Los personajes son propiedad de Dan Schneider.


Marca Vergonzosa

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Bufó por cuadragésima vez en esa mañana.

Se ajustó el estúpido suéter "cuello de tortuga" rojo de Carly que tomo prestado, claro que sin que ella se enterase; se colgó el bolso al hombro y salió directo a la escuela. Mientras caminaba por las calles de Seattle, no pudo evitar pensar en lo ridícula que se veía con ese suéter, y pobre de los tontos que se atrevieran a burlarse de ella; más no le quedaba opción que resignarse y usar esa prenda que le cubría a la perfección el cuello, ya que gracias a su lindo y tonto novio Fredward Benson, tenía una bochornosa marca que cubrir.

Suspiró. Empujó las puertas de la escuela y entró, se dirigió a su casillero mientras le dirigía miradas fulminantes a los estudiantes que la veían extrañados.

—¿Qué hay, Carls? —saludó a su mejor amiga a la vez que abría su casillero.

—Hola Sam, ¿Cómo es… ¡¿Ese es mi suéter?! —preguntó la castaña escandalizada mientras señalaba la prenda con los ojos abiertos de par en par.

—Si —contestó la rubia como si nada, se volteo hacia ella y le sonrió despreocupadamente.

—¿Cuándo lo tomaste? ¿Por qué no me pediste permiso? Y lo más importante, ¿Por qué lo estás usando?.

—Cálmate, una pregunta a la vez —dijo Sam mientras rodaba los ojos.

—No te ofendas Sam, pero ese no es tu estilo de vestir, estoy asombrada, ¿Intentas cambiar de nuevo tu estilo o qué? —Carly seguía muy confundida.

—No, escucha, odio este suéter y lo sabes, sin ofender —agregó rápidamente la rubia al ver que Carly fruncía el ceño.

—Entonces… ¿Por qué lo estás usando? —volvió a preguntar la castaña mientras se cruzaba de brazos.

Sam desvió la mirada y apareció un leve sonrojo en sus mejillas. ¿Cómo haría para explicarle tan vergonzosa situación?

— Bueno… —empezó a decir—. Ayer cuando Freddie y yo salimos de tu departamento y fuimos a Licuados Locos…

—¿Si…? —dijo una muy impaciente Carly, aun con los brazos cruzados.

—Pues, bebimos nuestros respectivos licuados, y después él me acompaño a mi casa…

—Aja… —la castaña se veía cada vez más confundida.

Sam se sonrojó más y esto aumentó la confusión de Carly; frunció el ceño y le preguntó:

—No entiendo, ¿Qué tiene eso que ver con estés usando mi… —fue interrumpida.

—Bueno Carly: esto te resultara increíble, pero cuando estamos solos, nosotros nos damos besos un poco más… profundos, y bueno, él… cuando nos estábamos besando para despedirnos… Freddie se desvió hacia mi cuello, y me dejó un… chupón.

Carly se quedó en completo silencio, viendo fijamente a Sam, luego reaccionó y gritó:

—¡¿QUÉEE?

—Shhh —Sam se apresuró a cubrirle la boca— ¡No grites!

—¡Oh, por Dios! —exclamó—. Ustedes… él te… ¿chupón? ¡No puedo creerlo!

—¡Silencio! No es necesario que lo sepa toda la escuela. Para eso me puse tu suéter, para cubrirlo.

—Para ver, quiero verlo —pidió la castaña.

—En el baño te lo enseño. Por cierto tu suéter lo tome anoche de tu armario, esta vez tuve la consideración de no despertarte —la rubia le sonrió inocentemente.

Carly rodó los ojos.

—Ay, muchas gracias, gracias por entrar a escondidas a mi casa y tomar mi suéter sin permiso ¿Algo más?

—Si, también me lleve el tocino que estaba en el refrigerador —contestó con una amplia sonrisa.

Carly suspiró y sonrió. Al parecer su mejor amiga nunca cambiaria, pero ¿Qué más daba? Así la quería.

—Oye, ¿Por qué simplemente no te pusiste una bufanda?

—Oh, porque son peores que este suéter, de nuevo sin ofender, siento que me ahorcan.

La castaña rió y negó con la cabeza. En ese momento apareció Freddie.

—Hola chicas, wau… Sam… ese suéter ¿No es de Carly? —preguntó confuso.

—Así es, porque gracias a mi tonto novio —Freddie sonrió bobamente—, tengo que cubrirme el cuello.

Freddie le dio un beso en los labios y luego la miró confundido.

—¿Por qué tendrías que cubrirte el…?

—Es una larga historia —lo interrumpió Carly—. Todavía no me los puedo imaginar a ustedes dos dándose besos apasionados si delante de mí se dan unos castos besos.

—¿Ah? —preguntó un Freddie muy desconcertado y algo sonrojado—. ¿De qué estás hablando?

—Hablo de los apasionados y "profundos" —hizo ademán de comillas con los dedos— besos que se dan cuando están a solas —terminó de hablar la castaña con una sonrisa pícara.

—¿Cómo… sabes sobre… eso? —tartamudeó el castaño.

Sam que hasta ese entonces estaba mirando el suelo, levando la cabeza y dijo:

—Porque ayer, cuando me besaste en el cuello, me hiciste un chupón. Es por esta razón que estoy usando el suéter de Carly —habló con su voz de animadora del programa.

Freddie abrió los ojos y se sonrojó violentamente.

—¿En serio? —preguntó turbado; no se le ocurrió que más decir.

—No Freddie, me puse este suéter porque me encanta —la rubia rodó los ojos—. Por supuesto que sí, ahora por tu culpa tengo una vergonzosa marca que cubrir.

—¿Mi culpa? —el castaño arqueó una ceja—. Pues ayer no pareció molestarte, porque en ningún momento me pediste que parara y…

—Bueno, si ya, recuerden que sigo aquí y no quiero saber detalles morbosos —Carly se estremeció.

Sam y Freddie rieron.

—Ya te veremos a ti cuando salgas con algún chico —comentó burlón el castaño.

—No quiero saber de eso por ahora —le pasó un brazo por los hombros a cada uno.— Vamos a clase —ordenó con una sonrisa.

—Sam, se de unas formas para quitar los moretones, mi madre siempre me los aplica…

—Gracias bebé, pero no creo querer usar los métodos de tu madre.

FIN


Bien, de acuerdo, lo admito. Este es el primer fic que escribo en mi vida. ¿Tanto se nota? u.u

Espero criticas constructivas para mejorar :D

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