Adoro a Félix y a sus pingüinos y un día en clases se me ocurrió esto
Las crónicas de kane y sus personajes son propiedad de rick riordan
Los pingüinos de Félix
Félix amaba a los pingüinos desde que era muy pequeño, aún recuerda cuando sus padres lo llevaron al zoológico por primera vez, cuando vio a esas adorable aves acuáticas en su habitad artificial con ese negro y blanco, esas aletas suaves y delicadas, pero que tienen gran fuerza y sus adorables rostros.
Un día ocurrió, Félix deseaba ir al zoo a ver los pingüinos pero sus padres no podían llevarlo ya que tenían mucho trabajo y por más que grito y pataleo no lo llevaron, se encerró en su cuarto y lloró cuando de repente siente algo rosar su piel, se giró para ver lo que sucedía y vio que su cuarto estaba cubierto de nieve y también había algunos ¿pingüinos?... si eran ellos y estaban en su cuarto, eran tan abrazables
La madre de Félix estaba preocupada, sabía que su hijo de verdad quería ver a los pingüinos, que los amaba, pero ni ella ni su esposo podían llevarlo, el trabajo ya casi no dejaba tiempo para estar con su pequeño hijo, su madre dijo que solo era una etapa, que pronto acabaría, Félix olvidaría a los pingüinos, decidió llevarle un trozo de pastel a Félix, quizás le alegraría el día a su hijo, al entrar a su cuarto no creía lo que veía, la habitación estaba cubierta de nieve y Félix abrazaba un pingüino, ¿de dónde salió la nieve?, ¿cómo entraron los pingüinos al cuarto de su hijo? Todo se volvió negro, se desmayó
El día más feliz en la vida de Félix es el día en que su abuela le confesó que era un mago, descendiente de faraones, que la magia y los pingüinos acompañarían su vida desde ahora y así fue como sus padres decidieron que se uniría a la casa de la vida y seguiria la senda del dios del hielo
