Hola. Es la primera vez que desarrollo un OC porque no soy muy fan de este tipo de personajes en fics, la razón principalmente es que suelen plantearlos queriendo rebasar a los canónicos en poder o habilidades. Con riesgo de caer en lo que me choca, decidí intentarlo. He querido plasmar el inicio de lo que yo espero sea un proyecto que desarrolle en varias partes, pero eso depende mucho de la aceptación de la historia.
CAPITULO 1: MI LEALTAD ESTÁ CON ATHENA
La amenaza de Hades se había esparcido a todos los rincones de la Tierra, como una promesa por cumplir. El santuario había sido atacado, así como cada rincón donde algún santo de Athena se encontraba.
En una aldea llamada Yushu, en China cerca del Everest, se encontraba Niobe, una guerrera que por mucho tiempo estuvo al servicio de Athena. Ella se había retirado a vivir en aquel lugar, para entrenar a una sucesora. Ese día, ella descansaba en su cabaña, pues su discípula había salido por leña para el frió de la noche. Una sombra al acecho caminó introduciéndose sigilosamente a la cabaña, para cuando Niobe se dio cuenta del peligro que corría, su oponente la había sujetado con una capa de telarañas que poco a poco la iban asfixiando.
Niobe: Tu… Tu estabas muerto.
Aracné: Lo estaba, así como lo estarás tu muy pronto.
A pesar de intentar zafarse, el capullo se completo, dejando a Niobe totalmente cubierta, mientras Aracné la pateaba con saña. Sin notar que alguien entraba recibió una patada en la cara que lo hizo caer y desorientarse.
Aracné: ¿Quien eres? -dijo molesto e incorporándose- Tu no eres un santo de Athena, aléjate mujer, no te metas en esto o te pesará.
Li: Tu eres quien debe irse de aquí, no dejaré que lastimes a mi maestra.
El ex santo de plata se ríe mientras observa a la chica de 1.63 y mediana complexión. No portaba armadura ni máscara por lo que evidentemente no era rival para él.
Aracné: ¿Y que puedes hacer tu?
Ella toma posición de guardia y él eleva su cosmos atacándola. La joven gira sobre sus talones y usa un abanico de combate para esquivar su ataque. Antes de que el caballero de la tarántula lo advirtiera, ella lo ataca ocasionándole cortes para confundirlo y enfurecerlo. A pesar de que él intenta sujetarla con sus telarañas, ella sin problema logra liberarse de ellas gracias a su arma. Cada vez más molesto, Aracné logra sujetarla con una acertada telaraña, a lo que la chica responde elevando su cosmos y usando un poder psíquico.
Li: "Boceto Ilusiorio"
De pronto ambos se encuentran en otro lugar y el caballero de la tarántula desconcertado la libera.
Aracné: ¿Que demonios hiciste? ¿Donde estamos?
Li: Estamos dentro de mi lienzo, y todo aquí se rige por mi imaginación. No podrás escapar.
Aracné comienza a reír menospreciando la técnica y vuelve a atacarla pero se da cuenta que sus ataques no funcionan en ese lugar.
Aracné: ¿Que es lo que pasa? Mis poderes no funcionan.
Li: Te lo dije, mientras estés aquí todo sucede como yo lo imagino. La única manera de salir es matándome.
Al escuchar esto él empieza a combatir cuerpo a cuerpo pero la chica lo rebasa en agilidad y logra evadirlo. Sin que él lo prevenga ella queda atrás de él y usando su arma le corta la garganta. En el momento en el que su cuerpo toca el piso, la ilusión desaparece.
Li: ¡Maestra Niobe!
La chica se arrodilla para liberar a su maestra quien apenas y se encuentra consciente. Con dificultad Niobe abre los ojos y usa sus últimas fuerzas para pedirle algo a su alumna.
Niobe: Debes tomar la armadura de Pictor e ir al santuario. La guerra santa ya ha comenzado y debes servir a Athena.
Li: No, usted sabe que yo no soy digna de portarla. Por favor, resista.
Niobe: Lo eres, siempre lo has sido, así que cumple con tu deber. Debes prometerlo.
Li: Esta bien-dice al ver que su maestra no resistirá- lo haré.
Niobe respira su último aliento sintiéndose aliviada de que su querida alumna cumpla su último deseo y con esa paz abandona el mundo de los vivos.
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Santuario, noche de la muerte de Athena
Li llega con la Pandora Box de Pictor al santuario y ve que todos están alterados por la reciente muerte de Athena. Shaina dirige a los santos de bronce que quedan haciendo guardia en el lugar y da la orden de que mantengan estricta vigilancia en el lugar por si los espectros deciden atacar. La chica oriental queda un poco desconcertada por esto y en vez de acercarse a la Cobra decide buscar a alguien más que pueda decirle que hacer. Sin embargo, la persona con quien se encuentra no es alguien que se conozca por su actitud positiva.
Ikki: ¿Que hace una mujer como tu deambulando en este lugar?
Li: ¿Quien eres?
Ikki: Soy Ikki, el Ave Fénix y si eres un espectro de Hades más vale que te prepares a morir.
Li: No soy una enemiga, he venido aquí a ponerme al servicio de Athena.
Ikki: Pues entonces pierdes tu tiempo, Athena está muerta.
Li: Si, es lo que escuché decir a los santos que están en el cementerio.
Ikki: Ella y otros caballeros han ido al Inframundo con la estúpida idea de ganar esta guerra. Solo buscan sufrir por una causa perdida, cuando los verdaderos afectados están en otro lado.
Li: ¿Que quieres decir con eso?
Ikki: ¿Ves el humo que viene de allá? Son las aldeas que están cerca, algunos espectros ocasionaron incendios y terror en esos lugares. La gente sufre y el santuario ni siquiera se ha dignado a ayudar.
Li se queda viendo hacia donde el Fénix de indicó sin decir nada.
Li: Pero la orden que dio la santo de plata de Ofiuco fue resguardar el santuario.
Ikki: Entonces obedece y espera que llegue la muerte para todos.
Ikki le da la espalda y empieza a caminar, mientras que Li piensa en las palabras del Fénix. En realidad no ha sido reconocida como santo de plata, así que no tiene que obedecer las órdenes de Shaina, por lo que decide seguir sus instintos e ir a ayudar a los pobladores de Rodorio, sin saber que esto le costaría la mención de desertora.
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Santuario, 3 semanas después.
Athena había ganado la batalla contra Hades y había logrado quitarle la maldición de su espada a su fiel caballero de Pegaso, después de un viaje en el tiempo. Al regresar a las ruinas de su santuario se dio cuenta que solo había una cosa que realmente le pedía su corazón. Así, decidida se dirigió al Olimpo y se postró a los pies de su todopoderoso padre para suplicar por este deseo, volver a la vida a sus doce caballeros dorados que se sacrificaron por ella en el muro de los lamentos.
Zeus contempla el dolor de su hija predilecta y su corazón se enternece.
Zeus: Permitiré que esos 12 guerreros regresen a la vida. Pero no será para vivir una vida cualquiera como me lo pides. Será para protegerte como siempre lo han hecho, porque tu hija mía aún no te encuentras exenta de peligros, aún existen enemigos que quieren dañarte. Solo si aceptas esta condición, concederé tu petición.
Athena deseaba que sus caballeros vivieran sin preocupaciones, pero si no aceptaba las condiciones su padre se negaría; así que confiando en que ella, con la experiencia ganada en sus batallas pasadas podría protegerlos esta vez, aceptó.
Así, las 12 almas de los caballeros dorados regresan a sus cuerpos y por primera vez los 12 templos están debidamente resguardados. Cada uno entiende lo que su diosa ha hecho por ellos y agradecidos toman su lugar.
Salón de Patriarca, un día después.
Saga: ¿Me mandó llamar mi diosa?-dice arrodillándose-.
Athena: Si, ponte de pie por favor Saga. Ahora que ustedes han vuelto debo designar a alguien para el puesto de Patriarca. Lamentablemente mi padre solo me permitió que 12 de ustedes regresaran, por lo que no puedo contar con Shion. Así que he tomado la decisión de que tu ocupes ese lugar.
Saga: ¿Cómo? Pero si Shion había designado a Aioros como su sucesor, ahora que él está aquí lo lógico sería que el tomara el lugar que siempre debió tener.
Athena: Se bien que Shion lo eligió a él y también sé que lo hizo porque percibió en ti algo que lo inquietaba pero eso desapareció hace tiempo ya. Tu tuviste esta responsabilidad por años y dejando de lado tu secreto, mantuviste de pie este lugar, por lo que creo que estás más que capacitado para el puesto.
Saga: Pero Athena yo… ¿De verdad ya no desconfía de mí?
Athena: Yo creo en ti -dice levantándose y tocando su mejilla- se que en realidad jamás me harías daño.
Él siente la cálida mano en su mejilla y la mira a los ojos sintiendo un ligero e inexplicable mareo que lo lleva a posar su mano sobre la de ella.
Saga: No la defraudare mi diosa.
Athena: Lo sé. Haré el anuncio oficial esta misma tarde así que prepárate.
Saga: Por supuesto -se da la vuelta para irse pero se detiene- Athena… ¿Mi hermano Kanon no fue revivido por el mismo motivo que Shion?
Athena: ¿Que? No. Kanon no fue considerado para revivirlo porque él sobrevivió. Desconozco su paradero pero sé que vive.
El peliazul se queda pensativo y preocupado preguntándose sobre el destino de su gemelo.
Athena: Se que tienen asuntos pendientes. Haré lo que esté en mis manos para que vuelva al santuario.
Saga: Se lo agradezco diosa Athena.
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Cámara del Patriarca, 2 días después.
Saga ha tomado el puesto de Patriarca y atiende los asuntos pendientes del recinto, en presencia de la diosa. La Cobra tiene un asunto que necesita atención y entra para exponer el tema.
Shaina: Patriarca, he traído a esta mujer como se me ordenó.
Saga observa a la mujer que acompaña a la santo de Ofiuco y que lleva cargando la caja con la armadura de Pictor.
Saga: ¿De que está acusada?
Shaina: Llegó al santuario con la Pandora Box de Pictor, la cual no había estado en el santuario por décadas. No usa máscara por lo que deduzco que no es la portadora de ella. Además que vimos como usaba un arma para defenderse, lo cual no está permitido. Por si fuera poco, no obedeció el toque de queda y salio del recinto con la armadura la noche de la batalla contra Hades.
Saga: Bien mujer, acércate. Dime ¿Cuál es tu nombre y por que tienes esa armadura que al parecer no te pertenece?
Li: Mi nombre es Li, soy discípula de Niobe de Pictor, la antigua portadora de esta Cloth. Ella està muerta, fue atacada por Aracnè quien revivió bajo las órdenes de Hades. Ella me pidió que viniera al santuario a ponerme bajo las órdenes de Athena.
Shaina: ¡Pero entonces esa armadura no te pertenece!
Saga: Tranquila Shaina. Entonces no ganaste el lugar como sucesora de Niobe. Y si viniste hasta acá ¿Por qué no te quedaste en el santuario y huiste con la armadura?
Li: ¡No huí! Fui a las aldeas cercanas a ayudar, nadie pensó en ellos y necesitaban ayuda.
Saga: Ya veo. ¿Que hay de la acusación de usar armas?
Li: Ah, esto -saca un abanico de combate- es mi Tessen, es un regalo que mis padres me hicieron antes de morir.
Shaina: ¡Debes entregarlo!
Li: No lo haré. Si quieren encerrarme de nuevo pueden hacerlo pero no me lo quitarán. Me disculpo por usarlo y si llego a portar la armadura prometo no usarlo de nuevo. Pero es muy preciado para mí como para perderlo.
Saga: No entiendo como Niobe te eligió como su sucesora si pareces no acatar reglas.
Li: De hecho no debió hacerlo porque yo… abandoné el entrenamiento.
Shaina: ¡Lo sabía! Es una traidora.
Saga: Explícate por favor.
Li: Huí la noche antes de mi pelea final. Después de un par de años volví y mi maestra me acogió e insistió en que peleara por ganarla pero yo me rehusé por no creerme digna. Pasé prácticamente 10 años ayudándola, ya que su salud se deterioraba y más que nada por lealtad.
Shaina: Por decepcionarla dirás…
Saga: ¿Que le sucedió a tu maestra?
Li: La mato Aracné. Me enfrenté a él y lo derroté, pero cuando logre llegar a ella era demasiado tarde. Sus últimas palabras fueron para pedirme que portara la armadura de Pictor en su lugar y peleara por Athena en la guerra santa.
Shaina: Y en lugar de eso la usaste para tu beneficio personal.
Li: No es así, no fue mi intención desertar de nuevo pero esa gente necesitaba ayuda y no había nada que hacer en el santuario.
Saga: ¿Entiendes que si no luchaste por tu armadura, no es tuya? Aunque tu maestra te la haya delegado, debes demostrar tu valor y hasta ahora tu conducta no ha sido la mejor.
Li: Lo entiendo bien. Lo justo es que me mida en una pelea con alguien para portarla con honor. Aunque muchos años me negué a hacerlo, no faltaré a la promesa que le hice a mi maestra.
Athena: Eso no será necesario. He escuchado con atención tu historia y creo que debe haber una explicación para todo lo que has hecho hasta ahora. No percibo maldad en tu corazón. Hay algo más importante que necesito que alguien haga por mi y creo que tu eres la indicada. Con esto demostrarás tu lealtad, valor y perseverancia.
Li: Por supuesto mi Diosa -dice arrodillándose- ¿Que debo hacer?
Athena: Ahora que Saga esta conmigo. Como Patriarca claro -se apresura a decir- la casa de Géminis necesita un nuevo guardián, al cual necesito que encuentres y lo traigas de vuelta.
Li: ¿Al guardián de Géminis? Pero…
El Patriarca retira su máscara, mostrándole su rostro.
Saga: Se trata de mi hermano gemelo, Kanon. Sabemos que sobrevivió la guerra santa y es posible que esté en Grecia, pero no más.
Athena: Cumple con esto y la armadura de Pictor será tuya. Mientras tanto, ésta se quedará en el santuario. Deberás cumplir esta misión por tu cuenta.
Li: ¡Si! No los defraudaré -dice mientras comienza a correr- ¡gracias!
Saga: Eso es todo Shaina.
La cobra asiente y sale del salón patriarcal mientras Saori se acerca a Saga.
Athena: ¿Crees que logre encontrarlo?
Saga: Encontrarlo si, traerlo de regreso… Eso no será fácil. Si no ha vuelto por su cuenta es por alguna razón y dudo que una chica logre hacerlo cambiar de opinión.
Los capítulos de este fic serán varios pero cortos, y en cuanto a mi OC, su diseño ya està en proceso y espero pronto estar compartiendo algunos fanarts en instagram.
Hasta pronto!
