se levantó del suelo, y miro a Raphael – y que prefieres?, regresar a tu infierno o buscar una nueva oportunidad?- dijo con seriedad – yo tampoco viví un mundo color rosa, y no me quedo en el pasado, si no en lo que pasara de ahora en adelante – concluyo, después se dirigió a Splinter – estoy dispuesto a volverme un ninja maestro Splinter – dijo y después hizo una pequeña reverencia y se sentó de nuevo en su lugar, Splinter asintió y miro a Donni y a Mike, en espera de su respuesta.

-Me agrada la idea de ser un ninja…- dijo con una sonrisa se levantó y se sentó junto a leo, que le devolvió la sonrisa.

-pero…Sr. Splinter yo no estoy hecho pasa escalar muros y manejar una espada, yo me dedico a l ciencia – dijo Donatello.

-lo sé, tu padre, y el padre de tu padre, tenían una gran inteligencia también, eran genios, de hecho ellos crearon varias herramientas ninjas, - explico – y referente a la agilidad, eso es algo que se adquiere con entrenamiento y esfuerzo… ninguno de ustedes aprenderá de un día para el otro a luchar como un shinobi.

-entonces, supongo que no tengo problema en volverme un ninja – comento rascándose su cabeza y fue con leo y Mike, ahora todos miraban a Raphael para saber su decisión final.

-supongo que esto será mejor a regresar a casa – comento y se acercó a los demás.

-bien, de ahora en adelante, seré su maestro, me dedicare a enseñarles desde lo más básico hasta lo más legendario de las 18 disciplinas del ninjutsu, no por venganza , no para derramar sangre, si no para evitar que más sangre sea derramada, y para proteger a los débiles y a los que aman, los shinobis son fríos y silenciosos, pero ustedes hijos míos, romperán ese molde.- dijo finalmente el hombre rata, los chicos se miraron entre ellos, de ahora en adelante tendrían una nueva vida.

La vida de estos cuatro jóvenes iba a cambiar drásticamente, de ahora en adelante vivirían juntos, lucharían juntos, como debió de haber sido desde siempre.