Nada de lo que puedas apreciar aquí es de mi pertenencia, más que la idea de traducir este fic escrito originalmente por TheFoolOnMelancholyHill, a quien le estoy infinitamente agradecida por haberlo hecho..
Y bueno, creo que sabes bien de quién son los Teen titanes xD
Habían pasado un par de meses después de la derrota de la hermandad del mal cuando Jericho fue contactado por los titanes.
Después de la destrucción final de la hermandad del mal, los titanes habían regresado a Jump City para tener una pequeña celebración. Después de una batalla rápida contra el ya conocido Doctor Luz los titanes se quedaron en la torre Titán un par de días antes de seguir por caminos separados. Jericho la verdad no le había dado mucha importancia a esas cosas. Después de todo, era mudo. Claro que escuchaba las historias y chistes de los demás pero no podía responder a ninguno. No, lo único que podía hacer era escuchar.
Podía jurar que los otros titanes ni se habían fijado en él aunque de vez en cuando lo miraban y le preguntaban si quería unirse a la conversación. Algunas veces asentía con la cabeza pero otras simplemente se negaba de forma educada y se marchaba a su habitación a tocar la guitarra. La única persona con la que realmente había podido charlar había sido Heraldo. No sabía cómo lo hacía pero Heraldo podía entender todo lo que le pasaba por la cabeza sin necesidad de complicarse mucho las cosas. Era agradable tener a un amigo que pudiera entenderlo, pero Heraldo tenía una voz propia y seguro que prefería compartirla con otros titanes en una conversación y no nada más con un mudo que sólo podía escribir las cosas y asentir con la cabeza. No es que no le agradaran los demás titanes, en realidad sentía mucho cariño por ellos. Es sólo que no sentía que formara parte de eso.
En un grupo de superhéroes con disfraces extravagantes, poderes asombrosos y pasados oscuros, él no sentía que formara parte de nada.
Hasta que la conoció.
Su nombre era Kole.
En realidad no se había fijado en ella antes, todo lo que sabía era que siempre andaba con un cavernícola llamado Gnarrk, hasta el día que dijo que él había regresado al Ártico porque no se sentía cómodo estando rodeado de tanta tecnología. Luego dijo que probablemente se iría pronto también para asegurarse de que él estaba bien.
No sabía cómo había pasado, pero pasó. Una cosa llevó a la otra y lo siguiente que supo fue que Kole ya era uno de sus mejores amigos. Disfrutaba escuchándola hablar porque ella tenía suficiente conversación por los dos. A menudo le dedicaba serenatas dejando que la música se convirtiera en su voz. También le ayudó a aprender un poco de lenguaje de señas para no tener que escribir todo lo que estaba pensando. No sabía por qué, pero sentía que tenía una conexión con Kole de toda la vida y no sólo por una semana tan corta.
Temía el día en que tuvieran que irse de la torre. Robin anunció que pronto los acomodarían a todos en equipos al rededor del mundo para reducir la siempre creciente taza de criminalidad. Hasta entonces todos recibirían un comunicador nuevo para recibir el llamado.
Kole le preguntó a Jericho si quería ir al Ártico con ella, pero él se negó ya que no era precisamente fanático de los climas fríos. No quería verla marcharse pero al menos podía consolarse pensando que podían terminar estando en el mismo equipo. Así que regresó al Tíbet. Regresó con los animales, a la espesa vegetación y la paz. A veces intercambiaba videollamadas con Kole pero la señal era tan mala que tenían que cortar muy pronto. No había día en que no pensara en algo relacionado con Kole. Sus grandes y redondos ojos azules. Ese perfecto cabello rosa chicle. La forma en que su nariz se arrugaba ligeramente cuando se reía. Oh, Jericho amaba el sonido que hacía al reír. Y por encima de todo, su sonrisa. La sonrisa que hacía que todo pareciera estar bien. La sonrisa que le hacía creer que ella era para él.
Sólo que ella aún no lo sabía.
Había otra cosa en la que solía pensar en esa montaña. Él era un peleador experto cuando tenía que serlo pero ¿Realmente su destino era luchar contra el crimen? No le gustaba lastimar a otros y trataba de evitar la violencia prefiriendo tomar el rol de confidente en lugar de el de contrincante. Más bien prefería conversar con los villanos que pelear. Claro, eran malas personas pero ¿No es verdad que todos merecen una segunda oportunidad? Él siempre actuaba bajo el lema "Volar antes que luchar"*, lo cual parecía funcionar en muchas ocasiones aunque a menudo lo hacía parecer débil ante los demás titanes. Él no era débil, pero ellos no entendían su forma de pensar así como no entendían que Chico bestia no comiera carne -pero parecían respetarlo en cuanto a eso aunque hicieran comentarios burlones sobre su vegetarianismo-. Temía que no lo aceptaran por quién era y si debía estar en un equipo seguramente tendría que forzarse a luchar con los villanos. Pero bueno. Aún así había sido parte de la ruina de la hermandad del mal.
Finalmente, después de lo que comenzaba a parecer una larga eternidad de espera, fue contactado por los titanes.
Pero no por la razón que había esperado.
- Chico bestia a Jericho, adelante Jericho... ¿Jericho? -Jericho escuchó al cambiante repetir su nombre a través del comunicador T. Forcejeó para sacarlo de su bolsillo y abrió la videollamada, al instante la pantalla se iluminó con el rostro de chico Bestia un poco demasiado cerca para su gusto.
- ¡Jericho! ¡Viejo ¿Por qué no respondías?! -preguntó chico Bestia muy serio. Jericho frunció el ceño mirándolo y chico Bestia dejó salir un pequeño gruñido, como si por fin se diera cuenta de algo- Ah... Perdón por eso, pero ¡No te he visto en tres meses!
Jericho puso los ojos en blanco aunque estaba feliz de ver a chico Bestia después de tanto tiempo. Levantó una ceja preguntándose qué noticias le tenía.
- ¡Oh, cierto! -exclamó chico Bestia al entender lo que trataba de decir- Bueno, ya que Halloween está muy cerca, el alcalde de Jump City nos invitó a celebrar en el capitolio, a una fiesta de disfraces y quiere que vayamos todos, incluyendo a los titanes honorarios.
Los ojos de Jericho se abrieron de sorpresa. ¿Una fiesta de disfraces? Él no había ido a ninguna fiesta. Ni siquiera había celebrado Halloween en mucho tiempo. Pero chico Bestia interrumpió su tren del pensamiento.
- Te aconsejo que lleves una cita. Tú no tienes de qué preocuparte, viejo. Las chicas adoran a los chicos de tipo "rubio inofensivo que toca guitarra", así que estás de suerte.
Le sonrió haciendo que sus mejillas enrojecieran de incomodidad. ¿Una cita? ¿Necesitaba una cita? ¿A quién podía llevar? Sabía que la respuesta obvia era Kole pero dudaba tener el coraje necesario para invitarla. Temía que lo rechazara. Después de todo, él no había demostrado explícitamente que le gustara y no podía precisamente invitarla. Entonces pensó en los demás titanes. ¿A quién llevarían? ¿Y si alguien más invitaba a Kole antes de que él pudiera hacerlo?
Después de su pequeño momento de trauma levantó las cejas haciendo una mueca algo extraña esperando que chico Bestia pudiera comprender su pregunta.
- ¿Que a quién voy a llevar? -preguntó como para confirmar y Jericho asintió- Oh, bueno... Lo que pasa es... Es que... Ella... Hum... -se tropezaba con sus propias palabras tratando de hallar las adecuadas- No la he invitado, pero estaba pensando en invitar a...
Hizo una pausa y se estremeció preguntándose cuál sería la reacción de Jericho. No era normal que chico Bestia se comportara así de paranoico en cuanto a las chicas.
- ... A Raven. -dijo y se ocultó del comunicador para no ser visto. Casi había sonado avergonzado al decir ese nombre, como si se le hubiera escapado su más grande secreto en el mundo. Jericho agarró su guitarra y rasgó un par de cuerdas para llamar su atención.
Cuando el rostro de chico Bestia por fin volvió a aparecer en la pantalla, Jericho sonrió levemente y se encogió de hombros.
- Entonces... ¿No crees que sea una mala idea? -le preguntó. Jericho negó con la cabeza. De hecho no creía que fuera una mala idea en absoluto. Era agradable ver que las relaciones entre los titanes crecieran, pues eso sólo fortalecía su vínculo como equipo. Además, si a chico Bestia le gustaba Raven de esa manera ¿Por qué no intentarlo?
- Gracias, viejo -chico Bestia sonrió ampliamente- Me pregunto quién más irá con quién... ¿Qué hay de ti?
Bueno, él ya sabía con quién quería ir pero no estaba seguro si decírselo a chico Bestia o dejar que fuera una sorpresa pero luego pensó que Kole debía ser la primera en saberlo, así que sólo se encogió de hombros.
- No te preocupes viejo. Seguramente una chica increíble se enamorará de ti.
Eso esperaba Jericho.
- Le pedí a Heraldo que te traiga a la torre titán, así que debe estar contigo antes de que te des cuenta -añadió chico Bestia. Luego un fuerte ruido surgió del comunicador como si algo se hubiera roto.
Chico Bestia miró sobre su hombro y con una expresión de pánico exclamó
- ¡No Sedita! ¡Esa es mi ropa interior de edición limitada de Clash of the planets! -en la pantalla sólo había estática pero Jericho podía escuchar varios gruñidos como de chico Bestia peleando por la ropa interior. La pantalla no volvió a iluminarse pero también pudo escuchar a chico Bestia decir
- ¡Me tengo que ir! Te veo después... ¡SEDITA! ¡No, hombre! ¡No mi cabeza de espuma de edición limitada de Clash of the planets! ¡Sed...! -pero fue cortado por el comunicador al terminarse la llamada. Jericho ahogó una de sus risas mudas y se dio cuenta de que echaba de menos el sentido del humor del cambiante.
El sonido de una trompeta siendo soplada lo atrapó con la guardia baja. Se giró para ver a Heraldo salir de un portal y proceder a tocar unas alegres notas de jazz en su trompeta. Jericho lo saludó con un gesto de la mano y los ojos brillando de por fin ver a su amigo.
- Justo cuando comenzaba a creer que tus ojos no podían ser más grandes. -dijo Heraldo con voz tranquila y ronca, luego le dio un golpecito en el hombro y un medio abrazo- Entonces ¿Qué cuentas? -Jericho sólo señaló su guitarra e hizo un gesto con las manos hacia el hermoso escenario- Parece que no has cambiado nada. No quiero sonar tan cortante pero ¿Estás listo para irnos? Que todavía tengo que ver qué voy a ponerme para la fiesta.
Jericho no podía estar más de acuerdo. Metió su guitarra en un estuche y con gestos le pidió que procediera. Entonces él sopló una nota suave en su trompeta, con lo que se abrió un portal hacia Jump city. Con una última mirada a su montaña, Jericho dio una zancada hacia el portal con renovada confianza.
Le pediría a Kole que lo acompañara.
Lo haría.
Me habría gustado publicar esto antes, pero se me amontonaron algunas cosas del instituto y... Bueno. Maldita escuela u_u pero espero poder actualizarlo pronto :3
*AN: Flight before fight en el original.
