Ianto y Jack se tumbaron en la cama. Sin darse cuenta, la noche se les había echado encima. El capitán comenzó a reír mientras abrazaba a su compañero. "Creo que ha sido le mejor polvo de mi vida. Debería desaparecer más a menudo para que me eches de menos."
"No vuelvas a decir eso." Ianto se incorporó en la cama. Había anhelando tanto volver a ver a Jack durante tiempo que estaba estado ausente. Había desaparecido, después de haberle besado, después de haberle dicho en su despacho que le quería, Jack se había esfumado y durante varias semanas no había dado señales de vida; hasta que de repente, en medio de una misión, Jack había aparecido, como caído del cielo, como si nada hubiera ocurrido.
Al verlo y mientras intentaban detener al capitán John Hart, Ianto se había sentido terriblemente mal, se sentía utilizado, creía que los sentimientos que le había revelado a Jack, no hubieran significado nada para el capitán. De repente creía no conocerle en absoluto.
Y de improviso, le había pedido una cita, como si nada, le había pedido ser una pareja normal. Ianto no comprendía nada, lo intentaba pero no lograba penetrar en la enorme coraza del capitán. No le había dicho donde había ido, no le había dicho nada de las semanas que había estado fuera. Simplemente se había interesado por él y por lo que su compañero había hecho y cuando Ianto quiso darse cuenta estaban en la cama, como siempre.
"Lo siento." Le susurró Jack al oído, rodeando su cuerpo con ternura y abrazándolo. "Se que he sido un imbécil y me he portado fatal contigo. No debí marcharme, lo se, pero tenía unas cosas pendiente y cuando aparecieron frente a mi…"
"¿Qué cosas Jack? ¿Por qué no eres capaz de decírmelo? Yo te quiero y te he contado todo lo que soy, todo lo que me gusta, sabes que jamás lograré recuperarme de la muerte de Lisa y aún así me quieres, ¿Por qué no me dejas hacer a mi lo mismo?"
"Porque es complicado y muy largo." Le acarició la cara, pero Ianto continuó en sus trece.
"Tenemos tiempo, todavía no es de día." Ianto se arrodilló en la cama frente a Jack, con mirada suplicante. "Por favor Jack dime donde has estado, que es lo que te alejó de mi y porque has vuelto."
"Ya sabes que he vuelto por ti." Desde luego esa era una buena forma de que Ianto le perdonara, pero su compañero tenía que saber más. Había hecho tantas conjeturas en su cabeza, había creado tantas posibilidades, que tenía que saber cual era la realidad de la marcha de Jack. El capitán suspiró al darse cuenta que Ianto no iba a dar su brazo a torcer tan fácilmente. "Espero que tengas tiempo para escuchar el relato de los últimos doscientos años de mi vida."
Ianto comenzó a reír, creyendo que se trataba de una broma, pero al ver la seriedad en el rostro del capitán se dio cuenta que no era así. "Es por él ¿verdad? Me dejaste tirado por El Doctor después de lo que te hizo. ¿Qué es lo que sientes por él?" Preguntó Ianto de la forma más triste que le hubiera escuchado nunca Jack.
"Ianto…" El sonido de su teléfono al sonar no le permitió terminar la frase. Se sentía aliviado por poder dejar el tema de momento, pero también sabía que tendría que volver a él tarde o temprano. "Hablaremos más tarde ¿vale?" Besó a Ianto y se levantó de la cama para alcanzar el aparato.
"Toshiko, ¿Por qué estás trabajando?"
"Es la costumbre Jack, no podía dormir. Oye, creo que deberías venir aquí, noto un subida de energía demasiado extraña cerca de la fisura y no se lo que es. Parece, no es demasiado raro."
"¿Qué es Tosh?"
"Parece una cabina de teléfonos o algo así, no estoy muy segura, pero es demasiado ridículo."
"El Doctor ha vuelto." Ianto se puso tenso al escuchar aquello. Mientras esperaba que Jack volviera a la cama, pensaba que El dichoso Doctor no se interpondría más en su relación, pero estaba completamente equivocado. "Ianto y yo vamos para allá. Llama a Gwen y Owen y diles que se den prisa."
"¿Por qué quieres que vaya? Seguro que quieres un momento íntimo con tu amigo." Jack le besó con rudeza, le gustaba tanto ver a su joven amante celoso y sobretodo verlo protegiendo su territorio, que no podía esperar a verlo cerca del Doctor.
"No seas crío, Ianto. Lo del Doctor está terminado. No pasó nada, bueno si paso algo, pero ya está. Ahora te quiero a ti." Sostuvo la cara de su compañero con su mano y le obligó a mirarle a los ojos. "Sabes que digo la verdad, te quiero Ianto Jones, te quise a mi lado desde que nuestro perro guardián nos unió en nuestra primera misión juntos y desde entonces no te he podido apartar de mi cabeza."
"Entonces el doctor…"
"Es un viejo amigo, un viejo amante si quieres, pero nada más. Confía en mi." Volvió a besarle, con más delicadeza esta vez y tirando de su mano le hizo levantarse de la cama. "Vamos vístete tenemos una cita con el doctor."
- o -
La TARDIS apareció de la nada en mitad de la base y ninguno de los allí presentes, salvo, podía creerse lo que estaba viendo, habían escuchado muchas historias sobre el doctor, pero nunca lo habían visto aparecer de esa forma tan espectacular.
La puerta de la nave se abrió y todos contuvieron la respiración, pues deseaban ver que aspecto tenía el famoso Doctor del capitán Jack Harkness. Incluso Ianto que permanecía en guardia por si tenía que saltar, se moría de ganas de ver contra quien tenía que luchar, quien era su enemigo.
"Bueno Jack, me habías hablado de este sitio pero nunca me lo había imaginado tan…"
"¿Moderno?" Dijo el capitán mostrando su mejor sonrisa al ver de nuevo a su viejo amigo.
"Retro diría yo." Ante todo el equipo de Torchwood tres apareció el doctor. "Con que estos son tus chicos. Que jóvenes son todos, seguro que los has educado para que no se parezcan en nada a Torchwood Londres. ¡Rose vamos los invitados nos esperan!"
"Se puede ser más pomposo." Dijo Ianto en voz baja, tan baja que tan sólo Toshiko que estaba a su lado y mostró una sonrisilla. "Si de una cosa estoy seguro es que no ese tipo de Jack."
"Capitán, cuanto tiempo… no deberías habernos dejado, no sabes lo que te has perdido por haber vuelto a casa." El Doctor le abrazó, mientras Rose aparecía en la puerta de la TARDIS.
"Creo que lo que El Doctor quiere decir es que no deberías haberle dejado a él, no ahora, en su estado." Jack la miró extrañado. Su querida rubia, con esa sonrisa tan simpática le saludo con gesto de la mano y luego lo repitió con todos sus compañeros. "Me alegra volver a verte capitán." Se abrazaron de nuevo, tal y como lo hacían cuando viajaban juntos en la TARDIS.
"¿Qué quiere decir eso de no ahora? ¿No estarás a punto de regenerarte otra vez verdad?" Le interrumpió el capitán, demasiado preocupado por lo que había dicho su amiga.
"Creo que lo que el doctor quiere decir." Dijo Ianto imitando la forma en la que lo había dicho Rose. "Es que quiere que vuelvas con él, que te echa de menos y que te quiere a su lado, lejos de tu casa."
Todos los presentes se quedaron mirando al joven agente, pero Ianto no esperó respuesta del doctor, ni reprimenda de Jack, simplemente giró sobre sus talones y se encerró en el despacho de su jefe.
"Lo siento, está celoso, cree que lo que tu quieres…"
"Se muy bien lo que piensa y no le voy a quitar razón. Aunque no creo que vaya ayudar mucho lo que tengo que contarte. Cuando decidí venir otra vez aquí, quería pedirte que te vinieras conmigo definitivamente, al fin y al cabo siendo inmortal como yo, nos entenderíamos bien."
"Doctor, sabes que no puede ser, estoy bien aquí y Ianto es lo mejor que me pasado en mucho tiempo."
"Lo se, lo se, por eso no te dije nada. Pero cuando pasó aquello, me di cuenta que era demasiado tarde para deshacer el mal o el bien depende como se mire."
"¿De que estás hablando?" Jack no era de los tipos a los que les gustaran los rodeos. Era un hombre directo al que le gustaban las cosas claras y El Doctor le estaba poniendo muy nervioso con tantas vueltas.
"¿Recuerdas el último planeta en el que estuvimos juntos?" Dijo por fin Rose, pues su compañero de viaje no podía creerse todavía lo que tenía que contarle al capitán. Jack asintió con seriedad. Pocas veces había sido así a su amigo, por lo que se dio cuenta que aquello tenía que ser algo realmente serio para perturbarlo tanto. "Y supongo que recordarás que recordarás lo que os vi haciendo en aquel planeta."
Jack mostró una sonrisa adorable y juguetona al doctor, al mismo tiempo que la complicidad se mostró entre los dos. Recordaba perfectamente aquella noche, cuando por fin había conseguido lo que llevaba intentando tanto tiempo y tanto él como El Doctor se habían negado a reconocer.
"Pues la cuestión es que no deberíais haberlo hecho en ese planeta." El resto de los miembros de Torchwood observaban el transcurrir de la conversación sin comprender una palabra de lo que estaban diciendo, aunque al fin y al cabo Jack era un experto en no contarles secretos de su pasado.
"Vamos chicos no seáis tan crípticos, no puede ser tan malo que lo tenéis que contarle y por cierto ¿Qué demonios tiene que ver conmigo? Tan sólo nos acostamos, fue sexo, una locura de una noche." Entonces la idea más rara y extravagante que nunca hubiera pensado apareció en su cabeza. "No es posible." Pero el doctor, mostrando su mejor sonrisa, no dejaba de asentir con la cabeza. "Por el amor de dios ¿Cómo pudimos hacerlo en ese planeta? Mira que hay planetas para elegir uno en el que tener relaciones sexuales por primera vez y tuvo que ser ese. Vamos Doctor, dime que es una broma, que no me lo estás diciendo en serio." El Doctor no contestó, dando por hecho que Jack ya tenía su respuesta. "Maldita sea Rose, ¿Por qué no nos lo recordaste, podíamos haber parado?"
"Bueno ya está bien de tanto secretismo, ¿de que demonios va todo esto?" Ianto había salido del despacho del capitán escucharlo gritar, pero nada de lo que estaba diciendo tenía sentido. Por primera vez en mucho tiempo, estaba viendo al capitán Jack Harkness nervioso.
"Ianto, muchacho, tu novio el capitán va a ser padre." Ianto desvió la mirada del Doctor a Jack sin comprender lo que estaba diciendo.
"¿Quieres decir que el estado del Doctor es que está esperando un hijo tuyo?" Ni siquiea lo pudo decir, le parecía demasiado ridículo a Ianto.
"¿A que es una situación muy divertida?" Concluyó Rose al ver que desde su llegada unos minutos antes El Doctor y ella habían dado la vuelta a la vida de los miembros de Torchwood Cardiff.
