Notas iniciales de Lime: Lime se compromete fervientemente a terminar este fanfic y no dejarlo en la deriva, lo que si solicito a todos los amables lectores que me dan la oportunidad de entretenerlos es paciencia u.u, intentaré actualizar lo más pronto posible pero esperaba terminar mi fanfic de Inuyasha antes de iniciar uno nuevo, pero mi cruel mentecilla no lo permitió :S. adicionalmente, estoy con un post grado y estudio tres veces por semana, trabajo de lunes a viernes y varios deberes más xD… pero me encanta escribir y me gusta darme un tiempo para ello.
Bueno, ya mucha perorata, espero que les guste este nuevo proyecto: Boda? Cual boda? Con una de mis series favoritas de toda la vida Card Captor Sakura. Los personajes de CLAMP no me pertenecen, solo los utilizo para fines de entretenimientos (míos y de los lectores) no me demanden !
¿Boda? ¿Cuál boda?
Capítulo 1: La noticia
La hermosa mujer castaña bajó del taxi que terminaba de aparcar en la entrada de su casa en Tomoeda. Estaba cansada, estresada, agobiada. Había sido un día completamente terrible y lo único que deseaba era tomar un baño e ir a dormir. Realmente, el día y la semana habían sido catastróficos. Tenía encargado el proyecto de marketing de todo el año y debería presentarlo, sustentarlo en dos días. La información era escasa y la presión era terrible. Empezaba a pensar que el ascenso tan promocionado que le había dado su anterior jefe había sido una condena en vez de una recompensa.
Se aproximó a la entrada de la casa, sintiendo como pequeñas gotas de lluvia comenzaban a llegar y rozar su rostro de porcelana. Torpemente cogió como pudo el bolso de piel de cebra y empezó a rebuscar en la inmensidad del fondo las llaves que sin dudarlo estarían bien escondidas en algún lugar. Las cogió rápidamente después de segundos tortuosos de batallar contra su maligno bolso, sintiendo que los pies la mataban. Esas dos horas en el directorio habían sido terribles. Introdujo la llave en la cerradura.
-"ya estoy en casa"-dijo cerrando la puerta tras de sí. El frio de un otoño a vísperas de invierno le empezaba a calar los huesos. Se quitó los zapatos dejándolos en el vestíbulo y se colocó las pantuflas con caritas de monitos que tanto le gustaban desde que era una niña y sintió como si se quitara un peso de encima.
-"buenas noches Sakura ¿Qué tal tu día?"-pregunto Fujitaka Kinomoto a su hija menor. El padre tenía un bol de plástico y parecería que estuviese amasando algo delicioso
-"hola papá"-saludó la castaña de 24 años –"bueno, el gerente Matsumoto quiere que el proyecto esté completo para el viernes y no sé si me alcance el tiempo… realmente la información que tengo no llega ni si quiera a proyectar buenas ventas… tengo mis dudas, si me equivoco puede ser el fin de mi carrera"-se lamentó
-"sé que lo vas a lograr, pequeña Sakura"-dijo su padre mientras que se acercaba a darle ánimos. Los últimos días había visto a su hija correr de aquí para allá, solo dormir a lo mucho 5 horas al día –"te estas poniendo pálida, sería bueno que comas y duermas. Mañana es un nuevo día"
-"si, eso haré"-dijo la muchacha con una sonrisa. No podía mostrarse débil o triste frente a su padre.
Después de haber cenado a insistencia de su padre y tomado un baño, la joven Sakura subió a su habitación, la cual no había cambiado a lo largo de los años. Una vez que terminó la secundaria y se graduó de la preparatoria, había ingresado a la Facultad de Marketing de la Universidad de Tomoeda, terminó la universidad a los 5 años con 21 años, hacía 3 años que ingresó a hacer prácticas en una empresa de Telecomunicaciones y ahora ocupaba el puesto de Jefe de Marketing de Relaciones Públicas de la empresa, sin dudarlo, sus habilidades innatas la habían ayudado a ascender rápidamente.
Estaba dispuesta a echarse a dormir como había pensado en un inicio, sin embargo miro su laptop que reposaba sobre su escritorio. La batería estaba conectada y emitía una lucecita llamando su atención. Sonrió. De repente, solo unos minutos.
Encendió el aparato e inició su sesión. Rápidamente, la burbuja de Skype se encendió. Sonrio como una tonta hacia la pantalla, como si fuera una adolescente. Sus ojos hábiles escrudiñaron el programa y dieron con el nombre de la persona que estaba buscando.
Dio doble click al icono y tecleó rápidamente.
Hola
Espero unos cuantos segundos hasta que la persona con la que había abierto una conversación le respondió.
Hola Sakura, ¿Qué tal?
Bien, ¿tienes tiempo para conversar?
Claro, te llamo.
Unos segundos más tarde, la imagen de una llamada entrante se apoderaba de la pantalla de su laptop. Sakura sin dudarlo colocó el botón de "Aceptar llamada" (Sin videocámara por supuesto).
-"Hola Sakura"-saludó una voz masculina
-"Hola Eriol, ¿Cómo estás? ¿Qué tal el viaje?"-respondió la castaña agradeciendo que el inglés no la viera con ojeras, pálida y más delgada de lo que recordaba
-"bien, justo acabo de llegar al aeropuerto. Te estoy hablando desde mi móvil"
-"lo siento… pensé que ya estarías en la casa de tus padres"-se disculpó Sakura pensando que estaría incomodándolo -"si… si quieres podemos hablar mañana"
-"no, no te preocupes, siempre tendré tiempo para ti, cuentamente que tal tu día"
Sakura Kinomoto se sonrojó con las palabras de Eriol Hirahizawa. Su mejor amigo de la universidad. Pero que por supuesto, estaba enamorada de él en secreto. Nunca se le había confesado debido a que tenía miedo de arruinar su gran amistad de hacia varios años, pero era un sentimiento que no podía ocultar. Sospechaba que el mismo Eriol se hubiese dado cuenta aunque nunca habían hablado de eso.
-"bueno… el gerente quiere que el proyecto esté terminado para el viernes… y estoy en un lío. Definitivamente, no confío en la información que tengo ni en los pronósticos de ventas que están señalándome… ¿Qué puedo hacer?"
-"uhm, lo que yo haría es verificar mis fuentes de información, Saku"-respondió Eriol –"todo parte de ello y lo sabes. Si tienes esas dudas haz un muestreo y compáralo con los resultados obtenidos. No te tomará más de dos horas"-sonrió el inglés –"eres muy tenaz en lo que te propones, sé que puedes lograr resultados excelentes en el plazo dado, tienes tres días"
-"lo sé"-dijo la castaña –"bueno, mucho de mi día… ¿Cuándo vuelves?"
-"mañana a primera hora tengo reunión con mi padre"-respondió –"no sé lo que quiera decirme, pero hacerme venir hasta Inglaterra supongo que algo no está bien"
-"¿a qué te refieres?"
-"no lo sé Saku"-meditó –"una vez que termine la reunión con mi padre, te llamaré ¿de acuerdo?"
-"¿lo prometes?"
-"tienes mi palabra de caballero inglés que te llamo"-respondió Hirahizawa y Kinomoto esbozó una sonrisa –"una movilidad ha venido por mí. Te envío un mensaje cuando llegue a mi casa"
-"ok, está bien. Saludos a tus padres"-dijo la castaña
-"gracias. Saluda a Fujitaka de mi parte también. Descansa, en Japón ya deben ser casi media noche"-dijo el ojiazul mientras que salía del aeropuerto hacia las frías calles de Londres.
Sakura cerro el icono de la conversación mientras que Eriol se tornaba en desconectado. Dejó la laptop prendida esperando por el mensaje que le dijo que le enviaría una vez que llegara su casa.
El padre de Eriol, había sido embajador de Japón en Inglaterra durante varios años. Tanto tiempo había pasado en ese país que prácticamente lo había adoptado como su hogar, pocas veces venía a Japón. Eriol había crecido en Inglaterra debido al trabajo de su padre y a su madre, quien era una dama de la aristocracia inglesa. Eriol empezó una carrera de Negocios Internacionales en la Universidad de Cambrigde, pero hizo su traslado durante el primer año a Japón a la Universidad Central de Tokio. Hasta ahora desconocía por qué la fascinación por el país del sol naciente, convencido de que quería descubrir más de sus raíces, se trasladó. Meses más tarde, conoció a Sakura Kinomoto cuando la castaña había llegado algunos cursos de extensión en su universidad y los dos se habían vuelto los mejores amigos.
Sakura se acurrucó en la cama mientras que abrazaba su móvil, esperando recibir por ahí alguna notificación de Eriol. Segundos después se quedó completamente dormida.
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Ya era tarde, tarde, tarde. Dormilona como ninguna, Kinomoto bajó las escaleras a medio vestir. Era tarde para desayunar como siempre, así que cogio un jugo en caja de la refrigeradora y unas galletas que Fujitaka había dejado en la mesa de centro. Cogió su abrigo y se apresuró a tomar un taxi a la brevedad. Usualmente no utilizaba maquillaje, pero empezaba a pensar que era una buena idea, dado que las ojeras que poblaban sus ojos en ese instante eran como las de un mapache. A los pocos minutos paso un taxi vacío y se subio indicó al conductor el lugar a donde se dirigía y arranco la marcha.
Extrañaba que Eriol la llevara al trabajo. Siempre el inglés pasaba a las 7:30am en punto para jalarla a su centro de labores. Gracias a Sakura, Eriol había descubierto que Tomoeda era un mejor lugar para vivir que el caótico Tokio, así que había arrendado una antigua casa estilo europeo en una de las zonas más alejadas de Tomoeda. Abrió su móvil mientras que revisaba su mensajería. Y efectivamente, había un corto pero dulce mensaje de su mejor amigo.
Ya llegué a la casa de mis padres. Supongo que cuando leas esto ya estarás apurada para ir a trabajar. Ten un buen día. Eriol.
-"ten un buen día también, Eriol"-pensó Sakura en esos instantes. El vehículo de taxi ingresaba a la autopista para dirigirse al centro de Tokio, donde Sakura trabajaba.
Mientras que a muchos kilómetros donde Sakura Kinomoto iniciaba su día, en el gris y frío Londres. Eriol Hirahizawa tomaba un café oscuro mientras que leía tranquilamente el Times que reposaba en sus piernas. Hacía varios años que no pisaba la capital inglesa. No es que lo extrañaba… prácticamente había venido de incognito. No quería que ninguna de sus antiguas amistades supiera que estaba ahí. Prácticamente era un viaje por temas familiares. Realmente, su fama de conquistador europeo se había extendido por todo Londres, sabía que se había divertido cuando era un poco más joven. Pero el cambiar de aires, y de personas había aprendido a apreciar las relaciones formales. Por lo que consideraba que esas antiguas mañas habían quedado en el pasado. Tanto valoraba las relaciones "formales" que no se había comprometido con ninguna chica desde que salió de Inglaterra, salvo Sakura Kinomoto, a quien apreciaba como una hermana pequeña.
Como quería a Sakura, tenía una ingenuidad como si pareciera que estuviera hablando con una niña muchas veces. Le sacaba más de una sonrisa. Él siempre fue hijo único, lo más cercano a una hermana era su prima Nakuru, pero Nakuru tenía una vida desenfrenada sin parecerse mucho a Sakura. El mayordomo se acercó a él con la intención de preguntarle si deseaba algo más.
-"no muchas gracias, estoy bien"-respondió con la misma cordialidad que lo caracterizaba.
-"joven Eriol"-dijo una voz detrás del anciano mayordomo interrumpiendo su lectura. –"su padre lo verá en el despacho"
Dejo el periódico sobre la mesa de fina madera que había a su lado mientras que se levantaba del mullido sillón escocés y se acomodaba el traje. Su padre siempre le había gustado verlo vestido formal, como él. Eriol odiaba las formalidades, sabía que en el fondo, su traslado a Japón había sido un pretexto para huir de ese ambiente formal donde había vivido hasta hacía 5 años atrás.
Se acomodó los lentes de fina montura y el caballero que le había habaldo se colocó a su lado con una sonrisa discreta.
-"es un placer volverlo a ver, joven"-murmuró
-"igualmente, Dorian. No has cambiado en nada"-dijo Eriol respondiendo a su saludo –"me pregunto qué es lo que tiene que decirme mi padre y no puede ser por teléfono"
El hombre de confianza de la familia Hirahizawa no comentó nada más. Los ingleses podían ser odiosamente discretos.
Eriol tocó la puerta tres veces, como ceremoniosamente su padre la había inculcado desde que tenía memoria. Una regla más. Espero pacientemente a que la voz letargada de su padre le indicara que pase. Para todo esto, el hombre quien lo había escoltado hasta la puerta de ingreso había desaparecido misteriosamente.
-"Solo espero que me diga lo que tiene que decirme para tomar el primer vuelo a Japón lo más antes posible"-pensó Eriol girando la perilla de la entrada
Levantó la mirada y en la habitación estaba en sombras. No como él, lo recordaba. Su padre siempre le había gustado abrir todas las cortinas que había. Sus ojos tardaron unos segundos en adecuarse al tenue resplandor que venía desde la ventana principal. La única que estaba abierta. Delante de esta, estaba la figura de Hajime Hirahizawa con ambos brazos hacia atrás mirando hacia el horizonte, el jardín que crecía atrás de su residencia. Su perfil indicaba que había sido un caballero muy atractivo en sus tiempos mozos, conservaba la gracia y elegancia de cualquier inglés a pesar de que sus raíces eran notablemente asíaticas.
Eriol hizo notar su presencia al aclarar su garganta. Ya era demasiado misterio.
-"Acércate Eriol"-dijo con firmeza sin voltearse a ver a su único hijo
-"Dime, Hajime. ¿Qué es tan importante para que me lo tengas que decir en persona?"-dijo Eriol sin tratar de ser arisco, pero si algo que odiaba era no tener el control de la situación o no estar enterado de lo que sucedía a su alrededor.
Hajime Hirahizawa se volteo lentamente con una sonrisa hacia Eriol y le extendió un file con unos documentos en su interior –"revísalo"
El joven extendió su mano y recibió los documentos. Eran varias hojas de papel en una carpeta color naranja. –"¿Qué es esto?"-dijo mientras que leía ávidamente los reportes uno tras otro. Pasaron varios minutos en silencio mientras que Eriol barría con la información de la carpeta. –"¿estás seguro?"
-"Si"-respondió su padre con una mirada de tristeza –"me quedan 3 meses de vida, Eriol"
-"¿has consultado con otros médicos, de repente…. Una segunda opinión?"
-"El mes pasado viajé a Estados Unidos a evaluarme nuevamente. Todos los médicos me dan la misma respuesta"-respondió firmemente sin variar el tono –"algunos son más optimistas y me dan hasta 6 meses de vida, pero la realidad es que no llegaré hasta mi siguiente cumpleaños"
Esa noticia no se esperaba. Nunca en su vida… no es que le agradara la compañía de su padre, pero sin dudarlo… no sabía cómo reaccionar ante la revelación que su progenitor acababa de darle. Sintió miedo, desamparo… tristeza.
-"¿mi madre lo sabe?"
-"ayer le dí la noticia"-respondió Hajime sin inmutarse –"quiere que tenga una vida plena durante los siguientes meses. Así que he decidido dejar la compañía en manos de los accionistas y cuando llegue el día, tu tomarás las riendas"
-"Mi vida está en Japón, lo sabes"-respondió Eriol
-"Ese es otro tema que quiero discutir contigo, Eriol"-dijo Hajime mientras que se sentaba en el alto mueble e invitaba a su hijo a tomar asiento. Eriol se quedó inmóvil aun sosteniendo la carpeta con los resultados médicos de su padre –"la compañía que dirijo aquí, puedes llevarla como tú desees y donde desees una vez que llegue el día de mi muerte. Sin embargo, tengo algo que pedirte como último deseo"
-"¿Qué es?"
-"Quiero verte casado con la mujer que amas"
Ok. Esa noticia, no se la esperaba… sabía que su padre, creía en las leyes del matrimonio, por esa razón había estado casado con su madre durante casi 40 años. Pero, el matrimonio no iba con él… ni si quiera tenía una mujer a quien amar… iba a protestar cuando releyó nuevamente los documentos que tenía en sus manos. Era el último deseo de su padre. Apretó los puños sabiendo que se iba a arrepentir de lo que estaba a punto de hacer.
-"de acuerdo"-dijo seriamente –"te presentaré a mi prometida y adelantaremos la fecha de la boda"
-"¿de verdad?"-dijo Hajime mientras que le brillaban los ojos por primera vez desde que Eriol había ingresado al despacho –"¿Cuál es su nombre?"
Eriol meditó por unos segundos. Ya no había oportunidad para dudar.
-"Sakura Kinomoto"
Ajena a lo que sucedía en el otro lado del mundo. Sakura terminaba de revisar el muestreo de proyecciones de ventas como se lo había sugerido Eriol la noche anterior, estaba mucho más satisfecha con los resultados y una luz de esperanza se podía reflejar en su semblante. Todo estaba saliendo mejor. Como dijo, su padre, hoy era otro día.
Miro su celular, no había ningún mensaje de Eriol… a estas horas ya debería haberla llamado o… no quería incomodarlo, hacía años que no veía a sus padres y… seguro tendrían mucho de qué hablar, para que ella estuviera molestándolo con sus pequeños problemas de adolescente.
-"Sakura chan, vamos a almorzar ¿vienes?"
La saco de sus pensamientos Chiharu Mihara, su compañera de escritorio. ¿Ya era mediodía? Había estado enfrascada en su trabajo que ni si quiera se había dado cuenta de que su estómago le pedía comida. Sacó su pequeña lonchera y asintió con una gran sonrisa.
-"Naoko y Rika ya nos esperan en la cafetería"-dijo su amiga respondiéndole con la misma sonrisa
-"Genial"-dijo Sakura levantándose –"¿Cómo vas con tu cierre anual?"
-"Dándome problemas, se acerca diciembre y el jefe quiere un desmenuzado de información contable"-suspiro la castaña –"¿resolviste tu problemática de las proyecciones?"
-"Si… algo… me aconsejaron lo que tenía que hacer y lo puse en práctica"
-"oh… que bien que todo esté mejor. Los últimos días has estado con un temperamento fatal. Ya se te extrañaba sonreír"-dijo con una risita Chiharu y Sakura se sonrojó
-"¿de verdad tenía un temperamento fatal?"-preguntó Sakura en un susurro
-"estoy bromeando"-dijo Chiharu –"¡Ahí están las chicas! ¡Rika, Naoko!"
Sakura miró a su grupo de amigas. Todas habían asistido a la misma primaria. Y por coincidencias de la vida habían terminado trabajando en el mismo edificio. Rika trabajaba en tres pisos superiores a Sakura y Chiharu, había estudiado comunicaciones y la oficina donde trabajaba era alquilada por la empresa de Sakura y Chiharu. Naoko era editora de una revista para niños y trabajaba con Rika. Su oficina quedaba a puertas de la de Rika.
-"¿saben que el próximo mes sacaremos un especial de navidad?"-pregunto Naoko una vez reunidas –"Rika se está encargando de las fotografías… están hermosas"
-"¿de verdad?"-pregunto Sakura tratando de ponerse al corriente de la conversación. Había estado pensando en Eriol y en su famosa llamada
-"Si, todo está saliendo muy bien"-dijo Rika –"¿Cómo van ustedes? ¿su jefe las está explotando?"
Chiharu y Sakura rieron –"no, no pasa nada. Sakura ya volvió a la normalidad"-dijo Chiharu dándole un codazo –"algo distraída pero no pasa nada ¿eh, Sakura?"
-"Si…"
-"Yo creo que su distracción tiene un nombre"-rio Rika mientras que ingresaban a la cafetería ubicada en el último piso del edificio de oficinas –"¿Cómo está el joven Hirahizawa?"
-"¿eh?"-dijo Sakura al escuchar el nombre de Eriol y enrojecio de repente –"es… esta en Inglaterra… su padre lo llamo hace un par de días. Dijo que tenía que hablar de unos temas con él. Creo que era importante, supongo… para tener que decírselo personalmente"
-"¿aun no le has dicho tus sentimientos, Sakura?"-pregunto Chiharu –"Ya te dije, que seas directa"-dijo la castaña colocando sus brazos en forma de jarras –"No puede estar así para siempre… te estás perdiendo muchas oportunidades"
Sakura rodó los ojos. Si bien, algunas veces sus amigas habían salido con Hirahizawa, aun no era parte del grupo. Todas sabían perfectamente los sentimientos de su amiga ojiverde hacia el apuesto joven inglés. Chiharu era la más animosa para que Sakura se le declarase, pero como siempre, ella no le hacía caso.
-"Prefiero conservar nuestra amistad"-dijo en un susurro –"Eriol y yo hemos sido los mejores amigos, sería realmente cruel perderlo por mis sentimientos"
-"pero no sabes qué es lo que siente él por ti, Sakura"-se lamentó Chiharu –"Y no vas a estar enamorada de él toda la vida"
-"Chiharu tiene razón"-razonó Naoko –"además… es extraño que su padre lo haya llamado hasta Inglaterra y si es algo más"
-"¿algo más?"-dijeron las chicas en coro
-"Si, hace mucho tiempo, los reyes en Europa concertaban compromisos en matrimonio… ¿no querrá casarlo con alguien de alla?"
-"¿ehhhhhhhhh?"-grito Sakura palideciendo y su corazón se cerró en un puño –"pero estamos en el siglo XXI"
-"No lo sé, era solo un comentario"-sonrió su amiga –"pero Chiharu tiene razón, se te pueden adelantar"
Sakura meditó por un segundo mirando su refrigerio que su padre tan amablemente dejaba en las mañanas para que lo llevara a su centro de labores. Ante todo pronóstico, se le había ido el apetito al si quiera contemplar la idea de un matrimonio arreglado en la actualidad y mucho menos si Eriol estaba incluido. ¿Cuánto tiempo había sido amiga de Eriol? Unos cuatro o cinco años… durante todo ese tiempo, ella sabía que él no había tenido ningún compromiso con ninguna chica… es decir, eran mejores amigos. Si él estuviera saliendo con alguien le diría no.
Una voz en su interior le decía que no necesariamente. Pero la apagó al instante. Tomo sus palillos con decisión. Si no arriesgas no ganas, se dijo mentalmente. Estaba determinada… el miedo y las inseguridades puedes mover muchas decisiones. La próxima vez que viera a Eriol, le diría sus sentimientos. Y sin darle más vueltas al asunto, con habilidad empezó a comer su almuerzo mientras que se enfocaba en la conversación con sus amigas.
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Eriol Hirahizawa meditaba en silencio. Después de la conversación que había tenido con su padre horas antes… no podía creer que era lo que acababa de hacer, sintió las ganas de regresar al despacho y a contarle la verdad de que no había ningún compromiso y que Sakura Kinomoto no era más que su mejor amiga. Sin embargo, no podía… la salud de su padre… pero estaba Sakura, ni si quiera había podido llamarla ¿Qué le iba a decir? "Hola Sakura, sabes tenemos que fingir una boda para que mi padre esté contento antes de que muera". Si bien, la castaña había sido el primer nombre que se le vino a la cabeza. ¿Cómo lo tomaría su padre, Fujitaka? Se moría de la vergüenza.
Dio click desde su Ipad confirmando el pasaje de regreso a Japón al día siguiente. Su madre lo había llamado hacia una hora ilusionada con la idea de una boda. Quería conocer a Sakura, aunque sea por foto… Eriol le pasó una foto de unos meses de ambos que guardaba en su móvil.
-"Es hermosa, Eriol"-exclamó –"ahora entiendo porque no quieres volver a Inglaterra. Estoy tan contenta por ti, pensé que nunca te casarías"
Yo también. Era lo que había pensado.
A duras penas había reprimido los deseos de su madre para ir a Japón a conocerla. Argumentando que tendría que darle él primero la noticia de la boda, antes de conocer a toda su familia. Elizabeth Hirahizawa había asentido muy triste.
Súbitamente observó como el icono del Skype se activaba y recibía una llamada entrante. Abrió la ventanilla con cuidado como si fuera algo inusual. Presentía quien era.
La fotografía de Kinomoto se mostraba sobre un fondo oscuro y dos botones de contestar o colgar la llamada. Suspiro y le dio al botón verde.
-"¡Eriol!"
-"Hola Saku, como estas"-respondio con tranquilidad como siempre lo hacía –"siento no haberte llamado… he estado algo… ocupado"-dijo sin saber que excusa decirle –"¿Qué tal tu día?"
-"Eres un genio, seguí tu consejo y voila… conseguí los datos que necesitaba. Estoy segura que tendré todo listo para el viernes"
-"me alegro"-respondio el ojiazul esbozando una sonrisa
-"¿Cómo está tu padre, tu madre…?"-preguntó la castaña con entusiasmo
-"bueno…"-dudó Eriol sabiendo que el Skype no era el medio perfecto para decirle la realidad de la situación –"hay cosas que te contaré cuando esté en Japón, acabo de comprar mi viaje de vuelta"
-"¿de verdad?"-se oyó la voz de Sakura –"Yo también, tengo algo que decirte… cuando regreses"
–"llegaré a Japón mañana en la tarde, o puedo pasar a recoger cuando salgas de trabajar… ¿estarás muy ocupada? Podemos ir a cenar"-preguntó Eriol si le iba a contar sobre su plan a Sakura, tenía que confiar de que sería en un lugar tranquilo y sin distracciones –"así me cuentas sobre la proyección de ventas"-bromeó. Seguro quería preguntarle sobre consejos para su proyecto
-"Si… esta perfecto"-dijo Sakura –"Mañana te espero entonces"
-"¿sucede algo?"-pregunto Eriol al escuchar el timbre de voz de Sakura, como si todo el entusiasmo de hacia unos minutos se hubiera evaporado –"¿de qué quieres hablarme?"
-"no, nada. Solo estoy algo cansada"-dijo con suavidad –"mañana nos vemos. Que tengas un lindo viaje"
-"gracias Saku, te veo mañana"
En Japón, el reloj apuntaba las 9:13pm. Sakura cerró la aplicación del Skype y sintió como su corazón latía con fuerza. Mañana sería el día. Mañana sería el día en que se le declararía a Eriol, no podía seguir esperando más tiempo. Era todo o era nada. Había temblado los últimos momentos y agradecía profundamente de que fuera una llamada sin video, porque se había sonrojado.
-"Mañana me confesaré a Eriol"-pensó mientras que se preparaba para darse la ducha nocturna –"Solo espero que todo salga bien"
Y sin darle más vueltas al asunto. Salió de su habitación sin apagar su laptop.
Las antipáticas notas de Lime: Lime con nuevo fanfic (si, lo sé) no me pude resistir! Espero que les haya gustado la idea… ¿SakuraxEriol? Uhmmmmm jajaja ¿Qué opinan? n.n NO! Tiene que aparecer alguien que sea la manzana de la discordia… vaya, vaya ¿Cómo tomará el compromiso Sakura? ¿Qué dirá? ¿Ayudará a Eriol? Si que el inglés está en una encrucijada… la salud de su padre vs el compromiso con Sakura U.U… espero que les haya gustado la idea :) no sé cuántos capítulos serán pero espero que no sea tan larga :D! Me comentan que les pareció.
Aclaración / Nota importante: Hajime Hirahizawa (el padre de Eriol) NO es mi personaje, NO me pertenece. Si no, pertenece a Mikki chan (En la Torre de Tokyo, El verdadero legado), por si acaso. Lo tomé prestado (con permiso por supuesto) para funcionalidad de este fanfic. Es que no me hago la idea de que el padre de Eriol sea otra persona que no sea Hajime !
Nos leemos en el siguiente capítulo.
Un abrazo!
