UNA PRINCESA PARA REGINA
CAPÍTULO 1
LUCES, CÁMARAS... ¡ACCIÓN!
-¡No, no, espera! - entrando corriendo en el plano una de las maquilladoras a retocar las pestañas de Regina - Así si. Estás perfecta - sonriendo a la joven de melena morena por encima de los hombros. La nueva protagonista del show era una joven de treinta y seis años, de semblante serio, no encaja con el típico rol de niñatas que sólo buscaban salir en la tele para acaba posando en alguna revista desnuda. Más bien todo lo contrario. Nadie del equipo técnico entendía como aquella mujerona, con todas las letras, estaba ahí sentada, sin decir ni mu, dejándose peinar, maquillar, o teclar por todos al su alrededor que la decían a cada segundo que tenía que hacer.
-Regina, querida, no te preocupes, no es en directo, podemos parar si quieres - cruzando las piernas a la vez que con un gesto grácil se colocaba el pañuelo de seda rosa que adornaba su atuendo - Esto es tu show, tu programa, tus minutos de gloria, mañana se emitirá en toda España y no podrás ni salir a la calle cariño.
-Gracias Señor Gold, es usted muy atento, pero mi hija es así de rancia desde que nació - sonriendo al atractivo presentador que tan sólo intentaba calmar los nervios de la joven.
-No importa querida, la audiencia está cansada de ver a niñas superficiales, Regina es un caramelito en dulce, veréis que éxito tiene en pantalla. Cuando estés lista comenzamos con tu presentación al público preciosa - esperando la aprobación de Regina que tenía a todo el equipo a punto esperando su respuesta.
-Estoy lista, cuando queráis - respirando hondo e intentando no parecer tan seria, al fin y al cabo debía agradar a alguien, y si parecía un cardo no llamaría ni dios.
¡No es justo mami! ¡Me lo prometiste! - tirando del delantal de su madre hacia abajo.
-Oh vamos Henry, era una chorrada, no lo dije en serio - sin prestar atención al televisor y siguiendo sus labores.
-Pues no era una chorrada cuando me obligaste a comer el pescado - cruzándose de brazos.
-Dame mas tiempo, ¿está bien? - era incapaz de negarle nada a su hijo.
-¿Más? Te di seis meses para que buscases un novio y no has tenido éxito, ¡por que ni lo intentas! Mira la tele, ¡te está llamando! - acercándola el móvil a su madre - Que te cuesta llamar, eres guapa, inteligente, simpática, ¡se te van a rifar en el programa!
-Lo dudo Henry, ya estoy mayor para esas chorradas... - mirando de reojo al anuncio de la televisión en donde en letras llamativas y grandes salía el número al que llamar para ser concursante.
-Porfi... - mirando con ojos de cordero degollado a su madre la cual era muy fácil de convencer cuando Henry la miraba así.
-Está bien, pero no pienso llamar a esa versión del estúpido programa, estoy más interesado en buscar princesa que príncipe - dejando a su hijo con la boca abierta.
¡CORTEN!
-¡Genial! Ha sido genial Regina, has estado súper divina - sonriendo de forma desorbitada enseñando su característico diente de oro. Te veo en una semana, en donde recibiremos las miles de llamadas de guapas españolas, y seleccionaremos a las mejores, según tus gustos.
-Gracias- levantándose y buscando con la mirada a su hijo para irse, acababa de pasar los veinte minutos más horribles de su vida. ¿En qué momento decidió ir a la tele a buscar novia? ¡Jamás lo hubiese imaginado! Regina era una politóloga ejemplar, con un éxito arrasador en su elaboración de campañas políticas, un ejemplo para cualquiera, fuese de la ideología que fuese, y ahora... se estaba convirtiendo en una cara pública... ¡la primera política lesbiana que busca novia en un programa en el prime time! Ya veía los titulares de todas las revistas de cotilleos mañana... Tenía claro que no pensaba ir de programa en programa o a las revicuchas de tres al cuarto a contar su vida... total, ya estaba aireándola toda en la tele. ¿A quién pretendía engañar? Si en sus treinta y seis años no había sido capaz de encontrar a nadie, no lo haría ahora... tan sólo perdería su dignidad, pero una apuesta con su hijo era una apuesta ¡bendito día que la hizo! Se arrepentiría toda su vida de ello, estaba segura.
-¿Regina? ¿Estás bien? - chascando los dedos delante de la cara de su hija que se había quedado como ida - No podemos irnos aun, tienen que cambiarte de vestido para la sesión de fotos promocional cariño.
-¿En serio mamá? - mirando con cara de asco a Cora que disfrutaba enormemente de todo aquello. Jamás había imaginado que con una hija tan rancia como la suya, algún día se vería en la televisión formando parte de ¡la historia de la tele! Pues era la primera edición del programa ¡para lesbianas! y la expectación era máxima. La cadena había accedido encantada a ese nuevo enfoque, pues el nombre de Regina era muy conocido en el mundo de la política, el simple hecho de tener un rostro famoso en el programa ya daba puntos extras de audiencia, pero si encima era lesbiana ¡la audiencia iba a dispararse! Iba a ser un éxito seguro, que la candidata encontrase novia era lo de menos para todos, para todos menos para un ilusionado Henry que esperaba a su madre detrás de las cámaras ilusionado, él era el único que creía de verdad en ello, en que su madre sería feliz después de tanto sufrimiento.
-No pongas esa cara niña, si esto sale bien no tendrás que trabajar en ese aburrido trabajo ¡nunca jamás! Así que no me seas arrogante, esta es nuestra oportunidad y no pienso desaprovecharla - recolocándose el sostén, todos los rumores decían que el célebre y prestigioso presentador, el Señor Gold, era homosexual, pero Cora no pensaba darse por vencida.
-¡Mamá! No hagas el ridículo - agarrando a su madre que estaba dispuesta a tirarse encima del presentador, el cuál hablaba amablemente con un cámara - ¿O se te ha olvidado que estás casadísima con mi padre?
-¡Agh! Tu padre lo único que despierta en mi desde hace años es repugnancia.
-¡Pues divorciaros ya de una vez!
-Huy si, que moderna nos ha salido la niña bollera... ¿tú sabes lo que cuesta divorciarse? Además tenemos separación de bienes, no obtendría ni un centavo.
-¡Pues te jodes mamá! - ignorando a su madre y que tenía que ir a su camerino a cambiarse para unas dichosas fotos, sólo la importaba una cosa, y la tenía a pocos metros de distancia - ¡Cariño! Ven aquí - abrazando a su hijo.
-¡Has estado genial mami! - correspondiendo el abrazo.
-¿Tu crees?
-¡Si! Robin dice que vas a ser la nueva reina de no se que orgullo.
-¡Será tonto! Él si que es una reinona - haciendo un gesto como de tigresa con la mano, a modo de broma a su mejor amigo, Robin, que se aproximaba a ellos con un par de refrescos.
-Toma campeón - dando el kas de naranja a Henry - Nena, me sobran las palabras... has estado "amazing"
-¿Tú crees?
-'Absolutely baby" - sonriendo a Regina. Eran los mejores amigos del mundo desde el instituto, él súper gay, ella súper lesbiana, la pareja perfecta en el baile de graduación para disipar chismes - Te van a comer viva todas esas golfas en cuanto vean tu carta de presentación.
PRÓXIMAMENTE...
¿Quienes serán las candidatas?
¿Habrá alguna que llame la atención de nuestra Regina?
Y lo más importante, dos no pasarán de ronda y los encargados de echarlas será el público. Vosotros seréis quienes lo elijáis mediante vuestras llamadas y mensajes al 696969690. Nos vemos la próxima semana en "Una Princesa para Regina"
[Véase llamada como review diciendo a quien queréis echar jajaja, los detalles y normas en el próximo capítulo]
ESPERO QUE OS GUSTE MI NUEVA HISTORIA! No dudéis en dejarme review diciendo que os ha parecido, se aceptan quejas y peticiones xD
