NADA DE ESTO ME PERTENECE, LOS PERSONAJES SON DE IGILIO STRAFFI, SOLO ME DIVIERTO ESCRIBIENDO.
Perfecto, no tengo idea de qué estoy haciendo.. no, si , estoy escribiendo xD
La verdad ando un poco loca en estos momentos. Pongan a una otaku en una convención de anime tras haber bebido dos tazas de café, un paquete de galletas, comer ahí una cantidad enorme de dulces, pan a vapor, ramen, que tus voces favoritas de ten autógrafo y más chocolate... si, así ando, llena de éxtasis :D
Como sea, la idea de este fic NO es mía. Lo hago como pedido, me mandaron la idea y realmente me fascinó.
Whahabk, muchas gracias por tenerme la confianza para mandarme tu idea y además darme todas esas pistas para escribirla. Te lo agradezco y el fic va completamente dedicado a ti.
UN CAMBIO DE PERSONALIDAD
By.
Nefertari Queen.
Capitulo 1.
El Collar de la Princesa Alphella.
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La clase de Historia Mágica usualmente era entretenida, cuando se daba en el salón de clases y podían opinar o hasta conversar amenamente con la maestra para definir tus puntos de vista. Pero caminando por los aburridos pasillos del Museo Mágico en Magix, donde no se permitía ni llevar tacones para causar el mínimo silencio posible, era un horror.
Stella particularmente estaba increíblemente aburrida. Se sentía chaparra al no llevar sus enormes zapatos de plataforma y se distraía hasta con las moscas que volaban. La escuela las llevó a ellas y a otros grupos para presenciar la exposición de Magia Ancestral, que reunía objetos mágicos y posesiones de hechiceros, magos y hadas de la antigüedad.
Parada y de brazos cruzados, Stella murmuró a Bloom al oído.
—Si no salimos de aquí pronto donde haya ruido estallaré.
—Cálmate Stella.—le reprendió la pelirroja—No puede ser tan malo.
—Lo dices tú ¡A ti te encanta la historia! Yo la odio.
—Al menos trata de aprender algo—agregó Musa, uniéndose a la conversación—Hay cosas de verdad fascinantes…
—¡Señoritas!—las llamó Griselda—Silencio.
Inmediatamente dejaron sus conversaciones y quejas, caminando con todas las demás compañeras y siguiendo a la guía.
Ésta era una mujer de delgado cuerpo y canas en sus cabellos que tenía la expresión más fastidiosamente aburrida de todas. Se podía apreciar que odiaba su trabajo y la pastosa voz al momento de dar explicaciones dormía incluso a los más interesados en la materia.
—Este espejo de la Sirena Thormeas podía capturar la mágica energía de las olas y reflejar sus movimientos. Fue de los primeros hechizos que se hicieron sobre el agua y su estudio posterior permitió el surgimiento de hadas con poderes acuáticos o líquidos.
Layla sonrió, sintiéndose identificada. Miró el espejo, estaba oscurecido y enmarcado con una especie de alga endurecida color verde oscuro. Sencillo, expandía una cantidad mágica increíblemente parecida a la del mar.
—Y este—señaló una cajita con botones del número 1 al 10, y pantalla delgada—Es el primer registrador de energía mágica tecnológico. Fue construido por el gran Tecno-Mago Alfreud Mightmore, quien creo la tecnología de rastreo mágico.
—Impresionante…
Tecna se inclinó para ver mejor el aparato.
Apenas Flora dirigió su mirada a un hermoso prendedor en forma de Rosas, un grito agudo seguido de la explosión fortísima que destruyó el muro hizo a las demás hadas correr. Solamente las Winx permanecieron de pie para contemplar la aparición de tres conocidas hechicera que sonreían burlonas y miraron ansiosas entre los objetos expuestos.
—¡Seguridad!—gritó la Guía—¡Seguridad!
Y se fue corriendo, tirando despreocupadamente su agenda y la tabla de información.
—Vaya, vaya.
Darcy se inclinó para agarrar la tabla y miró entre las fotografías.
—Sí hermanas, lo que buscamos está en la sala que sigue—señaló hacia la derecha.
—¡Perfecto!—declaró Stormy. Apunto un trueno hacia la pared que estalló de inmediato—Primero ustedes.
—¿Es necesario que destruyas todo el Museo?—preguntó Icy con desdén.
—Da igual, ni que tuvieran algo interesante.
Las chicas vieron cómo desaparecían en el hoyo.
—¿Qué querrán las Trix de aquí?—se cuestionó Musa—Dudo que quieran aprender algo de historia básica.
—Mejor transformémonos…
—¡Magix Winx!—dijeron al unísono.
Pronto, la luz radiante de las hadas inundó el lugar y su mágico encantó hizo que sus compañeras comenzaran a asomarse, preguntándose si debían ayudar o mantenerse al margen de la situación. Las Winx estaban acostumbradas a pelear con las Trix… mejor dejarles a ellas la tarea ¿No?
Revoloteando sus alas, las hadas pasaron elegantes por el mismo hoyo. Icy sostenía en sus manos una especie de extraño pero bonito collar. Tenía una banda de oro brillante y le colgaba una sola gema hexagonal de un rojo intenso, parecido al rubí.
—¡Alto ahí, Icy!—gritó Bloom, acercándose—Eso es propiedad del Museo.
—Ah, las Winx..—Icy se puso el collar despreocupadamente.—Veamos si es verdad lo que se dice de esto.
Extendió una de sus manos, dispuesta a lanzar un ataque. La luz celeste del hielo se concentró por unos segundos y después… nada.
Darcy y Stormy miraron a su hermana preocupadas.
—Pero ¿Qué…?
La hechicera del hielo trató desesperadamente de crear al menos una ventisca de nieve. Pero era como si no tuviera poderes. Pronto, no pudo volar, y cayó al suelo por la ley de la gravedad.
—¿Qué pasa?
Las Winx iban a acercarse cuando Stormy causó una nube negra con relámpagos que las aprisionó. Bloom escapó y bajó a donde Icy trataba desesperadamente de quitarse el collar.
—¡No!
Bloom, temiendo que la hechicera lo rompiera (era una reliquia y respetaba los tesoros, más si no eran suyos) se abalanzó sobre la hechicera. Icy tratóde moverse para que Bloom no la alcanzara, claro que fue en vano. Entre el forcejeo, hada y hechicera rozaron al mismo tiempo la gema roja, que brilló tenuemente.
Ensimismadas en su propia pelea, no se dieron cuenta de que una energía mágica comenzó a desprenderse del collar. Fue rápido, y desapareció apenas apareció, pero removió cosas muy profundas en las dos mujeres.
—¡Quítate de encima, maldita hada!
—¡Tú quítate ese collar!
—¡Eso intento! ¿Acaso estás ciega?
Terminado el conjuro del collar, éste se desprendió del cuello de Icy con facilidad. Bloom y Icy cayeron al suelo, la joya rebotó y terminó alejada de ellas dos.
Bloom inmediatamente se puso de pie y corrió, cogiéndolo. Se aseguró de que no le hubiera pasado nada malo.
—Larguémonos de aquí.
En un resplandor oscuro, las Trix desaparecieron. Los guardias llegaron (siempre cuando ya no se les necesita) y le pidieron a Bloom el collar.
—Bien, aquí va.
Lo dejaron sobre el estante. Éste decía:
Collar de Alphella.
—¿Alphella?—dijo Bloom en voz alta—¿Quién es Alphella?
Inmediatamente Tecna sacó de su bolso el computador portátil y con solo teclar unas cuantas veces una página llena de información apareció en la pantalla. Leyó y después habló en voz alta lo más importante.
—Es una antigua princesa de la Dimensión Mágica, del Reino Tehella, el noveno mundo en la cadena espiral Duhen.
—¡A, la cadena Duhen!—interrumpió Layla—Es muy famosa. Sus nueve mundos albergan las nueve magias puras.
—Exacto. Alphella fue la princesa del noveno mundo hace más de seiscientos años y fue la creadora de un poderoso collar que tenía la capacidad de cambiar mentalidades. A su invento se le llamó "Collar de Alphella".
—El que está ahí—señaló Flora.
—Sí—Tecna leyó unas cuantas cosas más.—Aquí dice que nadie ha podido descifrar exactamente la forma en que funciona el collar, pues presenta los primeros hechizos protectores, una especie de candados para que nadie pueda copiar esa magia. Con todos sus misterios, el collar emana una cantidad de poder increíble que lo hace admirable.
—Genial—dijo Musa—Acabamos de salvar una de las joyas más poderosas y extrañas de la Dimensión Mágica.
—Lo que no entiendo es porqué las Trix querían ese collar.
—¿Y quién entiende a las Trix?—Stella dio unos pasos para ver de frente el collar—Dudo mucho que lo quisieran por ser de oro o fino. No, nadie entenderá nunca a ese trío de brujas.
—Muy bien niñas ¡Debemos volver a Alfea!—como siempre Griselda era muy oportuna.
Las Winx adoptaron su forma normal y después se fueron con sus compañeras hacia los camiones, en dirección a Alfea. Les esperaba una aburrida mañana de clases y una tarde tranquila, para irse a dormir.
o-o
o-o
Bloom se sentía extraña. Esa noche hacía demasiado calor, se removía en la cama tratando de quitarse las mantas, en un desesperado intento de dejar de sudar. Pero ¡No! Hacía frío. Temblaba mucho y el hielo que rodeaba la habitación la iba a congelar ¿Qué estaba pasando?
Sintió una especie de agua viscosa rodear su mano. Trató de deshacerse de ella, sin conseguirlo claro. Unos lazos amarraron sus manos y sus piernas, sometiéndola a la baba. Olía como a pantano y una sensación de ser hundida en el mar la hizo jadear en búsqueda de aire.
—No… ¡No!
Nadie escuchaba sus gritos. Deseaba de verdad que Flora se despertara, pero en el segundo que abrió sus ojos descubrió que no estaba en su cuarto. Estaba en una caverna oscura rodeada de agua y una luz misteriosa brillando a lo lejos.
—¡Ayúdenme!
La luz parpadeó varias veces y la baba cubrió su cuerpo entero. Incapaz de moverse, y sin poder respirar por la viscosa sustancia, miró la luz tiritar nuevamente. Y entonces…. ¡Oh!
Un golpe fortísimo hizo que su cuerpo y la baba se despegaran. La baba entonces arrastró consigo algo que estaba tan profundo dentro de ella, que sintió casi como si le arrancaran de tirón el corazón. Incapaz de comprender lo que pasaba, su mente y alma seguían flotando en el interior de la baba, y vio cómo su cuerpo caía en un torbellino de agua y perderse entre las olas, lo más profundo del mar.
Miró su traslúcida forma y la baba se movió, siendo succionada hacia un portal. No supo hacia dónde guiaba el portal, pero una serie de voces, vértigo y más sensaciones extrañas, la inundaron en la oscuridad.
….
—Es demasiado tarde para que siga dormida—habló una voz relativamente nasal, y conocida—¿No crees que deberíamos levantarla?
—No—intervino la más seria y sensata voz grave—Eso la enfurecería. No paso una buena noche.
—Lo cual también es extraño.
—Déjala descansar.
—Como quieras ¿Desayunamos algo? Tengo hambre.
—Tú siempre tienes hambre.
—Anda, no digas que tampoco tú tienes algo de apetito.
—No como tú, eso es seguro.
—Bueno, siempre he dicho que…
Conforme los tacones resonaron en los azulejos, las voces disminuyeron hasta desaparecer. Una puerta se abrió y se cerró, dejando la habitación completamente en silencio.
No podía moverse ni tampoco encontraba el sonido de su voz. Todo le era confuso. Claro que había oído esas voces antes, pero ¿Qué demonios estaban haciendo Stormy y Darcy en su alcoba? ¿Dónde estaría Flora? ¿La habían secuestrado? Quizá por eso se sintió tan extraña en la noche… ¡Claro! Por un hechizo. Aunque ¿Por qué las Trix querían secuestrarla? Bloom no recordaba tener algo que ellas quisieran, aparte de la Llama del Dragón, la cual claro que no podían quitarle.
Le dolía la cabeza. Se sentía mareada, con náuseas y el cuerpo adolorido. Abrió lentamente los ojos, el sol entraba de manera tenue a través de unas oscuras cortinas. Del techo colgaban cristales sostenidos por ramas retorcidas y secas, más al fondo el tapiz negro y morado cubría la pared, mientras que los cuadros de personas con rostros extraños y maléficos desfilaban en marcos oscuros.
Sin duda estaba en la habitación de las Trix. Tendría que salir de ahí, inmediatamente, o si no… ¡Ni pensarlo! Recordando mentalmente todos los conjuros de defensa que conocía, trató de moverse.
El cuerpo reclamó de cansancio pero al fin le obedeció. Estiró un brazo, para quitarse las sábanas verdes que cubrían su cuerpo, y descubrió algo extraño… Su mano tenía los dedos largos, más delgados de lo que recordaba, las largas uñas cuidadosamente limadas y pintadas de azul ¿Azul? ¿Acaso Stella se las pintó cuando dormía? ¿O era una manera de tortura psicológica que aprendían las Trix?
Miró su mano sorprendida, sentándose. La manta cayó hasta la cintura y descubrió una blusa de tirantes completamente pegada a su esbelto cuerpo, de color azul marino casi negro. Entonces reparó que el busto se sentía más pesado de lo que recordaba, y la cadera algo más estrecha. No, su cuerpo no se sentía como antes.
Se puso de pie, el short negro de licra modelaba sus piernas. Las uñas de sus pies también eran azules. Sintió un golpe suave en su espalda, era su cabello, agarró un mechón completamente liso y lo miró ¡¿Blanco?
Alzando la mirada, encontró un espejo ovalado al fondo. Corrió hacia él, tropezándose en el trayecto con unas botas. Miró su reflejo; esos ojos azules, el cabello blanco completamente recogido en una coleta, la cara afilada, el maquillaje tatuado, el esbelto cuerpo diferente al suyo…
¿Esa... esa mujer en el reflejo... era Icy?
La voz regresó a su garanta:
—¡AHHHHH!
¡Eso es todo por ahora! ¿Qué creen ustedes que haya pasado? ¿Cómo es que las Winx y las Trix se las arreglarán para que todo vuelva a la normalidad? ¿Cómo piensas que reaccionó Icy? Bueno, lo sabrán en el siguiente episodio.
Si me dejan comentarios mucho mejor :)
chao!
