Espero que os guste!! (que introducción tan currada madre m)


Quizás debí prepararme menos. Este vestido me está justísimo, quizás pierda el aliento, acabe teniendo un ataque por ahogamiento y haga el ridículo más horroroso de la historia (y llevando este vestido, para rematar la faena).

Es rojo, como mi pelo. A mi madre se le ocurrió comprármelo y mandármelo el día justo para no poder devolverlo. Yo no lo habría utilizado sino fuera porque me da pena dejarlo colgado en el armario y, como es rojo brillante, me habría acordado de no haberlo estrenado cada vez que abriera la puerta.

También me he arreglado el pelo. Ya que tenía que estrenarlo, pues habría que ponerle algún peinado ¿no? Ni idea. Nunca he sido muy presumida. Desde siempre las tías que se repintaban y elaboraban moños con decoraciones me habían dado dolores de cabeza pensando en las horas que habrían pasado sin dormir preparándose un moño que duraría como mucho las dos primeras horas de la mañana. Ahora que lo pienso, con tanto cambio, quizás la gente no distinga quién soy. Já. Ciertamente me río por no llorar. Seguro que todos ya tienen hecha la idea de que fuera del uniforme escolar y mi coleta de siempre yo no debo de permanecer en este planeta. Qué mentes más simples.

Ay, dios. Otra parejita. Mira que el castillo es grande y tengo que acabar escondiéndome bajo la capa que le robé a ese cretino de Potter para que nadie me descubra. Tranquilízate, Lily. Miras si está Airin por algún lado, le pides auxilio para que te ayude a desabrochar la cremallera del vestido (porque fuiste tan estúpida de querer probártelo por hacer la gracia) y puedas volver a refugiarte en la sala común y listo. Misión cumplida. Te echarás en la cama, leerás el libro sobre La Magia y la Locura que te regaló la arpía de tu hermana por Navidad y esperarás a que vuelvan Airin y Lyan completamente borrachas a las doce de la mañana a contarte qué tal estuvo.

Dios santo, el grupito de fans de Black. ¿Pero es que esas no tienen vida? Joder, juraría que hay alguna que está olfateando el aire a ver si distingue ese perfume dulzón que se echa. Menudas desesperadas. Sino fuera porque en estos momentos las supero en ridículo, y ya es difícil, les gastaría una broma. Pisarlas el bajo de los vestidos o cambiarles el peinado a cientos de serpientes… Fijo que gritarían diciendo "¡ahhh! ¡no puedo dejar que Siri me vea así!". Un momento, Lily, calma. ¿Estás pensando en bromas? ¿en bromas al estilo… ¡no! ¡dime que no empiezo a pensar como Potter! Creo que voy a vomitar próximamente… Por aquí hay un baño. Mira que vivo en una burbuja. No sabía que hubiera uno aquí. ¿Será de tíos? Por favor, que no me encuentre meando a ese cretino de Malfoy, que no quiero tener pesadillas.


Bien, parece vacío. Tres hurras por mí. Pero en bajo, tonta, en bajo. A ver, voy a quitarme esta capa que da un calor espantoso. ¡Oh, qué maravilla! Ante ustedes la prefecta Evans se ha convertido en la mujer de rojo.

Qué vestido. Pero si tiene un escote imperdonable. A mi madre se le ha debido de ir la vista a algún otro lado, porque esto me hace ruborizar a mí no me quiero imaginar si lo viera ella. O quizás le da igual. Ay, ay. A ver si se cree que su hija pretende ir a un baile de Halloween lleno de desesperados y pijas tontas. Y mucho peor, de merodeadores. Que se han pasado toda la semana murmurando con quién iban a bailar, que parecían tenerlo apuntado en una libreta de tantas tipas que querían ¡oh! compartir un baile con sus altezas reales. Dan asco.

Buff, mírate, chiquilla. Tienes unas ojeras de competición. A la cama directa. Será mejor que encuentre a Airin antes de me caiga muerta por alguna esquina, que viendo el ambiente hormonal que se respira mi cama es el único lugar seguro pasadas las dos.
Anda. Suena música. Vamos a echar un vistazo. La capa, tonta, la capa, que te van a descubrir. Bien, vamos allá.

Lista para ver la reunión de solteros desesperados de este año. A ver en qué lugar se ponen Crabbe y Goyle a que les den calabazas. Me gusta esta canción. Lástima que sea lenta y todo sean parejitas. Justo. Ahí están esos dos. ¿Ya peleando? En realidad, la que me importa no es Lyan sino Airin. Que la conozco. Le cuento mi problema, se parte de la risa hasta caerse al suelo y ahí se queda, o peor, se lo cuenta a Black, que no sé que les pasa a esos dos que parecen un matrimonio, vacilando juntos hasta el final de los días.

Lily, céntrate. Objetivo igual a Airin. Airin igual a objetivo. ¿Dónde demonios se ha metido esa canalla? Para una vez que la necesito con urgencia (las otras veces, es solo necesitar por necesitar por sacarla de quicio con mis caprichos). Veamos, la mesa del ponche está vacía. Las mesas comprobadas, no me queda ninguna, así que tiene que estar en la pista de baile sí o sí.

Despacio, despacio.


Pero qué sobrada va la gente bailando en este colegio. No me he llevado menos codazos en las fiestas regionales de mi pueblo, cielos. Cuando estemos en clase, Stevens, te vas a enterar a quién le clavas el codo en el estómago. Se van a enterar. Todos. Que me maltratan en mi momento de desesperación máxima. Un momento, una mano. ¡Ah! Alguien me ha pillado la mano. Me han descubierto. ¡Noooo! Huye, por el amor del de arriba, huye, Liliana.

- Buenas noches, Evans-.

Hay una tela entre medio, pero sé que él está detrás de mí, que me tiene de tal forma cogida la cintura que no podré escapar ni propinarle una patada en la entrepierna entre tanto. Nada, definitivamente me ha cazado y va tener el gran placer de humillarme en público. Felicidades, Potter. Cada día te odio más, pero hoy es especial. Hoy vas a superar tu record.

- No creo que tenga que decirte que me ha parecido muy mal que una prefecta de mi propia casa haya hurgado en mis cosas y robado el único bien que necesitaba hoy para espiar el cuarto de las chicas-. Genial, encima me echa la bronca. No me hace falta tener dos ojos, sé que estás sonriendo de oreja a oreja, maldito.- Pero aún me parece peor que después de haberte pillado en los baños…

- Vale, Potter, ganaste. Te daré margen para hacer locuras en la sala común y permiso para jugar al quiddicth a la hora que te dé la gana, pero suéltame-. Tajante, pero al asunto. Que a mí esos abrazos no me los da ni mi novio invisible. Suspira, de esa forma que sólo saber hacer cuando se lo está pasando bomba, como cuando me hace bromas pesadas, por dar un ejemplo claro. Noto sus manos recorriendo mi cintura tan lentamente que hasta siento que mis mejillas se sonrojan. Malditas técnicas de merodeador.

- Calla. No me vas a sobornar- ríe, pero parece tan serio como cuando Mcgonagall le pilla husmeando en el baño de prefectos chantajeando al cuadro de la entrada.- Sólo habrá algo que te dé libertad para irte

- Suéltalo de una vez-. Este hombre me hace perder la paciencia. Yo no soy esas chicas que se desmayan sólo con que las coja de la mano o las mire a los ojos. No, chulo de playa, nanai.

No me lo puedo creer. Me ha quitado la capa. Me ha descubierto ante todo el mundo, en medio de la pista de baile, que vamos, quién no me vea o es que necesita gafas o está demasiado pendiente de la bronca a gritos que tienen Lyan y Airin por el último vaso de ponche. Capulla. Ahora apareces. Desvío la mirada de mi difunta amiga para encontrarme a James Potter, si, Cornamenta de los Merodeadores, el mismo, haciéndome una reverencia y pidiéndome un baile.

No me puedo reprimir la risa, a pesar de todos los ojos que nos observan, por no decir me observan. Por dios, Drigory, cierra la boca. ¡Ah, Crabbe y Goyle me miran! No me quiero imaginar mi imagen cuando se tengan que ir al baño, no, no. Todo menos eso. A lo que iba, que tengo a James casi a mis pies porque el tio se ha currado la reverencia y yo a carcajadas en su cara.

- está bien, Evans. Has ganado. Veo que en los bailes sigues siendo la misma mujer de piedra que siempre-. Sonrío. Por fin un halago en condiciones y pronunciado directamente de los labios del estúpido de Potter.

- No es eso, James-. Levanta la cabeza, me ha costado más a mí que a él reconocer el "James" en la frase. Bueno, da igual. Su nombre no es feo, para nada. Es la persona en sí la que lo afea.- ¿Cómo me descubriste?

- Fue fácil. No sabes cubrirte bien el bajo del vestido y eso cualquier Merodeador se da cuenta si pasa delante de sus narices-. Mierda. Así que era eso. Alzo la cabeza y encuentro sus ojos mirándome con una expresión atontada. No desesperada, no le veo a Potter desesperado en este colegio, más bien anhelante.- Estás muy guapa con ese vestido

- Gracias. En realidad lo iba a devolver por lechuza a la tienda esta misma tarde- le confieso porque soy una sincera de narices cuando estoy nerviosa. Otra vez, ese choque de miradas que no sé por qué estoy empezando a coger manía. Tomo la decisión de mirar a su nariz y así no vuelve a pasar, que soy una chica con recursos.

- Es una lástima. Podríamos bailar un rato, no sé, deberías estrenarlo y divertirte un rato. Todo el mundo está aquí. Te vas a aburrir en la torre-

- Gracias- sonrío. ¿Lily, puedo saber por qué coño sonríes a un Merodeador? No me lo digas, tienes una fiebre horrible. Eso te pasa por llevar semejantes escotes, que luego te enfrías y se te va la cabeza.- Nos veremos mañana, James

- Hasta mañana, E-…Lily. Que duermas bien-

Lo haré, James. Te prometo que lo haré.

Bueno, eso es todo amigos (diox, ahora soy Buggs Bunny. Esto va empeorando cada día).

Si os ha gustado dejadme un review y sino...tb, ke haber fallos ailos y muchos XD

Un besote!