Hola gente, soy TodoesBueno1 reportándose con mi primer Fan Fiction. Espero que les guste y me ayuden si tengo algún problema... Sin mas nada que decir...

AHH casi me olvido, para los que les interese, pondré a final de los capítulos la "Zuiichi Time" que será los comentarios de autor, agradecimientos y respuestas a preguntas que me hagan dirigida por Zuiichi-chan.

Espero que disfruten la lectura y sin mas nada que decir... Sayonara


CASO 225

DÍA 1

Es el cuarto día que no duermo, otra noche más en la jefatura, la nieve parece azotar más que el frio y el ambiente interior tampoco es mucho mejor. La calefacción acá está en las ultimas, los calentadores son viejos y ya no se nos permite usarlos más debido al aumento del gas natural de la semana pasada, lo cual solo tengo a mi campera de cuero como compañía y ayuda. Una de las luces fluorescentes del techo de mi oficina está titilando, está agotada y para las posteriores noches fallecerá. El trabajo me llena la cabeza con preguntas indescifrables por el momento…

-David, el jefe te llama- Grita una voz masculina a lo lejos. Me doy vuelta, observo las oficinas vacías, ya era hora de cerrar el lugar. Doy pasos lentos y tambaleantes hasta una gran puerta.

-Por fin llegaste, cría que ya te habías desmayado- Dice con un tono divertido el secretario del jefe.

-Aun puedo seguir despierto un poco más- Respondo con la mirada perdida.

-Es tiempo que descanses un poco- Lo mira con preocupación.

Mi nombre es David Raymond, tengo 27 años. Mido alrededor de 1. 79, el cabello corto de color negro, los ojos marrones con unas grandes ojeras por las horas sin dormir y la piel algo pálida.

-Ya es hora de cerrar la oficina, mejor apresúrate. No es seguro caminar de noche por aquí- Dijo dándose vuelta para acomodar el papeleo que tenía a mano.

-Gracias por hacerme acordar- Respondí con un bostezo.

Abro la puerta, la luz de su interior era tan brillante que me dejo ciego con unos minutos. Al acostumbrarme, me reencuentro con el Jefe.

-Puedes sentarte- Dijo con una voz ronca sin sacar la mirada a la computadora.

Su nombre es Joseph Freeman, el Jefe de investigación policial de este pequeño pueblo, Beatrice Forest.

Camino con respecto, dándole una mirada a todo el cuarto. Cuadros, diplomas, una sola ventana grande y un ventilado que apuntaba al hombre de 45 años que tenía adelante su escritorio y una computadora. Me senté esperando alguna palabra de mi superior.

-Creo que ya sabes de qué quiero hablarte- Me dice mientras se acomoda en la silla. –Llegaré al punto. Nos avisaron que no involucraran al FBI en este problema.- Continua con un tono preocupante.

-¿¡Qué!? ¿¡Como que no nos ayudaran!?- Respondo gritando parándome de la silla.

-Señor Raymond, por favor tranquilícese un poco, ya sabemos que este tema es complicado, pero no podemos hacer nada. No estoy diciendo que vamos a abandonarlo, Intentare lo posible para recibir algo de apoyo.- Termina de decir.

-Mis disculpas Señor. Me pongo un poco nervioso al notar la dificultad de esta tarea, ya me sigue nublando el juicio.- Respondo ante mi irrespetuoso acto sentándome nuevamente en la silla.

-No importa, entiendo cómo te sientes. Pero no hay que culpar al FBI. Quien se fija en un pequeño pueblo de no más de 2000. Pero…- Su voz cambia a una lamentable. –Estamos hablando de un asesino en serie. Esto se puede convertir en un problema mayor si empieza a atacar ciudades. Se convirtió en uno para los habitantes y más aún para los que vienen acá, la bella imagen de este pueblo se vio manchada con sangre- Dice mirando la ventana. –Dime ¿Tienes alguna evidencia?- Pegunta mirándome.

Me quedo callado por unos segundos, pero logro sacar algunas palabras dejando mi rostro serio.

-El asesino es muy cuidadoso. No deja huellas digitales en ningún lado, no deja nada suyo ni siquiera el arma que usa, en pocas palabras, no deja rastros.- Me quedo cayado viendo al Jefe pensativo. -Pero, solo tenemos una sola evidencia- Él levanta la vista. -La víctima número 25, la señorita Elizabeth Evans-

-La niña de 11 años que sufrió graves apuñaladas en su cuerpo, la recuerdo. Delgada, piel pálida, cabello rubio largo hasta la espalda y ojos marrones- Dice.

-Exacto- Afirmo. –Las heridas fueron con un arma blanca, es lo único que la identifica con las demás victimas… Pero lo único que la diferencia de los demás son las áreas apuñaladas-

-¿A qué te refieres?- Pregunta con curiosidad.

Tomé un respiro y empecé.

- Volvamos a lo que empezó todo, la primera víctima, Nelson Thompson, 22 años, fue apuñalado en el pecho y abierto con órganos fuera de su cuerpo. La segunda víctima, Sophie Parker, 18 años, fue asesinada una hora después de la primera víctima con las mismas acciones y con una cortada profunda en el cuello. La tercera víctima, Steve Miller, 29 años, fue asesinado con múltiples apuñaladas en el corazón y órganos destirpados. Lo siento, pero solo investigue a fondo esas- Termino.

-Disculpe, pero aún no entiendo adonde quiere llegar- Me mira fijamente cruzando los brazos.

-Ellos tres fueron atacados de formas espantosas, algo que Elizabeth no- Respondí a su duda.

Él se sorprendió ante mi explicación.

-Ya sé que la señorita Evans está luchando por su vida en estos momentos, pero no fue por la misma forma que las anteriores víctimas, ella fue apuñalada en áreas no fatales, pero está en ese estado por la pérdida de sangre- Termine mi explicación.

-¿Estas tratando de decir que quizás el asesino tuvo piedad contra su víctima?- Pregunta dudando.

-Podría ser una posibilidad, aunque sea dudosa. No debe ser difícil matar a una niña si el asesino lo hizo con personas con más edad- Pongo mi mano en el mentón. –Mejor será que busque más datos de la señorita Evans- Cambio mi tono de voz a una pensativa.

-Sería lo más indicado, pero será mejor que descanses un poco- Me dijo mirando la computadora. –Desde que te dimos este caso no tomas ni siquiera una siesta- Termina la oración.

-No puedo señor- Enuncié. –Tengo la responsabilidad de los asesinados, es mi deber encontrar al culpable lo más rápido posible y no descansaré hasta encontrarlo- Mi tono de voz cambio, a una decidida, completamente decidida y segura.

-Me pregunto cuando desapareció la paz en este pueblo… Ten cuidado al regresar a casa- Dijo el hombre mirando el techo pensando.

-Con permiso, me retiro- Me encamino hacia la puerta. A metros de la manija… -Casi me olvido de mencionarle una última cosa-

-Dime- Ordenó mirando con curiosidad.

-Hay otra cosa que las tres primeras víctimas poseen en común- Me quedo callado por un largo rato. –El asesino, les corto la boca, dibujándoles una sonrisa que llega hasta las mejillas- Sigo con la información doblando la cabeza dirigiéndola al Jefe.

-Ya veo. Que mal que la única testigo ante sus ataques este en coma. Puede retirarse, ha hecho un buen trabajo- Ordena.

Abro la puerta devastado y confundido. Este asesino es un completo psicópata. Causa muchos problemas. No importa a quien sea, este asesino no solo mata a adultos, sino también a ancianos y hasta niños.

Salgo del edificio, era de noche. Miro mi celular, son las 11:45 P.M.

-Será mejor que vaya rápido- Pienso mirando hacia los lados verificando la presencia de alguien.

-¡¿Quién anda ahí?!- Pregunto.

El cuerpo no se mueve, no logro ver su rostro por la poca iluminación, la única fuente de luz que había era la que salía del edificio.

Los segundos parecían eternos, el cuerpo seguía sin moverse. No me asustaba, pero estaba nervioso.

-Me escuchas. Si no te identificas, tendré que disparar- Metí ya que en ese momento no tenia en poder alguna arma. Sabía que era una mala idea, pero tenía que intentar.

El cuerpo seguía sin dar señal. Mi cuerpo empezó a reaccionar muy extraño, una sensación de cansancio masivo que hacía que mi cuerpo decayera de a poco, primero mis manos y después mi visión que empezó a verse borroso. De la nada, sentí que algo toco mi hombro…

-Disculpe- Una voz sin vida entró por mi oído.

Mi reacción fue tan brusca que lo asustó, haciendo que collera al suelo. Tenía la apariencia de un adolecente, aunque no podía confirmarlo a simple vista, ya que tenía puesto una campera blanca con capucha que tapaba la mitad de su rostro y unos pantalones negros con zapatillas deportivas negras.

-Perdóneme, no quería asustarlo- Dijo levantándose del suelo.

-No deberías acercarse a la gente así, tampoco irte de tu casa y mucho menos sin tus padres. Le podría haber pasado algo- Le dije mirando hacia otra dirección.

Miro hacia atrás para ver la sombra lejana, pero me encuentro con la completa oscuridad. El cuerpo había desaparecido.

-¿Sucede algo?- Pregunto el extraño muchacho.

-¿Si sucede algo preguntas? Debes saber que hay que tener cuidado de los perros- Miento discretamente.

Bueno, no era que sea una nueva preventiva, nos ordenaron mantener en secreto al asesino serial para así no causar una gran conmoción a la población infantil. En vez de eso, decíamos que los rasgos de ataque eran de perros salvajes del lugar, eso podía ser creíble teniendo en cuenta que el pueblo está rodeado de bosque. Eso hizo que la gente empezara a cerrar puertas y ventana y se comenzó un toque de queda desde las 20:00hs hasta que salga el sol.

-No es necesario que diga eso Señor David Raymond. Yo sé perfectamente lo que está pasando-

Miro con asombro y duda… ¿Cómo sabe quién soy? ¿Enserio tiene idea de lo que pasa? Si es así ¿Cómo saco la información?

-Se que andan escondiendo el tema del asesino para no causar pánico, haciéndoles creer que no son más que simples ataques de perros rabiosos u osos que se meten a las calles de los vecindarios, en lo personal creo que es una pésima idea. Pero ¿Quién soy yo para darle la contra a un investigador?- Continua hablando con una voz "inocente".

-¿Quién eres tú? ¿Cómo es que sabes de eso?- Pregunto con mucha sospecha.

-No se preocupe, se mantener secreto. Soy Christopher Evans, el hermano de Elizabeth- Dice mientras se saca la capucha.

El muchacho era de unos 18 años, cabello marrón claro que le cubría las orejas y la nuca y los ojos marrones casi negros y media alrededor de 1.65. Se nota a primera vista que aparte de ser inexpresivo es también valiente, sobre todo para violar el toque de queda.

-A cierto. Tuvimos que hablar con usted ya que si no me equivoco sus padres estaban de viaje ¿No es así?- Pregunto con un poco de sospecha en mi tono.

-Así es- Respondió fríamente.

-Escucha, estas violando toque de queda, así qué le sugiero que regrese de inmediato a su hogar, y así no recordaré más que violó la ley.

-No me molesta. Arrésteme entonces, pero lo que quiero es conversar con usted.

-Como… usted diga-

De algún modo me convenció fácil y rápidamente. Era eso o dejar que se escapara para dar vueltas y dejarse morir por el asesino.

Hice lo que debía hacer, llevar a Christopher a su hogar. La conversación que tanto deseaba empezó justo cuando encendí el motor del auto.

-Investigue un poco de usted si no era molestia. David Raymond, 27 años Y soltero. Casa 15 de madera de roble de un piso. Detective experto por casos en otras ciudades que ayudaste a resolver. – Toda esa información me la contó con una mirada fría y un tono de voz desafiante.

-¿Cómo conseguiste esa información? – Pregunto siguiendo mi tono de sospecha.

-Soy muy bueno buscando información- Responde manteniendo su mirada fija en mi.

- ¿Hacker informático? ¿Sabes que te puedes meter en problemas persiguiendo a la gente así?- Pregunto mirándolo determinadamente.

-Solo quería ver quién es el hombre que tiene la obligación de ayudar a mi hermana- Su mirada fría sigue mirando mi rostro. –Igual, eso haría un hermano mayor-

-Por tu tono de voz, descifro que quieres ayudarme en el caso ¿No es así?- Pregunto metiendo mis manos en los bolsillos de mi pantalón y con la otra manteniendo firme el volante.

-Correcto- Vuelve a tener ese tono inocente

-En realidad no sabes en que te metes. Esto no es un juego, tu vida y la de los habitantes está bajo nuestra responsabilidad- Lo regaño.

-Usted no sabe cómo me siento, sabiendo que la persona que quiero esta lastimada por mi culpa. Por un capricho mío, ella está sufriendo- Me revela su intención. Parecía que si seguía hablando comenzaría a llorar.

-Como dijiste, he hecho muchos otros trabajos en otras ciudades. La gente que me quería ayudar en realidad se convirtió en un estorbo- Dije mirando hacia el lado opuesto a la de él. No lo veía, pero sentía que el chico se preparaba para decir algo, pero lo detuve…

-Pero, podría intentar contigo- Continué

El chico me mira sorprendido.

-Veo que tú en realidad vas a ser de ayuda. Escúchame, esto no puedo mencionarlo ni con mis jefes ni con mis compañeros. Además por haber muy pocos investigadores en el pueblo, yo trabajo solo en este tema, no vendría mal un poco de ayuda.-

El chico se pone derecho, poniendo una cara de aceptación en su rostro.

-¿Tienes algo de información como para demostrar tus dones?- Pregunto con curiosidad, mirándolo.

-Sí, investigue a fondo de algunas víctimas de estos días- Me responde, tirando una mirada desafiante.

-¿Cuantas?-

-8 personas-

Me quede sorprendido ante el resultado, pero no lo demostré. –Dijiste que investigaste a fondo, ¿A qué te refieres con eso?-

-Casi igual a lo que hice con usted, donde vivían, sus edades, sus características, sus trabajos, su relación entre ellos y las familias de aquí- Me respondió sin dudarlo. - El patrón del asesino sigue sin ser claro, ataca a personas al azar, y todos los asesinatos carecen de alguna conexión entre sí, pero sus métodos son muy básicos.-

-Sorprendente-

- Pero el problema es que no he encontrado la conclusión sobre la razón y la motivación de que ese loco ataca a habitantes al azar y sin ningún tipo de conexión - Continuó.

-Ya veo- Lo mire con aceptación. –Muy bien, me dieron unos días de descanso, así que podemos tener un continuar mañana tranquilos. Estaremos en contacto en todo momento. Pero trata de mantenerlo en secretos de tus padres, nunca te metas en la página de la jefatura sin mi permiso, pero más que nada, intenta obedecer el toque de queda-

-Muy bien, llegaré a su casa a las tres de la tarde si no le importa-

-Oye, ¿No estudias en ningún lado?- Pregunto con curiosidad girando mirando hacia el horizonte.

-La vida de mi hermanita en más importante en estos momento, además…- Su cabeza cae mirado hacia sus pies

-Necesito pagarle por todo lo que le he hecho-

Llegue a un conjunto de casas, esperando que alguna sea la de él.

-Muy bien. Entonces nos vemos mañana- No escuche respuesta.

Al darme vuelta, la presencia del chico había desaparecido. Doy un pequeño respiro y veo que no hay nadie a mí alrededor. Doy en marcha mi auto directo hacia mi casa, lento y atentamente… Atento, porque aun siento la sensación de que alguien, de algún modo, me vigila y me espera a que me detenga.

Cosas raras pasan en este pueblo últimamente.

FIN DEL DÍA 1


Esss... ZUIICHI TIME (n.n)

Zuiichi-chan: Ohayo Nakamas (Buenos días amigos) /(°o°)

Mi nombre es Zuiichi hasta nuevo aviso. Si no me equivoco significa "primero" con lo poco que se de japones aprendido en los anime... Mmmm (Cara pensativa) (°7°)

Que mas da, ¿Me pueden corregir los expertos? aunque dude cambiármelo porque me gusta (°u°)

Espero que les haya gustado el primer capitulo de la historia que le costo mucho a la autora y espero con ansias sus Reviews y hagamos un pequeño juego... ,(°v°),

Si la próxima vez que entre veo algún reviews, obligo a la autora que se ponga como una histérica a escribir /(n.n)/

¿Guta? Pues si es así... ¡A ESCRIBIR! (o)

Me despido... Bye Bye (n.n)/