Hola, aquí comienza un nuevo fic sobre la pareja más famosa de Nerima. Los personajes le pertenecen a Rumiko creadora de la serie Ranma 1/2. Hago esto sin ánimo de lucro. Espero que les guste. :)

Un nuevo día se levantaba en Nerima. El sol comenzó a colarse por la ventana y un adormilado chico fue despertando poco a poco.

-¡Ay! ¡Que sueño tengo!- Dijo revolviendose entre sus cobijas. En ese momento alguien tocó la puerta -¡Argg!¿Quien es?-

-Ranma soy yo- Dijo Akane tímidamente al otro lado de la puerta.

-Ahh Akane. Pasa.- Dijo sentándose de pronto, mientras veía entrar a su prometida. -Dime, ¿Que necesitas?-

-Yo nada, pero... Nuestros padres quieren hablarnos a ambos, no se de que se trata, pero quieren que bajemos.- Dijo Akane notándose algo frustrada.

-Ayy tengo un mal presentimiento- Dijo Ranma poniéndose de pie.

-También yo- Dijo bajando la cabeza.

-¡Ranma, Akane! Vengan aquí ahora- Gritó Soun desde el comedor.

Ambos bajaron rápidamente y se encontraron con Genma, Nodoka y Soun sentados en la mesa muy serios.

-Sientense por favor- Dijo Nodoka señalando el lado contrario de la mesa. Ambos jóvenes así lo hicieron, sentándose frente a sus padres.

-¿Que sucede, papá?- Preguntó temerosa Akane.

Lo cierto que es que tanto Ranma como Akane sabían que siempre en este tipo de "reuniones" se trataban los mismos temas; la relación de los muchachos, el matrimonio, el dojo, en fin cualquier cosa que los pusiera en la incomodidad de hablar sobre si de casarían o no en algún momento.

-Mira hija, nosotros tres hemos conversado extensamente sobre ustedes y su compromiso.- comenzó a explicar Soun -Sabemos que ustedes nos pidieron tiempo, después de la boda fallida, y se los hemos respetado, pero ya ha pasado tiempo y no vemos avances en su relación, de hecho ni siquiera han tocado el tema.-

-¡Por favor papá!- Interrumpió Akane agobiada.

-No me interrumpas hija. Como decía hemos hablado y hemos tomado la decisión de darles un ultimátum.- Concluyó el señor Tendo.

-¿De que ultimátum están hablando?- Preguntó preocupado Ranma.

-Mira hijo nos llego esta invitación, lee en voz alta por favor- Dijo Genma extendiendo un papel a su hijo.

-"Por este medio invitamos al artista marcial Ranma Saotome, más un acompañante a un entrenamiento especial en China. El entrenamiento si decide aceptarlo tendrá una duración de un año, con alojamiento incluido. Y podrá entrenar con algunos de los mejores maestros de todo China. Quedamos a la espera de su respuesta. Firma la casa de entrenamiento Mae Lî.- Terminó de leer Ranma. -¡Oh vaya papá! Esto es excelente, en este lugar han entrenado a algunos de los mejores y casi nunca aceptan alumnos nuevos.- Dijo el pelinegro emocionado. Akane se sentía algo confundida y triste, ¿que quería decir eso? ¿Ranma se iría todo un año?

-Así es Ranma, de hecho si vas ahora serías el único en entrenamiento, es exclusivo. El señor de la casa habló conmigo y dijo que les impresionó el jóven involucrado en lo de Jusenkyo, y por ello han decidido aceptarte.- Confirmó Genma.

-Pero no comprendo, ¿que tiene que ver esto conmigo?- Consultó Akane.

-El asunto está asi- intervino Nodoka -Hemos decidido enviarlos a ambos a este viaje, tendrán un año para resolver sus sentimientos y al concluir ese año regresarán a casa y decidirán entonces si casarse o romper definitivamente el compromiso.- Dijo de manera imponente.

-Pero mamá yo no quiero ir con esta marimacho, lo va a arruinar todo- Dijo el chico de la trenza, quien en menos de un segundo tenía un maso sobre su cabeza.

-Cállate Ranma, ni que yo quisiera ir contigo.- Dijo Akane sosteniendo aún su peculiar maso sobre la cabeza de su prometido.

-Es suficiente- Dijeron los tres padres al unísono.

-Sino desean viajar juntos acabaremos el compromiso ahora y Ranma ya no vivirá más aquí.- Dijo contundentemente Soun.

-Así es muchachos. Tienen esas dos opciones, o realizan este viaje o rompemos el compromiso.- Dijo Nodoka intentado apaciguar a los dos padres que estaban mas alterados. -Les daremos hasta la noche para que hablen y tomen una decisión.- Concluyó.

Ya en horas de la tarde Ranma entrenaba en el dojo, lanzaba fuertes golpes al aire, había estado allí toda la tarde intentando despejar su mente. Akane salió al jardín y lo vio sumido en su práctica, ella había salido con la misma idea de aclarar sus pensamientos, sabía que debían hablar antes de la noche y ya que el no tomaría la iniciativa de buscarla ella lo haría. La peliazul fue a la cocina y cortó algunas rebanadas de sandía, iría en son de paz, debían tener una conversación pacífica para llegar a una solución. Se dirigió al dojo, suavemente deslizó la puerta y respiró profundamente.

-Ranma, te traje sandía.- Dijo mostrando una amable sonrisa.

El ojiazul al verla sintió como un escalofrío le entraba por la espalda, si bien sabía que debían hablar no pensó que ella llegaría en ese momento. -Ah gracias- Dijo acercándose a ella. Ambos se sentaron en el suelo y tomaron una tajada de aquella fruta.

-Has entrenado mucho hoy, ¿cierto?- Preguntó Akane intentando sonar casual. Ranma solo asintió. -Sabes que debemos tomar una decisión, ¿verdad?- Ranma solo asintió de nuevo. -Ranma por Dios di algo, no solo yo puedo hablar.-

-Lo siento Akane... ¿Que quieres hacer?- Dijo bajando su rostro y mirándola como niño regañado, con la boca llena de sandía.

Akane suspiró frutrada. -No lo se Ranma, no me esperaba algo así... Dime, ¿tu quieres ir a ese viaje?- Preguntó mirando al suelo.

-Si me gustaría... ¿Y a ti?.- Dijo Ranma colocando la cáscara de la sandía en el plato.

-Mmm no lo se. Un año entero fuera del país, es mucho ¿no crees?. Aunque podría entrenar y mejorar mucho también.- Dijo pensativa.

-Vayamos Akane.- Soltó el chico de pronto.

-Ranma...- Dijo la peliazul sorprendida por aquella frase tan decidida.

-Mira... Un año lejos de nuestra alocada y acosadora familia no me parece mal para decidir que haremos, sabíamos que en algún momento tendríamos que decidir si nos casaríamos o no, y aquí nunca tenemos privacidad para hablar. Si vamos allá podremos conversar bien y decidir en un año. Sera todo un año sin oír que nos quieren casar cada cinco minutos. Y si al cabo de ese tiempo decides seguir con tu vida por aparte por lo menos tendrás un maravilloso entrenamiento que te ayudará en tu técnica. Así que de cualquier modo hay ventajas... Creo.- Dijo Ranma tomando aire al final, pues había dicho todo rápidamente antes de arrepentirse.

-Ranma...- Dijo Akane sorprendida de nuevo.

-Ayy, ¿ahora quien es la que no habla?- dijo el pelinegro molesto -Era solo una idea, sino quieres quédate, de cualquier modo yo iré a entrenar- Dijo muy enfadado.

-No no. Ranma, me parece bien, vayamos.- Dijo decidida.

-¿Estas segura?, después de decirles a nuestros padres no habrá vuelta atrás.- Preguntó el chico con desconfianza.

-Estoy segura- Confirmó Akane viendo a su prometido.

DESPUÉS DE LA CENA

-Bien muchachos, ¿han hablado ya?¿que han decidido?.- Preguntó Soun cruzandose de brazos.

-Así es- Dijo Ranma mirando a su prometida.

-¿Y bien?, ¿que harán?- Preguntó Nodoka algo nerviosa.

-Hemos decidido ir al viaje, mamá- Confirmó el ojiazul.

-Ohh maravilloso, mis muchachos van a ser unos grandes guerreros- Dijo Soun llorando, mientras abrazaba a los jóvenes.

-¡Hay que celebrar!- Grito Genma de pronto.

Genma y Soun se abrazaban y bebían mientras cantaban alegremente una molesta melodía -¡¡Nuestros hijos irán a entrenar, se van a casar y el dojo van a heredar!!-

En la mesa aún Nodoka hablaba con los muchachos. -Realmente creo que han tomado una excelente desición, ya verán que este viaje les hará mucho bien, se que ninguno ha aceptado sus sentimientos por el otro, pero realmente creo que tener este espacio lejos de Nerima y todo lo que conlleva, ayudará a que asienten las bases de una hermosa relación- Ambos prometidos solo la escuchaban sonrojados y mirando al suelo. Ninguno lo iba a aceptar pero lo cierto era que tenían puestas sus esperanzas en que aquel viaje les permitiera acercarse y por fin revelarse mutuamente sus sentimientos.

DOS SEMANAS DESPUÉS

-¡Ranma apurate! Vamos a llegar tarde- Gritaba Akane desesperada desde la puerta.

-Ya voy, ya voy- Decía un apresurado chico mientras bajaba las escaleras con muchas maletas. -¿Para que rayos llevas tantas cosas Akane?-

-¿De que hablas? Nos vamos todo un año, tuve que empacar todo lo que pude- Dijo molesta la peliazul ante el reclamo de su prometido.

-Ayy bueno. Ya vámonos.- Dijo Ranma suspirando.

-Ayyy mi niñita, se va todo un año.- Decía Soun llorando sobre el hombre de Kasumi quién lo consolaba.

-Tranquilo papá, pasará muy rápido ya verás.- Dijo Akane consolando a su trágico padre.

-Bueno ya es hora vamos- Dijo el pelinegro desde la puerta cargado de maletas.

Desde la puerta toda la familia les despidió alegremente. Llegaron al aeropuerto donde les trataban muy amablemente, todo aquello era costeado por la casa de artes marciales que los había invitado, por lo que viajarían en primera clase con todos los lujos. Ya en el avión Ranma se acomodó para dormir.

-Este es el comienzo de un viaje- Dijo Akane mirando por la ventanilla del avión.

-¿Dijiste algo?- Dijo Ranma abriendo un ojo.

-No nada- Dijo la peliazul sonriendo mirando de nuevo hacia afuera. Sin duda este viaje le daba un buen presentimiento, estaba feliz y emocionada por lo que vendría al lado del hombre que amaba y que ahora comenzaba a roncar de una manera realmemte molesta.

CONTINUARÁ

Bueno espero que les gustara el capítulo. Porfa déjenme en sus comentarios si les va gustando la historia, eso es lo mas importante para mi. Voy a actualizar pronto. Besos :)