El títere
Ojos cristalinos e inertes observan lo que haces. En silencio, expectantes. No obstante, su cuerpo es áspero y grueso. Su piel no brilla, es opaca, pero sus ojos brillan cual estrella; y sus articulaciones de madera pueden moverse, vengativas y rencorosas.
El sonido de las pisadas pesadas de madera, resuenan por los pasillos de la casa, el eco golpea las grandes sombras. Las ahuyenta. Su camino es tan lejano como su objetivo, pero prevalece con paso firme y el ceño fruncido.
Cuando vuelve a su caja, su inamovible hogar, se acuesta y permanece inmóvil con la sonrisa pintada. Cual títere. Sus hilos ensangrentados se unen a sus extremidades y sus manos gotean elixir carmesí.
Las manchas de rojo en su cuerpo, demuestran haber logrado su objetivó. Haber matado a esa irritable familia de tercera clase: Kakarroto, Gohan, Milk, Goten. Todos ellos.
Ahora muertos, a manos de un terrible príncipe y un cruel destino que se interpuso en sus vidas. Nada más que hacer o lamentar, pues, el títere esta inerte en su caja, en esa casasita de madera y cemento. Un deseo mal realizado, una idea mal redactada; Una familia destruida.
Acusa de un mal títere saiyajin.
