Son Dioses. Fuertes y inmortales. ¿Que mas pueden pedir?

Cuando se despierta en la noche, frío y sudoroso. Piensa una respuesta, piensa hasta largas horas de la madrugada pero siempre llega a lo mismo.

'Todo"

Lo piensa mucho, pero nunca lo dirá en voz alta. No dejara que sus pensamientos arruinen su vida.

Los mortales son estúpidos, no se dan cuenta lo que tienen. No se dan cuenta que con un trabajo, una pareja y un perro se puede ser feliz. Ellos no saben cuanto el daría por tener una vida así de simple.

Pero ellos son codiciosos, ellos necesitan mas, mucho mas. Se aburren con una vida así, no la soportan, piensan que es monótono.

Ellos no entienden que la verdadera monotonía es haber vivido millones de años y seguir vivo.

Por eso los Dioses los desprecian, porque aunque su vida es simple ellos logran la felicidad mas fácilmente. En cambio los Dioses no la alcanzan nunca porque siempre hay algo que lo arruina.

"No hay peor dolor que enterrar a un hijo"

Una frase echa por los mortales, es cierto. Duele mucho. Ellos lo saben mejor que nadie. Pero duele mucho mas saber que pudiste haber ayudado. Pero no lo hiciste.

No importa cuán fuertes sean o cuan inteligentes. En algún momento ellos morirían y los Dioses no pueden hacer nada. No pueden ni siquiera visitarlos.

Los semidioses los odian. Esa es la verdad. Todos los Dioses lo saben, les gustaría evitarlo pero no pueden. Les gustaría poder estar ahí para ellos, conocerlos y hablar con ellos pero no pueden.

Sus hijos piensan que los usan, que solo les interesan ellos mismo. Eso no es verdad. Los Dioses lo saben. Y sus hijos lo sabrían si supieran que por cada muerte, por cada caída de uno de ellos, los Dioses lloran, lloran por sus hijos. Pero sus hijos nunca lloraran por ellos.

La vida no es fácil.

Eso cada uno de ellos lo sabe, lo entienden, pero eso no significa que les guste.

A lo largo de toda de su vida las cosas han cambiado, ya no es como antes. Ya no hablan con ellos, ya no los conocen, y ya no los ayudan como antes. Pero eso no significa que los quieran menos.

Los Dioses aprendieron a no socializar con sus hijos. Lo hicieron. Pero eso no significa que duela menos.