Noragami le pertenece a las maravillosas mangakas Adachi Toka

Este Fic participa en el ritual de iniciación de Noragami del foro "Mar de Joyas Escondidas"

tema: El Miedo

Soledad

El día que más temía Yato había llegado; no era el fin de su vida aunque así lo hubiese querido, habría sido lo mejor para no sentir ese dolor agudo que atravesaba su pecho.

Pero aún no se resignaba de perder del todo, siempre había una última esperanza.

-Sekki-

Grita con desesperación llamando a su fiel shinki.

- debemos evitar que ella cometa esa locura-

- Yato por favor déjala ir ya la perdimos no podemos ir tras ella; por favor resígnate a que la perdiste, acepta este como mi último consejo-

- tú también piensas abandonarme, piensas traicionarme –

- Si me toca abandonarte por tu bien y por qué recobres tu sano juicio, lo hare -

- No lo permitiré, así sea que tenga que destrozar aquel maldito, Hiyori volverá a nuestro lado y tu ¡no me abandonaras! –

- ¡HIYORI!; déjala ir maldito –

La dulce pelinegra voltea al escuchar el grito del ojiazul, pero nuevamente sigue caminando hacia donde se encuentra el, esperándola con el brazo extendido

- ¡HIYORI!, NO VAYAS CON EL –

Ella nuevamente mira hacia donde se encuentra Yato y le susurra lentamente

- Lo siento Yato pero lo amo –

Aquellas palabras rompen el corazón del joven Dios, derrumbándolo contra el suelo

- Pero yo te amo – susurra dirigiendo su mirada hacia el piso.

- Yato debemos irnos, no debes hacerle esto a Hiyori; tú y yo sabíamos que ella algún día se enamoraría, formaría un hogar y nos olvidaría –

- Sekki enfócate y busca el lazo que los une, vamos a cortar ese hilo que egoístamente amarraron a Hiyori –

- Yato no puedes hacerlo, no puedes destruir si vida, si lo haces me ire –

Pero el Dios ciego de la ira lanza su ataque contra aquel hilo que unia la vida de Hiyori con su futuro.

- Yatooo no lo hagas –

La punzada de dolor en el pecho del Dios hizo que se detuviese en medio del ataque.

- Si así lo quieres, vuelve –

Traga en seco junta sus dos dedos y dice

- Sekki te libero -

Mientras el sello de Sekki se rompía se escuchaba a lo lejos un hombre decir

- ahora son marido y mujer puede besar a la novia –

Esas palabras fueron las últimas que escucho el Dios de la desgracia cuando finalmente se desplomó derrotado por el miedo, la soledad y la tristeza.

Su primer seguidor, aquella que había ganado limpiamente sin hacer actos reprochables, su primera amiga, aquella que le brindo su ayuda cuando más lo necesitaba y su primer amor aquella que amaba en silencio y aquel quien fue su tesoro sagrado el cual se habia había sacrificado por él, su guía y su más cercano amigo lo había abandonado.

Solo sentía miedo… miedo de volver a la soledad por el resto de la eternidad o hasta que su primer y único seguidor se olvide de él, o que el miedo de ver como muere el amor que nunca pudo poseer sin el poder hacer nada.