Story by :

JulyRocks

Disclaimer:

Naruto © Masashi Kishimoto


-Tsunade-sama, por favor tan sólo deme una oportunidad y verá que haré un gran trabajo—

-Ya te he dicho que todos los escuadrones están completos, además no hay muchos casos importantes, por el momento ocúpate de ayudar en la morgue y en los archivos—

Mi nombre es Sakura Haruno y tengo 19 años, me gradué de la academia juvenil de policías y ahora trabajo en la Unidad de Crímenes Konoha (UCK); sin embargo no hago nada de lo que una verdadera policía haría, para empezar no soy parte de algún escuadrón y mucho menos resuelvo casos. ¿La razón? no tengo buenas habilidades físicas. Cuando estaba en la academia sabía a la perfección toda la clase de armas y balas que existían, incluso podía memorizar los códigos y buena parte de los artículos en la constitución, sin embargo no era muy buena en cuanto a defensa personal y artes marciales se trataba, es más ni siquiera sabía manejar un arma al 100 porciento y aunque me gradué con muy buen promedio no entré a formar parte de las filas de seguridad de la policía; así que la teniente y capitán Tsunade encargada de la UCK, se compadeció de mí y me enseñó algunos aspectos de medicina para poder ayudar en la morgue y con mis otras habilidades colaboraba en los archivos y en balística.

-Por favor, sé que no soy muy buena pero estoy segura que puedo progresar, es más si hablas con Naruto te dirá que tengo una muy buena conducta en el campo de trabajo-

Mala idea, Naruto Uzumaki era mi ex compañero de equipo cuando íbamos a la academia, y era todo lo contrario a mi, fuerte, inteligente y con una muy buena personalidad, su padre era un militar de alto rango que formaba parte del servicio secreto inglés, sin embargo siempre lograba todo por merito propio, algo que los superiores fueron apreciando poco a poco, hasta considerarlo el mejor de la academia. Sin embargo tenía una personalidad bastante hiperactiva y hasta cierto punto chocante, cuando me dijeron que sería su compañera no me agradó para nada la idea, discutía con él e incluso llegué a menospreciarlo, pero con el tiempo comprendí que era un gran chico y nos hicimos buenos amigos.

- ¿Naruto?—preguntó Tsunade con un enorme aire de sarcasmo— Vamos, ese chico está muy lejos de aquí, y no es precisamente el mejor para hablar sobre conducta—

Naruto había viajado con su padre a Inglaterra, para entrenar y formar parte del servicio secreto, fue duro despedirme de él, teniendo en cuenta que era el único que me aguantaba como compañera a sabiendas de que era un tanto débil físicamente, pero sabiendo que él tenía un gran futuro me despedí de con una gran sonrisa.

- Está bien ya entendí, pero prométeme que si sabes de algún caso me tomarás en cuenta ¿si?-

Abandoné la oficina antes de que mi jefa dijera algo, ella era una persona que no prometía nada cuando sabía que no podría cumplirlo, y teniendo en cuenta que era imposible que alguien me aceptara en un escuadrón, lo mejor fue salir sin darle tiempo a que me contestara, así ambas nos sentiríamos bien, ella por no mentir y yo por no creer en aquella mentira. Me dirigí a mi lugar de trabajo, la morgue, era un lugar un tanto espelúznate, muertos, y no cualquier clase de muertos, había cuerpos mutilados, acuchillados, perforados, envenenados, ect; sustancias químicas que olían muy fuerte y muchos instrumentos para volver a mutilar, acuchillar, perforar e incluso envenenar aquellos cadáveres, aunque la ventaja era que nunca se quejaban de mi torpeza, y eso me hacía sentir bien. La titular de la morgue a la que asistía, era una morena bástate simpática, su nombre, Shizune, y aunque apenas tenía 28 años era toda una experta en la materia, además de que siempre se mostraba dispuesta a enseñarme todo lo relacionado con aquella peculiar profesión.

Revisé los archivos en la computadora mientras esperaba a que Shizune regresara de hacer unos análisis en la morgue del hospital central de la ciudad. En los registros había de todo, jóvenes, niños, mujeres, ancianos, hombres de mediana edad, etc. Algunos de ellos no eran nunca reclamados así que se donaban a instituciones o se tiraban en la fosa común; muchas de las veces me preguntaba el porqué de aquel olvido, sabía que muchos de ellos habían hecho cosas horribles, pero pensar que sus cuerpos no recibirían un santo sepulcro, era algo desesperanzador.

-¡Sakura! ¡Sakura! ¿Dónde estás?—

-Ino ¿Qué sucede?—

Ino era mi mejor amiga, tenía una larga cabellera rubia y ojos azules, una gran belleza sin lugar a dudas, habíamos sido compañeras en la academia, y aunque solíamos tener una especie de competencia y rivalidad entre nosotras, me había dado por vencida hacía ya un tiempo. Ino quizá no era muy inteligente o muy fuerte, pero tenía un gran equilibrio entre mente, cuerpo y espíritu, y debido a eso formaba parte de uno de los mejores escuadrones del departamento, a cargo del detective Sarutobi Asuma. El padre de Ino era ex teniente, sin embrago había resultado herido en una redada anti drogas, así que los superiores decidieron que lo mejor para él era retirarse, y ahora se encargaba junto con su esposa de administrar varias floristerías.

-No vas a creer lo que pasó, unos hombres vinieron a ver a Tsunade, pero no eran un hombres cualquiera, vestían de negro y sus autos eran bastante lujosos, aunque no pude verles el rostro—

-Ya, y ¿qué tiene eso de extraordinario?-

-Bueno pues mucho, ya sabes no siempre viene ese tipo de gente por acá, los únicos visitantes que tenemos son delincuentes, violadores, asesinos y pues en este lugar—refiriéndose a mi "oficina"—muertos—

- En eso tienes razón, pero no veo la importancia de que hayan venido, quizá sea gente del gobierno, por esta época suelen hacer inspecciones o atender asuntos de presupuestos o cosas por el estilo—

-Te equivocas, no parecían del gobierno, eran más bien particulares y aunque no sé mucho de automóviles me atrevería a decir que sus autos eran muy costosos, así que quizá nos pidan ayuda para esclarecer un asesinato de alguien o tal vez se trate de un asunto anti-terrorista o…-

-Ino—corté su intento de dar sus teorías-supongamos que tienes razón, que esos hombres vinieron por asuntos "superiores", ¿Qué tiene eso que ver conmigo?, sabes muy bien que no tengo ninguna autoridad policiaca, lo único que he hecho desde que nos graduamos es estar en los archivos o asistiendo a Shizune, aunque viéndolo bien tampoco haga mucho por acá—

-Vamos, sabes que solo es temporal seguramente pronto estarás resolviendo casos y arrestando criminales—

- Lo dudo mucho, hace un rato se lo pedí a Tsunade, pero bueno como sea, dejando atrás tus conspiraciones sobre los hombres de negro, ¿Qué tal van las cosas con Shikamaru?—

-Mmmm pues regular, desde que fue a ayudar en un caso del Departamento de Crímenes de Suna ha estado algo distante pero supongo que podemos arreglarlo, es cuestión de tiempo, me imagino-

-Sabes que puedes contar conmigo para lo que quieras ¿de acuerdo?-

-Gracias. Bueno y a todo esto, cuando te dignarás en tener una relación?—

Ino había hecho una de las preguntas que más odiaba que me hicieran, y es que si hablamos de mi vida amorosa solo hay una palabra para describirla: NULA, nunca había tenido tiempo para tener novio, mis padre había muerto en un accidente cuando tenía 8 años así que mi madre y yo tuvimos que salir adelante solas, hasta que cuando cumplí 16 ella falleció de un paro cardiaco. Así que tuve que arreglármelas sola y dado que no tenía más familiares, me dediqué a trabajar y terminar el último año de la escuela media, para después a los 17 entrar a la academia de policías Konoha; hecho que me permitiría estudiar tener una carrera como policía.

- Sabes que no tengo ningún tipo de interés en los chicos de hoy en día, son problemáticos, mujeriegos y siempre quieren una relación sin compromisos—

Solía decir eso, una excusa más, por que la verdad tampoco había muchos chicos que me cortejaran, mi aspecto no era malo pero tampoco podía compararme con la belleza de Ino, así que muchos chicos pasaban de mí.

- Pues vamos, que tu tampoco les dan oportunidad para demostrar lo contario, y si sigues así terminarás liándote con uno de tus pálidos "pacientes", pero bueno tengo que irme, quede de verme con los chicos en la corte, pero si sabes algo de los hombres de negro, cuéntamelo por favor ¿ok?—

-Seguro, si me entero de algo te lo contaré, y saluda a Shikamaru y Choji de mi parte-

Mi amiga iba a cumplir con su deber, mientras yo me quedaba como una mera informante de una teoría sin sentido, pero bueno no era que tuviera mucho que hacer. Acomodé archivos y realicé algunos reportes de los últimos cuerpos que habían llegado; eran las 6 de la tarde y parecía que Shizune ya no llegaría, así que decidí irme temprano, acomodé mis cosas y tomé mi abrigo, sin embrago cuando me disponía a salir de la morgue, choqué con algo o mejor dicho con alguien, cuando levanté la mirada me encontré con un hombre más alto que yo, aparentaba tener unos 25 años o más y vestía con un traje negro, justo como me había dicho Ino.

-Lo siento, no miré por donde iba, discúlpeme por favor- exclamé con algo de nerviosismo, si era uno de aquellos hombres que Ino había visto, seguramente me correría de la unidad debido a mi torpeza.

- No tiene por qué disculparse, fue mi cumpla Haruno-san-

Cuando aquel hombre pronunció mi nombre, me sorprendí aún más, quizá era un comandante que venía a despedirme; no supe que hacer así que lo más que pude hacer fue esperar unos segundos a que el dijera o hiciera algo.

-Necesito que me acompañe, Tsunade nos espera-

Aquel hombre, me dio la espalda y comenzó a caminar hacia la oficina de Tsunade, así que era más que evidente que mis sospechas de despido no eran erróneas, caminé un poco rápido para alcanzarlo hasta quedar a unos 3 pasos de distancia ; y viéndolo bien era un hombre extraño, tenía un extraño cabello un poco largo color plata y le urgía ver a un dentista lo antes posible, sus dientes tenían un aspecto de tiburón, y si no fuera por todo lo que Ino me había metido en la cabeza, hubiera jurado que se trataba de un delincuente de algo rango.

Cuando llegamos a nuestro destino, Tsunade nos recibió calmadamente mientras me hacía una señal con la mano de que podía tomar asiento.

-Tsunade por favor no permita que me despidan, sé que no soy muy brillante pero…-

- ¿De que estás hablando? Nadie va a despedirte, es más, el motivo de esta reunión es para algo completamente diferente, veo que ya conociste a Suigetsu Hozuki, el es colaborador de uno de los mejores detectives y necesita nuestra ayuda para atrapar a una persona, así que te hemos elegido para que nos ayudes. Sakura quiero que conozcas al encargado de este caso-

Después de unos segundos en los que traté de asimilar el argumento de Tsuande, el cual aún no entendía bien, giré mi vista hacia donde ella estaba viendo, y me percaté de no estábamos solo nosotros tres, un hombre joven, vestido con un traje negro estaba parado junto a la ventana, su semblante pálido era indescriptible, era sumamente apuesto pero no había emoción alguna, mientras que sus ojos de un color azabache me escrutaban seriamente.

-Sakura, quiero que conozcas a Uchiha Sasuke el está a cargo de esta misión especial y nos ha pedido a uno de nuestros policías novatos y después de analizarlo bien hemos decidido que tú eres la mejor opción para ser su pareja—

Aquellas palabras me sobresaltaron, había estado tanto tiempo esperando a que me asignaran a algún escuadrón, pero tener una pareja era algo que solo estaba mis sueños, teniendo en cuenta que sólo los mejores detectives y policías de alto rango tenían derecho a una, y ahora al ver que era una realidad no podía creerlo, esbocé una enorme sonrisa.

- ¿De verdad? No sé que decir, mucha gracias Tsunade, no los decepcionaré, de verdad que haré un excelente trabajo-

-Haruno-san-interrumpió Suigetsu—Sabemos acerca del por que no formaba parte de algún escuadrón, y es por eso que la hemos escogido, permítame explicarle; Sasuke ha decidido trabajar con la Unidad de Crímenes de Konoha, para atrapar a uno de los más peligrosos asesinos de Japón sin embrago, para no ser descubierto ni por él ni por nadie de la organización a la que pertenece, necesitábamos de una policía novata de bajo perfil que no levante sospechas , en una palabra, prácticamente desconocida, así que usted fue la candidata perfecta-

En aquel momento me sentí fatal, tan sólo iba a servir como una cubierta para que nadie descubriera aquella misión.

-Sakura, supongo que esto no te hace ninguna gracia, pero quiero que comprendas la situación en la que estamos es bastante delicada y no podíamos arriesgarnos, Sasuke necesita de tu ayuda, verás, por razones personales él no puede ser descubierto, si se llegara a saber que está colaborando con nosotros, todo el caso se vendría abajo y estaríamos en peligro, así que te pido que seas paciente y nos ayudes, además es la oportunidad perfecta para que obtengas experiencia-

Tsunade tenía razón, no había razón alguna para enfadarme es más tenía que agradecer la oportunidad, además podría matar dos pájaros de un tiro, ayudaría a mi nuevo compañero y quizá podría subir de nivel.

- Está bien, aceptaré este caso, pueden contra conmigo para lo que sea necesario— agregué.

- Entonces comenzaremos desde mañana, espero que todo resulte bien, ahora si no hay nada más, nosotros nos retiramos-

- Suigetsu, acompañame necesito darte algunos expedientes —

Tsunade y aquel hombre salieron de la oficina, Tsunade parecía ir comentándole algo, ya que su rostro se mostraba serio y algo tenso, no le di importancia a eso y me giré en dirección a la ventana, para encontrarme con mi nuevo compañero, quién a paso firme caminó hacia mí. Y cuál fue mi sorpresa al verlo parado frente a mí, era alto, 1.80 como mínimo, tez blanca, lisa y perfecta, y aunque era delgado, el traje negro que usaba se le veía muy bien, signo de que debía poseer un cuerpo atlético y definido, su cabello como lo había notado, era negro y algo desordenado, pero lo que más me llamó la atención era su mirada, afilada, oscura y sin emoción alguna.

- Me alegra que seamos compañeros, como sabrás es mi primer caso así que espero que nos llevemos bien y que todo salga de maravilla—

Sonreí amablemente, pero aquel chico seguía mirándome sin decir nada, eso me puso muy nerviosa, y cuando iba a decir algo para romper aquella atmósfera el comenzó a hablar.

- Dejemos claro una cosa, tu sólo eres un comodín, alguien que cubrirá mi nombre para el resto de la gente, así que no creas que puedes hacer lo que quieras, el que da las órdenes aquí no es ni la UCK ni Tsunade, soy yo, así que será mejor que no te involucres y sólo obedezcas-

Su voz era peor de lo que pensé que sería, fría, seria y atemorizante, cuando dijo aquel discurso me sentí pequeñita, como si fuera una niña regañada por su profesor, sin embrago sabía que era verdad, profesionalmente yo no tenía nada que ver con aquel caso. Y antes de que pudiera reaccionar se marchó dejándome con una sensación de tristeza e inutilidad.


Continuará...