NOTA PREVIA: antes que se me olvide lo dejo claro, los personajes de slayers no me pertenecen a mi, sino a sus respectivos autores.


EL FIN QUE SIEMPRE LLEGA


Había sido una verdadera masacre, los cuerpos de miles de humanos regaban la tierra que una vez fue conocida como la capital de la magia blanca, la segunda princesa del reino, yacía muerta sobre un charco de sangre, vestía su traje de batalla, ese con el que había vivido muchas aventuras en compañía de sus amigos. Pero el enemigo era demasiado poderoso. No había tenido piedad con nadie, todo aquel que intentara acercase si quiera era eliminado inmediatamente. Cerca de Amelia, una quimera que había intentado protegerla estaba despedazada, su dura piel había sido traspasada como si de un cuchillo caliente sobre mantequilla se hubiera tratado, no logró llegar junto a su amiga, y ambos murieron. Dos poderosas sacerdotisas también habían sido masacradas, la chica de cabello rubio, la que servia al dios dragón de fuego, estaba cubierta por la sangre de la que yacía a su lado, la chica de largos cabellos negros, también había perdido su vida, pero en su caso, sabia perfectamente que así seria, ella no era una guerrera y aun así había ido a luchar junto a sus amigos por su mundo. Varios cadáveres y ríos de sangre mas allá un joven espadachín se aferraba, aun después de muerto, a la espada que su amada le había obsequiado para la batalla, contrario a todo lo que se podía pensar tenia un expresión de confianza en su rostro. A el no le había importado morir ya que sabia que su novia no se dejaría vencer y que derrotaría al enemigo.

A lo lejos podía ver se a las únicas dos figuras en pie, una de ellas era una masa informe y que realmente tenia un aspecto temible, el había sido el causante del desolado paisaje que había en el ahora desierto reino de muerte. La otra era una chica pelirroja, apenas se tenia en pie, dio una ultima mirada a sus compañeros caídos, su expresión ya no denotaba nada, ni tristeza, ni miedo, nada, solo estaba ahí, mirando como todos los que ella amaba habían desaparecido, ya nada importaba, cerró sus ojos y se relajó mientras su expresión cambiaba, sonrió sarcásticamente, no dijo nada solo se giró, miró al demonio frente a ella con confianza y decisión. El demonio se confundió un poco, no entendía el cambio de actitud. Pensó que se había vuelto loca.
Ella elevó sus manos al cielo, sin decir una palabra, nada ocurrió, ahora el demonio se había convencido de su victoria, la única quien podía detenerlo, ya nada podía hacer, al menos eso pensaba.

Lina Inverse comenzó a susurrar palabras que para el demonio no eran mas que producto de la demencia. "señor que flotas en el mar del caos, reina dorada de la oscuridad, ayúdame a derrotar al bastardo que esta frente a mi, no me importa si muero, solo quiero que quien lastimó a los míos pague su atrevimiento. Mas oscuro que la noche de los tiempos, por el ser que flota en el mar del caos, por la reina dorada de la oscuridad dame el poder para destruirlo, a cambio te daré mi alma y mi vida"

Un ser que apareció de la nada intentó detenerla, pero ya era tarde, la chica solo se volteó hacia mazoku recién llegado y le sonrió cálidamente. "llegaste tarde, como siempre". Dijo ella. "espera, Lina, no lo hagas, estoy seguro que…" el mazoku se sintió inútil, estaba diciendo incoherencias, el sabia perfectamente que lo que la pelirroja estaba haciendo era la única forma de salvar su mundo. "creo que tendrás mucho trabajo después. " el demonio la miró confundido. "no pensaras dejar nuestros cuerpos aquí ¿ o si?" el demonio sonrió débilmente, realmente hubiera querido ayudarles, pero tenia que ayudarle a su ama primero, pero también había fallado, el había visto atónito como la gran ama de las bestias era decapitada, y el no había hecho nada, solo quedarse viendo, tal y como lo hacia ahora. "Xellos alégrate, no se siente bien ver a alguien tan bromista con ese rostro, vamos ni que fuera el fin del mundo." Lina Inverse le brindo su ultima sonrisa al mazoku que siempre les había ayudado ya que seria la ultima vez que lo vería. Se volvió hacia la asquerosa figura que estaba frente a ella y se lanzó contra ella llevando una espada formada de la energía del mismo señor de las pesadillas.
La chica lo derrotó, el demonio se fue despedazando. Sin importarle mas a Lina Inverse, que el haber vengado a sus amigos, se dejó caer exhausta al piso, ella sabia bien que había logrado controlar el hechizo, pero que aun así no sobreviviría, en primera por que su condición era deplorable, estaba muy lastimada y ese hechizo consumía demasiada energía vital del hechicero, y en segunda aunque hubiera estado en perfectas condiciones, le había ofrecido su vida a L-sama y tenia que respetar el trato. Dedicó su ultimo pensamiento a rogarle a la diosa que reviviera a todos los que habían muerto ese día, aunque si era el precio no lo hiciera con ella. Lentamente cerró sus ojos. Su cuerpo se relajó al máximo y por fin dejó de respirar. Junto a ella apareció una figura que la miraba tierna y nostálgicamente, así como una madre mira a su hijo lastimado. La mujer se inclinó y acaricio la cabeza de Lina, corrió un mechón de cabello de su rostro, la tomó entre sus brazos y ambas desaparecieron. Luego, todos aquellos que habían perecido despertaban adolorados y aturdidos, no recordaban que había pasado, pero se lo imaginaron al ver la ciudad. De entre los soldados se levantaron tres de los guerreros mas fuertes, una quimera, una princesa sacerdotisa y un ex espadachín de luz. Buscaban a su alrededor la misma cosa, mas bien a la misma persona, ellos sabían bien que todo había sido gracias a ella, pero si ellos estaban vivos ¿por qué no habría de estarlo ella también?
Un mazoku se les acercó, su rostro reflejaba tristeza, pero al mismo tiempo felicidad, todos estaban vivos, lo mas probable era que también lo estuviera su ama. "Xellos ¿sabes donde esta Lina?" el mazoku no contestó y levantó la mirada al cielo , el cual parecía querer llorar, las nubes lo cubrían todo y el llanto del cielo no se hizo esperar mas, dio un fuerte grito y la lluvia cayó violentamente para refrescar a los que allí estaban. "ella ya no volverá, se ha ido" se limitó a decir el mazoku, y desapareció.

En un lugar lejano a ese, una mujer de extraña apariencia lleva a otra en sus brazos, la cual se veía malherida, ambas entraron en una cabaña abandonada, una de ellas puso a la otra en la cama y comenzó a curar sus heridas, pero la pelirroja continuaba inconsciente, esta muerta ya nada se puede hacer.
De pronto su mano comenzó a moverse lentamente, casi inconscientemente llevó su mano hasta la profunda herida que cubría su cabeza, aun le dolía, pero ya pasaría lo importante era que estaba viva, no recordaba quien era, ni que hacia ahí, mucho menos como se había lastimado de esa forma.
- "tranquila mi pequeña, mama te cuidara"
- "¿eres mi madre?" - la mujer asintió.
- "cuando te recuperes volveremos a casa, este mundo no es para ti, volveremos al caos, mi querida niña y nunca mas volverán a lastimarte. Nadie volverá a lastimar a la hija de la diosa dorada, nunca.

NOTA DE LA AUTORA:

SI, LO SE, NO SOY BUENA PONIENDO TITULOS, PERO YA QUE MAS DA. EL FINAL? BUENO NO SE, LA VERDAD A MI NO ME GUSTÓ MUCHO, PERO NO SE ME OCURRIO NADA MEJOR.

EN TEORIA ES UNA HISTORIA CORTA, PERO SI ALGUIEN TIENE ALGUNA IDEA DE COMO CONTINUAR ESTO AGRADECERIA QUE ME LO DIJERA, NO ME GUSTAN LAS HISTORIAS TAN CORTAS. n____nU

EN FIN, TOMATAZOS, ARCHIVOS WAV CON PIFIAS Y ABUCHEOS, COMENTARIOS, CRITICAS, SUGERENCIAS, CONTINUACIONES, ETC A RINITA_INVERSE@YAHOO.COM