-Buenos días gente, ya estoy de nuevo aquí aunque esta vez no es con una nuevo cap sino con una nueva historia que si os digo la verdad no entraba en mis planes ya que no tenia pensado empezar a publicar nada nuevo hasta por lo menos después del verano pero la idea para este fic me llegó de pronto y es que hasta que no la he escrito no he podido dormir tranquilo.-
-Se pasaba las noches de un lado a otro de pasillo preguntándose si escribirlo o no, si os iba a gustar y apuntando las ideas que le llegaban en una libreta.-Dice de pronto Ryuko entrando en escena sacando una gota en la nuca a Akuma.
-Tu como siempre hablas demasiado, ¿por cierto donde están las otras dos?-
-Tratan de encontrar la casa de aquella acosadora que no paraba de mandarte MP.-Dice con una sonrisa la pelinegra como si fuese lo mas normal de mundo.
-No quiero saber nada de eso, bueno ya no les entretengo más y los dejo con esta nueva historia que espero les guste tanto como me esta gustando a mi, os leo al final con alguna aclaraciones.-
Demonio/invocación hablando-demonio
Demonio/invocación pensando-(demonio)
¿?-Aun eres débil
¿?-(Aun eres débil)
No soy dueño de Naruto o Fairy Tail, sus dueños son Masashi Kishimoto y Hiro Mashima respectivamente, solo soy dueño de las creaciones y personajes originales que cree en el transcurso de la historia, tampoco soy dueño de armas, técnicas, u personajes de otras series que aparezcan en esta historia.
Prologo
El sol del atardecer se ponía a lo lejos dando paso poco a poco a la noche y en la villa oculta entre las hojas todo transcurría con tranquilidad. Las amas de casa comprando los ingrediente en las tiendas, los bares recibiendo a los cansados trabajadores que tras una dura jornada de trabajo llegaban ansiosos de una bebida refrescante y por supuesto los jóvenes alumnos de la academia ninja volviendo a sus casas. Todo transcurría con calma y como de costumbre en Konoha, aunque por desgracia como de costumbre algo horrible pasaba e uno de los callejones de la villa.
-¡Muere maldito demonio!-Rugió un enfurecido aldeano que no paraba de patear a un niño de unos 7 años al igual que varias personas más.
-Por favor...parad...yo no he hecho nada.-Dijo el pequeño en el suelo entre lagrimas mientras algo de sangre caía por la comisura de sus labios.
El pobre niño que estaba siendo apaleado era Naruto Uzumaki Namikaze, vestía con unos pantalones cortos azules y una camisa blanca con una remolino en medio. El sabía por qué lo estaban golpeando y la razón era que él era el jinchuriki del Kyubi y la gente que no tenía ni idea de cómo iba eso de ser el recipiente de un demonio pensaban que él era el demonio y por eso lo usaban como desfogue para su dolor por las personas que perdieron hace 7 años.
Era por eso que desde hacía varios años el rubio había tenido un sueño y este era convertirse en Hokage al igual que su madre Minako para borrar todo ese dolor y proteger a la gente de la villa que tanto amaba. Ahora hablemos de su familia empezando por su madre o mejor dicho madres, esto era algo que Naruto al ser tan joven no entendía del todo pero por lo visto desde hacía varios años nacían muchas más mujeres que hombres por lo que no era tan raro ver familias de este estilo que por inseminación artificial habían tenido hijos.
Por decirlo de alguna manera, su madre, MADRE, quien lo había llevado en su vientre se llamaba Kushina Uzumaki. Era una hermosa mujer de largo cabello rojo y ojos violetas con un cuerpo muy bien desarrollado con pechos copa D, un carnoso trasero y cintura estrecha. Naruto y Kushina eran como dos gotas de agua en lo que a comportamiento se refiere, aparte que ambos amaban el ramen.
Quien hacía de padre es su familia era su madre Minako Namikaze, ella al igual que la pelirroja era realmente hermosa. Minako era un poco más alta que Kushina, aunque solo por unos pocos centímetros, ella tenía el cabello rubio de punta al igual que Naruto con la diferencia de que ella lo dejaba crecer largo hasta la mitad de su espalda. La Namikaze tenía unos hermosos ojos azules y un cuerpo casi tan desarrollado como el de Kushina, pechos copa C casi D y unas largas y hermosas piernas.
Naruto a quien se parecía más físicamente era a Minako al igual que su hermana melliza Natsumi. Ella tenía el cabello rubio pero no de punta como los otros dos sino que lo dejaba caer largo a su espalda como la Uzumaki, sus ojos eran azules y al igual que Naruto tenía unas marcas como de bigotes en las mejillas que la hacían realmente linda.
Y por ultimo pero no por ello menos importante estaba su segunda hermana melliza Mito que tenía el cabello rojo como Kushina pero lo llevaba de un modo muy parecido al de Minako. Sus ojos eran realmente curiosos y hermosos pues el derecho era de color azul mientras que el izquierdo era de color violeta y al igual que Naruto y Natsumi tenía 3 marcas de bigotes en sus mejillas.
Ellos eran una familia realmente feliz sobretodo porque Minako no tuvo que dar su vida como todos pensaban que ocurriría cuando invocó a Shinigami para sellar a Kyubi en su hijo, solo tuvo que dar el 80% de su resistencia y de su chakra, pero eso lo estaba recuperando con el tiempo. Ahora volviendo al presente, el Uzumaki seguía aguantando la tremenda paliza de los aldeanos que desfogaban su ira pateando una vez tras otra al pequeño que desde un lugar muy lejano a Konoha, al continente elemental e incluso al mundo humano, era observado por 7 poderoso seres.
-Malditos humanos, después de tantos siglos siguen siendo una especie despreciable.-Dijo la gruesa voz de un enorme ser que atreves de una gran esfera podía contemplar lo que estaba ocurriendo con el joven Uzumaki.
-Que le hagan eso a un dulce e inocente niño como Naruto_kun es deplorable.- Dijo otra voz esta con un tono más femenino pero igual de gruesa que la anterior.
-No entiendo porque no hacemos nada, ahora mismo lo único que quiero hacer es ir a ese lugar y destrozar a todos esos bastardos.-Dijo otra voz, está cargada con una gran ira y odio.
-Aun no es el momento para que nos reunamos con él, aun tiene que despertar su verdadero poder.-Con esas palabras la figura más imponente de todas finalizó la conversación.
De vuelta al mundo humano y a cierto callejón de Konoha los civiles salían de este con sonrisa satisfechas mientras en el frió suelo el apaleado Naruto respiraba con dificultad. Poco a poco un manto rojo empezó a rodearlo sanando de forma lenta las pequeñas heridas y los moretones que por todas partes adornaban la piel del Uzumaki. Después de unos minutos el rubio empezó a levantarse del suelo con el cuerpo algo tembloroso, estuvo a punto de caerse pero pudo apoyarse contra la pared del callejón.
-Gracias por curarme Kyubi.-Dijo el ojiazul con algo de dificultad mientras que a paso lento salía del callejón apoyándose contra la pared.
-Siento no poder hacer más cachorro, pero con tu red de chakra quemada no puedo hacer nada más.-Dijo con algo de pesar una voz dentro de la cabeza de Naruto.
-No tienes nada de que disculparte, siempre haces todo lo posible por curarme y eso es suficiente para mi.-Dijo el chico con una sonrisa mientras seguía su camino.
-¡Tengo razones de sobra para pedir perdón!-Gritó de pronto el poderoso demonio dentro de la cabeza del Uzumaki.-Si no fuera por mi...si no fuera porque yo estoy sellado en ti no te tendría que pasar nada de esto, todas las palizas que recibes son mi culpa, yo...-
-Te lo repito, tú no tienes la culpa Kyubi.-Dijo de pronto el chico interrumpiendo al demonio y apareciendo ante él.
El lugar era muy parecido a una enorme alcantarilla con largos e infinitos pasillos que nadie sabía donde acababan. Ante el rubio de ojos azules se alzaba una imponente jaula con un gigantesco zorro de pelaje naranja con nueve colas hondeando al viento. El joven dio un par de pasos y dejando pasar su mano atreves de los barrotes sin ningún miedo acarició uno de los lados de la cara del gran zorro.
-Tú eres uno de mis amigos más importantes y nunca podría culparte de mis situación, tú no tienes la culpa Kyubi y te lo diré las veces que haga falta.-Dijo el chico con una gran sonrisa mientras acariciaba el pelaje del demonio zorro que por un momento casi pareció ronronear.
-Tienes un corazón demasiado bondadoso con quien no se lo merece cachorro, para empezar no sé porque no le dices a tus madres nada de esto, estoy seguro que ellas harían algo al respecto.-Dijo Kyubi mientras se dejaba acariciar por el chico, era algo que realmente le gustaba mucho.
-Je, ya sabes lo sobreprotectoras que son conmigo, si ellas se esterasen de lo que ocurre lo más seguro es que tratasen de hacer pagar a esos tipos, y eso no arreglaría nada. Esas personas solo están confusas por haber perdido a sus seres queridos y porque no entienden cómo funciona algo tan complejo como las técnicas de sellado, es por eso que yo mismo me encargaré de hacerles comprender su error cuando llegue el momento.-Dijo el chico sonriendo como el sol sabia hacer y haciendo sonreír también al gran demonio.
-Sin duda tiene un corazón noble y bondadoso como pocos.-Dijo de nuevo una de esos poderoso seres en aquel lugar tan lejano.
-Aun me cuesta creerme que consiguiera hacer que Kyubi se olvidara de todo su odio y que consiguiera hacerse su amigo, es realmente admirable.-Dijo una de aquella voces con bastante orgullo.
-Sin duda ese chico está destinado a hacer grandes cosas.-Dijo otra de la voces mientras aquella imponente figura seguía mirando la imagen del chico la cual ahora mostraba como a paso lento se dirigía a su hogar.
La casa de la familia Namikaze-Uzumaki no era realmente tan grande como aparentaba por fuera. Era una casa de estilo japones de 2 plantas, en la primera planta se encontraba la cocina, el salón, la sala de estar y un baño mientras que en la segunda planta se encontraban 3 habitaciones, un baño y un estudio. La casa tenía un gran jardín que servia habitualmente de lugar de entrenamiento y en el que había un par de muñecos de prácticas con varios kunais y shurikens clavados.
-Mmmm, que bien huele eso Kushi_chan.-Dijo Minako abrazando por la espalda a su esposa mientras esta cocinaba.
La rubia Hokage vestía en esos momentos unos pantalones azules que se ceñían a la perfección a su hermosa figura y una camisa azul a juego con los pantalones. Kushina vestía con un vestido simple de color ver sobre el cual llevaba puesto un mandil. La ojiazul besó el cuello de la pelirroja para tratar de distraerla y llegar a coger algo de la deliciosa comida que estaba preparando esta pero un golpe en la mano la detuvo en el acto.
-La cena estará en seguida Mina_chan así que siéntate y espera a que este lista.-Dijo la ojivioleta haciendo que la rubia hinchara sus mejillas de forma linda.
-Moouu, no es justo, vamos solo un poquito.-Dijo la Namikaze tratando de llegar a la comida pero la Uzumaki se lo impedía.
-He dicho que no.-Dijo la Uzumaki impidiendo a la ojiazul llegar a la comida.
-Porfaaaaa solo un poco.-Dijo la rubia aun empeñada en llegar a la deliciosa comida de la pelirroja, aunque mirándolo bien casi parecía estar tratando de hacer otra cosa con la pelirroja.
-¡P-p-pervertidas!-Gritó de pronto Nastumi algo sonrojada desde la puerta de la cocina donde Mito toda roja se escondía detrás de su hermana.
Nastumi vestía una falda de color rojo junto a una camisa de manga corta con el símbolo del clan Uzumaki en la espalda. Mito usaba una camisa magenta con las mangas largas, de hecho eran un poco más largas de lo necesario, junto a un pantalón corto de color azul oscuro.
-E-espera Natsumi_chan, te equivocas, no estábamos haciendo nada.-Dijo Minako separándose en el acto de Kushina alzando las manos, la rubia iba a protestar pero fue en ese momento que Naruto llegó a casa.
-Estoy en casa.-Dijo Naruto cerrando la puerta de casa entrando al pasillo el cual tenía la luz apagada.
-Onii_chan.-Dijo con una sonrisa Mito al distinguir la figura de su hermano en el pasillo.
-Naru_chan la cena estará lista en seguida.-Dijo Kushina esperando que su hijo entrara en la cocina pero eso no fue lo que hizo.
-Gracias pero no tengo hambre, me voy a mi cuarto a dormir que estoy agotado.-Dijo el ojiazul mientras subía las escaleras.
-Aniki.-Dijo Natsumi mientras lo veía subir las escaleras y oía como cerraba la puerta de su cuarto.
-Qué extraño, normalmente viene con una hambre de mil demonios.-Dijo la pelirroja algo preocupada por si le pasaba algo a su querido hijo.
-Tal vez se halla peleado con alguno de sus amigos, iré a ver como esta.-Dijo Minako antes de salir rumbo a la habitación el ojiazul.
En su cuarto Naruto rápidamente se había cambiado de ropa y la ropa usada la había escondido debajo de la cama debido a que estaba manchada de sangre. El cuarto del joven rubio era bastante desordenado, había una cama individual, un armario con ropa, una estantería repleta de todo tipo de cosas y un escritorio donde había varias fotos. Un par de toques se oyeron en la puerta de su cuarto antes de que esta se empezara a abrir y el ojiazul como un relámpago se metió en su cama y se tapó casi hasta arriba pues en sus brazos y piernas aun se notaban algunos golpes.
-¿Naru_chan estas bien, ha ocurrido algo?-Preguntó Minako entrando al cuarto de su hijo viendo que este estaba acostado en la cama.
-No, no ha ocurrido nada.-Contestó Naruto esperando que con esto bastase para convencer a la rubia pues ante todo no le gustaba mentirle, pero la Namikaze no se conformó con esa repuesta y tumbándose en la cama junto a su hijo lo abrazó por la espalda con cariño.
-Naru_chan, sabes perfectamente que puedes contarme cualquier cosa, si te pasa algo de verdad quiero ayudarte.-Dijo la ojiazul haciendo el chico apretase fuerte los dientes pues si le decía algo como ese se le hacían aun más difícil y doloroso mentirle.
-No te tienes que preocuparte Minako_okaa_san, de verdad que no me pasa nada, es solo queee, bueno, no se lo digas a Kushina_okaa_san pero es que ya he cenado en el Ichiraku, Teuchi_ojisan dijo que me invitaba y sabes que no se decirle que no al ramen-Dijo Naruto dándose la vuelta en la cama para mirar a su madre con una gran sonrisa que hizo sonreír también a la Hokage.
-Está bien, te quiero mi rey, buenas noches.-Dijo la rubia antes de besar la frente del ojiazul y una ella estuvo fuera del cuarto el rubio suspiró.
-No sé cuánto tiempo podré seguir mintiéndoles de esta forma.-Dijo con tristeza el chico antes de cubrirse hasta arriba con la manta y ponerse a dormir.
La luna ya estaba alto en el cielo y junto a las estrellas brillaba iluminando ligeramente las vacías calles de la villa oculta entre las hojas. En la casa de la familia Namikaze-Uzumaki una pequeña figura se movía por el pasillo del segundo piso dirigiéndose al cuarto del único barón de la casa el cual estaba despierto debido a cierto inconveniente.
-Maldita sea tengo tanto hambre que no puedo dormir.-Dijo el chico mientras oía a su estomago hacer ruidos y fue en ese momento que la puerta de su habitación fue abierta por la figura que antes recorría el pasillo.
-Onii_chan.-Dijo Mito al entrar al cuarto de su hermano usando un pijama rosa de una sola pieza con una capucha que parecía imitar las orejas de un conejo.
-¿Mito_chan pasa algo?-Preguntó al chico que veía a la chica algo sonrojada en el marco de la puerta.
-¿P-puedes acompañarme a-al baño?-Dijo algo avergonzada la pelirroja haciendo sonreír al chico.
-Pues claro.-Dijo el rubio haciendo sonreír a la chica de ojos bicolor a la que acompañó hasta el cuarto de baño.
-¿Onii_chan estás ahí?-Preguntó la chica desde dentro del baño.
-Siii.-Respondió el rubio que estaba sentado en el suelo apoyado contra la puerta haciendo sentir más segura a la chica que no tardó en terminar.-Muchas gracias Onii_chan.-
-No ha sido nada pero debes de empezar a ser capaz de ir tu sola al baño.-Dijo el rubio haciendo agachar la cabeza a la pelirroja.
-P-pero me da miedo la o-oscuridad Onii_chan.-Dijo la chica antes de ser abrazada por Naruto.
-Pero si no te enfrentas a tus miedos estos nunca van a desaparecer, debes enfrentarlos y una vez que lo hagas veras que eso que te daba miedo no era para tanto.-Dijo el ojiazul mientras abrazaba a la chica de ojos bicolor que se sonrojó un poco pero sonrió por las palabras de su hermano.
-Está bien Onii_chan te prometo que me esforzaré en superar mis miedos, es una promesa.-Dijo Natsumi levantando su meñique izquierdo.
-Sí, es una promesa.-Dijo el rubio levantando y también su meñique para sellar la promesa con su hermana.-Ahora vete a dormir que ya es tarde.-
-Hai Onii_chan, buenas noches.-Dijo la pelirroja antes de besar la mejilla del rubio e irse al cuarto que compartía con Natsumi.
-Bien pues ahora...-Dijo Naruto antes de girarse hacia su habitación pero un gruñido de su estomagó lo detuvo en el acto.-A buscar algo que para comer en la nevera.-
El ojiazul bajó las escaleras en completo silencio y se dirigió a la cocina esperando poder encontrar algo para comer y saciar su hambre. Al llegar a la cocina vio que había un plato en la mesa en el cual se encontraban un par de emparedados juntos a una nota de Kushina en la cual le decía que le dejaba esto por si le entraba hambre. Con una gran sonrisa el rubio se sentó en la mesa y dando gracias por la comida empezó a comer, sin duda mañana tendría que dar las gracias a la pelirroja por esto.
-Aaah, estaban deliciosos, como siempre.-Dijo el chico antes de poner el plato en el fregadero.
-Aniki.-Dijo la rubia entrando a la cocina sorprendiendo un poco al rubio, ella usaba un pijama de dos piezas de color azul con estampado de gatos.
-Buenas noches Natsumi-chan, ¿qué haces aquí?-Preguntó Naruto mientras la chica entraba en la cocina.
-Vine a por un vaso de agua, ¿y tú?-Preguntó la ojiazul mientras llenaba uno de los vasos con agua del grifo.
-A asaltar la nevera, por cierto no creo que sea seguro que bebas a estas horas, luego te aras pipi en la cama.-Dijo Naruto de forma burlona junto a una sonrisa igual de burlona haciendo escupir el agua a su hermana.
-Y-y-yo ya no hago esas cosas, no soy una niña pequeña.-Dijo Natsu con la cara roja haciendo reír al rubio.
-Jajajaja tu cara está completamente roja.-Dijo el rubio haciendo que al chica se pusiera aun más roja.
-Aaaaggg, te odio, baka_aniki.-Dijo la chica haciendo que el rubio dejase de reír.
-Vamos, sabes que estoy de broma Natsumi_chan.-Dijo el Uzumaki haciendo que la rubio girase se diese la vuelta para no verlo.
-Tus bromas no tiene gracia, baaaka.-Dijo la chica sin mirar al rubio.
-Lo siento en serio, ya se, como disculpa haré tus tareas durante una semana.-Dijo el Uzumaki con una sonrisa.
-Trato hecho Aniki, espero que no rompas tu promesa.-Dijo la chica dándose la vuelta con una gran sonrisa.
-No estabas realmente enfadada, ¿cierto?-Dijo el chico haciendo reír un poco a la chica.
-¿Quién sabe?-Dijo la chica con una sonrisa, ambos rieron y Naruto se dispuso a irse a dormir.
-Buenas noches Nastumi_chan.-Dijo el rubio cuando iba a salir de la cocina pero sintió como la rubia se agarraba de su camisa.
-N-no quiero golpearme con nada al subir las escaleras.-Dijo Nastsumi mirando a otro lado con las mejillas sonrojadas haciendo sonreír al ojiazul que con ella agarrada de su camisa subió las escaleras y después volvió a su habitación a dormir.
El sol ya brillaba en lo alto del cielo y las gentes de la villa comenzaban con su rutina, abriendo sus tiendas, acudiendo a sus lugares de trabajo o acudiendo a alguna misión en el caso de los ninjas. En cierta casa de familia numerosa cierta rubia se despertaba y bajaba a la cocina a desayunar.
-Buenos días.-Dijo Natsumi entrando a la cocina mientras bostezaba.
-Buenos días Natsumi_chan.-Dijeron a la vez sus madres, Kushina preparaba el desayuno mientras Minako que ya estaba enfundada en su ropa de Hokage bebía algo de café mientras leía el periódico.
-Buenos días Nee_chan.-Dijo Mito mientras desayunaba un par de tostadas con mermelada de fresa.
-Y Aniki, ¿aun no se ha despertado?-Preguntó la rubia mientras tomaba asiento en la mesa.
-A decir verdad el nos ha ganado a todas, al levantarme y venir a la cocina me encontré con una nota suya que decía que hoy tenia cosas que hacer y que volvería a la hora de la comida.-Dijo la pelirroja mayor mientras le servía el desayuno a la ojiazul.
-Seguro que habrá ido a preparar alguna broma de las suyas, Mito tenemos que darnos prisa e ir a buscarle.-Dijo Natsumi con una animada sonrisa que su hermana imitó.
-Hai, comiendo a máxima velocidad.-Dijo la pelirroja antes de empezar a comer rápidamente lo que le quedaba de desayuno.
-Si coméis tan rápido os va a sentar mal la comida.-Regañó la Uzumaki a las dos niñas pero fue como hablar con la pared.
-Me voy ya, nos vemos a la hora de la comida.-Dijo Minako dándole un ligero beso en los labios a la ojivioleta antes de desaparecer en un destello amarillo.
Mientras las cosas transcurrían con calma en la casa Namikaze-Uzumaki, en uno de los muchos campos de entrenamiento nuestro rubio favorito entrenaba arduamente el lanzamiento de kunais, a decir verdad tenía una gran puntería pero ese no era problema por el cual solía esforzarse tanto a la hora de entrenar. Él lo sabía desde hacía ya bastante tiempo aunque sus madres no se lo hubieran dicho, su red de chakra era completamente inservible, todo producto del sellado de Kyubi que la quemó por completo, pero eso no le iba a detener a la hora de cumplir su sueño.
Naruto se movía por todo el lugar a bastante buena velocidad y dando saltos a la vez que lanzaba los kunais contra los blancos que el mismo había colocado por todo el lugar. En carrera el rubio lanzó 3 kuanis a la vez que saltaba y daba un giro en el aire, los kunais dieron todos en blanco haciendo que el chico sonriera satisfecho. De pronto de unos de los arboles un kunais fue lanzado contra el ojiazul, con un rápido movimiento se giró y usando uno de sus kunais lo repelió sin problemas.
-Nada mal demonio.-Dijo el atacante desconocido al salir de su escondite, los ojos del Namikaze se abrieron con sorpresa al ver que se trataba de un ninja de su propia aldea.
-¿Porque me atacas, no ves que somos de la misma villa?-Dijo Naruto con tono molesto mientras el ninja sonreír de forma maliciosa.
-Tú no perteneces a esta villa demonio, es por eso que debes morir de una vez por todas, y nosotros nos encargaremos de eso.-Dijo el tipo aun sonriendo, la sangre del Uzumaki se heló cuando varios sujetos salieron de entre los arbustos, en total debían de ser unos 5.
El Uzumaki tragó duro al encontrarse en esa situación, esos sujetos debían de ser por lo menos chunnin por lo que ni de broma podría enfrentarse a ellos y salir con vida. Su cerebro trabaja a cien por hora tratando de encontrar una solución para su desafortunada situación mientras en cierto lugar muy lejano uno de aquellos poderosos seres trataba de ir en ayuda del joven rubio pero el ser de más poder no se lo permitía.
-¡MALDITA SEA! ¡¿QUIERES SOLTARME DE UNA VEZ?! ¡HAY QUE IR A AYUDARLO O LO VAN A MATAR!-Rugió con fuerza el poderoso ser mientras trataba de llegar a la salida de aquel lugar.
-Se que no debemos mostrarnos ante él hasta que no hallan despertado sus poderes pero si no hacemos nada lo van a matar, por favor permítanos ir a ayudarlo.-Dijo otro de aquellos seres tratando de hacer entrar en razón a su superior.
-No se moverán de aquí hasta que yo lo diga, si el muere sin haber despertado sus poderes eso significa que no era a él a quien estábamos esperando, ahora guardad silencio o yo mismo os aré callar.-Dijo el poderoso ser dejando sentir a los otros 6 su inmenso poder que los hizo quedar paralizados en el sitio.
Regresando al mundo humano, el ojiazul seguía mirando como poco a poco esos tipos se le acercaban, esperando a que hubiese alguna oportunidad para salir huyendo, y entonces ocurrió. Los 5 tipos se le lanzaron con kuanis en manos, el Uzumaki rápidamente llevó su mano a uno de sus bolsillos y de él sacó una bola de humo que tiro contra el piso. Una gran nube de humo rodeó a los 5 ninja y a Naruto, uno de esos chunnin usó un jutsu Fuuton para dispar el humo y al hacerlo se dieron cuenta que el ojiazul ya no estaba en el sitio.
-Maldito demonio, ha huido.-Dijo uno de los tipos con apretando con frustración los puños.
-No te preocupes, no llegará muy lejos.-Dijo uno de ellos con una malvada sonrisa.-Vamos, seguidme, hoy mataremos de una vez por todas a ese demonio y la aldea entera nos verá como héroes.-
-(Maldita sea, sino llega a ser porque de casualidad tenía esa bomba de humo en el bolsillo no hubiese salido de ahí con vida, para futuras ocasiones tengo que ser más precavido y usar campos de entrenamientos que estén tan alejados de la villa sino quiero que...)-
-¡NARUTO CUIDADO!-Gritó de pronto Kyubi en la mente del chico pero fue demasiado tarde, la sangre salpicó unos de los árboles y el rubio calló con fuerza al suelo.
-¿Que pasó demonio, es que no me viste llegar?-Dijo aquel tipo con una sonrisa burlona mientras veía a Naruto ventarse del suelo con una mano sobre donde antes estaba su ojo izquierdo pero ahora solo podía verse un gran cicatriz de la que salía bastante sangre.
-Y te dijimos que hoy ibas a morir demonio.-Dijo el tipo que le atacó en primer lugar al llegar al lugar junto a sus compañeros.
Naruto estaba callado, su cabello rubio le tapaba parte de la cara, lagrimas caían desde su ahora único ojo mientras la sangre seguía cayendo por el lado izquierdo de su rostro. El de verdad quiera convencerse a su miso de que esas personas no eran realmente malas, que solo hacían lo que hacían por ignorancia, que no hacían esto porque fuesen realmente malos, sus puños estaban blancos por la fuerza con los que los cerraba tratando de contener la gran ira que trataba de salir desde lo más profundo de su ser.
-Deja de hacerte el duro maldito demonio, quiero oír como gritas de dolor mientras te matamos.-Dijo uno de los tipos lanzado un kunai el cual Naruto no evadió, una nueva herida se formó en su rostro cruzándose con la anterior.
-Ustedes...van...a pagar...¡POR ESTOOOOO!-Gritó el rubio con una voz poderosa que por un momento intimidó a los 6 ninjas, pero los que los dejó sin habla fue lo que ocurrió a continuación.
El viento giraba con fuerza alrededor del chico mientras el suelo se despedazaba bajo sus pies por la inmensa cantidad de poder que lo empezaba a rodear. Su cabello era alzado por el poderoso viento que giraba a su alrededor mientras un aura rojiza con tintes negros lo empezaba a rodear. Su ojo derecho se tornó de color carmesí, tan rojo como la misma sangre, su cabello rubio se volvió negro en las puntas, sus colmillos crecieron ligeramente y sus uñas se volvieron afiladas pero lo más impresionante para los 6 ninjas fue ver como esas marcas tan características en sus mejillas desaparecían de pronto.
-Eso es...-Dijo uno de aquellos poderosos seres en aquel lugar que al igual que sus compañeros no apartaban su mirara de la imagen que les mostraba aquella esfera.
-Su verdadero poder, al fin ha despertado.-Dijo otro de aquellos seres con una sonrisa en su rostro.
-JAJAJAJAJA, ahora esos bastardos van a saber lo que es bueno, JAJAJAJAJA.-Se reía escandalosamente uno de aquellos seres cuando de pronto su superior se levantó del lugar donde estaba y a paso calmado se dirigió hacia la salida.
-¡Eh! ¿A dónde vas? te vas a perder lo mejor.-Dijo uno de los seres que no podía esperar por ver lo que iba a ocurrir ahora mismo
-No hay tiempo que perder, ahora que al fin ha despertado sus poderes debo ir a buscarlo.-Dijo simplemente el ser de gran poder antes de salir del lugar.
-Pues bueno, tú te lo pierdes.-Dijo aquel ser antes de dirigir su mirada de nuevo a la gran esfera.
-S-s-sempai, ¿qué está ocurriendo?-Dijo uno de los atemorizados ninjas que veía como Naruto los miraba con irá y odio con aquel ojo carmesí que casi parecía atravesar sus almas.
-N-no os acobardéis ahora, es un simple truco, ese demonio sabe que no puede con nosotros y por eso trata de meternos miedo, no hagáis caso y...-
-¡GROOOOOOOOOOOOOOOWWWWW!-Rugió el Uzumaki con tanto poder que los ninjas casi podían sentir como sus tímpanos rentaban.
En un estallido de velocidad Naruto se plantó delante de ellos y de un zarpazo le arrancó la cabeza a uno de esos ninjas sin ningún problema. El cuerpo decapitado del tipo cayó al suelo, ninguno de ellos pudo reaccionar al siguiente ataque del chico por el shock del momento, su brazo derecho atravesó el estomago de otro de ellos sin ningún problema y al sacarlo el cuerpo del sujeto cayó como un costal de ladrillos al suelo de donde no se volvería a levantar.
-M-maldito demonio.-Gritó uno de los ninjas tratando de cortarle la cabeza al chico con un tantou, el Uzumaki lo detuvo con su antebrazo y no solo no fue siquiera herido sino que el arma se destrozo por completo en el choque.
De nuevo el Namikaze se movió con una velocidad impresionante y usando sus afiladas garras y una fuerza más que brutal despedazó al tipo que lo acababa de atacar. Sus compañeros vieron con horror como los pedazos de su compañero caían al suelo y a continuación Naruto los miraba con ese terrorífico ojo carmesí. Los ninjas restantes ejecutaron a la vez un jutsu bola de fuego que impactaron contra el chico que fue rodeado completamente por las poderosas llamas.
-¡Si, lo conseguimos, lo hemos matado!-Gritó con alegría uno de los ninjas pero como se suele decir, no vendas la piel del oso antes de cazarlo.
De pronto de entre las llamas la figura de Naruto apareció caminando de forma serena aterrorizando por completo a los 3 ninja. Los ninjas no podían entender como el fuego no parecía hacerle siquiera daño, lo único que había hecho era cauterizar las heridas de su rostro y ahora con las llamas rodeándolo de esa forma, esa espeluznante y poderosa aura rodeándolo junto con esa terrorífica mirada llena de odio e ira que les brindaba su único ojo parecía una visión sacada de lo más profundo del makai.
Los tipos vieron sin poder hacer nada como el chico rodeado de aquellas llamas se lanzaba contra ellos. De un solo golpe el ardiente puño de Naruto atravesó el pecho de uno de ellos antes de que como si fuese una espada rodeada de llamas cortase la cabeza de otro y para finalizar agarró al último de ellos el cual era quien le había atacado por sorpresa y el culpable de haber perdido su ojo izquierdo, simplemente dejó que las llamas lo consumiesen mientras lo agarraba del cuello.
El tipo se retorcía, lloraba y suplicaba perdón al rubio que no parecía oírlo en absoluto, después de unos minutos el tipo dejó de retorcerse y Naruo dejó caer el quemado cadáver al suelo. La poderosa aura que lo rodeaba despareció lentamente, sus garras y colmillos volvieron a la normalidad pero su ahora único ojo permaneció de color rojo al igual que la puntas de su cabello que se mantuvieron de color negro.
El Uzumaki respiraba agitado en medio de toda aquella masacre que el mismo había hecho, con paso lento caminó hacia un árbol en el cual se recostó, y en ese momento empezó a llorar.
-Ryuko ya tenemos vamos la posición de esa zorra, vamos a por ella.-Dice Airi vestida como una militar y llevando a su espalda un RPG.
-Haaaaiiiii-Dice Ryuko al terminar de cambiarse y agarrar una minigun con munición del calibre 15.
-Akuma_nii_sama tiene la comida en la cocina, solo tiene que calentarla.-Dice Harumi con un rifle M-16 con lanzagranadas incorporado antes irse junto a sus hermanas sacando una gota en la nuca al escritor.
-Realmente siento pena por esa pobre chica, bueno como siempre espero que os halla gustado esta nueva idea mía. Como muchos ya sabrán por mis demás historias esto será un harem y puedo adelantaros que será bastante grande, también que habrá varios fems, algo que los que me conocen saben que me encanta. En el próximo cap sabremos quienes son esos poderosos seres que observaban a Naruto aun que siendo un cross con FT algunos ya se lo imaginaran. Bueno poco me queda ya por decir, en mi facebook podéis encontrar como será la apariencia de Naruto en este fic, desgraciadamente en mi perfil de FF no puedo poner un link a esta imagen porque, bueno, la he dibujado yo mismo y no es por echarme flores pero creo que me ha queda muy bien. Por ultimo hay algo que quería comentaros, aun no me decido si hacer a Kyubu mujer o dejarle tal y como en el cannon, me gustaría saber vuestra opinión para tomar mi decisión.-
-Bien pues ya solo me queda decir lo de siempre, si tenéis alguna duda o queréis hacerme alguna recomendación para mejorar el fic, espero vuestros reviews con ilusión. Se despiede un día más Akuma no Ryu, cuídense, no se olviden pasarse por mis demás fics y hasta pronto, ja ne.
