Hola!

Espero que le guste esta historia, y dejen sus reviews

Los personajes de Shaman King fueron creados por Hiroyuki Takei y le pertenecen, yo solo los uso con fines de diversión

*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*

Revelación.

Tamao se encontraba muy ocupada, dentro de pocos días seria su boda y tenía que arreglar muchos detalles. Estaba viendo una enorme revista de novias, cuando alguien toco a su puerta. Pensando que tal vez era su amiga Pirika, fue corriendo a abrir, para su sorpresa era la persona que menos esperaba ver…

—¡Ren! —exclamó Tamao sorprendida— ¿Qué haces aquí? Pensé que estabas en Europa…

— ¿Podemos dar un paseo? —dijo Ren— Como en los viejos tiempos.

—Lo siento, pero estoy muy ocupada…. Me casaré dentro de unos días.

—Lo sé —contesto el chico, bajando la mirada— Lyserg me contó que te casabas…

— ¿Cómo has estado? —inquirió la peligrosa tratando de cambiar de tema.

—Bien…

— ¿Vendrás a la boda? —preguntó temerosa.

— No, no pienso quedarme mucho tiempo.

— ¿Por qué has venido, Ren?

—Te amo —declaró el pelinegro, mirándola a los ojos—. ¿Podemos dar un paseo?

— ¡No es cierto! Tu no me amas… —gritó la chica sonrojándose— ¡Estoy a punto de casarme! ¿Por qué me dices esto ahora?

—Porque te amo. ¿Podemos dar un paseo?

Sin saber cómo, de pronto se encontraba caminando por las calles junto a Ren. Siempre habían sido muy buenos amigos… No podía creer que la amara. ¿Por qué no lo se había dicho antes? ¿Por qué esperar hasta ahora para decirlo?

— ¿Lo quieres? —le preguntó interrumpiendo sus pensamientos.

—Sí, lo quiero mucho. Es el hombre perfecto para mí.

— ¿Me amabas? ¿Cuándo me fui a Europa?

—Lo habrías visto —dijo Tamao bajando la cabeza—. Una mujer no sabe cómo ocultar su amor.

Ren la detuvo y tomó su rostro para observarlo. Ella tenía razón, una mujer no sabe cómo ocultar su amor y él estaba viendo en ese momento amor. Así que hizo lo que tenía que hacer, la besó.

—No debías hacerlo —chilló la pelirosa llorando de rabia—. ¡Me voy a casar!

—Lo sé

Continuaron caminando en silencio hasta que llegaron a un parque.

—Descansemos un rato —propuso Ren sentándose debajo de un árbol.

Tamao se sentó en otro árbol más alejado. Así pasaron unos minutos, mientras observaba las hojas que caían de los árboles. Volteo hacia donde estaba Ren y vio que estaba durmiendo. Se acercó a él y empezó a acariciar sus cabellos, adorándolo en silencio. Deseando que ese momento durara para siempre. Media hora después, el chico se despertó y lo primero que vio fue el rostro de Tamao.

—Te amo —dijo.

—Lo sé

— ¿Te vas a casar?

—Si

—Es hora de irme —se despidió Ren levantándose—. Adiós, Tamao

Tamao se quedó inmóvil mientras veía a Ren alejarse, entre la fila de árboles. De pronto Ren se detuvo y volvió a verla, entonces ella no tuvo más remedio que correr a sus brazos.

—Te amo —dijo besándolo.

—Yo también

Continuaron besándose por un rato y luego se alejaron tomados de la mano.