espero les guste este fanfiction :3 amor para todos
Reencuentro entre discípulo y maestro cap.1
Ya habían pasado 3 meses desde la batalla de cell, la tierra se encontraba en perfecta paz gracias a los esfuerzos y sacrificios, durante la batalla, de los guerreros z para acabar con la amenaza; Gohan se encontraba descansando en el césped de una pradera no tan lejos de su casa, el aire era tibio, el ruido casi nulo solo las hojas que el viento traía, el pasar de los animales alrededor de él, todo volvía a ser como antes, claro seguía extrañando a su padre como todos los días pero aparte de eso estaba bien, ya no se sentía tan culpable, sabía que su papa se había sacrificado por el bien del mundo y nada podía cambiar eso, pero… algo faltaba y no era la presencia de su padre sino… una persona en especial que no había visto desde la batalla de cell, el joven abre los ojos y se sienta pensando en esa persona especial para él
-¿Dónde estarás sr. Piccolo?-
el joven mira a su alrededor y piensa que tal vez no este demasiado lejos, quizás este meditando en el templo o en una cascada, no sabía con exactitud pero no debía estar lejos, el joven se levanta y empieza a concentrarse para buscar el ki de su maestro, duro un tiempo así hasta que lo encontró, estaba algo lejos pero nada que volar no lo resolviera, entonces se empieza a elevar del suelo mirando a donde el ki se encontraba, empezó a volar a esa dirección a toda velocidad como si fuera la última o primera vez en verlo, el joven sonreía cada vez que se acercaba más al lugar, la idea de verlo después de tanto tiempo lo invadía, ver esa sonrisa pequeña, esa presencia que lo hacía sentir seguro, ese majestuoso cuerpo, que soñaba algún día superar, esas manos, esas orejas puntiagudas, todo acerca de él le fascinaba, quizás era raro pensar así de su amigo pero con tal estuviera con él era feliz, perdido en sus pensamientos no noto que ya había llegado al lugar, el joven aterriza y ve a su alrededor, el entorno le parece familiar y se da cuenta de que es el mismo en donde su maestro lo había entrenado para combatir a los sayayines, sonrió al recordar lo que había vivido aquí, es cierto que antes se odiaban o bueno… él lo odiaba pero después se volvió su amigo, no, su mejor amigo y sentía tanto cariño por él, estaba feliz de que le hubiera tocado alguien así.
El joven camina a donde el ki se sentía más cerca, camina despacio para poder sorprenderlo, quizás con un abrazo o tal vez un simple hola, al llegar al lugar el joven observa a su maestro, meditando en paz con la naturaleza, se veía tan tranquilo que el mínimo ruido podía arruinar la escena, el joven se acerca con la intenso de asustarlo como lo había pensado hacer, el namek nota su presencia y solo se queda quieto, quería saber que iba hacer, el joven al estar lo suficientemente cerca le agárrala la cintura con los dedos haciendo que el namek se sobre salte y casi se caiga, el namek voltea a ver a su travieso alumno y el joven le sonríe feliz de verlo
-¿Cómo estas sr. Piccolo?-
el joven le suelta la cintura y se sienta, el namek aterriza sentándose enfrente de su alumno
-bien ¿Qué tal tú?-
el namek le acaricia el cabello y el joven sonríe
-bien estudiando como siempre-
el namek se sonríe nuevamente y aleja su mano de su cabellera suave y brillante, el joven mira por un rato a su maestro, de verdad le daba gusto verlo después de 3 meses, su compañía era algo que siempre le agradaba y los dos se entendían muy bien a pesar de ser tan distintos uno del otro, el namek nota que el chico lo ve mucho, no le molestaba en lo absoluto era agradable tener a una persona que se preocupe por él y lo extrañe, asume que esa mirada era de tanto tiempo que no lo veía, el namek chasque sus dedos para hacer que entrara en razón, el joven vuelve a la realidad
-¿pasa algo sr. Piccolo?-
el namek le responde
-no pasa nada es solo que me mirabas algo raro-
el joven se sonroja, al parecer se había quedado admirando su figura demasiado tiempo, el namek nota ese sonrojo sutil en sus mejillas, le parecía tierno eso, a pesar de que no era un niño pequeño para el siempre seria su pequeño, sonaba algo cursi y quizás raro, pero así se sentía y no veía nada raro en eso, el joven sacude su cabeza haciendo que su sonrojo desaparezca, se levanta y le extiende la mano a su maestro
-¿quiere caminar un poco?-
el namek ve la mano extendida hacia él y decide ir con él, el maestro se levanta y junto a su alumno van caminando a donde el viento los lleve.
Pasaron un buen rato caminando, disfrutando el paisaje, los animales corriendo a su alrededor, las plantas moviéndose con el viento en un perfecto baile y la brisa que jugaba con la capa y cabellos de los personajes, mientras caminaban el joven decidió iniciar una conversación, no importaba que fuera solo una pequeña charla para pasar el día, al principio el joven no sabía que decir se quedaba pensando en el perfecto tema de conversación, el namek ve al chico muy pensativo y decide iniciar en la charla
-me imagino que te escapaste para estar aquí ¿estoy en lo correcto?-
el joven mira a la gran figura y le sonríe, lo conocía tan bien, nadie lo conocía más que él y obviamente su padre
-usted siempre tiene la razón, pues si me escape, quería un momento para alejarme de los estudios, sabes a veces mama puede ser muy exigente-
el namek hace un comentario después de escuchar eso
-si así fuera con el entrenamiento-
ambos se ríen tras pensar el comentario dado por el namek, todo lo que Salía de su boca siempre era gracioso, astuto, inteligente o sarcástico, de verdad no había nadie como él.
Empiezan hablar sobre más temas como que pasaría si milk fuera así de exigente en el entrenamiento, que era de la vida de los otros guerreros z, entre otras cosas; en uno de los muchos temas de conversación que tenían cayeron de la nada a un tema un poco más delicado, el joven empezó hablar de la pelea de cell, es cierto que lo había superado pero no del todo, todavía se sentía culpable por no haberle hecho caso cuando le pidió derrotar a cell, en eso el namek interviene aclarando que nuca fue su culpa y que aun así le hubiera hecho caso cell hubiera vuelto de alguno u otra forma, era un ser demasiado fuerte para un niño
-sabes que ese sacrificio que hizo Goku no fue tu culpa-
el joven respira profundo y luego exhala algo cansado de escuchar lo mismo de todos-
todos me dicen que no fue mi culpa pero siento que si le hubiera hecho caso el estaría aquí-
el joven baja la cabeza triste, el namek le vuelve acariciar el sedoso cabello haciendo que este levante su mirada al namek
-como dije no fue tu culpa, nadie sabe qué hubiese pasado si le hubieras hecho caso a tu padre, tal vez estuviera vivo…-
el joven se desanima al escuchar eso pero el namek no ha terminado de hablar
-o tal vez el resultado hubiera sido peor-
el joven vuelve su mira al namek ¿peor? Pero ¿a qué se refería, que podía ser peor que la muerte de su padre? El joven mira confundido a el namek
-¿a qué se refiere?-
el namek aclara su punto
-las cosas en este mundo pasan por una razón Gohan, el destino quiso eso para tu padre, nadie sabe qué hubiese pasado si las cosas hubieran marchado de otro modo pero algo es seguro sea cual sea el motivo la decisión que tomaste al final fue la correcta, salvaste al mundo y eso fue lo importante-
esas palabras llegaron a lo más profundo de su alma, el joven se sentía mejor consigo mismo ahora, siempre podía contar con que su maestro lo hiciera feliz, el joven le sonríe como signo de sentirse mejor
-sí, sé que salve al mundo pero me hubiese gustado salvar a mi padre-
en eso el namek con una mano le agarra la cara para que lo mire fijamente
-sabes que lo intentas pero él no quiso, quien sabe que estará haciendo en el otro mundo pero de seguro está feliz y estoy seguro de que también quiere que tú lo estés-
el joven le brillan los ojos, el namek siempre no importa que tan mala sea la situación en la que estén el siempre querrá ver a Gohan feliz cosa que le encantaba, esa era una de las muchas razones para amar a esta persona, y pensar que fue mala alguna vez, el joven lo abraza enrollando sus manos alrededor de su cintura y poniendo su cabeza en su pecho sintiéndose bastante cómodo ahí, el namek repite la acción y lo abraza también mientras acariciaba su cabello
-gracias-
sale de la boca del joven y el namek solo sonríe
-no tienes que agradecerme-
el joven sigue abrazado a su maestro, no quería separarse de ese contacto nunca, se sentía tan cálido y agradable, se podía oír el sonido de su corazón latiente y ese pecho con ese abdomen, quería sentirlo con sus propias manos pero sabía que no debía, era alguien mayor y a los mayores se les respeta, así tengan 4 años de diferencia tenían que ser respetuosos unos con otros, además no sabía cuál sería su reacción si empezaba a tocarlo de la nada, tal vez lo rechazaría pero igual tenía unas ganas que no podía controlar, el tan solo imaginarse tocar ese cuerpo lo hacía querer probarlo en la vida real
-am… Gohan-
el joven escucha la voz de su maestro en su cabeza pensando en que diría, quizás se tenía que ir pero lo que escucho lo erizo más
-¿Qué estás haciendo?-
el joven ve a su maestro y nota que lo ve algo sorprendido pero ¿Qué era lo sorprendente? El joven mueve sus manos un poco y nota que estaban debajo de la camisa de su maestro, tocando esa espalda recta y hermosa, el joven aleja la cara del pecho de su maestro y nota que le estaba tocando la espalda y no solo eso le había subido un poco su camisa dejando al descubierto algo de su abdomen, el joven se aparta y se sonroja no quería hacerle eso, al parecer estaba tan absorto en sus pensamientos que se olvidó por completo lo que pasaba en la vida real, el namek se acomoda su camisa y mira al chico, ¿Qué lo habrá impulsado para hacer eso? No estaba molesto con el chico al contrario de alguna u otra forma ese contacto le había parecido agradable, sus pequeñas manos pasando por ahí y tan delicadamente que casi parecía un como un aleteo de mariposa que se posaba en su espalda y subía lentamente hacia arriba, el joven se rasca la cabeza pensando en cómo explicarle a su maestro lo que paso con él en ese momento
-am… lo siento no sé qué me paso yo…-
el namek lo caya
-los accidentes pasan, no tienes que disculparte-
el namek le sonríe y el joven repite el gesto agradable.
Ya era algo tarde y el joven se tenía que ir a su casa antes que mama se enterara que se había escapado, el namek acompaña al pequeño a su casa y mientras caminaban hablaban sobre su próxima salida juntos
-¿usted estará ocupado mañana?-
el namek mira hacia arriba y luego de una respuesta
-no ¿Por qué?-
el joven pone su clásica mano detrás de la cabeza
-por nada era para ver si nos podíamos encontrar otra vez, su compañía me agrada bastante-
el namek sonríe ante la idea de ver a su alumno otra vez, amaba su compañía y lo atento que podía ser era bastante divertido hablar con él sus ocurrencias nunca acaban y su forma de ser siempre le parecerá la mejor del mundo
-está bien, tu compañía también me gusta mucho-
el joven sonríe al escuchar eso, al parecer no era el único que disfrutaba de la compañía del otro, mientras hablaban no notaron que ya habían llegado, el namek se dio cuenta y se despide de Gohan, el joven hace lo mismo y se despide, el namek se desaparece entre los cielos mientras el joven admiraba su figura desde lejos, al perderse de vista el joven volvió a casa pero entro no por la puerta si no por su ventana, afortunadamente su mama no había pasado por su cuarto lo cual era bueno así no tendría problemas después, el joven se acuesta en su cama y piensa en el día de mañana y también en el día de hoy, todo fue perfecto pero lo que más le impacto fue su descuido, no podía hacer eso de nuevo, dejarse llevar por la imaginación era algo que no podía suceder estando con él, su imaginación era extraña pero igual tenía que controlarla
-tengo que dejar de llevarme por mis pensamientos.
bueno esta intro fue de como (a mi parecer) Gohan pudo superar la muerte de su padre, obviamente gracias a Piccolo -san
