El gatito esta loco por Ladybug, había perdido la cordura al conocerla. Soñaba con ella todas lo noches, ya sea sueños pervertidos o sueños que mostraban un futuro con ella, su futura boda, su futuros hijos.
Solo ella aparecía en su mente y cuando despertaba seguía siendo la única.
Lo estaba volviendo loco. No, en realidad ya estaba loco de amor por ella y eso no tenia ningún tratamiento ni cura. Por esa razón -aunque no justificada- el gatito un día se armo de valor y la beso.
Lo hizo, aunque eso significara una cachetada en su mejilla, golpes con su yo-yo y quedarse atado y colgado de la Torre Eiffel por unas cuantas horas. Por lo que dice su bichito para que no vuelva a hacerlo.
Grave error.
Eso no le iba a detener y menos aun cuando en ese fugaz y efímero momento, antes de que ella lo apartara, el minino sintió como su Lady le correspondió ese beso, quien en ese instante saco una conclusión...
¿Si, él estaba loco por ella? ¿Por que ella no podía estar loca por él... si es perrrfecto?
Por ese motivo lo siguió pensando aun después de que pasaron varios días en los que su Lady lo estaba evitando, pero por un Akuma que apareció otra vez sus caminos se entrecruzaron. Donde Chat pudo notar como su bichito le miraba desde lejos y de reojo. Entonces con toda la confianza del mundo se dijo a si mismo de que la razón al mirarlo es porque le había encantado su beso y seguramente ella quería repetirlo.
¿Por que no?
Se pregunto el gatito, el cual estaba seguro que su Lady estaba loca por él o comenzaba volverse loca. Por lo tanto para volverla mas loca -si es que ya lo estaba- a su Lady, al momento de derrotar al Akuma y como siempre Ladybug lo purificaba, donde se dispusieron los héroes a chocar los puños en señal de victoria, Chat Noir la tomo del brazo y la tiro hacia él, donde tomo los dos lados de su cara y la beso.
Sin importarle si ese momento era filmado o sacaban diversas fotos de ello. Solo se concentró en ese beso, largo y nada tímido, el cual el perpetrador al conocer los labios de su Lady a la perfección, los unió el tiempo suficiente para degustarlos, quien al separarse del beso, se quedó viendo sus ojos azules que lo observaban detenidamente.
Entretanto ella no decía ni una palabra ni realizaba un gesto que indique que estaba furiosa, solo se quedo ahí inmóvil viendo como el gatito se marchaba, antes sonriéndole y guiñándole un ojo a su Lady, sabiendo que la había dejado confundida y con ansias en sus labios.
Y no se equivocó.
Ladybug estaba estática, sonrojada a más no poder con muchas dudas en su mente y una de ellas es que por alguna extraña razón, dejando de lado de que besaba muy bien, quería volver a probar sus labios.
Tal vez ella estaba loca por el gatito.
O
La estaba volviendo loca.
Sea lo que sea, la locura no iba a terminar y los besos de Chat Noir, tampoco.
