El sonido del ventilador es todo lo que oyes. Es de noche y estás en verano; hace un calor de morirse pero lo aguantas con el viento artificial. No es la gran cosa, pero podría ser peor.
El sudor no se detiene, sin embargo. Te remueves en tu cama, los mosquitos siguen insoportables. Te duelen los músculos del cuerpo, estás cansado de tanto entrenar.
Inhalas y exhalas, tratas de encontrar la forma de sentir que tu vida tiene un buen rumbo. Quieres hacerte creer que vale la pena todo el tiempo que has invertido en el vóley. A veces piensas en negativo, concibes la idea de que puede que toda tu vida sea un error. Así sería más sencillo.
Sigues sudando, das vueltas de izquierda a derecha, tampoco es que tengas mucho más lugar. Los mosquitos dejan tu piel picando, los odias. Maldices bajito y para tu acompañante es demasiado.
"Quédate quieto, maldita sea".
Hajime es brusco, tan aterrador como siempre, incluso medio dormido. Aunque, razonando, está más despierto que otra cosa. No puedes reflexionar mucho cuando él te patea, echándote de tu propia cama.
"Duele".
Él te mira desde arriba, no metafóricamente. Ves sus ojos oscuros brillar en la oscuridad, sabes lo que viene.
"Sí".
Odias que se ponga figurativo. Él se ríe quedo, tú también. A pesar de todo, le amas. Te entiende mejor que nadie.
"Trata de dormir".
Te extiende su mano, tan sudada como tú mismo. Piensas que es hora de cambiar tu cama o de vivir juntos, lo que llegue primero.
"Odio los mosquitos y el verano".
Él te besa, tan silenciosamente que casi pasa inadvertido. Otra vez te ha leído como libro abierto.
"Cuando vivamos juntos no habrá de eso".
Sabes que abarca mucho más que el verano y los mosquitos. También está hablando de tus preocupaciones, de toda tu inseguridad y desconfianza, esa que no te deja dormir desde hace tiempo. Siempre ha sido así.
"Te amo".
Murmuras, él te oye pero sabe que no quieres respuesta. Es tu forma de darle las gracias por existir en tu vida.
Ya más tarde, cuando logras conciliarte con el sueño, le escuchas balbucear. Te ha respondido, como siempre.
