Advertencias: tanto los personajes como las situaciones descritas son propiedad intelectual de Cassandra Clare.

Este relato es el premio para Gizz Granger Malfoy por haber ganado en el reto "Los Instrumentos Mortales" del foro [Cazadores de Sombras]. ¡Enhorabuena!

¡Esperamos que sea de tu agrado y que sigas participando con nosotros!

Sweet Disposition

No era más que curiosidad al principio. Un juego, algo con lo que entretenerse. Nada serio, nada formal. Sólo salir, charlar, divertirse. Solamente eso.

Porque Simon no tiene nada especial. Es un mundano oculto bajo el encanto de un vampiro. Es un mundano intentando ser un guerrero, peleando para convertirse en lo que tú eres, en lo que cree que deseas que sea él. No hay nada especial en su rostro dulce, ni en sus ojos que se ocultan de nuevo tras gruesas gafas. No hay particularidades que le hagan destacar, que le hagan diferente al resto y, aún así, le elegiste a él por encima de todos los demás.

No es porque te haya salvado la vida; ya lo amabas de antes, quizás desde la primera vez, por mucho que intentes negarlo. No es porque te haga reír, muchos otros antes lo han hecho. No es porque te hace sentir protegida, a salvo, cuando te mira desde arriba (porque sigues siendo más alta y eso te fastidia, pero a él no le parece importar), tu rostro entre sus brazos, el latido de su corazón dentro de ti. No es por la manera en que te mira, brillante, como si fueras una estrella caída. No es por como te trata; no eres su princesa, no te mima ni te rinde pleitesía; él te trata como a un igual. Él ve tus heridas, las marcas que te hacen especial, y en ellas encuentra belleza. No le importa que seas más rápida, más fuerte, más decidida. No se molesta en ser delicado, porque no lo necesitas. No te ha elegido a ti por encima de todas las cosas pero, aún así, siempre está a tu disposición. Él te hace sentir como una persona, real e imperfecta, te hace ser consciente de que aún puedes mejorar, y su presencia te induce a eso. No te importa escucharle cuando te habla o que te haga escuchar su música. No te molesta jugar a videojuegos con él o que se queje cuando lo llevas de compras. Encuentras en su presencia algo que nunca habías sentido; seguridad. No hay demonios ni peleas a su lado, no hay batallas que librar. Es la manera en que te hace sentir insegura y tranquila, es la forma en la que se acelera el corazón cuando te mira, cuando sus labios te tientan con preguntas que respondes a besos, porque eso es lo único que quieres hacer.