Bien, un fan fic nuevo. Está dedicado a mi madre Alejandra (Clio_Pooh) a una de mis clones DaNnA, a mi querido querer Yuee, a mi querido Arna y mis hermanas Delcar, Daniela y Marialen Ortega.
Disclaimer: Nada me pertenece, excepto ideas. Lo demás como personajes y demases, le pertenece a JK Rowling.
Muy pocas veces, Luna ponía mucho entusiasmo en una tarea. Sin embargo, esa era muy especial. Les habían asignado en historia de la magia, un ensayo sobre la historia de Hogwarts. Hablar de las casas. Eso sonaba tan interesante, que no se podía resistir. Con un suspiro, ella admiraba su trabajo.
Había escrito medio pergamino. Hablaba de Helga y Godric, también de Salazar. Su trabajo, le gustaba mucho y era, como ella se imaginaba ese mundo en su época. Con una sonrisa, estaba lista, para colocar los últimos detalles. Pero, su pluma, se partía a último minuto. Estando en la biblioteca, ella se levantó para pedirle a Hermione Granger, una de las suyas.
Hermione asintió y le otorgó una, sin levantar la vista de su libro. Tenían que hacer esa tarea sobre los fundadores y ella quería saberlo todo. Ronald, seguía insistiendo, que no tenía sentido saber de eso. Ya conocían cómo era Hogwarts en el presente. ¿Necesitaban saber, que lucía como un castillo con piedras y paredes, en el pasado?
Luna negaba con la cabeza y hablaba de vampiresas y de príncipes de la oscuridad. Hablaba de Salazar Slytherin, el hombre serpiente que tenía una bandada de serpientes a quienes, les hablaba pársel. Hablaba de Godric y su espada, cuya hojilla podía cortar hasta piedras. Ron, le hacía señales a Harry, de que Luna estaba loca. Hermione por su parte, trataba de buscar eso en los libros.
Ella, regresó a su trabajo. Con una pluma nueva, ya podía terminar su obra maestra. Estaba escribiendo los nombres de los actuales jefes de las casas y con eso, terminaría. Había comenzado por Slytherin.
"Slytherin. Jefe de la casa: Severus Snape"
Lo había escrito y le pareció, que la tinta era ligeramente distinta de lo que comúnmente veía. Bostezó y miró, su gran obra. Bueno, sólo faltaban unos detalles y ella terminaría. El profesor Binns, se alegraría al leer su trabajo. Con una sonrisa, dobló el pergamino y lo colocó sobre la mesa. Todo estaba perfecto.
Mientras tanto, Severus Snape, estaba en su despacho. No tenía mucho que hacer, más que corregir y reprobar estudiantes. Con una sonrisa de malicia, había colocado su pluma, sobre uno de los ensayos. Neville Longbottom iba a reprobar una vez más.
Pero antes de escribir, algo extraño sucedía. Su mano, se volvía incorpórea, al igual que el resto de su cuerpo. Era una sensación extraña. Una sensación de vacío y de estiramiento de sus músculos. Era como si, se estuviera apareciendo pero en cámara lenta.
No podía respirar y cada véz más, desaparecía del despacho. Alarmado, se levantó y trató de hacer algo. Sin embargo, no quedaba más que el aire, puesto que ya no estaba en ese despacho. ¿Estaba viajando en el tiempo sin, consentimiento propio?
No tuvo idea de sí, hasta que chocó con algo frío y duro. Su cuerpo, aún no se acoplaba a la nueva realidad que estaba viviendo. Se tocó a sí mismo y notó que estaba íntegro otra vez. ¿Qué había significado eso? ¿Se habría quedado dormido, leyendo el aburrido ensayo de Neville, que no tenía ni una sola letra con coherencia? Quizás...
Miró a su alrededor y notó, que no estaba en su despacho. En realidad, estaba en unos pasillos a medio construír. Estaba en un lugar que lucía viejo y medieval. Bueno, Hogwarts, lucía así la mayor parte del tiempo.
