En cada capitulo iré poniendo algunas advertencias según lo ve conveniente.

Ser bueno conmigo! Es el primer Fic Drarry que subo, por que si si, será Drarry, vosotros esperad un poco, muy poco.

Iré subiendo un capitulo a la semana, todos los jueves. Según l que tengo calculado serán unos 30 capítulos más o menos.

Esto solo lo diré en el primer capitulo y no lo volveré a poner:

Los personajes de Harry Potter, no me pertenecen, son creación y propiedad de J. K. Rowling. No tengo ningún derecho sobre ellos y no me lucro con ellos.


Capitulo 1. Su padre.

Dolor.

No podía hacer nada más que sentir dolor. Aquel que parece que no acabará nunca, aquel que parece que sentirá toda su vida.

Tan parecido y a la vez tan infinitamente diferente a el dolor que causa un Crucio. Siente como desde dentro de su cuerpo todo se mueve, se retuerce, duele, por Merlín como duele.

Trató de moverse, pero alguien, no sabía quien, se lo impide. Seguramente son esas manos en las que ha confiado los últimos meses, y ahora solo le impiden moverse y sentir ese dolor. Un dolor que le hace querer morir, desaparecer, huir lejos, pero no puede. No. No puede moverse, se lo impiden.

Ya no sabe cuanto tiempo llevaba soportando, aguantando, sin poder moverse. ¿Horas?, ¿minutos? ¿segundos?, no, segundos no, de eso estaba seguro... ¿Días quizás? si, seguramente días.

En algún momento, no supo cuando, sintió su cara húmeda, y es en ese instante cuando se dio cuenta de que lloraba. Él, alguien que nunca se permitía llorar delante de nadie, él, que tuvo que aguantar muchas cosas desde su infancia y solo se permitió llorar una sola vez delante de otras personas, y solo porque tenía 4 años. Él, estaba llorando delante de otra persona, no, delante de otras personas. Recordaba vagamente que al llegar a esa habitación donde se encontraba ahora, segundos antes que el dolor nublara todos sus sentidos, vio a otras personas, ¿Cuatro quizás?, ¿O tal vez más? No lo sabía, y sinceramente, no le dio importancia alguna. Solo sabía que estaba llorando y que quizás no soportaría ni un minuto más.

Abrió los ojos, sin saber bien cuando los habia cerrado. Las lagrimas salían sin contemplación alguna de ellos. Trató de enfocar sus ojos para poder distinguir algo. Se odió por ello.

Un sonrisa. Una estúpida sonrisa fue lo primero que vio.

¿Como podía sonreír cunado el estaba sufriendo?, ¿como, por Merlín, él estaba contento mientras sufría?. No lo entendía. Jamás lo entendería. Nunca.

O quizás si, pero en este momento no podía pensar racionalmente. Apenas y si podía pensar en algo que no fuera el dolor que estaba sintiendo en ese momento.

Justo en ese momento notó que el dolor empezaba remitir. Un poco, solo un poco, pero para él, fue un mundo. Un regalo de Merlín.

Empezó a escuchar murmullos en la lejanía, era como si quisiesen decirle algo, pero él no llegaba a escuchar nada. Primero tenía que acostumbrarse a esa estabilidad momentánea, donde el dolor ya no era tan grande, pero aún estaba. Aún lo podía sentir.

Segundos después fue escuchando palabras, que para él, no tenían sentido alguno.

- ... tarda...

- ... quizás...

- ¡No! tie...

- Pero, y si...

- Es fuerte... - escuchó claramente.

- Si. - Dijeron a la vez unas voces, voces que se le hacían familiar, pero que no podía distinguir, solo sabía que una de esas voces, una de esas personas que estaba allí, que podía verlo sufrir y llorar, esa persona era él, aquel en quien confió tanto, y llegó a querer. Aquel que lo sabe todo. Aquel que sabe la verdad. Y no hace nada.

- Ya, cariño, ya pasará, han dicho que ahora no sentirás dolor, aguanta un poco más, tú... Tú eres fuerte, tú eres quien resiste todo, un poco más amor, solo un poco más y estaremos todos juntos-

¿Todos? ¿quienes son todos?, ¿Porque tenía que aguantar un poco más?, ¿que pasa?. !Por las bolas de Merlín, que alguien me diga que coño pasa!, quiso gritar, pero su voz no salía, apenas y podía abrir la boca para que unos gemidos, penosos gemidos, salieran de ella.

¿Que hacer en una situación en la cual estás sufriendo y esa persona en la cual has confiado y querido durante meses te dice que solo tienes que aguantar un poco más?, ¿que haces cuando llega ese momento?

Confiar.

Con mucho esfuerzo logró asentir, sintió como todo su cuerpo sufría por el dolor, pero no le importó. Él dijo que pronto pasaría, pronto acabaría el dolor, pronto saldrían de allí juntos. Todos. Todos...

Recordó.

La primera imagen que le vino a la cabeza fue de ese mismo día, momentos antes de llegar a la habitación donde estaban ahora. Antes de llegar al Hospital Docteur Récamier, en Francia. Antes de que empezara todo. Antes del dolor.

Pero ya no era solo dolor, ahora también es alegría. Alegría por ser sabedor de donde se encuentra, y el motivo por el cual esta allí.

La segunda imagen, mejor dicho imágenes que le vinieron a la mente, fueron de todos los meses pasados. Esos meses en los cuales al principio, y antes de que él llegara a su vida, intento matarse. Meses en los cuales tuvo que confiar en otra persona, volver a confiar y temer que otra vez lo abandonasen. Meses donde aprendió a querer, no tan solo a su acompañante, también tuvo que aprender a quererse el mismo. Meses en los que dejó de ser quien era antes y se convirtió en quien es ahora.

Imagen tras imagen inundaron su cabeza. En segundos supo todo y comprendió porque debe aguantar. Y así lo hizo.

Abrió los ojos otra vez, y pudo ver quienes estaban allí junto a ellos. Sus amigos, sus increíbles, raros y nada parecidos amigos. Cada uno con sus virtudes, cada uno con sus problemas, pero allí estaban juntos, todos. Por él, solo y únicamente por él estaban allí juntos.

A la izquierda de su cama estaban Pansy y Blaise, sus amigos desde la infancia, los únicos que le quedaban de aquellos oscuros tiempos. Los únicos que han seguido con él después de que todo se supo. Ellos, a los cuales consideraba sus hermanos, estaban junto a él en estos momentos.

A la derecha de la cama estaban Luna, Hermione, Dean y él. No se acuerda como llegó a ser amigos de los primeros tres, pero gracias a Merlín y Morgana que lo hizo. Gracias a ellos estaba con vida. Estaban viviendo gracias a ellos. Les debía sus vidas.

- Llegó la hora, dentro de poco todo acabará y seréis uno más. - Escuchó decir a la medibruja, no recordaba el nombre, pero sabía que lo haría bien. Tenía que hacerlo bien.

La vida de su hijo dependía de ella.

Recordó vagamente cuando supo que estaba embarazado y de quien era el hijo que estaba esperando, no podía creerlo, se negó a creerlo. Pensó que era una broma de Pansy o Blaise, pero tuvo que eliminar esa idea, Pansy estaba en Suiza con su madre y Blaise estaba en Irlanda, no podía ser una broma. No lo era. Tardó casi 2 semanas en asimilar la noticia. Estaba embarazado.

Se planteó muchas cosas es ese momento. Ya no estaba solo, ahora eran dos. Debía elegir un camino nuevo, no podía seguir como hasta ahora. Su hijo dependía de él. Hasta que él llegó a sus vidas, y desde ese momento fueron tres. Su familia.

- Señor Malfoy escúcheme, cuando yo se lo diga tiene que empujar y dejar de hacerlo cuando yo se lo pida. El niño tiene que salir con cuidado. Si empuja muy fuerte, su magia puede llegar a descontrolarse y..

- ¡Basta! ¿No se da cuenta que lo asusta? - Gritó Pansy, aunque se podía ver claramente que la asustada era ella.

- Venga Pans, no grit...-

- ¡Que no grite dices! Esta estúpida medibruja quiere asustar a Draco!.- Gritó pansy, interrumpiendo a Blaise en su intento de calmar a la chica.

- Parkinson, calma... - Dijo Hermione, mirando a Pansy con su ya tan conocida cara de condescendencia.

- Señorita, si no se calma, tendrá que salir. - Dijo la medibruja

- Y-yo... - Pansy no encontraba palabras para expresar como se encontraba, lo nervios eran demasiados. El parto de su amigo, su mejor amigo, casi hermano, era algo complicado, no podía llegar a entender porque tenían que decirle todo otra vez, el ya lo sabía.

Pasaron unos segundos en los cuales nadie dijo nada. Draco podía ver esa mirada en sus caras. La que le decía claramente que pasara lo que pasara, ellos estaban allí. Todos.

- Ahora señor Malfoy, tiene que empujar, recuerde como hemos practicado estos meses - La medibruja lo decía todo con tanta tranquilidad, que parecía fácil. Lo parecía.

Empezó a empujar poco a poco, como lo tenían practicado. Podría hacerlo, lo haría bien. Dentro de poco su hijo saldría y estarían juntos, los tres y podrían ser la familia que tanto desea.

Una contracción interrumpió la poca concentración que tenía en empujar poco a poco, y no pudo evitar empujar fuerte. Su magia se descontroló y empezó el caos.

El problema de que su magia saliera descontrolada, era simple. Es un mago poderoso. Tiene un nivel de magia bastante alto y eso podía hacer que hiciera daño a su hijo.

- Señor Longbottom, tiene que hacerlo ahora, recuerde que no es solo ayudar a su pareja a controlar la magia, tiene que también reconocer al niño como su hijo, lo hemos estado practicando por si algo salía mal, tiene que hacerlo. - Si hubiese podido enfocar su vista en la medibruja, hubiese podido ver como miraba a Neville, también hubiese podido ver el miedo cruzar en la cara de este, pero también hubiese podido ver como en menos de dos segundos se recobraba y hacia lo que sabía que tenía que hacer.

Pudo sentir como otra magia, cálida y tranquila,pero fuerte, tan fuerte como la suya, le ayudaba a aplacar poco a poco la suya propia, pudo sentir como Neville le tocaba su cabello con una mano y la otra la ponía sobre su abdomen. Y pudo sentir como reconocía mágicamente a su hijo. Porque así sería nuestro hijo.

No supo cuanto tiempo pasó exactamente, solo fue consciente de que todo acabó cuando escuchó el llanto de su hijo. Ese llanto que les traía felicidad. Ese llanto que les cambiaría totalmente la vida. El llanto de su hijo.

- Felicidades señores Malfoy y Longbottom, aquí tenéis a vuestro hijo.- Decía la medibuja mientras se acercaba con el bebé sobre sus brazos hacía donde estaba Neville.

- Longbottom. - Pude articular.

Todos en la habitación se quedaron en silencio, nadie hablaba o se movía, podría jurar que si no fuese necesario, no habrían respirado. Esa fue su primera palabra desde hace horas y nadie se esperaba que dijera el apellido de su pareja.

- ¿Perdón?.- Pudo decir la medibruja tras salir de su asombro.

- Longbottom.- Pude volver a decir.- Somos señores Longbottom, no Malfoy, soy un Longbottom, bueno, lo seré dentro de poco.

Neville no podía salir de su estado de infinita alegría, era la primera vez que su pareja se hacía llamar con su futuro apellido, la primera desde que le propusiera enlazarse. Y lo hace cuando nace su hijo.

- Claro, si si, Longbottom.- Dice la medibruja tras aclararse la garganta.- ¿Como llamarán al niño? Tenemos que llevarlo para limpiarlo, para poder traerlo otra vez.

Siento la mirada de todos sobre mi, debería sentirme inquieto, pero no lo estoy, siempre he sabido como debe llamarse mi hijo. Tiene que seguir las tradiciones. el nombre de uno de sus abuelos y el nombre de una estrella.

- Frank.- Dije con seguridad, tanta seguridad que hasta yo mismo me asombré.

- Pero...- quiso decir Hermione, pero se vio interrumpida por Luna.

- El nombre del padre de Neville... - Dijo, seguramente no quiso decirlo tan fuerte, pero todos los que estábamos en la habitación la pudimos escuchar.

- La tradición dicta que lleve el nombre de uno de sus abuelos.- Dijo Dean, en parte enfadado y confundido.

- Si, su abuelo. - Dije seriamente.- No le pondré el nombre de Lucius, y su otro abuelo se llama Frank.-

- P-pero su otro abuelo se llama Ja..-

- Su otro abuelo se llama Frank, Hermione.- Dije rotundamente, dando a entender que no seguiría con la discusión.

Fue un momento tenso, tanto Hermione como Dean le miraban reprochando lo que estaba haciendo. Diciendo sin palabras que aunque entendían el motivo de mis actos, les dolía. Luna solo me miraba con su tan acostumbrada cara comprensiva. Ella, junto a Neville, estuvieron en todo momento junto a él. Ella sabía todo y lo entendía.

- ¿Y el otro nombre Draco?, falta su nombre de estrella.- Dijo Pansy, que junto a Blaise, quienes se habian mantenido fuera de la conversación.

Volví a sentir la mirada de todos sobre mi, el motivo lo entendía, pero según mi persona, no era necesario que todos en la habitación se giraran a verlo, expectantes a saber que decisión tomaría.

- Eso, no me concierne a mi. Su otro padre también tiene que tomar decisiones respecto a su hijo, es hora de que empiece.

Neville estaba lívido, se había mantenido al margen de todo, ya que pensaba que aún siendo su hijo gracias a la magia, el no debía opinar, eso le concernía a Draco. O eso es lo que pensaba.

- ... Esto... - Trago fuerte. Sinceramente, no se esperada esto. Al final, Draco siempre acababa sorprendiéndolo

- Siempre tan listo Longbottom, aún no entiendo com..-

- Pansy cállate.- Dijo Draco en voz baja, tan baja que tanto ella como Blaise, sabían que era mejor callar.

- S-scorp... Scorpius. Si.. ¡Si! Frank Scorpius Longbottom Malfoy.

- No.- Dije miran directo a la cara de Neville, se notaba su desconcierto, no entendía y podría jurar, que nadie entendía el motivo de que me negara.

- ¿Como?, Draco sinceramente no entiendo porque ahora...

- Te has equivocado Nev.- dijo Draco mirándolo con una sonrisa, una sonrisa tan pura, que pocos la habían visto. Quizás solo los que estaban es ese momento en la habitación la habían visto.- Te has equivocado cariño.- Repitió.- Su nombre es, Frank Scorpius Longbottom Black.- Supo que todos se habían dado cuenta de lo que conllevaba el renegar de su antiguo apellido, y también supo que nadie se lo reprocharía.

- Si, si, lo siento amor.- Dijo Neville.- Frank Scorpius Longbottom Black, mi hijo, nuestro hijo.- aclaró mirando al niño a la cara, aquel niño que sostenía y que se encontraba tranquilo en los brazos de su padre.

Trás tener el nombre del niño, la medibruja salió de la habitación, diciendo al resto que era mejor que le dejarán descansar. Dejando únicamente a Neville.

Después de tanto tiempo conociendo a Neville, sabía claramente, o eso suponía, lo que estaba pensando. ¿Por que renegar de su padre?, ¿que pasará ahora?, ¿donde irían?. Neville siempre tenía preguntas, y el siempre tenía las respuestas a ellas.

- Pronto nos traerán al niño, o eso espero, quiero tenerlo junto a nosotros y poder salir de aquí.- Dijo sacando a Neville de sus pensamientos.

- Si, pronto lo traerán, pronto tendremos a tú hijo con nosotros.- Dijo NEville, en lo que casi fue un susurro.

- Nuestro Neville, nuestro hijo. Frank es nuestro hijo, yo soy su padre tanto como lo eres tú.

- Si, verdad, es verdad, su padre... Su padre...- Repitió Neville, tantas veces hasta que una enfermera nos trajo a nuestro hijo.

Y no fue hasta que estuvieron solos, los tres, su familia, cuando se dio cuenta de que todo cuanto deseaba ya lo tenía. O casi todo.


Lo dicho, no me matéis! Quererme T^T

Hasta el próximo capitulo!