Konichiwa! nOn....sip...aquí traje otra locura que se me pasó por la cabeza uno de estos días y que no pude evitar comenzar a escribir jejejeje.
Algunas aclaraciones importantes es que este fic estaría situado después de algunas cosas que han pasado en Inu Yasha Kanketsuhen, para los que no han visto la segunda temporada, no se preocupen no hago literalmente ningún adelanto, intenté mantener todo dentro de los marcos de la serie que todos hemos visto desde hace años, así que no sabrán nada que no sepan desde antemano!.
Bueno, espero que les agrade el inicio de esta historia! n.n
Aclaro que Inu y Co. no me pertenecen solo tomé prestados sus personajes para hacer esta historia!
"..." - lo que piensan los personajes.
Intercambio
Las nubes aún continuaban completamente negras sobre todos. Corría mucho viento, lo que alborotaba sus cabellos sin control alguno. La lluvia mojaba sus cuerpos y los rayos aún no cesaban intentando iluminar aquella noche de pelea.
Aún mantenían las armas en sus manos, cada uno con el cuerpo tenso, sintiendo en sus músculos la presión que ocasionaba la situación. Nadie quería moverse, nadie estaba seguro sobre cómo reaccionar.
Sus respiraciones agitadas eran calladas por los fuertes truenos que irrumpían de vez en cuando en el lugar.
Los rayos mostraban por breves momentos el desolador paisaje, las heridas en sus cuerpos, la sangre en el césped, la sangre en ellos mismos.
.- Murió…-murmuró una joven de largos cabellos tomados en una cola-
Todos despertaron del extraño encanto que había dejado aquella horrible lucha en la que ninguno se había salvado de salir herido, ni siquiera los más fuertes youkais.
Un solo cuerpo yacía en aquel lugar. Inmóvil. Era un niño. Momentos atrás llevaba el fragmento de la perla consigo. Ahora se lo había llevado la muerte.
No había sido en vano, su muerte había conllevado a que aquel sucio ser también desapareciera, pero aún su energía negativa envenenaba el entorno, aún los hacía sentir con una presión en el pecho y es que al parecer ni siquiera después de muerto Naraku los dejaría completamente en paz. El cuerpo de ese chico inerte sería la mayor prueba de la existencia de aquel odiado y cruel hanyou.
La joven que había hablado dejó caer su gran boomerang y se acercó al cuerpo que yacía a unos metros de ella. Lo abrazó. Lloró.
Un joven y guapo monje puso su mano en su hombro intentando darle paz a pesar de que también casi había muerto. Si no hubiese sido por los poderes de aquella sacerdotisa, él simplemente habría sido absorbido por el oscuro miasma que Naraku se encargó de poner sobre el campo de lucha para evitar que aquel monje utilizara cualquier ataque.
Pero no tuvo en cuenta que los poderes de la miko habían crecido de tal forma que fue capaz de salvar a su amigo destruyendo el miasma con sus flechas y su presencia.
El joven hanyou aún con su espada entre sus manos, presionándola, no entendía bien cómo había ocurrido todo, pero sí era capaz de reconocer que había terminado. Por fin. Terminó.
La miko cayó sentada y suspiró, estaba muy cansada. Nunca había ocupado tanta energía espiritual en tan poco tiempo, nunca había tenido que dividir sus energías para curar a un amigo…y para pelear contra un enemigo al mismo tiempo. Sintió cómo unas fuertes manos la tomaban de los hombros y sonrió. Ese joven lobo. Él también le sonreía con cierta melancolía.
Al abrir sus ojos, vio que los únicos que aún permanecían inmóviles eran aquellos hermanos…aquellos hermanos que se odiaban con tanta fuerza que dentro de la misma lucha con Naraku habían peleado entre ellos.
No entendía por qué no podían estar sin pelear un momento…incluso si no se hablaran, si no se miraran, todo habría sido más fácil.
El gran Taiyoukai, impávido ante la imagen que tenía frente a él de aquel chico muerto comenzó a caminar guardando su espada. La única que le quedaba: Tetsusaiga. Pero alguien lo detuvo en seco. Nadie escuchó excepto él por un trueno que pasó justo en aquel momento.
.- Sesshoumaru! –había sido claro y enfático el hanyou. Decidió detenerse solo para ver qué era lo que quería aunque no era su costumbre escuchar a su patético hermano menor. Pero no le quedaba otra, sabía como era de fastidioso y en ese momento no estaba para soportarlo. El lobo también lo quedó mirando extrañado, no le gustaba el hecho de que hubiese llamado a su hermano.
A pesar de tener un cuerpo mucho más resistente que todos se encontraba herido. La batalla claramente había sido muy dura, y es que no solo había peleado contra el enemigo común de todos sino también con Inu yasha.
Se limitó a detenerse y a mirar de reojo a aquel chico de dorados ojos al igual que él.
.- Espera un momento no hemos terminado –lo oyó murmurar. Todos quedaron mirándolo ¿qué le pasaba?, recién venían saliendo de una cruel batalla y ¿él aún quería más?
Kagome miró por un momento sus ojos temiendo que se hubiese transformado por la aún oscura aura que los rodeaba, pero no era así, Inu yasha estaba bien, sus ojos dorados como de costumbre y sin ninguna marca en su pálido rostro.
Sesshoumaru se volteó a verlo, no entendía que era lo que quería decir con eso, la lucha había terminado y él siempre lo había sacado del camino, estaba claro que el gran Taiyoukai le había ganado.
.- Nosotros aún tenemos cosas pendientes –lo volvieron a escuchar decir. Era un insensato.
.- No tengo cosas pendientes con híbridos como tú…-murmuró sin ningún tipo de expresión en su rostro, ni de dolor, ni de molestia, solo su básica frialdad y un leve toque de arrogancia.
.- Claro que sí!...papá te entregó esa espada que sana y que puede abrir puertas al infierno, pero no te la mereces…y yo la quiero –exclamó con fastidio. No entendía por qué a Sesshoumaru le había dejado una espada tan peligrosa sabiendo que él solo la usaría para matar y enviar a todos los que se encontrara a su paso al inframundo. Con él ya lo había intentado en medio de la batalla y no había sido agradable.
.- No seas idiota –dijo molesto. Un híbrido lo estaba juzgando, el híbrido que él más odiaba. Eso lo fastidiaba con creces.
.- Vamos…tendremos una lucha y decidiremos eso…
.- Inu yasha –lo llamó la joven de negros cabellos. Quiso ir con él pero Kouga lo evitó, tenía un mal presentimiento y no quería que se le acercara- ¡estás diciendo cosas sin pensar! –le gritó intentando soltarse de los brazos de Kouga aunque sabía que era imposible - ¡ambos están heridos esto no sería una lucha justa! –ella lo sabía. A pesar de que Sesshoumaru estuviese herido, no significaba un cambio en sus poderes, pero eso sí ocurría con Inu yasha, él si estaba mucho más debilitado, se le veía en el rostro.
El joven monje lo miró con ojos confundidos, por qué quería pelear ahora, no era un buen momento, Sango sufría, Kohaku estaba muerto y todos heridos. ¿Quería aprovecharse que Sesshoumaru no tenía todos sus poderes? Por un momento se preguntó si el que estuviese herido cambiaría el resultado de aquella pelea que se venía dilatando desde hacía mucho tiempo atrás, incluso desde el mismo día que Inu Yasha nació.
La joven exterminadora por su parte solo optó por cerrar sus ojos con tristeza. Inu yasha era y seguiría siendo un idiota sin remedio.
.- ¿Qué? ¿Te da miedo perder tu querida espada? –murmuró irónico el menor de los Taisho provocando un cambio drástico en la expresión de su hermano mayor. Kagome pudo ver en los ojos de Sesshoumaru que éste no tendría problemas en matar a Inu yasha. Es lo que haría. No tendría compasión.
Intentó por todos los medios convencerlo de que recapacitara, pero el orgullo de Inu yasha y su testarudez eran mucho más que su consciencia en ese momento. Por algunos momentos la miko sentía que ni siquiera la estaba escuchando y que sus súplicas porque no peleara eran en vano. No quería que muriera, pero él estaba dispuesto a hacerlo solo por una vieja rencilla.
Con temor vio como el Taiyoukai sacó su espada y la puso frente a él. Inu Yasha también alistó a Tessaiga y los músculos de ambos se prepararon para la cruel batalla que seguiría entre ellos. Ninguno daría tregua, ninguno se echaría atrás…los dos iban a matar.
Cuando Inu Yasha se encontraba dispuesto a lanzar su primer ataque vio lo que parecía ser una leve sonrisa en los labios de su hermano. Sintió un fuerte escalofrío recorrer su espalda y luego de ello una inmensa molestia ¿De qué se reía? ¿Tan confiado estaba?
.- De qué te ríes –gruñó.
.- ¿Qué obtendré yo si gano la pelea…?-lo escuchó decir.
Es cierto, Inu Yasha había exigido la espada de Sesshoumaru si ganaba, pero él ¿qué daría?
.- Maldito aprovechado –volvió a gruñir presionando más su espada.
Pensó en entregarle también su espada, pero si lo hacía quedaría completamente vulnerable y sólo lo convertiría en un asesino de masas. Tomó aire. No había tomado en cuenta que el Taiyoukai también exigiría algo a cambio.
Sin embargo Inu Yasha se encontraba profundamente confiado a tal nivel, que lanzó una feroz propuesta.
.- Si tú ganas…te llevas a Kagome…
Siii Inu y sus grandiosas ideas que después se le escapan de las manos! jejeje...el capi quedó algo corto, pero es porque es la introducción xD
Bueno les dejo un adelanto del próx cap!
".-Dime ya que quieres…
.- Puedo…quedarme contigo?...-Sesshoumaru terminó de girarse para quedar frente a ella- yo también…quiero…castigar lo que me hizo…"
Sip, Kagome-chan tampoco se quedará atrás esta vez jejeje
Espero sus comentarios a ver qué les parece!
Arigato!
Ja na!
