No es muy de mi estilo este tipo de historias, pero se me ocurrió una vez que caminaba por el barrio a altas horas de la noche y venia escuchando "Tu" de Zoe y se me fue ocurriendo la historia.
Creo que constara de dos capítulos y la historia gira en torno a Kon, es un intento de parodia satírica, pero ya lo leerán.
1. En mis sueños tú.
-Ichiniiiiiiii
En uno de los cajones de el buró en la habitación de Kurosaki Ichigo, hay una pequeña caja amarilla, escondida de todo el mundo, con una peculiar calavera dibujada sobre si, sobre ella hay una etiqueta….. ¿Qué dice esa etiqueta?
Advertencia: estas pastillas tienen el poder de transformar la realidad, solo para uso "especializado" – el chico de cabello naranja miraba con atención la pequeña caja de pastillas, movía sus labios tratando de reflexionar sobre las extrañas píldoras – ¿para que querrá Ichigo estas pastillas de….?, ¿"loquitolina"?
Le daba vueltas a la caja, la lanzaba hacia arriba, la analizaba una y otra vez, abrió de nuevo el cajón para regresarlas a su lugar (en medio de la ropa interior de Ichigo) – vaya, mi búsqueda de "el escondite de porno" de Ichigo a fracasado, ¿que acaso, es el único adolescente que no tiene por lo menos una revista? – justo cuando se disponía a colocar las pastillas en su escondite, lo decidió – ¿que diablos?, voy a probar una, ¿Qué puedo perder? – tomo una de esas peculiares cápsulas, que mezclaban el amarillo y azul, tomo un poco de agua e hizo gárgaras – mmm que raro, no paso nada, que "transformar la realidad", ni que superman drogándose con criptonita.
Kon se encontraba en el cuerpo de Ichigo, quien en esos momentos pasaría todo el día combatiendo hollows a lado de Rukia, o por lo menos eso había entendido, en momentos así, se sentía libre de hacer cualquier cosa.
Ichinii – Yuzu le grito de nuevo al verlo aparecer – ¿ya terminaste de recoger tu habitación?
Pero hermana mía, esa es responsabilidad de las mujeres – Kon la tomo de la cabeza y la acaricio, mostrando una sonrisa poco común a los ojos de la niña – tu apuesto hermano va a salir, no me tardo.
¿Ichinii? – Yuzu estaba sorprendida por la actitud de su hermano, señalándolo con el plumero – vuelve aquí, vuelve a tu alcoba.
Si claro, mañana – Kon se puso unos lentes oscuros y sonrió de forma maquiavélica - hoy va a ser mi gran noche, si que si – dio un brinco emocionado – ¿a donde voy primero?, ¿ehm? – su mirada se desvió al ver una imagen que lo perturbaría, era Rukia, vestida de conejita, tal y como lo había visto en chica que aparecía en una revista de Isshin, sintió como su corazón se quería salir por la boca, froto sus ojos, no lo podía creer. Verla entrar así a la habitación de Ichigo por la ventana, con una cadencia furtiva que lo llamaba a seguirla – neesan, esperame.
Kon entro corriendo a la casa, empujando todo a su paso, con la imagen de Rukia invadiendo su ser – ¡así me gusta, que me hagas caso! – Yuzu alzo su plumero en señal de victoria la ver que su "hermano mayor" se dirigía a la habitación.
Al abrir la puerta la encontró ahí, recorriendo la habitación nerviosa, dando vueltas y repitiendo la misma frase - ¡se me hace tarde, se me hace tarde! – la chica giro su cabeza y lanzo un suspiro por la sorpresa, Kon se abalanzo sobre ella para taclearla de forma amorosa.
Neesaaaaaaan – justo cuando este iba a llegar hasta a ella, la chica le dio una patada voladora y corrió repitiendo la misma frase, cuando Kon trataba de incorporarse la chica entro al closet de la habitación y se encerró. – neesan, no me dejes.
Kon se levanto con torpeza, sacudió sus pantalones y se dispuso a abrir el closet, ahora si la tenia, estaba a su merced, en un segundo su mente fabrico todo tipo de situaciones eróticas que revolucionaron sus pulsaciones.
¡Neesaaaaan! – Kon abrió el closet, esperando encontrar a la diva de sus sueños, sonrojada y rezando por sus caricias, pero lo único que encontró fue una lata de refresco con una etiqueta de papel que decía "Bebeme" - no me vengan con payasadas, ¿Qué es esto? – dijo molesto Kon – ahh, que mala suerte, ¿donde esta neesan? – le pregunto a la lata, apuntándole de forma amenazante con el dedo índice – de puro coraje, te voy a beber todita.
De pronto sintió un extraño escalofrió en su espalda, comenzó a sentir como su cuerpo se iba encogiendo, mientras el refresco escurría de sus labios, no pudo evitar ahogarse en un grito por el terror, de este hecho – ¡me quiero volver chango, me estoy encogiendo!
No había marcha atrás se había reducido al tamaño de un ratón, seguramente Ichigo le iba a dar una paliza cuando se enterara, debía encontrar la forma de volver a la normalidad.
¡Se me hace tarde, se me hace tarde! – Rukia también se había encogido, el taimado muchacho vio como entraba por una pequeña rendija.
Neesaan es la única que puede ayudarme – Kon corrió tras ella, anhelando respuestas – esperame, neesan – apenas había corrido uno segundos y ya casi no tenia aire – esta chica corre mas rápido que un ladrón.
Se pudo ver a Rukia entrar a una puerta que daba acceso a un elegante jardín, la reja era de oro sólido, y la puerta estaba formada de los barrotes de acero más gruesos que había visto en su vida, Kon debía darse prisa para alcanzarla y pedirle ayuda.
A ver a ver tu, cara de vago – un hombre de gran tamaño se interpuso, su mirada intimidaría a cualquier mortal, Kon se dio cuenta que a su lado había varias personas queriendo entrar – yo soy el guardián de esta puerta, el señor de señores Ganju Shiba, y estoy aquí para no dejar que gentuza como tu se meta a un lugar como este, ¿capicci?
¡Hey,Ganju! – un joven delgado de apariencia débil y enferma, trataba de sobresalir entre la multitud de personas, levantando su mano – soy yo Hanatarou.
No te conozco, - Ganju utilizó un artefacto para alejarlo con una descarga eléctrica – y tu anaranjado, vete de una vez y no causes problemas.
¿Pero por que no puedo entrar? – reclamo Kon frustrado y retando a el guardia que vestía un traje negro y gafas oscuras.
A ver, hazte a un lado, que ahí viene el señor Ricky Ricon acompañado de la "señorita" Hilton – Ganju le dio una patada en el trasero a Kon – pase señor.
Gracias Ganju – Ricon le puso un montón de billetes en el bolsillo de su saco.
Se le agradece, mi señor – el guardia hizo una reverencia y enseguida miro a Kon manteniendo el agresivo semblante - ¿ahora lo vez, cabron?, por eso no puedes entrar, no tienes nada que ofrecer.
Demonios – Kon tentó sus bolsillos, con la esperanza de que Ichigo hubiera guardado algo de valor, pero lo único que pudo encontrar fue un barra de chocolate – ahhh, como hay gente jodida, maldita crisis – pensó resignado – solo tengo un Snickers – dijo ofreciéndoselo con una sonrisa llena de inocencia.
¿Snickers? – Ganju se lo arrebato con un brillo en sus ojos – puede pasar, señor, perdón por mi torpeza.
Esta bien, pero que no se vuela a repetir – dijo el joven caminando como si fuera el hombre mas rico del mundo. Se detuvo por un momento al ver que Rukia corría por una de las veredas – ¿eh?, ahí esta…. espera Neesan.
El lugar era un jardín verde y lleno de flores por todos lados, flores de todos los colores habidos y por haber, los caminos parecían un laberinto, en medio de los arbustos, el sol brillaba, y la brisa rozaba la piel de el rostro de Kon, el clima ideal, era un lugar hermoso y reconfortable, perfecto para el amor juvenil, pensó Kon con la saliva escurriendo de su boca.
No lejos de ahí, en un castillo de colores, rodeado de hermosos jardines y elegantes fuentes, un lugar que solo los sueños alcanzarían, un lugar de lujo y excesos, donde todo era desparpajo y abundancia, las mesas llenas de todo tipo de pasteles y postres, por el jardín reptaban todo tipo de extrañas criaturas, en una palabra, extravagancia, ahí una princesa tenia una visión que la inspiraba.
Ohhhhh, que kawai – la chica de cabello castaño y sonrisa inocente miraba a través de una bola de cristal a Kon correr por las veredas de los jardines del pueblo vecino - yo quiero a ese chico- el castillo se llenaba de esas brisas que invocan la atracción. – ¿Cuánto cuesta?
Pero señorita, todopoderosa princesa Orihime-sama, ya le hemos traído un dragón, un unicornio y cinco duendes, y ¿ahora quiere a ese pobre chico? – reclamo Keigo quien era parte de la guardia real, en su armadura llevaba el símbolo de el naipe de corazones.
No cuestiones los deseos de la señorita, todopoderosa princesa Orihime-sama – reclamo Chizuru otra miembro de la guardia real cuyo símbolo era el naipe de diamante. – por ella yo comería los desechos de el perro – exclamo la chica acariciando la mejilla de la princesa.
Sin embargo, creo que el tiene razón – Tatsuki, la guardia que defendía el símbolo de el naipe de espadas, intervino interesada - ¿Qué tiene ese chico de especial?
Creo que es el, el puede ser mi príncipe azul – ella sonreia ilusionada, pero todos la miraron sorprendidos y con cara de espanto, mas de uno tuvo ganas de lanzarla por las escaleras – esto es un cuento de hadas, ¿no?, si aquí no puedo encontrar a mi príncipe, ¿entonces donde?,.. ¡ohh maténme, por que me muero! – la chica se dejo caer, mientras montaba un drama histriónico.
No es justo- Keigo se dejo caer y pataleo haciendo un monumental berrinche - yo llevo mas años aquí que ese forastero, por derecho de antigüedad, yo debería ser el príncipe azul.
¿De que demonios hablas? – Chizuru lo tomo de la camisa – yo la vi primero, yo tengo mas derecho de antigüedad.
P-pero tú no puedes ser príncipe azul, Chizuru – reclamo Keigo con la voz nerviosa por la conocida agresividad de la chica.
¿Pero mi derecho de antigüedad? – reclamo la chica de anteojos, estrujando a el chico.
Cállense, si fuera por antigüedad yo seria la primera en la lista – se atrevió a decir Tasuki, dejando a todos sorprendidos.
Vaya, que balconazo, Arisawa-san – se burlo Mizuiro guardia de el naipe de trébol, quien se había mantenido en silencio. – no te conocía esas mañas.
Si, o sea, ya sabia que eras de las "mías", pero por lo menos disimula, mujer – le exigió Chizuru quien al instante recibió un golpe de la aludida.
Ya déjense de tonterías, que hay que cumplir con el deseo de la señorita, todopoderosa princesa Orihime-sama. – ordeno Tatsuki regresando a su protocolaria seriedad.
Siiiiiip, viva – grito Orihime dando saltos de alegría, lanzando flores y cantando una melodía infantil – soy la princesa, de cuento de hadas wiiii .
Princesa, por favor – Tatsuki la regaño por su reacción. – nos van a demandar por derechos de autor.
Uhhhh perdon – Orihime puso una cara de villana de telenovela, y se sentó en su trono donde había una enorme serpiente la cual comenzó a acariciar, generando una atmósfera lúgubre – lo dejo en sus manos, mis fieles súbditos muajajajajajajajaja.
Así esta mejor – Tatsuki mostró su pulgar en señal de apoyo.
¿Hasta cuando me vas a seguir idiota? – la chica por fin se detuvo, para toparse de frente con el ya cansado de correr, Kon – ¿que no vez que se me hace tarde?
Neesaan, por fin te alcance – respiraba con dificultad – ¿que demonios es este lugar? – Kon le pregunto mirando a su alrededor, todo era tan irreal y maravilloso a la vez, las nubes parecían volverse de colores.
Ya déjate de bromas, Mary Ann, y mejor ayúdame con un encargo – le ordeno la chica de mirada furiosa.
¿Mary Ann?, no se de que hablas, Rukia – Kon comenzaba a pensar que tal vez no debió haber consumido esas extrañas pastillas.
Estupido – Rukia se puso a su nivel para golpearlo con una patada voladora – Mary Ann ya te dije que en la calle soy Chappy, si me dices Rukia, te puede escuchar la policía – a lo lejos se escucho una alarma de policía – demonios es tarde – Rukia tomo a Kon de su azul camisa para amenazarlo – Mary Ann, corre como el viento y dile a mi Niisama que te mande el "paquete", que lo esperare en la casa del sombrerero. – Rukia se tenso de nuevo al escuchar la alarma – y mas vale que no me falles o te regreso a tu pueblo, a que sigas cuidando chivas.
Neeesaaaan, por favor – Kon corrió tras la chica, pero esta dio un salto a los arbustos desapareciendo de nuevo – ¿y ahora que hago?
Estas en una situación metafóricamente disfuncional, mi buen – la voz de un amistoso joven llamo la atención de Kon desde la sombra de un árbol, se trataba de un chico de cabello tan rojo como la sangre y de sonrisa ligera, a su lado un sujeto dormía placidamente. – ¿te puedo ayudar?
Kon los miraba con algo de escepticismo, ambos sujetos tenían pinta de desgraciados – lo siento señor, pero mi mama me ha dicho que no hable con extraños – Kon se aparto con cara de digno.
¡Habrá se visto!, yo soy Abarai Renji, el maestro de la bohemia y del arrabal – dijo el chico asiendo el símbolo de amor y paz y fumando un extraño cigarro – pero todos me llaman "el gato".
Que curioso, yo pensé que te llamaban el "hippie" – confeso Kon en señal de burla y haciendo la señal de amor y paz.
Yo te puedo ayudar a encontrar a Byakuya – se ofreció el joven de abundante cabellera – yo tengo poderes.
¿Ahora me vas a salir con que eres superman? – dijo Kon mostrando su dedo medio – y que "poleas" con la gente que es mala.
No maestro, mis poderes son psico-cósmicos, son de otro planeta, no son esas payasadas mercantiles – Renji tomo su cigarrillo y lo acerco a su boca – yo tengo el poder de volverme invisible.
Que coincidencia, yo tengo el poder para extender cualquier parte de mi cuerpo – respondió Kon de forma sarcástica. – ya nomás nos faltan la mole y la antorcha humana y ya somos los cuatro fantásticos.
Te lo mostrare – Renji encendió el cigarrillo y lo fumo de una sola bocanada, extendió sus manos frente a su cara – ¿lo vez?, ¿vez como desaparecen mis manos?
Creo que funcionaria si yo también fumara esa cosa – respondió Kon dejando escapar una pequeña carcajada – ni hablar, creo que te dejare que me guíes, por ahora no tengo otra opción, por lo menos eres gracioso.
Genial patrón, déjeme tomar mis cosas – se acerco al árbol y cogio un palo, de cuyo extremo colgaba un pequeño morral con las pertenencias de el chico(si, era el típico vagabundo).
O-oye, ¿sabias que tu amigo esta muerto? – pregunto Kon con cara de asco, revisando al chico bajo el árbol, quien ya no respiraba.
Demonios, se me hacia raro que Josefo-kun durara tres días dormido – Renji tomo algo del bolsillo del chico y sonrió de nuevo – a tu salud, viejo amigo, vamonos.
Señorita, todopoderosa princesa Orihime-sama, hemos detectado que el chico se dirige a la frontera, al parecer será mas fácil de lo que pensamos – indico Tatsuki arrodillada frente a Orihime.
¿Ehm?, ¿cual chico? – pregunto Orihime con uno de sus tantos videojuegos portátiles en sus manos.
Su príncipe, mi señora – dijo un resignado Keigo – su príncipe naranja.
Ohh si, ya se están tardando – se limito a responder la caprichosa princesa - ya todas mis amigas se casaron y vivieron felices para siempre, Bella, Cenicienta, Ariel – puso una cara de autentica mujer envidiosa – incluso esa zorra de Blanca nieves, ¡ahhh si los enanos hablaran!, todo lo que se sabría.
Lo único que necesitamos es su autorización para traerlo, aun se mantienen en el sur pero seguramente tarde o temprano cruzaran el rió como todos – aseguro Tatsuki monitoreando todo desde una computadora.
Ok, lo autorizo, misión: Príncipe azul, procedimiento normal – Orihime alzo su esbelta espada en señal de guerra.
Princesa, por favor – Tatsuki intervino nuevamente con sus regaños.
Ahh perdón – Orihime puso cara de villana de telenovela y lamió su espada de forma perversa - autorizo la misión: Príncipe azul, procedimiento genocida muajajajajajajaja.
Disclaimer:
Bleach pertenece a Kubo y su equipo, cualquier mención a personajes de otras historias, créditos a sus respectivos creadores.
