Disclaimer: Ningún personaje, marca o editoriales que vean y reconozcan me pertenecen. No soy Stephanie Meyer y bla bla bla…
Capítulo uno: Una diseñadora demasiado atrevida.
Toda esta historia comenzó en un hotel a mitad de Francia con dos chicas en una suite imperial.
La primera era una chica exquisita y pequeña, con facciones delicadas y blancas, cabello negro corto y estilizado, y unos ojos castaños de intensidad profunda. ¿Su nombre? Alice Cullen.
La otra era un poco más alta, tenía la piel pálida, el cabello rizado y castaño, mientras que sus ojos eran color chocolate. ¿Su nombre?
-¡Isabella Marie Swan es la tercera editorial y todos me han alhajado! ¡Eres la mejor representante en el mundo entero!-El sonido de un celular interrumpió el monologo de la pequeña Alice.-Lo siento, debo tomar esta.-Alice le guiñó un ojo al tiempo que abría el celular.-Hola mamá…
Bella sonrió con alivio. Las malditas zapatillas la estaban matando, junto con el vestido y el peinado.
¡¿En qué momento aceptó trabajar con Alice?! No lo sabía con exactitud, era como si Alice la hubiera encontrado a mitad del supermercado buscando frutas en la sección de enlatados y al siguiente mes estaba en Francia llegando de un desfile de modas.
Se quitó los zapatos y comenzó a revisar algún que otro comentario en la red acerca del desfile de Alice de esa noche…Hasta que ella apareció por la puerta de regreso.
-¡Madre! ¡No me pidas que lo reciba con los brazos abiertos cuando vaya a Nueva York! ¡Oh no! No lo haré. No, no y no.-La pequeña, famosa y ahora, prestigiada diseñadora encendió sus mejillas.- Es el peor hermano del mundo. Tuvo un concierto aquí la semana pasada, nada le costaba quedarse…!Pero no! Se fue con Tanya a Argentina.- Alice subía cada vez más la intensidad de su tono.-Bueno Alemania, qué más da. Repito: No lo haré. Si. No. Lo siento. Gracias. Te amo.-
-¿Todo en orden?-Bella levantó la mirada de la computadora.
-Sí, son solo problemas con la familia.-Alice suspiró.-Tienes suerte de no tener hermanos. Ninguno de los dos logró llegar, pero al menos Emmet tiene una buena excusa…Había un huracán en Miami y ni siquiera la milicia logro sacarlo. Mañana vendrá pero…!Edward Anthony Cullen es un cínico! Y luego mi madre quiere que lo vea en un mes cuando vaya a…¿Bella?
Bella perdió el hilo de la conversación cuando una nueva ventana, la de la revista Vogue para ser específicos, terminó de cargarse en su computadora.
Oh moda ¡perdóname…he pecado!
La última temporada otoño-invierno estuvo llena de la tendencia blanco y negro, prestigiosas marcas la impusieron como Prada, Channel, Dior, Givenchy…Pero ¿quién fue la persona culpable de que la alta costura no tuviera un criterio perfecto como años anteriores? Es nueva, impertinente y a mi gusto una diseñadora demasiado atrevida: Mary Alice Cullen…
[…]
Rosalie Hale
Editora en Jefe
-¡¿Bella?!-Y al ver que no reaccionaba Alice lo presintió. Algo había salido mal.
Bella cerró la computadora de golpe. No permitiría que nada dañara el entusiasmo de Alice.
-Déjame ver eso.- Alice se abalanzó sobre la cama para ver que tanto escondía…-¡Oh no! ¡No y no!
-Alice debes calmarte.-Bella la vio un tanto asustada. No sabía si iba a llorar o estallaría de furia. Pero ninguna de las dos le agradaba.
-No. Debo llamar a Emmet.-Alice tomó su celular.-No lo veré en Francia, regresamos a Nueva York e iré a hablar con Rosalie Hale. ¿Quién demonios se cree que es?
-La editora más prestigiosa de…-Bella no terminó de hablar.
-Emmet, hermanito…
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