Desclaimer: Pokémon no me pertenece.

Esta historia tiene un lugar después de la reunión de Dawn con Ash en Teselia/Unova en el que participó en la Copa Junior o el torneo mundial Pokémon y dirigiéndose de allí a Johto.

Espero que les guste.

Entrecruzados

Todo comienza con un hermoso amanecer en la región Unova o mejor dicho en el mar que conecta a ésta región con las demás. El sol iluminaba el frondoso océano y lo hacía brillar muy hermosamente, en él se encontraba navegando un gran y lujoso Ferry en dirección a la región de Johto con muchos entrenadores y coordinadores en él esperando cumplir sus metas y sueños Pokémon.

Como la brisa mañanera solía ser fría y placentera, una coordinadora sobresalía de los demás ya que era la única en levantarse a tempranas horas de la mañana. Ésta peculiar coordinadora vestía el mismo atuendo que llevó durante su viaje y aventura por toda la región de Sinnoh. Ésta coordinadora no era nada más que Dawn, que recientemente había ido a la región de Unova para competir en el torneo mundial Pokémon y toparse con su viejo amigo y compañero de viaje Ash Ketchum.

Ella salió de su camarote y se apoyó en el barandal de la gran nave para admirar el bello paisaje del mar azul. La chica dejó fluir sus recuerdos con los que vivió con su amigo y dibujando una sonrisa observó que ya se encontraba cerca de la región de Johto que próximamente participaría en la Copa Wallace nuevamente.

La coordinadora se encontraba llena de esperanzas puesto que anteriormente había perdido la gran Copa ante sus rivales Zoey y May por lo que esta vez esperaba que todo fuera distinto y ella fuera la ganadora. Sin más pre ángulos comenzó a sonreír y a emocionarse al ver a la lejana ciudad que cada vez se acercaba más y más tomó sus pertenecías y fue velozmente a la proa del barco para observarla mejor.

No muy lejos del puerto principal de la región de Johto, se encontraba en un gran centro Pokémon un entrenador peli-morado teniendo una peculiar conversación por el Tele-comunicador con su hermano el cual se encontraba lejos de allí.

-¿Entonces tampoco vendrás? –preguntó el entrenador con una voz sería a su hermano mayor.

-Exacto… Lamento no poder ir para apoyarte Paul, pero recuerda que siempre lo estaré haciendo. –respondió suavemente pero casi con la misma seriedad que su hermano, aunque no tanta.

-De acuerdo… -suspiró. –Haré lo mejor posible para ganarle a Brandon… Eso planeo. –concluyó.

-¡Te deseo lo mejor! Y Paul, te digo nuevamente que no subestimes a tus oponentes… Con Brandon lo has hecho tres veces y esas 3 veces las has perdido. –expresó Reggie poniéndose de brazos cruzados.

El entrenador suspiró nuevamente y asentó con la cabeza dejando una leve sonrisa.

Ambos se despidieron y se desconectaron, el entrenador sabía que su hermano tendría mucho trabajo como para perder su tiempo observando cada pelea Pokémon que él hacía por lo que ya no le tomaba mucha atención si lo apoyaba o no ya que éste nunca tuvo ningún tipo de apoyo y no lo quería de igual modo.

Éste salió del centro Pokémon para admirar un poco el bello amanecer que iluminaba la región, no era primera vez que visitaba la región de Johto pero tampoco estaba familiarizado con ella y colocando los brazos en los bolcillos de su chaleco éste optó por ir a recorrer la bahía.

Por otra parte un lujoso y enorme Ferry llegó a la costa y encalló en ella para dejar a los aventureros en la gran región.

La multitud de gente y Pokémon empezó a bajar velozmente por las escaleras del enorme Ferry y dentro de ella, una coordinadora que se escurría dentro de la gran horda de visitantes logró pisar "tierra" en la bahía y admirando el paisaje optó por ir de inmediato al centro Pokémon y apartar una habitación puesto que el barco traía enormes cantidades de personas.

Dawn corrió hasta el centro Pokémon pero como no recordaba muy bien la zona puesto que era segunda vez que llegaba a tal región olvidó donde se ubicaba y se perdió fácilmente en los alrededores de la bahía.

-Rayos… Creo que me perdí. –suspiró al decir su comentario y colocando un rostro de tristeza y decepción al ver que era segunda vez que pasaba por el mismo lugar aceptó que solo daba vueltas a la manzana sin saber a dónde ir.

Sin rendirse siguió recorriendo a ver si veía el centro Pokémon y como una niña perdida y desesperada no vio al frente, si no que solo miraba a los costados de ella a ver si encontraba dicho centro cuando de repente chocó contra algo o mejor dicho, alguien.

-¡AUCH! –exclamó fuertemente mientras se sobaba su cara tras fuerte golpe.

El impacto fue tan brusco que ella velozmente cayó de pompas al suelo. Por otra parte la persona con la que la coordinadora chocó apenas sintió el golpe pero fue lo suficiente para hacerla enojar.

-Oye, fíjate por dónde vas… -concluyó el entrenador apenas mirándola de reojo puesto que él se encontraba de espaldas al momento.

La coordinadora se incorporó tras fuerte impacto y levantándose del suelo para contestarle a la persona tan grosera que ni siquiera la ayudó a levantarse, pudo notar nada más y nada menos de quien se trataba.

-Ay no… ¿¡Tú también estás aquí!? –preguntó sorprendida al ver al frío, amargado y de algún modo intrigante entrenador.

El entrenador también se sorprendió al oír que ella lo conocía y giró su mirada para verla mejor y toparse con una sorpresa aún más grande.

-Hmmp… Que sorpresa encontrarte por aquí. –comentó el chico, el cual se había sorprendido mucho por tal casualidad de la vida en toparse con la amiga de su rival en el mismo sitio y a la misma hora pero se limitó como siempre para no llamar atención de ningún tipo.

Dawn colocó su típica pose, llevando sus manos hacia su cintura y frunciendo el ceño para regañar al entrenador.

-¡Ja! ¡Pero qué cortes eres! Ni siquiera me ayudaste a levantarme. –exclamó frunciendo aún más su ceño.

Éste solo optó por dibujar una pequeña sonrisa y cerrar sus ojos para responderle.

-No fue culpa mía que te cayeras, deberías fijarte mejor por dónde vas. –concluyó con su típico tono de voz.

La coordinadora quería seguir regañándolo pero se limitó a eso y cambió el tema para preguntarle otra cosa que a ella le parecía curioso.

-Amm… ¿Y qué haces aquí Paul? –preguntó con una enorme curiosidad y cambiando su rostro por uno más calmado.

El chico comenzó a caminar lentamente como diciéndole que lo siguiera cosa que ella no negó y comenzó a seguirlo mientras él le contestaba.

-Vine a Johto para desafiar nuevamente al As de la pirámide de batalla. –concluyó rápidamente.

Dawn colocó una expresión de curiosidad aún mayor para preguntarle otra vez.

-Pero… ¿Aún no has podido vencerlo? –preguntó con un tono bajo.

Esto hizo incomodar a Paul y enojarlo un poco puesto que le preguntó algo que él sabía que de seguro le preguntaría.

-No… Es que no he podido descifrar su estilo de batalla. –contestó.

-Pero Paul, ¿cuál estilo de batalla? Ash pudo vencerlo y ganar la batalla de la frontera, no creo que sea algo que tú no puedas hacer. –concluyó ella haciendo motivar al entrenador para que se animara y aceptara que él era mejor que Ash.

Paul solo suspiró y meditó un poco mientras ambos caminaban en silencio por el lugar, éste después de pasar unos minutos en silencio le comentó con un tono que daría un poco de lástima.

-Mi hermano también lo venció y completó la batalla de la frontera, al igual que las demás ligas Pokémon, Ash es igualito que Reggie… A pesar que los dos sean entrenadores que dan lástima y decepción por su comportamiento tan infantil, de algún modo muestran tener gran dominio en las batallas y las ganan por qué tan difíciles sean. Por otro lado yo me esfuerzo y mejoro mi equipo y aún nada que logro ganar algo. –contó dejando a una Dawn un poco apenada y triste por el chico.

En cierto modo él tenía razón puesto que Ash y Reggie han logrado cosas que él no a pesar de que éste tenía mejores Pokémon y tácticas mejores.

Dawn suspiró y le respondió con el mismo tono de voz que le había hablado en el pasado a él. -Pero Paul, como ya te dije antes. ¡Ash es Ash y Reggie es Reggie!... Y tú, eres tú. –afirmó e hizo una pausa para proseguir.

-No hagas comparaciones, solo trata de seguir adelante… Paul. –concluyó suavemente.

Por alguna extraña razón al entrenador le gustaba dialogar con la chica, puesto que era la única que le buscaba conversaciones que no fueran batallas y mucho menos conversaciones "estúpidas" como las que le hacía Reggie.

A Paul solo le interesaban temas de batallas y tácticas Pokémon pero tenía que admitir que se sentía diferente al tener que dialogar "temas" con la coordinadora. Éste al tanto de eso se limitó y prosiguió con la charla pero preguntándole él esta vez, cambiando todo el tema.

-Y… ¿Tú a que has venido? –preguntó llevando su mirada detrás de él el cual ella lo seguía.

-¡Vine a participar en la Copa Wallace y ganar la gran copa! –exclamó con mucha esperanza y determinación en su mirada.

Paul notó esto y dibujó una sonrisa para preguntarle otra cosa, lo que hizo que ella reaccionara y se enfocara en lo que antes quería hacer.

-¿Y a dónde vas a quedarte? El centro Pokémon está recibiendo muchas visitas últimamente… -expresó.

Dawn se sobre exaltó por la pregunta del entrenador y se desesperó fuertemente porque habían pasado horas desde que ella había llegado y quién sabe si el centro Pokémon ya estaría lleno.

-¡Haaa! ¡Tienes razón! ¡Yo iba a apartar una habitación pero me perdí y me topé contigo y se me olvidó! –gritaba fuertemente como una loca, lo que hizo que Paul se sorprendiera por tal escena. -¡Luego nos vemos Paul, tengo que ir rápidamente a ver si aún quedan habitaciones! –se despidió desesperada y alejándose del chico a una velocidad increíble.

-¿Oye pero…? ¿No querías la dirección?... Jumm… Mujeres, nunca esperan nada. –concluyó él riéndose maliciosamente tras la cómica escena.

Las horas pasaron volando a una velocidad increíble y la coordinadora al fin encontró el Centro Pokémon tras buscar y buscar durante 4 horas.

-¡Es increíble! Después de pasar horas buscando el centro Pokémon lo encuentro al lado de la bahía…Asshh… Éste no es mi día… -habló para sí misma mientras entraba al centro Pokémon.

Allí la recibió amablemente la enfermera Joy la cual se encontraba detrás del escritorio como era común.

-¡Buenos días al centro Pokémon de ciudad y bahía Olivo! ¿En qué puedo ayudarla? –le preguntó amablemente.

-Buenos días enfermera Joy, quería apartar una habitación temporalmente para pasar unas noches y poder participar en la Copa Wallace. –respondió la coordinadora con una sonrisa en su rostro.

-¡Huy, pero que pena señorita! Las últimas habitaciones ya fueron apartadas, lo siento. Ya no tenemos más. –dijo con una pena en su rostro puesto que a ella le dolía decirle a los entrenadores y coordinadores que NO a algo.

-¿¡Qué!? ¡No diga eso! –expresó ella muy triste al quedar desilusionada por tal noticia. -¿Y ahora donde me quedaré?

Dawn estaba muy triste a punto de llorar puesto que temía dormir afuera al aire libre y ella sola pero no pasó mucho tiempo para que una voz conocida interrumpiera el momento de "lloriqueos" de la peli-azul.

-Veo que llegaste tarde. –Aclaró lo obvio un entrenador de cabello morado.

Dawn miró al entrenador y le respondió sin ganas de iniciar una pelea innecesaria. –Estoy muy triste para tus molestos comentarios Paul… -afirmó ella con un tono de tristeza.

Paul rió maliciosamente y le contestó dirigiendo su mirada a otra parte sin atreverse a verla. –Mi habitación es grande y tiene un buen espacio para otra persona, pero como no quieres oír mis molestos comentarios supongo que podrás dormir cómodamente afuera del Centro Pokémon… En el bosque. –concluyó él con un tono burlón.

Dawn no podía creer que él le ofreciera tal cosa… Le estaba proponiendo dormir con él, ¿se habrá vuelto loco o qué? La coordinadora quedó estupefacta por tal proposición. Esperaba todo menos eso de él pero como no tenía otra opción aceptó su oferta tan indiscreta.

-¿En serio me estás ofreciendo dormir contigo? –esto hizo sonrojar a la coordinadora y poner en un momento incomodo al entrenador el cual no la miraba.

-Solo dije que te ofrecía mi habitación, no que dormirías conmigo… La habitación tiene un gran suelo de madera y muy acogedor. –comentó con un tono frío solo para ocultar su incomodidad y dibujando una sonrisa se volteó para darle la espalda y alejarse de ella le comentó por último.

-Si cambias de opinión por mí está bien, si no. Me dices en la noche… Estaré en el comedor del centro Pokémon.

Continuará.