La Fuerza de la Mente de un Niño. Esta es una historia de tiro que amablemente me permitió traducirla.

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Capitulo 1

Harry Potter, de 15 años, no se estaba enfocando para nada. Él encontraba muy difícil enfocarse en Pociones cuando su profesor Severus Snape no dejaba de mirarlo y por el éxito de Draco Malfoy en arruinar sus pociones, así logrando que tuviera malos resultados en todas las clases. El chico rubio las había arruinado ya tres veces seguidas y el chico de cabello negro gruño más que irritado. De verdad le gustaría poder aprobar la clase al final del curso.

Él revolvió la poción dos veces contra las agujas del reloj antes de mirar las instrucciones. ¡Si solo Snape dejara de mirarlo! Él trato de mantenerse calmado y escuchar lo que Hermione estaba diciendo. Ella ni siquiera estaba hablando sobre la poción que él estaba preparando pero su voz calmaba sus nervios y lo tranquilizaba. También le daba la oportunidad de ignorar a Snape y eso era algo bueno. Ella probablemente también había notado eso.

Draco sonrío maliciosamente cuando vio que Potter desvío su atención. Él tomo un ingrediente al azar de su escritorio y lo arrogo… justo al caldero de Harry.

Harry giro ojos preocupados cuando su poción comenzó a borbotear y a humear descontroladamente. Un segundo después, se dio cuenta que iba a explotar.

"¡Cuidado!" grito, empujando a Hermione bajo el escritorio junto la fracción de segundo antes de quedar cubierto de la poción. Él perdió el conocimiento.

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Severus se puso de pie al momento que exploto el caldero y suspiro. Él sabía que a su ahijado le encantaba molestar a Potter, ¿pero porque en su clase? ¡El maestro de pociones era el que siempre tenía que arreglar el desastre!

Él desapareció la poción y dijo mirando alrededor:

"¿Alguno de ustedes idiotas fue alcanzado por la poción?"

"Harry lo fue señor," dijo Hermione mientras salía con piernas temblorosas bajo el escritorio. Sus ojos buscaron a su amigo mientras que Ron se paro de su silla.

Severus se acerco y miro al piso. Él parpadeo. La tunica de Harry estaba en el piso. Cuidadosamente se arrodillo y la tomo en sus manos. No Potter. Se puso de pie, permitiendo un breve dejo de sorpresa y confusión cubrir su rostro. Todos miraron la tunica que Severus sostenía. El la sacudió ligeramente. Aun no Potter. Maldición, ¿porque tenia que pasarme esto a mi?

"Longbottom, ve a buscar al director," dijo Severus. "¡El resto de ustedes, guarden sus cosas y márchense!"

Rápidamente lo hicieron, bastante nerviosos por su tono. Granger y Weasley se quedaron. Levanto una ceja y dijo:

"Les dije que se fueran."

"No sin Harry," dijo Ron. "él debe estar aquí."

"¿En que poción estaba trabajando el, Granger?"

Hermione trato de pensar ya que el libro de Harry había sido destruido. Snape maldijo su suerte; hoy le había dicho a los estudiantes que hicieran la poción que quisieran del libro. Ojala, Granger había mirado el libro del chico antes que comenzara.

"¡Poción Escogedora!" exclamo después de un momento, y él hombre tuvo que alabarla, claro que solo en su mente, por siempre chequear lo que hacían sus amigos. Podía ser porque ella era una molestosa sabelotodo-pero esta vez había ayudado. "Él casi había terminado, solo le faltaba una etapa."

Severus gruño para dentro y pensó la larga conversación que tendría con Draco después. ¡Ese maldito chiquillo tenia que detenerse!

El gruño mas por dentro cuando Fred y George aparecieron, probablemente habiendo escuchado la noticia de Dean o Seamus. Él los ignoro y trato de pensar en que diablos había sucedido. ¿Acaso Potter se había encogido al tamaño de una cuchara o que? Hermione parecía estar pensando lo mismo, ya que le dijo a los Weasley que tuvieran cuidado en donde pisaban y también comenzó a buscar. Quizás podían encontrar al maldito chiquillo antes que Albus llegara. Era una esperanza tonta, pero Severus a veces esperaba demasiado.

Fred escucho el suave llanto de un niño y se dirigió a investigar, ignorando a los demás. Todos estaban mirando al piso buscando al Harry Potter en miniatura. El abrió la puerta de la alacena de ingredientes y se quedo helado.

Grandes ojos verdes lo miraron bajo un alborotado cabello negro. Su labio inferior temblaba mientras trababa de contener las lágrimas. Delgados bracitos estaban abrazados a igualmente delgadas piernas, el niño estaba vestido solo en… la camisa escolar de Harry. Los pensamientos de Fred hicieron clic. Un niño de ojos verdes…un pequeño Harry Potter estaba sentado enfrente de el.

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"Vine apenas me entere," dijo Dumbledore. "¿Que sucedió?"

"Alguien arrojo un ingrediente al caldero de Potter," dijo Severus sentándose en su silla. Sin darse cuanta había doblado la tunica y ahora la había puesto en el escritorio frente a él. "Exploto y una vez que el humo desapareció también lo había echo Potter. Era una Poción escogedora."

"¿No han tratado de localizarlo?" pregunto Dumbledore.

"Yo trate un 'Apúntame a Harry Potter' pero no funciono," dijo Hermione.

"Este salón esta protegido contra eso," Severus dijo frotando su frente. "¿Podemos encontrar al maldito chiquillo para poder ir a almorzar?"

El director lo miro, divertido, y bajo la mirada. Frunciendo el ceño, saco su mano de la tunica de Potter. Él había estado acariciándola. Mano traicionera. Si no necesitara tanto su mano, la metería en acido sin importar el dolor. Bueno... quizás eso era un poco drástico. Él se puso de pie, irritado con su traicionera mano y sus pensamientos.

"¿Donde podemos comenzar? ¿Y como lucirá?" pregunto Ron.

"Puede haberse encogido en cuerpo o tamaño," dijo el viejo mago. "no importa; busquemos y esperemos lo mejor."

"No tienen que hacerlo."

La voz de Fred hizo que todos se giraran. El miro a todos desde la puerta de la alacena de ingredientes.

"¿Porque no?" George le pregunto a su hermano.

Fred sonrío y se dio la vuelta. El tomo algo en sus brazos. Sus ojos se abrieron cuando se giro. En sus brazos, un pequeño niño los miro asombrado. Sus ojos esmeralda abiertos muy grandes, tratando de mirar todo al mismo tiempo. Severus rápidamente se sentó.

"Voila," dijo Fred con una sonrisa. "¡Un Harry Potter de seis años a su servicio!"

"¿Que significa Voila?" pregunto Harry, girando grandes ojos verdes hacia el pelirrojo que lo sostenía.

Mientras Fred se dedicaba a explicarle, los demás cerraron sus bocas.

"Bueno… parece que se encogió en cuerpo y mente," llego a la conclusión Dumbledore.

"¿En serio?" dijo Severus antes de dejar caer la cabeza en el escritorio con un gruñido.

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Harry miro a la gente reunida alrededor de su cama mientras jugaba con la manta que cubría sus piernas. Él estaba vestido con un tipo de suéter, demasiado grande para su delgado cuerpo y unos pantalones que habían sido encogidos enfrente de él. El había abierto mucho sus ojos (si es que eso era posible) ante la vista de la magia que realizaron ante él.

"Él no tiene anteojos," dijo Ron.

"De acuerdo con mis exámenes, su visión es perfecta," dijo Madame Pomfrey. "Esta un poco bajo peso y deshidratado pero nada mas. Él sufrió una fractura en su pierna que no sano apropiadamente, que es la razón por la cual pude verla. Aunque no es nada serio, y no sufre dolor debido a ello. Parece estar en buen animo aunque un poco confundido."

"¿No tiene memoria?" pregunto Albus.

"Ninguna," dijo Madame Pomfrey. "Ni siquiera sobre los Dursley por lo que parece. Le pregunte quien se había encargado de él y respondió que no sabía."

Snape frunció el ceño. ¿Porque tenia que permanecer aquí? ¡Esto no tenia nada que ver con él!

O… quizás si. ¡Pero! Él no iba a admitir eso. Él miro a Harry y maldijo cuando los grandes ojos verdes se posaron en él. Los ojos de Lily en ese pequeño rostro… ni siquiera podía ver a James Potter en esa cara. Antes podía ubicar a Potter en la categoría de 'copia idéntica de su molesto padre, James Potter' pero ahora estaba perdido. Este niño no se parecía para nada a su padre.

"¿Que debemos hacer?" pregunto Hermione y se giro hacia los adultos. "Pueden cambiarlo de vuelta, ¿cierto?"

"Es mas complicado de lo que pensamos," dijo Madame Pomfrey. "Tal y como esta ahora, no puede volver a como era."

"¿Porque no?" casi grito Ron.

"Porque en su mente, él no es Harry Potter. Él ni siquiera conoce su nombre," le dijo la enfermera. "No puedo hacerlo crecer porque eso crearía un caos en su cerebro y sufriría de una inmediata muerte cerebral si lo forzáramos a su cuerpo."

Harry con cuidado se bajo de la cama, no siendo notado por el grupo que hora discutía. Eran bulliciosos. El hombre vestido de negro estaba en silencio, justo como le gusta a Harry. Harry no sabía porque lo llamaban Harry pero lo acepto. Sentía como si nunca hubiera tenido un nombre antes. Era agradable no ser anónimo ya que parecía que había olvidado todo sobre su vida. Él suponía que debía recordar algo pero su mente estaba en blanco.

Él alcanzo al hombre silencioso y se sintió seguro. Él le dio un tirón a la tunica negra (él enfatizo que era negra; a él le gustaba la ropa negra), no queriendo molestar al silencioso hombre. Ojos negros se encontraron con verdes, y Harry estiro sus brazos.

¡El nervio del chico! Severus sintió que su cerebro se había apagado. El mocoso Potter, el mocoso que lo odiaba, ¡estaba parado allí luciendo muy lindo con los brazos estirados! Esperen un minuto; acaso él, el terrorífico, grasiento y enojón maestro de pociones, ¿acababa de decir muy lindo? No maldición, ¡él lo pensó! O espera… ¡AH! ¿Porque todo es tan complicado?

Sacudiéndose de sus pensamientos, Severus miro al niño que tenía los ojos llenos de lágrimas con la desesperación marcada en ellos. Él suspiro mentalmente y supo que lamentaría esto después.

El tomo al niño y lo levanto con facilidad. El chico calzaba perfectamente en sus caderas y Harry puso sus pequeñas manos en sus orejas y murmuro:

"Meten mucha bulla…"

Severus bufo para esconde una sonrisa. El hombre miro al grupo que discutía y luego de vuelta al niño. Harry lo miro con ojos inocentes, y contra su voluntad Severus encontró su espíritu disolviéndose. El niño era demasiado lindo para resistirlo. Esperen… no, no, no, ¡él no dijo o pensó la palabra lindo! ¡NO LO HIZO!

Sus ojos no podían despejarse de Harry que ahora estaba bostezando y preparándose a dormir donde se encontraba. Los labios del maestro de pociones se doblaron en una leve sonrisa ante la dulce vista. Esperen… ¿dulce? DULCE, ¿como en malditamente LINDO y ADORABLE?

Esto era todo. El cerebro de Severus Snape oficialmente se había ido de vacaciones, se esperaba que regresara para el verano. Por alguna razón (que hizo que el hombre casi se volviera loco) el pensar en Harry Potter dormido en su cadera no le parecía mala.

Borren su declaración anterior; su cerebro oficialmente había muerto.

"¿Severus?"

Él levanto la mirada y encontró varias miradas de asombro. La boca del joven Weasley estaba completamente abierta y Severus escondió una sonrisa al verla. Hermione miro a los dos de forma extraña, las ruedas en su cerebro girando rápidamente. Madame Pomfrey estaba parpadeando con rapidez, como si creyera estar soñando. Los gemelos Weasley lo miraban fijamente, miradas divertidas en sus ojos, y los malditos ojos de Dumbledore brillaban. Los demás miembros de la Orden estaban con la boca abierta, 'Canuto' vibraba por el shock y la rabia al lado de las piernas de Remus.

"Veo que Harry te ha agarrado cariño," dijo el director.

"Así parece," Severus respondió secamente. "¿Y?"

"Alguien tiene que encargarse de él," recalco Dumbledore.

En ese momento Severus Snape supo que no le gustaría la propuesta del director… para nada.