Coward Montblanc
Delicados ojos verdes se opacaron al notar la nueva presencia. Sus labios automáticamente se curvaron hacia arriba, en un gesto completamente forzado. Su cerebro envió una orden rápida.
"Saluda".
-¡Hola, Stan!-Broflovski canturreó.
-Qué tal, Ky-Stan ignoró la mirada contrariada del pelirrojo y le dio un suave beso en la mejilla-. ¿Listo para irnos?
-Siempre listo-pronunció al instante. Sus manos se aferraron al brazo del moreno y ambos caminaron hacia la salida.
Su boca luchaba por no soltar suspiro alguno. Ya era momento de ir a merendar en la pastelería de siempre.
Su mente le jugaba trucos muy crueles, que le recordaban su propósito fallido y diario.
¿Hace cuánto que no se sonrojaba cuando Stan le besaba?
¿Por qué ya no sentía mariposas en su estómago cuando éste le dedicaba una de esas encantadoras sonrisas?
Mientras Stan hablaba del último partido, Kyle fingía con maestría prestarle atención. Asintía y no dejaba que su mirada se perdiera.
Stan le abría la puerta del establecimiento cortésmente, Kyle agradecía y se sentaba en la mesa más cercana.
¿Hace cuánto que ya no le decía un 'te amo' al pelinegro?
¿Hace cuánto que ya no soñaba con él?
Marsh era dulce, amable, buen novio...
Todo un postre.
Pero...
Sus manos agarraron los cubiertos plateados mientras esperaba a que el mesero le trajera la especialidad de ese día. Marsh conversaba sobre cualquier cosa, Kyle fingía reírse cuando él lo hacía.
Es como comerse el mismo postre todos los días...
-Stan...-pronunció inconscientemente, interrumpiendo al moreno en su charla. Maldijo el hecho de que éste le haya escuchado. ¡¿Y ahora...?
-¿Sí, Kyle?-sus ojos azules mostraron interés.
"Vamos, dilo"
"Dilo"
"Dilo"
-Creo que...-tragó saliva y continuó:- Creo que deberías ir ya a pagar la cuenta. Mi mamá estará preocupada por saber a qué hora regreso-dijo medio en broma. Stan asintió sin problemas, levantándose.
"Idiota"
Una pequeña lágrima se escapó de sus ojos, la cual limpió al instante.
-Mierda, mierda...-gimoteó en silencio. Misión fallida. De nuevo.
Y este postre... ya me está cansando...
La falsa sonrisa volvió a su rostro a medida que Marsh se le acercaba. Ambos se fueron hacia la casa de Kyle, por el mismo recorrido. Como gesto de amor, Stan le colocó su chaqueta al judío apenas notó que este temblaba. Lo que él no sabía era que no era por frío...
El mismo cobarde postre de todos los días...
Y la chaqueta en sus hombros le recordaba el peso emocional de todos los días.
Tenía que despedirse de ese postre. Decirle al camarero que la próxima vez comería algo distinto.
Y si no, largarse del restaurante, quejándose del mal servicio.
Una vez que Stan se despidió de él con un beso, se preguntó si su querido postre podría perdonarle su cobardía algún día de esos.
Allí termina el drabble! Lamento andar muerta. Sé que dije que no escribiría más historias sin terminar las que ya tengo, pero esto es un drabble, no cuenta xD Y además me sentí en la urgencia de hacerlo. Me siento igual que Kyle últimamente. Sin mencionar la puta escuela, que tiene la culpa de mi estado.
Sí, mi vida es una mierda. Como sea, allí está eso es todo por ahora agsfgsdfhs bye.
