Dices que calle lo que siento, aunque ello no lo manifiestes con la palabra. Solo lanzas una mirada fría al vacío, exigiéndome que lo olvidara, mas nunca jamás volveré a hacerlo. Oprimes mi libertad al impedir acatar mis deseos, demostrar mis sentimientos, inmenso y carmesí fuego que me consume cada vez que te veo. Encierro eterno, mártir suplicante que ruega por un fin cercano y cuyas cadenas me lastiman y me hieren cada vez que pasas a mi lado y no dices "te amo".
Admiro con desdén los pasados días de antaño, aquella época feliz en la cual te tuve entre mis manos. Atrás quedaron tus caricias y tus promesas. Atrás quedaron tus besos y tus entregas. Atrás quedo el amor de mi vida consumido por la cáscara vacía que no es ni será mero espectro de su ser en su estancia conmigo. Algo y no alguien que me ha exiliado en una era inexistente, la cual no reside ni en su corazón ni en su mente, simulando el ignorar lo que compartimos, lo que vivimos, lo que juntamos...olvido farsante que hace sangrar mis amoríos y mis pasiones, que me priva del aire, y que goza al verme caer muerta contigo imperturbable. Ciclo infinito cuya incesante pregunta fatua que retorna y retorna, conmoviendo la conciencia del alma: "Amor mío, ¿por qué me abandonas?".
Contigo permaneciendo en silencio, es el eco de tus incomprensibles latidos los que me brindan una respuesta certera: Tú ya no me amas.
Sí, ya no me amas. Ingrato hombre que dejó mi lecho embaucado por la nefasta ilusión de otra... ¡Otra infame mujer que no iguala siquiera a mi sombra! Y es que mi enfado se hace evidente, ¿por qué me abandonas por ella?, si sabes quien fue la que te dotó de todo. ¿Es que acaso prefieres el color de su cabellera rubia por sobre la mía carmesí? ¿Y sus ojos celestinos te cautivan aún más que los demoníacos que poseo? ¿Sus rosadas carnes se te hacen más apetecibles que las mías, paupérrimas y blanquecinas? ¿O solamente es su cuerpo de niña el cuál te satisface (así como excitarte) a un grado superior al de una mujer completa así como lo soy yo?, allí ambos, egoístas y escondidos, gozando del placer correspondido de la ambrosía idónea del ser humano, uniéndote tú con ella en la plenitud y calidez de una habitación. Dímelo... ¡te exijo que me lo digas!, ¡¿qué es lo que tiene ella Marco?! ¡¿Cuál es la razón por la que prefieras a Star por encima de mí?! ¡Dímelo para poder complacerte a tus anchas! ¡Dímelo para mejorar y cambiar! ¡Dímelo para volver a como éramos antes! ¡Dímelo para que vuelvas a amarme!...Dímelo para que vuelvas a amarme a amarme a amarme...Por favor no me dejes aquí sola, no como me lo han hecho tantas veces, yo pensaba que esto era diferente...Marco, Marco, Marco...Marco, yo te amo, ¿por qué ya no tú me amas?
Ya ni siquiera respondes a mi llamado, y poco a poco te alejas, y te alejas, mientras te confundes con el horizonte del sol poniente al atardecer. Hecho el cual confirma mi penitencia a una lenta y agoniosa muerte producto del fatuo tormento por la carencia del elixir de la vida... ¿Y de qué sirve la existencia sin alguien que te ame? Tal vez sólo debiera olvidarlo así como lo hiciste, pero no estoy segura de poder hacerlo...otro malestar más que atenta contra mi permanencia. Digo, al fin y al cabo, esto nunca fue algo que estuviese hecho para durar, ¿verdad?
Solo eso fue, una mera fatiga más en mi estrujado corazón que persistirá por la eternidad, y que sanará mañana mañana mañana mañana...
Y es aquí cuando este breve fragmento termina. Muchas gracias, mi querido público, por prestarme un poco de su atención. Mi fin con esto no fue imponer alguna clase de ideología o "shipeo", tan sólo aportar algo en este fandom a una pareja un poco carente de manifestaciones y evidencias (esto es una historia "Markapoo" y, aunque me agrada dicha unión, he de admitir que no se puede competir con el "Tomstar" y el "Starco" que poseen el grado de canon). Ojala y la presente muestra les haya agradado. Si les gusto o se olviden de apoyar y comentar, eso alienta bastante el espíritu.
Me despido, tal vez nos veamos dentro de poco. Hasta pronto.
