Aviso: La historia se encuentra basada en los personajes de Sakura Card Captors de CLAMP, así como un poco inspirada en la canción "La leyenda del hada y el mago" de Rata Blanca. Otros personajes no conocidos pertenecen a mi autoría.

La leyenda del hada y el mago
En este mundo, la magia solo es parte de los sueños de los niños, pero tiempo atrás, en algún lugar del universo, existió un reino, para el que la magia no era cosa de niños…

Capitulo uno: La guerra de los condenados

Los pasos apresurados del consejo de hechiceros sonaban por todo el castillo, todas las criaturas se escondían en los pasillos al verlos pasar. De pronto los murmullos y quejas cesaron de golpe, la puerta se abrió, el consejo se puso de pie para dar paso a el hombre que había entrado con cara de pocos amigos, ojos y cabello negro hasta el cuello, cejas pobladas y un porte majestuoso pero atemorizante; vestido con una capa y pantalones negros, una espada en la cintura y el pecho descubierto, mostrando una cicatriz con forma de "F"

Su nombre, El Emperador Fabrice; tirano desde que se le conoce, un hombre que no dudo en dejar morir a unos cuantos por su propio beneficio, responsable de la guerra que se desataba en la tierra debajo del castillo.
El emperador entra serio, detrás suyo dos generales (Lideres de la rebelión contra en Emperador). Por un lado una amable y bondadosa mujer, con el cabello rizado y negro, orejas puntiagudas, ojos claros y hermosa figura, en su espalda dos alas brillantes, en la frente una corona y vestida con simples trozos de telas blancas entalladas al cuerpo. Del otro lado un hombre de cabello largo y castaño, un sombrero y capa azul, con armadura plateada y una vara en la mano. El emperador tomo asiento, mientras el consejo de hechiceros esperaba a que los generales se sentaran. Luego ellos se acomodan al rededor, observando bien al consejo, algunos se visten similares a la mujer y el caballero.

El primero en hablar tras el largo silencio fue un pequeño hombrecillo de orejas puntiagudas:
-Mi señor ¡No podemos permitir que la rebelión se lleve a cabo! No está…
-¡A callar enano!
-Mi señor…

El hombrecillo recibe un rayo justo en el pecho y cae, la mujer se para auxiliarlo y es atacada de igual manera
-¡Como osas lastimar a Fátima!- Respondió el joven y apuesto caballero
-A callar hechicero, que ni tu magia sumada a la de esa hada puede contra mi poder-
-¡Edgar podría aplastarte en cualquier momento!- Grito el hada levantando el vuelo frente a Fabrice.
-No estamos aquí para retarnos Fátima, ya tenemos bastantes bajas en el campo como para permitir una mas…-
-Esas bajas son responsabilidad del "Magnifico Emperador"- dice Edgar irónicamente.
-¡Basta Todos!- Dice Fabrice levantándose y tomando a el hada por el cuello- Si estamos aquí es para llegar a un acuerdo, pero si tus haditas no te importan puedes irte olvidando del trato- Dice casi restregando sus labios a los de Fátima, la reina de las hadas.
-¡Y ni se te ocurra tratar de defenderla Edgar!... ¿o tus aprendices no son importantes para ti?-

Fátima, intentando no llorar lanza un hechizo con sus manos y el emperador se lo devuelve, luego Edgar se une en defensa de Fátima y dos contra tres comienzan a luchar una vez más, pues, antes de entrar en la sala, ya habían estado midiendo fuerzas en el campo de batalla.

En un acto de astucia, Fabrice toma por la espalda a Edgar y lanza un hechizo con su varita, luego el rayo rebota y da justo en el corazón de Fátima, ante los guerreros de abajo (Hadas y aprendices mágicos contra hechiceros poderosos) todos creyeron que Fátima había sido traicionada por Edgar.
-¡traición! ¡Traición! El mago ha matado a nuestra señora-
En cuestión de segundos, la batalla había tomado un giro inesperado, todos contra todos. Sin embargo, en la torre de lo ocurrido, la batalla entre Edgar y Fabrice era cada vez más intensa, las lagrimas brotaban de sus ojos azules y atacaba con todo el odio en su corazón, Fabrice se defendía pero de pronto ya no pudo mas, la espada de Edgar atravesó a el Emperador, pero un maleficio lanzado desde abajo provoco que los tres cuerpos cayeran, dando así fin a los tres generales más importantes del Reino de las sombras.

Años más tarde

Pasado cierto tiempo, en el Reino de las sombras volvió la paz, pero no la armonía. Tras la caída de Fátima, Edgar y el Farice, la guerra duro muchos años, pero transcurrido cierto tiempo, entre los tres bandos se hiso un acuerdo de paz. Todos los humanos serian enviados a la mitad del enorme reino, la otra mitad seria gobernada por las criaturas mágicas No humanas, sobre todo, las hadas; para evitar que los habitantes del reino contrario entraran a tierras mágicas, las hadas y hechiceros crearon una isla que marcaria la entrada y salida, en ella se sepultaron los cuerpos de los tres gobernantes y un Cerezo enorme, quien osara pasar y no fuera aprobado por el otro reino, sufriría una muerte terrible.
Cuando la división se hiso oficial, las hadas y magos debían escoger alguien que los gobernara, la hija de Fátima sería la encargada de su parte, por otro lado, el sobrino de Edgar gobernaría el otro lado.
Tiempo, pero mucho tiempo después, el poder cambio de mando…Y es aquí donde nuestra verdadera historia comienza, en esa misma isla, pero en otro tiempo…

A lo lejos se ve pasar a figurita infantil saliendo del árbol de cerezo, corre descalza y con un vestidito blanco, su cabello es corto y castaño, sus ojos son esmeraldas brillantes y tiene unas hermosas alas pequeñitas.
-¡Princesita! ¿Que hace usted aquí? Podrían castigarla por pasar la frontera- dice una mujer alta de cabellos rizados y ojos bondadosos.
-¡Mama! Pero yo quiero saber…que hay más allá de la sepultura de la Gran Fátima- dice con voz infantil mientras regresa al árbol.
Del otro lado, otra figurita de cabellos negros y ojos azules se esconde en un árbol mientras escucha como pasan las hadas por el portal. Si él fuera malvado hubiera podido acusar a la Reina y su hija de haber pasado la frontera, pero él no era así.
-¡Hey Eriol! Deja de haraganear y ven conmigo- Dijo una vocecita más seria de ojos castaños.
-Sera mejor que la Reina Nadeshiko le ponga un alto a la princesa Sakura o acabaran en problemas- dijo la vocecita infantil en un tono divertido pero serio.

Pequeños comentarios de la autora

Bien! Pues esta es la primera vez que escribo algo (ya había escrito algunas historias pero nada concreto), en lo personal me siento muy orgullosa de mi trabajo y espero que lo disfruten…
Agradecería sus comentario
loeth (liz)