Capítulo 1:
El payaso de la fiesta
─Entonces, ¿quién quiere pasar a la pizarra a responder el siguiente problema? ─ Preguntó la señorita Cheerilee, luego de escribir una pequeña ecuación. ─ Resolverlas puede parecer difícil, pero ya verán que no lo es. ¿Algún voluntario?
Sweetie Belle levantó un casco, y alegremente pasó al frente. Cheerilee le dio la tiza, y Sweetie sonrió, cerrando sus ojos. Sin más, su casco empezó a escribir números a gran velocidad, y antes que nadie pudiera reaccionar, la ecuación ya estaba resuelta.
─¿Y bien? ─ Preguntó inocentemente Sweetie, sonriendo a la maestra.
Cheerilee sacudió la cabeza sorprendida, y en su rostro puso una radiante sonrisa.
─¡Oh, Sweetie! Es perfecto. Increíble, creí que tendría que ayudarte, ¡pero no tuviste ni un solo error! ─ Dijo la maestra de excelente humor, y nada podría arruinarlo.
─Gracias, señorita Cheerilee ─ dijo la pequeña con una sonrisa. ─ En realidad fue muy fácil para mí. Es como si tuviera una calculadora dentro de mí o algo por el estilo.
Scootaloo soltó una risita, pero nadie lo notó.
La maestra sonreía, el pequeño triunfo de Sweetie Belle había animado a todos, y uno a uno los niños hacían fila para resolver las ecuaciones de la maestra. Con una excepción.
Un ronquido hizo que Cheerilee se volviera. Por supuesto, se trataba de Diamond Tiara.
La niña estaba durmiendo profundamente sobre su cuaderno, con una hilillo de baba saliendo de su boca. Pero nadie más que Cheerilee le puso atención. A estas alturas, todos ya estaban acostumbrados a esta escena.
Y eso era lo que le preocupaba a la maestra. Desde que sus padres fueron brutalmente asesinados frente a ella, Diamond Tiara había cambiado. Primero que nada, se ausentó por más de cuatro meses de la escuela. Por supuesto que tuvo que repetir el grado. Pero Cheerilee no le puso atención a ese detalle, lo atribuyó a un proceso de duelo.
El problema se dio cuando empezó a quedarse dormida en clases. Al principio, la maestra pensó que se trataba de depresión, pero pronto se dio cuenta que en realidad había algo más allá detrás de todo esto.
No era que Diamond Tiara estuviera deprimida, sino que estaba agotada. Era como si se mantuviera despierta toda la noche, y luego luchara por mantener una apariencia normal. Y eso no era todo, un día Cheerilee notó los moretones debajo de su pelaje. Algo no andaba bien en la vida de Diamond Tiara. Y Cheerilee tenía que llegar al fondo de esto. Trató de interrogar a su nueva tutora, su mucama Service Perfection, la jefa de personal de la mansión Rich. Pero ella se negaba a dar ninguna información útil.
─¿Qué es lo que ocurre, Diamond Tiara? ─ Murmuró la maestra, mirando a la niña.
El resto del día pasó normalmente, con las diferentes lecciones del día. Por supuesto, eventualmente Cheerilee tuvo que despertar a Diamond Tiara, y ella resolvió la ecuación sin problemas, pero inmediatamente se volvió a dormir.
Al final del día, la maestra llamó aparte a Silver Spoon.
─¿Qué necesitaba, señorita Cheerilee? ─ Preguntó la potrilla gris, confundida.
─Silver Spoon, primero que nada, perdona que te tenga que meter en esto, pero. ¿Has hablado con Diamond Tiara últimamente? ¿Sabes qué es lo que pasa con ella?
Silver Spoon soltó un largo suspiro, para finalmente sacudir su cabeza con tristeza.
─Perdóneme usted, señorita Cheerilee. Pero yo no he hablado con Diamond Tiara en un buen rato. Ya no habla con nadie. Traté de acercarme a mi amiga, pero me dejó bien claro que no quiere hablar conmigo.
Silver Spoon se congeló por unos instantes, intentando contener sus lágrimas.
─ Ni siquiera protestó cuando le dije que si seguía así, ya no podíamos ser amigas.
Cheerilee asintió despacio.
─¿Querías que protestara?
─¡Sólo quería saber si le importaba algo nuestra amistad! ─ Gritó Silver Spoon, finalmente rompiendo a llorar. ─ Ya ni reconozco a mi amiga.
La señorita Cheerilee hizo lo que pudo para consolar a su alumna.
─Algo no anda bien con ella, yo sé.
─¿Todos los niños que ven morir a sus padres se ponen así? ─ Lloriqueó Silver.
─No sé querida. Toda esta situación es nueva para mí. Y no me gusta nada.
Esa noche:
Un tren recorría a toda velocidad el trayecto de Manehattan a Canterlot, mientras que sus tripulantes contaban varias bolsas de bits que cargaban con ellos. Las bolsas tenían el sello del primer banco de Manehattan.
─¿Oigan, lo dividimos en cuántas partes? ─ Preguntó uno de los ponis.
─Seis partes.
─Siete, no olvides el sujeto que planificó el robo ─ puntualizó otro.
─¿Y realmente cree que le va a tocar algo si no se presentó? ¡No me hagan reír!
─Bueno, le gusta vestirse de payaso.
─Ojalá dejara de hacerlo, me da escalofríos.
De pronto, todos enmudecieron de terror cuando escucharon algo así cuerpo pesado cayendo sobre el tren.
─¿Creen que… haya sido una roca?
─Bueno, ¡estamos cerca de una montaña después de todo! ─ Respondió alguien, con una risita nerviosa.
Pero los cuatro ponis restantes ya habían sacado sus cuchillos y se los colocaron en sus bocas. Los que eran unicornios los sostenían con su magia.
Todos sudaban frío, mirando hacia todos lados. Era obvio que tendrían que enfrentarse a uno de los nuevos héroes de Equestria. Metaponis y vigilantes enmascarados. La pregunta era, ¿quién?
De inmediato, se escuchó un zumbido, como un cuchillo silbando por el aire, para luego impactar sobre las luces del tren, dejándolos en la más completa oscuridad.
─Demonios, ¡la murciélaga!
De entre todos los vigilantes, los más peligrosos eran la Flecha… y ella. La murciélaga.
Uno los unicornios usó su hechizo de linterna, apuntándolo hacia las lámparas destrozadas. Ahí podía verse clavado un boomerang con forma de murciélago. Eso sólo confirmó los temores de la banda.
Uno de los ladrones, un pegaso, agitó su cuchillo usando sus alas.
─¡Vamos! ¡Muéstrate! ¡No te tengo miedo, Batfilly!
Alguien tocó suavemente su hombro.
─¿Cuántas veces tengo que repetirlo? ─ Susurró una voz en su oído. ─ ¡Soy Batmare!
El pegaso se volvió, sólo para recibir un golpe en el pecho, que lo hizo doblarse del dolor.
Batmare, que estaba colgada del techo, se apresuró a soltarse, y estrelló su cabeza contra la pared. El pegaso gritó de dolor, y la otra aprovechó para rematarlo con una patada directa a la mandíbula.
Uno de sus compañeros corrió a auxiliar a su amigo, y de paso clavar su cuchillo en la vigilante. Pero la armadura de Batmare era demasiado resistente, y todo lo que logró el ladrón fue arañar la superficie del traje.
Batmare aprovechó la oportunidad para hacer una barrida rápida, y atrapar al ladrón bajo una poderosa llave.
Los dos unicornios iluminaron el rostro de la potra de la noche, que les sonrió, y les arrojó un par de boomerangs.
Ellos gritaron, y usaron su magia para intentar detener los boomerangs. Por suerte, lo lograron con los dos boomerangs apenas a centímetros de sus rostros.
Los dos soltaron un suspiro de alivio, cuando escucharon los 'bips' que emitían los boomerangs. Temblando de miedo, se fijaron en las luces rojas que parpadeaban sobre las armas de Batmare.
Y, tal como lo temían, los boomerangs explotaron en sus rostros, haciéndolos caer de espaldas.
Batmare los ató sin problemas con su cable de acero, y miró hacia atrás. Podía escuchar cómo alguien se deslizaba hacia la cabina del conductor.
Con calma, Batmare avanzó hacia la cabina, y abrió la puerta de golpe; pero de inmediato se arrepintió.
Ambos, el conductor y el ladrón que escapó se encontraban tendidos en el suelo. Muertos. Sus rostros estaban contorsionados en una amplia sonrisa de pesadilla, pero sus ojos reflejaban el más puro terror. Y alguien había grabado las palabras HA-HA-HA sobre sus cuerpos con una navaja.
─¿Qué es esto? ─ Dijo la vigilante.
Una suave risita hizo que Batmare se volviera. Una risa suave y sutil, que poco a poco se fue tornando en una risotada desquiciada. Incluso la vigilante enmascarada sintió escalofríos.
Pero además, no entendía cómo no notó la presencia de este enemigo en primer lugar.
Su pelaje era completamente blanco. Sus cabellos eran rizados, de un extraño color verde oliva. Tenía ojos verde pasto, y se había colocado excesiva sombra de ojos color negro, lo que los resaltaba de forma perturbadora. Iba vestido con una camiseta tipo polo de color púrpura, un poncho del mismo tono, y un sombrero de copa igualmente púrpura sobre el cual había colocado una pluma blanca. Y sobre el poncho, una flor artificial blanca de pésimo gusto.
Pero lo que más destacaba era su sonrisa. Una amplia sonrisa de oreja a oreja que reflejaba su locura, que de paso, resaltaba con lápiz labial color rojo.
─¿Quién demonios eres? ─ Preguntó Batmare, preparando sus batarangs.
El sujeto rio.
─¿Puedes creer que a este amigo no le gustaba mi acto? ─ Preguntó, sacudiendo el cadáver de uno de los ladrones de antes. ─ Parece que le daban miedo los payasos o algo. ¡Ajajajajajajaa!
Batmare se mantuvo firme.
─¿Quién eres? ─ Volvió a preguntar la heroína.
─Ah, sólo alguien que se moría de ganas por conocerte, murcielaguita.
Rápidamente, sacó una larga palanca de debajo de su poncho, y saltó listo para propinarle un buen golpe a Batmare. Batmare se hizo hábilmente a un lado para eludir el golpe; y la barra impactó sobre el panel de control del tren. Los controles soltaron chispas, y el tren comenzó a acelerar sin control.
─Como odio los trenes eléctricos ─ murmuró Batmare, mientras se hacía hacia atrás eludiendo los salvajes ataques del payaso.
El otro sólo se rio, y blandió su palanca con más fuerza.
Finalmente, Batmare tomó uno de sus batarangs, lista para poner en su lugar al lunático.
Pero pasó lo inesperado, de la flor blanca de su oponente, salió disparado un chorro de un líquido amarillo que le dio a Batmare en los ojos.
─¿Qué diablos? ─ Dijo ella, intentando remover el estorbo de su ojos.
Pero éste se estiró, y sólo lo regó más sobre su máscara. La nariz de Batmare reaccionó, era queso. Mozzarella.
─¿Qué demonios? ─ Dijo ella.
Desgraciadamente esos segundos de distracción fueron suficientes para que el payaso le diera un poderoso golpe en la nariz con su palanca. Batmare perdió el balance, y el payaso aprovechó para darle en la mejilla izquierda.
La potra de la noche cayó, escupiendo sangre, y el payaso comenzó a darle con su palanca una y otra vez, mientras se reía como loco.
Batmare intentaba levantarse, pero cada vez que lo intentaba, otro brutal golpe la volvía a mandar al suelo. Escupió sangre, el maldito seguía con lo suyo, riéndose como un demente.
Finalmente, paró para soltar una carcajada en verdad larga; y Batmare tuvo la oportunidad de tomar la palanca con sus dos cascos frontales, y de un ágil movimiento le quitársela, para golpearlo en los tobillos.
El payaso se dobló del dolor, pero en lugar de gritar, sólo se rio más fuerte.
Batmare volvió a sentir escalofríos.
─No decepcionas, murcielaguita. ¡Entonces, prepárate!
Sacó de su poncho un par de sándwiches de queso. No, no podían ser sándwiches verdaderos, ¿o sí?
El enemigo los arrojó contra Batmare, que tuvo el buen juicio de rodar por el suelo. Miró hacia arriba, las dos malditas cosas se habían clavado en la pared, y hundido considerablemente sobre esta. Dicho sea de paso, era una pared de acero inoxidable.
El payaso entonces sacó un par de globos, los cuales infló, y mostrando una gran habilidad; formó un reloj de arena.
─¡Uy, mira la hora! Nos reímos tanto con el show de esta noche, que no sentimos cuando se nos acabó el tiempo. ¡No olviden llamarme para las fiestas de sus amigos!
Entonces tomó un pollo de goma de su poncho, y se lo arrojó a Batmare.
El pollo explotó, llenando la cabina de un humo pestilente. Olía como a queso pasado.
Batmare se tapó la nariz, y guiada por un extraño presentimiento, se colocó un respirador sobre la boca.
Podía escuchar al payaso corriendo, y riéndose como demente. Pero pronto, cinco risas se unieron a la del payaso.
Batmare se volvió hacia el windshield del tren, este seguía viajando a máxima velocidad, y era cuestión de tiempo a que terminara por estrellarse en la estación. Luego, se volvió hacia donde escuchaba las carcajadas.
Se decidió a ver qué demonios ocurría con sus prisioneros.
Los cinco estaban riéndose histéricamente, tanto, que estaban sofocándose. Trataban de parar, trataban de dejar de reír, pero la toxina que usó el payaso era demasiado potente.
Finalmente, ante a la horrorizada vigilante, murieron en el acto. Con sus rostros congelados en esas sonrisas de pesadilla.
─Demonios…
Batmare llamó a su transporte aéreo, y saltó por la ventana.
La enorme estructura en forma de murciélago se posicionó por debajo del tren, permitiendo a su dueña caer a salvo en su cabina. Una vez dentro, Batmare tomó posesión de los contrales.
Miró hacia el tren. Pudo ver cómo una figura saltaba de fuera.
Muy para su sorpresa, Batmare deseó que en serio el maldito se fuera a matar. Pero, obviamente, el payaso del demonio tenía un plan. De lo que Batmare supuso era su poncho, varias docenas de globos con helio lo llevaron flotando hacia la libertad.
Batmare realmente quería usar su transporte para derribarlo de una buena vez, pero se dio cuenta que el tren estaba a punto de llegar a la estación.
─¡Perfecto! La Princesa Luna me va a matar. ─ Se quejó, mientras dirigía las armas del vehículo hacia el tren.
Disparó, y el tren estalló en mil pedazos antes que pudiera dañar a algún poni.
Batmare suspiró, y activó su comunicador. ─ ¡Service!
─Diga, pequeña señorita.
─Prepara alcohol y algodón. Y una buena dosis de analgésicos.
Se escuchó un largo suspiro.
─Como desee, pequeña señorita. ¿Necesita también que prepare el equipo de sutura
─Por si las moscas, pero creo que lo de hoy son puros moretones ─ dijo Batmare. ─ ─Entendido. ¿Al menos logró frustrar el robo?
─No. Service, ─ dijo Batmare cortante. ─ ¿No te acabo de pedir algo? ¡Menos charla y más acción! Estaré en casa en menos de cinco minutos.
De vuelta en la mansión Rich, la mucama Service Perfection cortó las comunicaciones.
─Y con todo y todo, es mejor que trabajar para su madre.
Y mientras, en la distancia, un poni con el pelaje blanco y la melena color verde oliva miraba la destrucción causada por la vigilante, y se reía como un demente mientras acariciaba un pollo de goma que siempre llevaba consigo.
─Ella es todo y más de lo que siempre soñé. ¿Sabes Gallina 2? ¡Algo me dice que hoy fue el comienzo de una hermosa amistad! ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!
Y bueno, no pensé que retomara este universo, pero me pareció divertido intentar. Además, la dinámica entre Batmare y este nuevo enemigo será muy interesante. Y sí, el resto de la Liga de la Justicia Poni aparecerá también; pero me enfocaré más en Diamond tiara por esta vez.
Chao; nos leemos!
