Angelika von Jungfrau está a punto de casarse y se siente algo nostálgica al recordar sus años de infancia junto a las dos personas a las que más quiere en este mundo: Shaka von Jungfrau, el estratega principal del rey Shion de Holstein y Mu Samjief, el herrero al cargo de la armería real. Angelika espera que su inminente matrimonio sea tan feliz y exitoso como lo es el de sus padres.
Este relato tiene como historia de fondo la trama que se desarrolló en un juego de RPG basado en "Mein Liebe" en el que los personajes principales eran (entre paréntesis estan los nombres de los usuarios que llevaban a cada personaje):
-El rey Shion (Lord Voldermort).
-El consejero Aioros Baddeti (Magic Lilac)
-El capitán de la guardia, Aldebarán Cesarini (loveless girl)
-El príncipe Milo (Hikari-Senshi)
-Mime de Cristal (Shun el más bello)
-Mu Sanmjief (Blue azul acero)
-Angelika von Jungfrau, hija de Shaka. (spica66)
-Shaka von Jungfrau, estratega del rey (spica66)
La historia que viene a continuación es de mi cosecha aunque algunos diálogos y partes de la trama coincidirán con lo que se escribió en el RPG, por eso, escribí la lista de personajes para que se pueda atribuir la correcta autoría. Espero que os guste.
Capítulo 1
En un bello jardín de una casa señorial se paseaba una hermosa joven de unos veintidós años de edad, de mediana estatura, cabellos oscuros y ojos verdes como esmeraldas, que estaba podando con gran cariño un rosal que producía flores del color de una yema de huevo. Ella misma insistía en cuidar de aquella planta que tanto valor sentimental poseía, pues su abuela la plantó de recién casada. La chica pertenecía a la tercera generación que había disfrutado del aroma y la vista de aquellas maravillosas flores de tan inusual color.
Al ver como las bellas flores comenzaban a despuntar, se acordó de aquel maravilloso día de primavera cuando era una niña en el que por primera vez vistió un hermoso vestido de seda de color naranja pálido ribeteado por hilo de plata que su papá le había regalado unos días antes y que estrenó en una ocasión muy especial. La joven se sentó a la sombra del arbusto y se puso a recordar las circunstancias que la llevaron a su situación actual.
Varios años antes en el reino de Holstein las gentes se consideraban enormemente afortunadas al tener a un benévolo governante, el rey Shion. El rey siempre tenía el bienestar de su pueblo como su prioridad principal, vivía sin grandes lujos y además le gustaba mezclarse frecuentemente entre todos sus súbditos.
Shion se consideraba muy afortunado al contar con numerosos miembros de la corte que le facilitaban su trabajo, compartían sus ideales en cuanto a la forma de gobierno y eran leales hasta la muerte.
Entre sus más valiosos consejeros estaba Herr Aioros, el tesorero real. Un hombre que aparentaba tener unos veinticinco años de edad, que era muy eficiente en su trabajo aunque a veces, algo impulsivo. A veces hacía una montaña de un granito de arena pero debido a su lealtad al rey y su bondad era muy popular con todo aquel que le conocía.
Aioros tenía un secretario con unas terribles tendencias obsesivas y ese comportamiento no sólo quedaba en el plano privado, ni en el profesional pues también tenía tendencias a hacer de Celestina, o sea, que si le parecía necesario que alguien tuviera pareja no paraba hasta lograr que tal cosa ocurriera. Aioros había pensado en despedirlo en numerosas ocasiones pero puesto que era una persona sumamente útil, eficiente y fieramente leal no se veía con ganas de deshacerse de él.
Su "víctima" del momento era ni más ni menos que Herr Shaka von Jungfrau, el estratega principal del rey Shion. El secretario creía y explicaba a todo aquel que quisiera escucharle que Shaka era un auténtico amargado que necesitaba tener a alguien en su vida. En realidad aquello no era más que una exageración pues la falta de romance en la vida de Shaka se debía a que sus tareas tanto como instructor en tácticas militares del príncipe Milo y como jefe del servicio de inteligencia lo tenían casi siempre ocupado.
De hecho, desde hacía varios meses Shaka se había visto obligado a pasar más tiempo en la corte que en su casa ancestral debido a que la amenaza de guerra con el reino del Kalador se había vuelto más patente tras el anuncio de los esponsales entre la reina Afrodita (cuyo reino también hacía frontera con Holstein y que hasta entonces había sido territorio neutral) y el rey Odín del Kalador.
Debido a su descendencia mixta (su padre era de Holstein y su madre turca, hija de jenízaros descendientes de prisioneros españoles) Shaka también hablaba, leía y escribía con fluidez en varios idiomas y cuando había visitas que venían de reinos lejanos le tocaba hacer de interprete para el rey; frecuentemente se encargaba de verificar que las traducciones de documentos importantes eran exactas, en especial si se trataba de uno concerniente a la seguridad del reino y por eso, a menudo trabajaba con Herr Aioros. Afortunadamente eran muy raras estas visitas y aún más contadas eran las ocasiones en las que debía servir como diplómata para una misión en el extranjero.
No obstante, a pesar de lo ocupado que siempre andaba y para la sorpresa de muchos, había cumplido con los trámites de adopción de una niña de siete años llamada Angelika, a quien adoraba y cuyo cariño era correspondido con creces. Sus motivos para hacer algo así no los había revelado a nadie, ni tan siquiera a la chiquilla, ya que se trataba de algo muy personal.
