(Aclaración: No hay akuma no mi)
-
Se dice que algunas vidas están enlazadas atravez del tiempo
Conectadas por un antiguo llamado que se escucha a lo largo de las eras
Destino...
Hace mucho. En una tierra muy lejana, se alzó un imperio. Que se extendía desde las estrías de china, hasta las costas del Mediterráneo. Ese imperio era Persia.
Fiera en la batalla. Sabía en la victoria.
Donde se abriera paso la nación persa, el orden la seguía.
El rey persa Sharaman, un hombre mayor, con pelo largo negro y canoso, y una barba poblada, reinaba con su hermano menor Nizam, practicamente igual a su hermano pero completamente calvo, siguiendo los principios de la Hermandad y la humildad. El rey tenía dos hijos que lo llenaban de orgullo: el mayor Sanji, con cabello rubio largo que le tapaba un ojo y una particular ceja rizada, heredero del trono, y el menor luffy, con cabello negro algo largo y una singular cicatriz debajo de su ojo. Pero para el destino, la familia del rey no estaba completa. No hasta que un dia, el rey presenció un acto de valor de un niño huérfano de las calles, con cabello de un particular color verde.
El huérfano fue al mercado para comprar unas manzanas con el poco dinero que había obtenido. Mientras que su amigo Usopp, un nino de pelo rizado y una nariz sorprendentemente larga, corría jugando con otro niño por la calle y sin que el supiera se puso frente a un caballo de un soldado, el caballo se asustó e hizo que el soldado cayera.
El soldado, iracundo, se paró con rapidez, y empezó a golpear a Usopp, el huérfano al ver esto, corrió para salvar a su amigo, lanzándole una manzana a la cabeza del soldado. Aprovechando el leve aturdimiento del soldado, se escabulleron de él y de los demás soldados, y empezaron a escalar una casa hasta llegar al techo, donde se escondieron.
-Gracias- le dijo Usopp
-Quédate aquí- le respondió él, mientras salía del pequeño escondite, para que los soldados lo persiguieran a el.
Cuando los soldados llegaron el empezó a saltar de techo en techo con una habilidad muy poco común en un niño de unos diez años. Mientras el corría, los soldados intentaban seguirle el ritmo, mientras algunos se caían llegaban más y mas. Llegado un punto tuvo que saltar a la calle donde, después de un minuto finalmente lo atraparon.
Lo llevaron al centro de la calle, para que todos lo pudieran ver. Lo pusieron en una mesa y cuando un soldado sacaba su espada para cortarle la garganta.
EN EL NOMBRE DEL REY- grito el soldado, con el fin de que las personas observaran la ejecución. Pero de repente todas las personas, incluyendo los soldados, se arrodillaron. el soldado se volteo y tambien se arrodillo al ver que el Rey había llegado al mercado sobre un caballo acompañado por su hermano y unos cuantos guardia.
Se acercó y preguntó- Cual es tu nombre muchacho?-
-Zoro, Señor- le respondió
-y tus padres?- en respuesta Zoro sólo se quedó callado y bajó un poco la cabeza
El Rey entendió- Muchacho- Zoro levantó la cabeza y atrapó la manzana que el Rey le había lanzado, era la misma que le había lanzado al guardia.
-Hermano- dijo el rey - recógelo-.
Su hermano le tendió la mano a Zoro, lo subió a su caballo, y se lo llevaron al Palacio.
Conmovido por lo que vio, el Rey adoptó al muchacho Zoro, como miembro de la familia real. Un hijo sin sangre real y sin aspiraciones al trono. Pero quizás hubo algo más en juego ese día, algo más allá de nuestro entendimiento, el día que un muchacho del lugar más inesperado se convirtió en un...
Príncipe de Persia.
