No tengo mucho que decir, la inspiración sólo llegó.

Disclaimare: Este fic participa en el Reto #32: "Sagrados Veintiocho" del foro Hogwarts a través de los años. Además todos los personajes de este fic son de propiedad de Jk Rowling, sólo los uso para mi diversión.

También, este drabble cuenta con 155 palabras, exactas. Dale, cuéntalas.


La última de Walburga

Los gritos y maldiciones habían sido suficientes. El cuerpo le dolía por el último maleficio y un grito gutural atascado en la garganta le desgarraba el alma.

Se irguió con dificultad, escupió sangre a los pies de su madre y con un movimiento fluido le arrebató la varita de la mano. Los gritos amenazaron con volver a empezar, pero una mirada cargada de emociones contenidas y una varita en ristre los detuvieron.

Corrió escalera arriba, tomó lo que puedo y cuando iba a patear escalera abajo su baúl lo notó. Lo miraba fijamente.

Uno… dos… tres… cuatro… cinco segundos.

Regulus cerró la puerta de su habitación.

Su madre lo persiguió pasillo abajo gritando. La ignoró.

Salió de la casa, no lo siguieron. Y al voltearse, lo volvió a ver en la ventana. Corrió los visillos.

Rompió la varita por la mitad, le prendió fuego y sentado bajo la lluvia la vio arder.

Libre, por fin.


Espero que les haya gustado y se haya notado el sentimiento detrás del drabble.

Acepto críticas constructivas y todas esas cosas.

Gracias por leer,

Chrissy.