DISCLAIMERS: Ni Pokémon ni sus personajes me pertenecen, sino a NINTENDO/Game Freak. Si fuera por mí, el Pokéshipping sería canon desde hace uff.
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ADVERTENCIAS: Esta historia va dedicada al Día 3 de la Semana Pokéshipping (#PokeShippingWeek) 2017, cuya temática es "Si Misty hubiera elegido quedarse con Rudy" (If Misty had chosen to stay with Rudy) Aparte de tener diferencias -en forma de headcanons- y ser una ligera ruta alternativa de la continuidad original del anime, también podría contener algo de OOC, más eso lo dejaré a interpretación del lector. Será un Two-shot, así que esperen la secuela pronto.
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[Parte 1]
"Indecisión"
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Nadie esperaba que ese sería el transcurso de las cosas por entregar la Pokébola GS, nadie pensó que al viajar por el Archipiélago Naranja habría tantas vueltas… y repersuciones. Para empezar, transcurridos varios días después de la separación de Brock del grupo —ante la decisión de éste de quedarse con la Prof. Ivy— y de haberse auto-incorporado Tracey Sketchit, un Lapras bebé se había unido temporalmente al equipo de Ash y buscarían a su familia durante el viaje.
Actualmente, partían en un barco desde el Sur de Isla Mandarín hacia la costa Oeste de ésta, en dirección a la Isla Trovita; lugar en que Lorelei —la miembro de la Élite4 Pokémon— les había dicho que estaba el siguiente gimnasio y en donde Ash podría conseguir su tercera Medalla de la Liga Naranja. Vieron a la distancia unas alargadas y altas rocas picudas cerca de su destino, Tracey dijo que se habían formado cuando la Isla Trovita surgió del océano hace millones de años. Más ninguno esperó que tuviesen que hacer un rescate de emergencia. Una niña pelirroja y un Seel estaban atrapados en la corriente entre esas rocas, Misty Waterflower no dudó en sacar a Staryu para nadar y salvarla. Tras alejarse de la marea arremolinada, nadaron hasta donde Ash les esperaba sobre Lapras para sacarlos de ese peligro. Le habían confiado a Tracey cuidar de Togepi y que se quedara en el barco.
Cuando tanto el bote como el Pokémon marítimo llegaron al puerto de la isla, un muchacho del mismo color de cabello de la niña —la cual se llamaba Marih— llegó corriendo junto a un grupo de chicos, a lo que la nena se arrojó en un abrazo hacia él. Tras agradecimientos y presentaciones, descubrieron que habían salvado a la hermana pequeña del mismísimo líder del gimnasio Trovita, Rudy. Se enteraron de esto pues, entre un montón de ramos de flores, música de ambiente y un baile para con Misty, éste le preguntó si le gustaría quedarse para instruir a los entrenadores de su gimnasio acerca de los Pokémon acuáticos, ya que era obvio que la pelirroja se especializaba mucho en ellos. Todo eso entre miradas con cierta molestia de parte del entrenador Ash Ketchum…
Molestia que se evidenció más ante la tensión que surgió entre ambos chicos casi instantáneamente, y la cual provocó que Ash debiera pasar una prueba de Rudy para ver si el último aceptaba su desafío o no. Dicha prueba consistía en atravesar el río Trovita sobre una lancha y que los Pokémon del retador derribaran —con ataques de larga distancia— todos los blancos que surgirían a lo largo del recorrido. Al frente de la lancha estaba parado Ash, Misty estaba sentada al extremo contrario con Togepi en brazos y con Rudy a su lado, mientras que en medio de la lancha su hermanita Marih estaba sentada al lado de Tracey.
Pikachu derribó el primer blanco sin ningún problema con su Impactrueno, pero cuando Ash se giró sonriendo para ver si Rudy estaba mirando… su recién ganada confianza la sustituyó una renacida molestia, al notar que el líder de gimnasio estaba perdido en los ojos de Misty y la cortejaba con un ramo de flores. El joven entrenador no estaba seguro si era por ser ignorado por el peli-vino, o porque éste sólo prestaba atención a la pelirroja… pero el fastidio que le provocó ver aquello sólo le hizo girarse de nueva cuenta al frente y —al distraerlo la molestia que sentía— arrojó una Pokébola cualquiera sin notar que era la de su Charizard. El mismo Pokémon de fuego que todavía no le obedecía y que revoloteó en dirección a la lancha, arrojando un Lanzallamas que quemó las flores de Rudy y muy seguramente habría quemado también a la pobre Misty… de no ser porque Charizard detuvo su ataque y revoloteó alejándose de la lancha, volando a gran velocidad hacia un extremo del camino y sacándole un grito a un chico que estaba cerca.
—¿¡C-Charizard!? ¿¡Qué haces aquí!?
El grito resultó familiar tanto para Misty como para Ash, pero no pudieron avistar de quién se trataba porque la lancha seguía alejándose, por lo que fue imposible para Ash devolver a Charizard a su Pokébola. Más no parecía que debieran preocuparse porque éste último causara destrozos, ya que sólo aterrizó frente al chico al que asustó y se puso a comer la comida sobre la bandeja que el humano sujetaba, ignorando todo lo demás. Para tranquilizarlo, Misty le dijo que buscarían al dragón inmediatamente tras acabar el recorrido, por lo que Ash no tuvo de otra que continuar y centrarse en superar el resto de la prueba.
Por lo que los Pokémon que escogió para ello fueron Pikachu, Squirtle y Bulbasaur. Todos lograron acertarle a los blancos con sus respectivos ataques: Impactrueno, Chorro de agua y Hojas navaja. Ante la perfecta coordinación, puntería y trabajo en equipo de ellos, Ash celebraba su triunfo y Misty no evitó sonreír… sonrisa que no pasó desapercibida por Rudy, ahora la molestia la tenía él, pero pudo disimularla mejor que el Ketchum.
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Tras superar la prueba se había hecho de noche, todos se dirigieron al Gimnasio de Rudy —que parecía una casa de playa por lo extenso que era— y éste cumplió su palabra de aceptar el desafío de Ash. Tendrían el duelo al día siguiente, sería de tres contra tres y si Ash lograba vencer en dos de tres, se le otorgaría la medalla. Se dejó a elección del peli-oscuro el elemento de los Pokémon con los que pelearían, ya que el pelirrojo usaría los mismos en la batalla, a lo que el oriundo de Pueblo Paleta dijo que usaría un tipo eléctrico, un tipo hierba y un tipo agua.
Rudy asintió, una vez estuvo todo dicho—. Y en cuanto a ti… —Se giró posteriormente hacia la entrenadora que cargaba al Togepi, y con un tono galante le preguntó—. ¿Quieres cenar con nosotros esta noche, Misty?
La pequeña Marih extendió su brazo y con entusiasmo agregó—. ¡Por favor, di que sí! ¡Mi hermano es un excelente cocinero!
—N-no sé… —Balbuceó un poco tímida la de ojos iguales al mar, viendo a la pequeña ponerse tras suyo y queriendo empujarla con entusiasmo por la espalda.
La sonrisa de Rudy se ensanchó al ver que su querida hermana le apoyaba, y le aseguró que estarían felices si aceptaba la invitación. Dejando a un boquiabierto Ash y a un confuso Tracey, la pelirroja sonrió con más confianza y terminó por aceptar.
Ash sólo pudo quedarse parado donde estaba, viendo a su amiga alejarse caminando junto a Rudy y la pequeña Marih, quien estaba riéndose alegremente.
—Oye, Ash… —La voz de Tracey, quien se quedó a su lado, lo sacó de sus pensamientos—. ¿No deberíamos buscar a Charizard?
Los ojos del moreno se abrieron de golpe y le entró el pánico—. ¡Ahhhh, cierto! ¡Me olvidé de Charizard!
—Pikapi… —El ratoncito eléctrico se llevó una patita a la cabeza. Siempre que se trataba de "Pikachupi"*(1), su entrenador se distraía fácilmente.
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Caminaron rápidamente, y utilizaron tanto al Marill como al Venonat de Tracey para ayudarlos a ubicar el paradero de Charizard. Éstos les guiaron hacia la parte trasera del gimnasio, que daba hacia el enorme "jardín" que representaba el bosque Trovita. Para sorpresa de Ash, el dragón se acercaba caminando de muy buen humor, sujetando una bandeja llena de frutas con uno de sus brazos y el otro lo usaba para agarrar la comida, llevándosela a su boca.
—Eso es, Charizard~ —Hablaba un chico moreno y de rasgos asiáticos que caminaba junto a él, cargando un saco lleno de la misma fruta—. Sigue portándote bien y te prepararé un postre especial con más de esa fruta que tanto te gustó, ¿es un trato?
—¡Grrrr~! —El inicial final de fuego rugió levemente, con un tono afirmativo y con sus ojos cerrados ante el agradable sabor en su paladar.
—Y a todo esto, ¿dónde está Ash?
Ya no sólo era una voz familiar, a medida que se acercaban y pudieron vislumbrar mejor de quién se trataba, la siguiente sorpresa para Ash fue descubrir que ese muchacho no era otro que…
—¿¡Brock!?
—¡Chaaaaa!
—¿Quién? —El único que no se sorprendió fue Tracey, quien miró extrañado al entrenador y a su Pokémon eléctrico—. ¿Le conoces, Ash?
—S-sí, es una larga historia, te lo explicaré más tarde… —Y corriendo en dirección al moreno, el niño de la gorra agitaba un brazo—. ¡Oye, Brock!
—Oh, hablando del rey de Roma… —Suspiró el moreno de cabello picudo, con una sonrisa condescendiente.
Tras presentar al moreno con el Sketchit y de regresar al Gimnasio-Hogar frente al bosque, Brock se puso manos a la obra con el postre prometido a Charizard; eso explicaba por qué éste último no había causado destrozos. Todo el proceso en una pequeña cocina aparte, parecía recién utilizada y Ash tuvo el presentimiento de que fue por Rudy… preparando todo para la cena con Misty, mientras Tracey y él buscaron a Charizard… suspiró molesto, sentándose en uno de los asientos largos y acolchados frente a la cocina.
—Y a todo esto, Brock… ¿qué haces aquí en Isla Trovita? —Preguntó Tracey, con sus brazos reposando sobre la mesa en medio de ambos asientos acolchados, de esos que parecían de restaurante o de un establecimiento tipo McDonald's—. Ash me dijo que te separaste de él y de Misty tiempo después de llegar al Archipiélago Naranja, ya que tomaste la decisión de quedarte con la Profesora I-…
Brock se tensó, con su moreno rostro tornándose algo azulado y exclamó un fuerte: «¡NO LO DIGAS!» viendo en dirección a ellos, a través de la gran ventana que quedaba encima de una mesa-muro que separaba la cocina del recibidor. Ese grito sobresaltó no sólo a los chicos, sino al Charizard que observaba paciente-e-impaciente al moreno cocinar desde el extremo contrario de la mesa-muro.
—¿¡Q-qué!? ¿Que no diga qué cosa? —Cuestionó el pobre Tracey, teniendo una gota gorda resbalando por su nuca.
—E-ese nombre… que nadie se le ocurra decirlo…
—¿Cuál nombre, Brock? —Ash frunció el ceño, sin comprender a qué se refería—. ¿Te refieres a la Profesora Ivy-…?
—¡AHHHHH! —Brock lanzó otro grito, con un par de cascadas (a modo de lágrimas) cayendo de sus ojos achinadamente-cerrados, y llevándose sus manos llenas de harina a la cara—. ¡Les dije que no lo mencionaran!
—¿¡Estás bien, Brock!?
—¡Obviamente NO está bien, Ash! —Le regañó Tracey, aunque tan confundido como el niño por la reacción del moreno—. Debes pensar en las consecuencias antes de hablar…
Charizard dió unas palmadas a la cabeza de Brock, reflejando un poco de su amabilidad de cuando era un Charmander y sin entender tampoco qué pasaba; luego se giró hacia su entrenador, soltando un rugido de molestia. ¿¡Cómo podría comerse su postre frutal si interrumpían al chef desmotivándolo de ese modo!? Ash sintió que hasta su Pokémon de fuego le reclamaba por su error, por lo que se llevó una mano a la nuca y bajó la mirada.
—P-perdón…
—… Bueno, olvídenlo, ya pasó —Brock se quitó las manos de la cara y las llevó a su cintura, rodeada por delantal blanco, dejándose el rostro lleno de harina—. Lo que haya pasado en Isla Valencia*(2) no tiene ninguna importancia, es algo pasado, ¡y a veces hay que decir «pasado pisado»!
—C-creo que tienes razón… —Rió un poco nervioso el Sketchit, ya relajándose un poco por los sobresaltos anteriores—. Pero, ¿cómo fue que terminaste en este lugar?
Brock se limpió la harina de la cara con un trapo, y volvió a ponerse a amasar lo que era el futuro-premio de Charizard por bien-portado, en lo que hablaba—. Es un relato difícil de explicar, pero trataré de resumirlo…
Había llegado hace más o menos una semana y media, no dió el mínimo detalle sobre qué le hizo irse de Isla Valencia, pero explicó que en su intento de volver a Kanto a través de algún barco en la misma isla: se había equivocado de barco y acabó llegando hasta el puerto de Trovitópolis; lugar en donde se celebraban las elecciones por un nuevo alcalde y donde Ash, Misty y Tracey habían estado también anteriormente. Para mala suerte de Brock, no habían navíos que fueran de regreso a Isla Valencia ni mucho menos hasta Kanto, por lo que no tuvo de otra que quedarse un tiempo ahí. Durante su estadía en el Centro Pokémon del lugar, conoció a un Bulbasaur del tamaño de un Ivysaur y ayudó a la her-mo-sa enfermera Joy a cuidarlo, hasta que Brock sugirió hacerlo el símbolo nacional y mascota característica de la ciudad; todos los habitantes aceptaron con entusiasmo e incluso hicieron una moneda en su honor.*(3)
Finalmente, una vez se re-abasteció de provisiones, la oficial Jenny le informó que habían unos barcos que viajaban desde Trovitópolis hacia Isla Trovita, y que de ahí podía tomar uno en dirección a la siguiente isla; podría seguir ese curso hasta volver a Isla Valencia y de ahí dirigirse hasta Kanto. Ash entonces notó lo difícil que era el cronograma del Archipiélago Naranja y lo ventajoso que era viajar sin el orden específico sobre su dulce Lapras.
Sin embargo, Brock se había quedado en Isla Trovita porque durante el recorrido surgió una tormenta y el barco se había quedado varado en medio de las rocas frente a la isla, todas las provisiones del moreno se habían caído por la borda. Pero por fortuna pudo atrapar sus Pokébolas a tiempo, quedándose con preocupación viendo el barco hundirse poco a poco y temiendo lo peor… eso hasta que finalmente Rudy y los otros chicos de su gimnasio acudieron a socorrer a los pasajeros —Brock incluido— y transportarlos seguros hasta la Isla Trovita. Al día siguiente, los pasajeros retomaron su destino correspondiente pero Brock decidió quedarse en el Gimnasio: no sólo para re-abastecerse nuevamente con la comida de la Isla, sino para agradecerle a Rudy por lo que hizo instruyendo a los chicos del Gimnasio con trucos de comida Pokémon; qué sabores aplicar y cuáles no dependiendo de la especie, etc.
—Comprendo. Vaya aventura que has tenido desde que nos separamos, ¿eh? —Comentó Ash divertido, pero no negaría estaba feliz de toparse nuevamente con su amigo.
—Vaya que sí, jajaja…
Brock finalmente había terminado el postre de frutas de Charizard, el cual se cocinó en el horno mientras él contaba su odisea y una vez listo, se lo dejó en un plato sobre la mesa-muro para que el dragón empezara a comer en rodajas, sin la molestia de tener que agacharse. El moreno pudo al fin limpiarse y quitarse el mantel, sentándose junto a Tracey del extremo contrario de la mesa, quedando ambos chicos frente a Ash y Pikachu. Éste último saboreaba su respectiva comida Pokémon, en un platito al lado de las varias botanas y bolsas de comida rápida que Ash y Tracey habían sacado para sí mismos.
—Creo que tenía mejor suerte viajando contigo y con Misty, jaja…
—¿Y por qué no te vienes con nosotros una vez que le gane a Rudy y obtenga su medalla?
—Sigues tan confiado como siempre, amigo mío —Suspiró pacientemente Brock—. Aunque no es mala idea. Es posible que la pequeña Marih se ponga algo triste porque le encanta jugar con Vulpix y montarse sobre Onix… pero fuese como fuese, ella es consciente de que me iría tarde o temprano.
—Sí, también parecía muy animada de invitar a Misty a comer con ella y Rudy…
—¿Ash? —Brock enarcó una ceja, podía notar cuando el joven entrenador plasmaba la rabia contenida al hablar, y esa no fue la excepción—. ¿Te pasa algo?
—Ehhhh, no, no es nada.
—Vamos, Ash, ¿es acerca de Rudy? —Insistió el aspirante a Criador Pokémon, adquiriendo algo de seriedad y notando a Ash tensarse.
Apretando el puño sobre la mesa, el de la gorra sujetó una de las chucherías que estaban al lado de Pikachu y se la llevó a la boca, masticando con molestia. Su compañero eléctrico le miró confundido. Tracey notó la tensión que comenzaba a formarse y empezó a silbar.
—Bueeeeno, chicos, creo que voy a hacer una llamada. Con permiso~ —Y se escabulló de su lado de la mesa, sacando su libreta de dibujos donde estaba el garabato de un pokémon desconocido para él, escapando en dirección al teléfono. Con la media excusa de huir de la atmósfera incómoda y a la vez mostrarle al prof. Oak su avistamiento.
—… ¿Y bien? —Insistió Brock—. ¿Qué pasa con Rudy?
—… —Ash se negaría a decir la verdadera causa de su molestia, debiéndose ésta a los cortejos de Rudy hacia Misty desde que pusieron pie en la isla, por lo que prefirió referirse a algo diferente—. Es sólo que no estoy seguro de qué tan fuertes serán los Pokémon de Rudy.
—¿Hmmm? —El chico de 15 años ladeó la cabeza, no parecía ser la auténtica razón detrás del actuar de su amigo, pero prefirió no presionarlo mucho—. Pues si es eso, no debes confiarte, Ash. Durante mi estadía aquí he presenciado los métodos de entrenamiento de Rudy, y aunque algo 'inusuales', sus resultados son más que favorables…
—¿Inusuales?
—Ehhh, sí, ¿cómo decirlo? —Brock recordó los pasos de baile que los Pokémon de Rudy daban en su gimnasio, y por más graciosos que fueran, no podía negar que servía ese método. Pero si se lo contaba a Ash, seguramente no le creería—. Digamos que Rudy descubrió que las habilidades de los Pokémon pueden mejorar y cambiar si aprenden algo nuevo y diferente.
—¿"Algo nuevo y diferente"? —Ash se cruzó de brazos, sin saber bien qué significaba eso.
—¡Dime, Charizard! ¿Te está gustando el postre? —El dragón se había tomado su tiempo degustando cada rodaja del pastel, ya casi acababa con las últimas y se relamía graciosamente el hocico, lanzando un rugido suave de afirmación—. Jaja, muy bien, tal vez mañana en lo que Ash tiene su combate, pueda prepararte otro, ¿te parece bien?
—¡Oye, Brock! ¡No cambies el tema! —Reclamó Ash, al notar la descarada intención del moreno. Más al ver que Pikachu caminó sobre la mesa hacia Brock, y tiró con sus patitas de su brazo mientras decía unos cuantos «Pika-Pika», Brock le acarició la cabeza diciendo que con gusto le prepararía otro postre a él también—. ¡Pikachu, no te unas a su juego!
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Mientras esa escena ocurría en la sala, Misty caminaba con Togepi en brazos sin dirigirse a algún sitio en particular; tenía una expresión dubitativa en el rostro y unos ojos algo tristes. Ya hace rato que había salido de la sala de baile, pues Rudy le dijo que llevaría a Marih a su habitación para acostarla; la pequeña estaba agotada de tanto bailar. Y aunque la cena con los hermanos fue maravillosa, y había sido muy divertido todo el baile… esas frases seguían resonando en su cabeza.
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«¿Quieres saber un secreto? Yo siempre he querido una hermana que sea igual a ti, Misty~» le había dicho Marih durante la cena, ya que aunque quería mucho a Rudy y a los chicos del gimnasio, ella era la única chica en toda la isla «Oye, tengo una idea. ¿Por qué no eres mi hermana y te quedas aquí para siempre?»
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«Sería fantástico que te quedaras aquí… por siempre, Misty» La pelirroja recordaba el calor que inundó sus mejillas al escuchar esas palabras de Rudy, en lo que ambos bailaban «Marih estaría feliz si lo hicieras…»
«A-ahm… N-no lo sé…» Había respondido ella, parando su baile y desviando su mirada con inseguridad.
«Por favor, piénsalo… y dame tu respuesta después del duelo de mañana»
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Misty se había cansado de caminar, sentándose en uno de los escalones de la parte trasera del gimnasio, quedando frente al bosque. Togepi también se había cansado de bailar y soltó un bostezo, la pelirroja adquirió una momentánea sonrisa.
—¿Con sueño? Buenas noches, Togepi~
—Toge-toge… —Y el pequeño Pokémon en forma de huevo se encerró, de esa forma característica que ocultaba su carita y bracitos en el interior de su carcasa.
Misty suspiró suavemente, mirando hacia el cielo. Se sentía muy a gusto ahí, con Rudy y Marih, bienvenida, casi como si ya fuese parte de la familia… pero viajando con Ash (y Tracey) se divertía mucho, había tenido innumerables aventuras y adoraba a Pikachu. Éste se sentiría tan triste como Marih, escogiese a quien escogiese Misty para acompañar. Y Togepi… bueno, probablemente aun siendo un bebé, la elección no le afectaría tanto.
Tampoco tenía idea de cómo se lo tomarían Tracey y… Ash… ¿qué pensaría él de todo eso? Ya había vivido la separación del grupo de parte de Brock en Isla Valencia —ella aun no era consciente de la presencia de Brock en Isla Trovita— por lo que no sabría cómo se sentiría el Ketchum si ella también acababa escogiendo apartarse de su lado.
Ahora que lo pensaba, si ella se separaba, entonces el niño… ¡Viajaría solo con Tracey! Y por más buena gente que pudiera ser el Observador Pokémon, ¡ella sabía que lo que el Sketchit dibujaba en sus libretas NO eran Pokémon solamente!*(4) ¿¡Ash se contagiaría de esa perversión contenida si viajaban solos!? No hubo gran diferencia de que Brock se fuera, ¡Tracey heredó su papel de 'observador de mujeres'! ¿¡Los chicos mayores eran todos así!? Rudy parecía ser un caballero, pero no le conocía del todo para descartar que fuese un pervertido disimulado.
Y a todo esto… ¿¡cómo había acabado ella pensando en eso!?
Suspirando de nuevo, el corazón que sufría más por las incontables dudas era el de la sirena aspirante a Maestra de Pokémon acuáticos… y todo lo que pudo susurrar para sí misma fue:
—… ¿Qué debo hacer?
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CONTINUARÁ…
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N/A: *(1) "Pikachupi" es la forma en que Pikachu se refiere a Misty.
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*(2) Isla Valencia es el hogar de la Profesora Ivy.
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*(3) Lo de Trovitópolis y el Bulbasaur son referencias al episodio #22 de la segunda temporada. Pero lo de la moneda no es ficción, sino referencia a un país ubicado en el pacífico y perteneciente al continente de Oceanía, en donde se liberó una serie de monedas con la imagen de Bulbasaur como homenaje a los 20 años de la franquicia Pokémon.
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*(4) Tracey una vez dibujó a una Oficial Jenny en su libreta y Misty lo descubrió, no fue realmente nada pornográfico pero… LOLOLOL Tracey loquillo.