Sinopsis: `Dos madres y un único bebé´.

Maura se queda embarazada de su novio Markus, pero las cosas se tuercen cuando éste decide abandonarla con el bebé después de enterarse de que podrá nacer con malformaciones o simplemente no nacer. Jane le demostrará a su amiga que puede contar con su ayuda, pero... ¿hasta dónde llegará para ayudarle con la maternidad? ¿El bebé tendrá dos madres?

Datos del fanfic: esta historia contiene menos de diez capítulos y es ambientado en la tercera temporada de Rizzoli & Isles con algunos cambios. Los personajes no son creación mía, sí esta historia. EL fic se centra principalmente en Maura y Jane.

#SPOILER RIZZLES: pasados los capítulos, Jane y Maura se convierten en pareja sentimental.

Aviso: Si os gusta y escribo más `material decente´ seguiré aumentando los capítulos;)


Capítulo: 1

Jane y Maura no se habían encontrado desde que esta mañana discutiesen en el ginecólogo, de eso hacía ya una hora.

-¿Por qué tienes que ser siempre tan cabezota?- Dijo después de entrar en la morgue. Maura se encontraba trabajando con aparatos en uno de los cadáveres pero al escucharla dejó todo lo que estaba haciendo.

-¡Basta Jane, me irritas! Dime algo, ¿estas cuestionando mi vida personal? ya he tomado una maldita decisión, respétala.

-Las amigas no se cuestionan, opinan y hablan claro. Resumiendo, lo que estoy haciendo yo en estos momentos contigo.

-Se acabó, vete fuera.

-Pero Maur...

-¡Vete fuera te he dicho!- Le ordenó molesta. -Agradezco que hayas venido conmigo para hacerme la ecografía, pero desde que salí del doctor y discutimos no has dejado de decirme lo que debería de hacer. Tengo un límite y gracias a ti lo estoy tocando.

-¿En serio Maura?

-Sí, en serio Jane. Y que sea la última vez que te atreves a cuestionarme y mucho menos a decirme lo que debo hacer, ¿¡entendido!?- La fulminó con la mirada y continuó trabajando.

-Siempre que te equivoques voy a seguir cuestionando tu vida personal porque me importas y te quiero. No voy a permitir que te arruines la vida tomando esa decisión errónea.

-Jane...- Suspiró profundamente y levantó la mirada encontrándose con la de ella.

-¿Qué?

-Vete.

-¡Muy bien!- Suspiró con resignación. -Pero si necesitas que te consuele cuando estés llorando, porque vas a llorar, yo no estaré a tu lado animándote. Y no, no me duele que me pidas que me vaya, lo que me va a doler es verte sufrir. ¡Que tenga buen día doctora Isles!- Abandonó la morgue dejando que la puerta se cerrase de golpe al soltarla. Lógicamente no hablaba con el corazón, Jane siempre estaría a su lado.

Esta discusión se produjo después de que el ginecólogo de Maura en la revisión de esta mañana le dijese que el bebé que llevaba en sus entrañas pudiese nacer pero acabar con la vida de ella. Jane no quería que su amiga pusiese su vida en riesgo dando a luz a un bebé que podría morir en cuestión de días, tan solo le pedía que se lo pensara muy bien antes de tomar ninguna decisión


Escasos quince minutos más tarde, consiguió encontrar a Maura. Estaba en un banco, fuera de la comisaria.

-Maura ¿estas más calmada?- Preguntó desenfada sentándose a su lado.

-Te agradezco que te preocupes por mí, pero agotas mi paciencia. No tengo fuerzas para seguir discutiendo contigo...- Seguía mirando al frente para no encontrarse con la mirada de ella.

-No necesitas fuerzas para discutir conmigo, lo que necesitas son fuerzas para pelear por salvar tu vida...

Maura suspiró profundamente, Jane seguía con la misma idea metida en su cabeza.

-Jane...- La miró directamente a los ojos. -¿Y si el bebé viene bien y yo le quito la vida? ¿Qué clase de persona seria yo?

-Ya escuchaste al doctor...- Puso la mano en el vientre de Maura y le habló con el alma. -Este bebé tiene dos posibilidades de nacer. Posibilidad una; puede nacer con malformación. Posibilidad dos: nacer malformado, matarte en el parto y en cuestión de días morirse- Le habló tranquila y pausadamente, sin ser violenta ni desagradable. Le habla como una verdadera amiga.

-¡Eso no lo sabemos Jane! El doctor también dijo que esas posibilidades eran al cincuenta por ciento...Si puedo hacer algo por darle la vida a mi hijo, lo voy a hacer.

-Maura te quiero demasiado como para verte morir dentro de unos meses. Te conozco y sé que no eres una mala persona, si no quieres que ese bebé sufra o no quieres morir, lo mejor será que abortes...No estarás cometiendo un delito.

-No Jane, tu quizás no lo entiendas, Mis padres me quitaron el cariño al abandonarme, ¿crees que yo seré mejor persona que ellos quitándole la vida a este bebé?

-Tus padres biológicos no tuvieron dignidad, tu si la tienes. Si lo haces es un aborto lógico y legal, el doctor te lo ha sugerido. No estás sola, yo estoy contigo en esto, lo prometo.

-Estas mintiéndome, dices estar conmigo hasta el final, pero solo me impulsas a que aborte.

-¡Ey! no te miento...- Acarició su antebrazo. -No quiero que abortes, solo quiero que elijas la decisión correcta, la decisión que no ponga en riesgo tu vida. Y esa decisión solo te la ofrecerá tu corazón. Maura...- Con la otra mano le retiraba las lágrimas que recorrían su rostro. -Quiero que sepas algo, yo quiero la decisión que tú quieras. Eres mi familia y yo voy a respetarte decidas lo que decidas, es más, voy a apoyar como nadie tu decisión final. ¿Lo has entendido?

Maura asintió con la cabeza y se abrazó a ella calmando así su llanto.

-Gracias por tu apoyo y comprensión- Se separó un poco para mirarle a los ojos. -También gracias por ser sincera y no decirme en este momento lo que quiero escuchar.

-Las amigas estamos para eso- Le guiñó el ojo dibujando una sonrisa en su rostro.

-¿Sabes que parecemos una pareja de lesbianas? Si queríamos ligar ya nadie se fijara en nosotras...- Bromeó.

-Sí, lo sé...pero no me importa. Me importa más saber que tu estas segura de que en las malas también soy tu amiga, tu familia.

Agarró las manos de Jane. -No tengo ninguna duda de ello, siempre me lo has demostrado.

-Me alegra saberlo. Ahora un abrazo y te vas olvidando de recibir muestras de cariño por mi parte hasta dentro de unos meses, ¿entendido?

-Uuuhmm bueno, sabiendo que te cuesta ser cariñosa...entendido- Sonríe. -Probemos esto... ¿qué tal un abrazo para animar a los mirones que tenemos alrededor, o un abrazo lésbico para que aquel moreno de allí se acerque a mí?- Aguantó la risa.

-Uuuhmmm probemos esto. ¿Qué te parece un abrazó de: "¿doctora Isles, como sigas así me levanto de este banco y me voy para siempre?"

-De acuerdo- Afirmó con la cabeza. - También me vale un abrazo de amigas- Ambas ríen y se abrazan.

-Oye Maura, sobre la conversación de esta mañana mientras esperábamos entrar al médico...Lo he pensado mucho y estaba hablando totalmente en serio.

-¿Sobre qué?- Intentó recordar a que conversación se refería.

-Quiero darle mi apellido a ese bebé, siempre y cuando estés dispuesta a aceptarlo. Ya te dije que quiero ayudarte y que no estarás sola en la tarea de ser madre. No quiero que me respondas por responder, piénsatelo bien y se muy sincera conmigo por favor.

Un nudo se alojó en la garganta de Maura. Una vez más su amiga volvía a dejarle claro que si tendría que hacer de madre junto a ella lo iba a hacer sin pensárselo.

-¿Sabes que valoro este gesto y te lo agradezco enormemente, verdad?

-Sí, lo sé.

-Pero no quiero que cargues con esta responsabilidad.

-Maura, hablo con el corazón, eres una hermana para mí. Dime algo, imagina que yo no tuviese a mi madre ni a mis hermanos, ¿si yo fuera tu hermana de sangre y mi pareja me abandona cuando estoy embarazada, que arias tú?

-¡Ser junto a ti la madre de ese bebé! nunca te dejaría sola.

-Entonces dejando claro que no soy lesbiana y que no tenemos que mudarnos a vivir juntas bajo el mismo techo como si fuésemos novias, te toca a ti elegir...¿Qué te parece la idea de que adopte a tu hijo o hija?- Dibujó una sonrisa.

-Esto es una responsabilidad muy, muy grande...No es tener que adoptar una mascota...vas adoptar a mi bebé convirtiéndote así en su madre en igualdad de condiciones...¿Realmente quieres eso?

-Es eso lo que quiero, lo he pensado mucho.

-Ten en cuenta que algún día me enamoraré de alguien y tú ya sentirás amor por este bebé que se convertirá en tu hijo...No quiero que te coja cariño y tu...- guardó silencio.

-¡No voy a abandonar jamás a ese bebé! Si finalmente soy su madre adoptiva ¿tú piensas abandonar nuestra relación de hermanas cuando te enamores de algún forense cachitas?- Conocía la respuesta antes de que ella contestase.

-Por supuesto que no, nunca.- Contestó con bastante rotundidad.

-Entonces ya sabes lo que quiero hacer. Quiero adoptar a ese bebé con la condición de que yo pueda seguir siendo su madre cuando tú te enamores de alguien. Para resumir lo que pienso te diré que el día que te enamores, tendremos la custodia compartida de nuestro bebé pero sin malos rollos entre nosotras. ¿Qué opinas?

En silencio daba una vez más las gracias a la vida por tener a una amiga como la que tenía. La emoción se apoderó de ella con el gran gesto de Jane, jamás pensó que alguien aria algo tan serio por ella.

-¡No puedes imaginar lo agradecida que estoy contigo! Este bebé deja de ser huérfano de padre antes de nacer, para automáticamente pasar a tener dos madres. ¡Gracias Jane!

-¡No tienes que agradecérmelo, por mi médico forense hago lo que sea necesario!- Sonrió pero inmediatamente se puso seria. -¡Mierda! cuando nazca ese bebé tendré que controlar mi vocabulario...

-Y tendrás que comer verduras para darle ejemplo- Sonrió divertida.

-¡No!- Se puso en pie. -¿Verduras? No pienso pasar por eso...- Caminaba rumbo a la entrada de la comisaria.

-¡Espera!- También se levantó y la siguió. -Solo serán tres veces a la semana... ¡bueno vale! dos días a la semana ¡pero ese es el mínimo!

-¡Ni hablar!- Ya dentro de la comisaria.

-¡Vamos Jane! ¿Qué te cuesta?- Le seguía el rastro. Aunque el momento podría ser divertido, a ninguna de las dos le hacía gracia. Jane odiaba las verduras y para Maura eran fundamentales en su alimentación.


9:30 De esa misma noche, en casa de Ángela...

-Jane ¿Crees que podemos hablar sin que te tomes mis palabras a la defensiva?

-¿Por qué dices eso?

-Quiero hablar contigo en total confianza, pero sin decirte lo que quieres escuchar, tan solo te diré mi opinión. ¿Podemos?

-Sí, por supuesto que podemos. Me tienes intrigada, ¿qué pasa?

Ángela le indicó que se sentase mientras depositaba en las tazas café para ambas.

-Quería hablarte al respecto del embarazo de Maura. ¿Quieres escucharme o prefieres que no iniciemos esta conversación?- Le hizo esa pregunta para estar segura de que su hija entendía que quería hablarle sin reprocharle. Tan solo quería hablar en confianza con ella.

-Claro, te escucho- Ángela parecía seria pero indicaba confianza.

-Quiero saber que está pasando por tu cabeza. ¿Al fin le has dicho a Maura que estas dispuesta a darle tu apellido a esa criatura?

-Sí- Tomó aire respirando profundamente. -Se lo que vas a decir mamá, pero es...

-No- negó rotundamente con la cabeza. -Esta vez no voy a decirte lo que tienes que hacer o lo que yo quisiera que hagas. Esta vez quiero escucharte, saber qué es lo que piensas.

Jane se sorprendió aún más, esto no era lo normal. En cualquier otra situación su madre ya hubiese puesto el grito en el cielo diciéndole lo que tendría que hacer. Le hubiese reprochado cualquier decisión que iría en contra de la suya.

-Esta mañana hablé con ella. Le dije que voy a estar a su lado, es como una hermana para mí y no dejaré que pase por esto sola.

-Imagino que para dar este paso has pensado mucho en lo que esto supondrá en tu vida, ¿cierto?

-Sí. No he podido pensar en otra cosa desde el martes que me enteré de que ese tipo la abandonó después de un mes y medio de embarazo.- Hizo una pequeña pausa y prosiguió. -Sabes que la idea de ser madre está fuera de mis pensamientos, pero ahora es diferente...He visto a Maura, frágil, asustada por lo que se le viene encima y solo pensé en cambiarme por ella. Me duele verla sufrir.

-"Cambiarme por ella." Vaya Jane, sabía que Maura era muy importante para ti, pero jamás imagine que te importase tanto.

-Sí mamá, me importa y mucho. No necesita tener mi sangre para darme cuenta que es mi hermana- Revolvió el café y le dio el primer trago. -Ese hijo de puta le metió en la cabeza la idea de tener un bebé y cuando se enteró de que esa criatura tiene más del cincuenta por ciento de posibilidades para nacer mal, la abandona...Maura no se merece esto, ella es la mejor persona que he conocido. ¿Por qué alguien puede hacerle algo así?

-No lo sé. Es algo totalmente repugnante, ese tipo la deja tirada en el peor momento.

-Yo no la dejaré tirada. Si esa criatura nace, me encargare de ella hasta que me muera.

-Veo que hablas muy en serio, no piensas dar marcha atrás- Sonrió. -Tu nunca has querido ser madre, la idea simplemente te aterroriza pero mírate, estas dispuesta a dejar todo por ser madre. A pesar de que ese bebé no lleve tu sangre tu solo piensas en ser una buena madre junto a Maura.- Posó sus manos sobre las de ella y las acarició.

-No me importa, llevará la sangre de Maura y mi corazón.- Sonrió encontrando el apoyo que necesitaba en la mirada de su madre.

-¿Sabes que tanto tú como Maura contáis conmigo para criar a ese bebé, cierto?

-Lo sé, y te lo agradezco. Maura nos necesita y nos va a tener por siempre. Si algún día ella y yo nos enfadamos, sabrá que no la abandonare porque yo me comprometo para siempre, en las buenas y en las malas.

-¡Eres maravillosa hija! Te quiero y estoy orgullosa de ti- Se pusieron en pie para abrazarse. Ángela estaba emocionada desde el inicio de la conversación. Jamás había estado tan orgullosa de su hija como lo estaba hoy.

-Soy maravillosa porque mi madre trabajó duro para conseguirlo- Una amplia sonrisa se dibujó en su rostro. -Yo también te quiero.- La abrazó y no pudo evitar derramar varias lágrimas de la emoción.

-Jane...- Fueron las únicas palabras que una voz ronca pudo articular una vez dentro de la casa, la puerta de la calle estaba abierta.

-¿Maura?- Arrugó el entrecejo y se giró en busca de aquella voz quebradiza. -¿Que te sucede. Por qué estas llorando?- La contemplaba con preocupación mientras veía como se acercaba. Lloraba desconsoladamente.

-¡Que yo también me cambiaría por ti si esto te hubiese sucedido!- No podía dejar de llorar. Se detuvo cuando llegó a ellas. -Sé que no te gustan las muestras de cariño, pero... ¿crees que podrás repetir ese abrazo y esta vez conmigo?

-¡Oh Mau!- dijo tiernamente. -Por supuesto que puedo, ven aquí amiga.- Pasó ambas manos a la altura de las cinturas de Maura y Ángela para abrazarse a ellas.

-¡Os quiero!- Dijo una Ángela aun emocionada.

-Yo también a vosotras- Maura se abrazaba con fuerza a ellas.

-Sin que sirva de precedente, ¡yo también os quiero!- Les acariciaba ambas espaldas.

-¿Se puede saber que está pasando aquí?- Preguntó Tommy que se acercó a ellas uniéndose al abrazo.

-¿¡Nos ha tocado algo!?- Frankie soltó las bolsas que traía en su mano y corrió uniéndose también al abrazo.

-¡Vais a ser tíos! ¡Estoy embarazada! ¡Voy a ser madre!- Dijeron Ángela, Maura y Jane en ese orden y a la vez.

-¿¡Que!?- Contestaron los dos hermanos a la vez. El abrazo se cortó para mirarse unos a los otros.

-Frankie, yo he escuchado que Maura esta embazada, nuestra hermana será madre y...

-¡Y nosotros tíos!- ambos las miraron sin entender nada. -No quiero ser grosero, pero... ¿Estáis las tres en vuestros días de mujer? ya sabéis…

-Esto va a ser complicado. Tomad asiento mientras os sirvo una taza de café- Ángela preparó el café para los cinco. Todos fueron al sofá y Jane abrazó a Maura quien poco a poco había calmado su llanto.

-Me alegra saber que has escuchado toda la conversación. Así me ahorro repetírtelo y que nos pongamos a llorar...

-Gracias Jane, estás haciendo más de lo que deberías. Te quiero.


Después de servir los cafés, se sentaron todos alrededor del sofá. Maura con la ayuda de Jane y Ángela explicaba la situación, Frankie y Tommy estaba en silencio asimilando parte de la noticia que habían escuchado.

-Frankie, Tommy...por tercera vez, Maura está embarazada y yo seré la madre adoptiva de esa criatura.

-¿Sois lesbianas?- Preguntó confuso.

-¿¡Que!? ¿¡No, claro que no Frankie!? Bueno, al menos yo no, ella no lo sé...- Dijo mirando a Maura y aguantando la risa.

-¿Qué? ¡Yo tampoco soy lesbiana Jane!- Miró a los chicos. -Es un poco extraño pero todo se resume a que las cosas con Markus no han salido bien y al enterarse de que el bebé que estoy esperando puede que no nazca bien, ha decidido marcharse de nuestra vida.- Se acarició la barriga.

-¿¡Ese carbón te ha hecho eso!?

-¿¡Donde vive ese hijo de puta!?- Se levantó de golpe, estaba dispuesto ir tras él.

-¡Eh, Frankie! ¿¡Que haces!?- Su hermana tiró de él haciendo que se sentase. -No sabemos dónde está pero eso no importa. Lo que importa es que Maura está embarazada y yo le daré mi apellido a ese bebé. No pido que lo entendáis pero sí que lo respetéis. Maura acarició la mano de Jane en forma de agradecimiento.

-No es seguro que este bebé nazca, pero voy a seguir adelante y hasta el final con el embarazo...

-Me parece bien. Nosotros vamos a estar contigo, ¡unidos como la familia que somos!- Dijo Frankie quien se sentó a un lado de Maura para acariciarle la espalda.

-Así es- Tommy se puso de cuclillas frente a ella y le acarició la rodilla respetuosamente. -Solo tienes que decir lo que podemos hacer por ti y lo vamos a hacer. Eres nuestra familia, ese bebé también.- Ángela contemplaba emocionada la escena. Sus hijos habían recogido unos buenos valores, se sentía orgulloso de los tres.

-Muchas gracias a los dos, bueno a todos vosotros. Siempre me habéis tratado como una más de la familia y hoy me demostráis que eso será por siempre. Si este bebé se salva y nace, podrá sentirse orgulloso de la gran familia que le ha tocado. ¡Gracias!- Con los dedos se retiraba las lágrimas que brotaban de sus ojos. Todos se abrazaron a ella repitiendo el abrazo en grupo.

-Ey Maura, ¿estas segura de seguir adelante con esa idea? ¿Sabes lo que significara para esa criatura tener una segunda madre como Jane? Aun tienes posibilidades de huir...- Rió burlándose de su hermana.

-¡Tommy!- Recibió un golpe no muy fuerte de su hermana en el brazo.

-Al contrario, Jane será la mejor primera madre.- La miró. -Porque si lleva tu apellido solo será con la condición de que las dos seamos sus únicas madres. Ni yo seré la primera ni tú la segunda ¿de acuerdo?

-¡De acuerdo, me gusta tu idea! Y como "primera" madre que seré, quiero dejar claro que ese bebé no tendrá nombres del tipo: `Dorothea´ ni `Clementine´- Miró a su madre y luego a Maura. -¿Lo entendéis?- Arqueó una ceja poniendo rostro serio.

-Hija... ¿podrías decirme que tienen de malo los nombres "Dorothea" y "Clementine"? Son nombres que se están perdiendo y tenemos que hacer algo por salvarlos. Son bonitos y familiares.

-¡Se están perdiendo porque dan verguenza ajena mamá!...Solo digo que yo he estado a punto de borrarme mi segundo nombre...

-¡Jane Clementine Rizzoli! ¿¡Que has intentando hacer que!?- Si las miradas matasen, Jane acaba de ser asesinada por su madre.

-No discutáis por eso. Aunque a mí me gusten esos nombres...- Se percató de como Jane la fulminaba con la mirada en este preciso momento. -Este bebé no tendrá un nombre parecido a esos. Tendremos tiempo para debatir su nombre.

-De acuerdo, yo te pasaré una lista de los nombres que me gustan ¿vale Maura?.

-Mamá, no empieces. No le pondremos el nombre que te guste a ti.

-Da igual Jane, es divertido. Hoy ha sido un día duro así que me apunto.- Miró a Ángela. -¿Henrry, que tal ese?

-¿En serio Maura? ¿Sabes qué? no me contestes...Me voy a dormir porque aquí no aprendo nada nuevo. Buenas noches, hasta mañana.

-Nosotros también nos vamos, esto de los nombres no puede terminar bien...- Se despidieron y junto a su hermana abandonaron la casa de su madre.


A la mañana siguiente...

-Oye Maura sobre lo de ayer y los nombres del bebé. Se perfectamente que eres tú la única que tiene y debe elegir el nombre que quieras para ese bebé. No pienso meter mis narices en eso, ¿de acuerdo? - Ambas se subieron al coche para ir a trabajar.

-Jane, te has volcado en esto para darle el apellido al bebé y demostrarme que no piensas dejarme sola en esto, ¿cierto?- Su mirada era seria y fija en los ojos de ella.

-Sí, por supuesto Maura.

-Pues si este bebé lleva tu apellido, también lleva tus decisiones. Quiero que entiendas que ese bebé va a ser de las dos. Tú eres su madre como lo soy yo. ¿Lo entiendes?

-Claro, lo entiendo pero no se Maura...Tú eres su madre, la que vas a sufrir todo este tiempo, no necesitas saber que no he sido yo quien ha "plantado una semilla" en tu interior...- Pasó cara de arcadas. -Esto ha sonado vomitivo...

-Un momento, ¿por eso crees que yo tengo más derechos que tú sobre este bebé?

-Sí. Me estoy haciendo a la idea de que voy a ser madre de ese bebé. Pero soy realista, tú eres su verdadera madre.

-Deja de pensar así, tú has querido hacerte cargo de este bebé porque somos como hermanas. Entonces ten muy claro en tu cabeza que desde hoy tú también eres la madre en condiciones exactamente iguales a las mías sobre el bebé. ¿Te parece bien? Dímelo sin tapujos, quiero que seas clara conmigo desde este preciso momento.

Jane sonrió contenta. Le agradaba saber que Maura le hacía participe en igualdad de condiciones a la hora de ser madres.

-¿Bromeas? ¡Claro que me parece bien. Eso es lo que quiero!

-De acuerdo, entonces todo aclarado.


Petición: Si el capítulo os ha parecido largo decírmelo para saberlo y subirlo en entregas dobles, gracias.